Y bien... ya por fin la vi, y la re vi y la ame, y la volví a ver en inglés y la amé más, y la
subtitulé al español, y me enamoré completamente (como si no lo hubiera estado ya XDDDD) de Kame como actor y de este señor Satoshi Miki como director/screen writer de cine.
¡Wow! realmente disfruté esta película como hace muuucho no me pasaba con alguna.
Me llegó tan profundo y me movió la razón y la sinrazón de tal manera que hasta he pensado que deberíamos formar un grupo filosófico/psicológico/existencialista llamado "Ore ore" jajajajajajaja, y bueno, yo sé que hay infinidad de libros con teorías académicas que se han esmerado en discernir sobre el asunto del "Yo" con mucha más "seriedad" y "precisión", pero como la única manera de que esas teorías psico-filosóficas lleguen a más gente es justamente con obras como esta... pues yo hablaré de la película y no de las teorías jajajajaja (porque además soy muy mala para aprenderme fechas y nombres cuando se trata de textos académicos).
Ore ore es un tratado sobre la identidad. Una propuesta de cómo entendernos a nosotros mismos como parte de este mundo en el que habitamos, una puesta en escena de lo que todos los días enfrentamos al interior de cada uno.
Después de mirarla y mirarla empecé a ver a los demás (y a verme) como un cúmulo de "ores" que, dependiendo del día, el minuto, el interlocutor, la etapa de la vida, va relacionándose con otros cúmulos de "ores" (personas) e identificándose (tanto en lo bueno y bonito como en lo odioso) como parte de la especie....
Encontrarse a sí mismo no es tarea fácil para nadie, quizá... porque no somos "uno solo".
"Hay partes que puedo aceptar de mi, pero hay otras con las que todavía no estoy listo" dice Hitoshi Nagano (el protagonista) ¡Enorme declaración! recuerda aquel dicho popular de que "lo que más te quejas de los demás es lo que más tienes". Todos tenemos una parte inteligente, una parte bella, presumible, comprometida, valiente, pero también tenemos partes de las que no nos sentimos orgullosos, como la cruel, la hipócrita, la mentirosa, la débil, la vengativa, la indiferente...
"La indiferente".... es una de las más peligrosas. Todos queremos ser reconocidos por el otro, no hay insulto más grande que alguien te ignore ¿cierto? es un arma poderosa... ¿y por qué? porque cuando uno es indiferente con alguien o algo, cuando no lo mira y le da forma, color, sonido... es como si lo hiciera "desaparecer", no lo sitúa en el mapa aunque esté ahí, pasa de largo, lo evita...
¡Pero! (claro que hay un pero) el que uno sea indiferente no hace que lo otro realmente desaparezca, sólo se trata de un "no querer ver", y cuando uno no quiere ver como Hitoshi Nagano, ya sea las partes de sí mismo que no lo enorgullecen o a los otros, lo que se está haciendo es anularse... si nos ves los todos "ores" que te habitan o no miras al de junto (ese que con sus propios ojos podría mirarte y que es reflejo de tus propios "ores") es imposible que logres un todo "tú" completo, arquitecto y conductor, que te lleve por buen camino....
Quizá es una fantasía común la de imaginar que todos están de acuerdo con uno, que todos comparten tus sueños, tus miedos, tu moral...en la película queda clara la comodidad que brinda el estar con otro/a como "yo" al princpio parece un ideal a conseguir ¡pero! "¿Y qué pasa si mi novia se convierte en yo mismo?" se pregunta Nao (uno de los ores de Hitoshi Nagano). Resulta perverso ¿cierto? el amor (entendido como complemento del alma) necesita de la diferencia... aceptar lo diferente, el rol del otro, su incidencia en ti, es aceptar esa parte de ti que el otro refleja, es aceptar al otro y al mismo tiempo hacer que te reconozca. Sólo abriendo bien los ojos y mirando en cada persona a tu lado esa parte de ti, sólo si cada uno lo hacemos, podremos comprender mejor quiénes somos, a dónde vamos, y qué queremos...
Masae (la mamá de Hitoshi) dejó de ser "mamá" a los 40 y se convirtió en "Masae san".... ella necesita que Hitoshi reconozca que también tiene varios "ores" en sí... que ella es Masae aparte de mamá, que juega un rol en su vida no sólo como "mamá" sino también como persona (con sueños, miedos, alegrías, ideas varias), esa es la única manera de que ella misma pueda reconocerlo a él como Hitoshi aparte de como "su hijo", la reciprocidad de mirarse de manera más completa, dejar la indiferencia de lado...
"La indiferencia será el fin de Japón" dice Nao... de la especie creo yo... si nos dejamos jalar por ella... quizá es más cómoda porque significa no tener que enfrentarse a lo que nos molesta o pone de malas, pero si solo escondemos bajo el tapete todo eso que no nos gusta tanto... un día saldrá todo junto ne?
¡En fin! Muchas cosas me hizo pensar esta película, realmente creo que carga con muchos mensajes importantes... que toca temas que nos atañen a todos.... Es una verdadera fortuna haberla podido conocer... creo que al menos en lo personal, me ayudará a relacionarme mejor con el mundo tan lleno de "ores" del que soy parte...
Creo además que es una gran suerte el que Kamenashi Kazuya haya sido el actor que dio vida a los "ores" de ese guión, me parece que no sólo "dio el ancho" como dicen por ahí, sino que complementó el mensaje con su enorme sensibilidad para representar tantas clases de persona, hay que ser muy observador (sensible, humano, comprometido) para "atrapar en ell aire" (como si fuera beisbol) las esencias que hacen a cada uno distinguible.
Y bueno, lo he dicho mil veces: mis "ores" fascinadas con la película jajajajajaa muchas de ellas enamoradísimas y otras agradecidas, algunas más queriendo verla otras mil veces, una que otra haciéndose la que no entendió jajajajaja.
Nya, increíble el resultado del duplo "Satoshi Miki x Kamenashi Kazuya" ojalá hicieran más cosas en conjunto y que esto sea sólo "uno" de los muchos éxitos que tengan cada uno en la vida.
Gracias a ambos... Yolotl