[Drabble] El ritual (SuChen) para @kiiisa08
Título: El ritual
Autor: joker_coker
Beta: darkkaya
Pairing: Suchen.
Notas: Este drabble es para kiiisa08 por ser tan dulce, siempre apoyarnos a mi hermana y a mi y en compensación por ese odio irracional que le tiene mi LJ XD Que espero que ya esté solucionado. Gracias por tus preciosos comentarios <3
Para Jongdae levantarse por las mañanas y observar la silueta de Junmyeon en la cocina, tomándose su primer café del día, ya era algo que formaba parte de su ritual.
Comtemplaba como sus labios se hundían en esa cálida espuma y, como en ocasiones, se le formaba un bigotillo muy gracioso encima. A Jongdae le agradaba pasar el dedo pulgar muy despacio, para limpiarle, mientras dibujaba la forma de sus labios, memorizándola una vez más en su cabeza.
Ambos se sentaban a la mesa, a pesar de que el mayor ya hubiese desayunado, y comentaban cómicamente la noche anterior. Junmyeon le miraba travieso mientras analizaba a Jongdae de cabeza a los pies, ese gesto hacía que el menor se pusiese nervioso, aunque no sabía por qué, Junmyeon siempre conseguía que lo estuviera.
Unos minutos después, cuando los restos del café y las migas de las tostadas ya descansaban en sus tazas y el mantel, ambos jóvenes decidían volver al ritual de sus vidas.
Era complicado ocultar lo que ambos sabían cuando estaban rodeados de tanta gente, pero poco a poco aquello se había vuelto más emocionante.
El debut los había separado en las primeras promociones, Jongdae extrañaba esas cenas deliciosas y entretenidas a las que Suho le invitaba. Aquellas cenas siempre terminaban con un Junmyeon achispado, con las mejillas sonrojadas y las defensas morales bajas. Cualquiera se hubiese aprovechado de la situación, pero Jongdae tan sólo lo hacía en sus pensamientos.
Con un brazo sobre sus hombros y la mano sujetándole fuertemente la cintura, el menor llevaba a su líder a la habitación, siempre con cuidado de que Sehun no se despertara.
Nunca habían pasado de miradas furtivas o algún que otro abrazo. Más de un año de prácticas había construido numerosos pisos en esa extraña relación que ambos compartían. Salidas nocturnas, escapadas a comer o incluso compartir de vez en cuando dormitorio en un hotel.
Jongdae no pedía más, era plenamente feliz, estaba cumpliendo su sueño, había conocido a once personas maravillosas y estaba enamorado.
Todos pensarían que el concepto de amor en Jongdae quedaría ridículo, por eso el menor había decidido no comentarle nada a Junmyeon. El riesgo sólo era factible cuando podía ser beneficioso y en este caso no lo era.
Wolf había sido lanzada al mercado y, gracias a su continuo trabajo y popularidad, habían sido premiados en los programas musicales más populares de la televisión. Junmyeon estaba en boca de todos, sus lágrimas habían conmovido a más de un corazón.
La noche del fansign había terminado, los demás chicos habían caído rendidos, pero Jongdae seguía despierto. Estuvo un buen rato en el balcón observando Seúl, hundiéndose en la belleza artificial de las luces que bañaban la ciudad.
No se dio cuenta de cuándo se había levantado aquella brisa, pero el frío le obligó a volver al interior del hogar. Cerrando con cuidado las cristalera para no hacer ruido y despertar a alguno de sus compañeros, Jongdae se frenó en seco cuando al girarse pudo contemplar aquella silueta tan conocida para él llevando con ambas manos la taza humeante de café hacia sus labios.
Dudó unos segundos, no sabía si el sueño le jugaba malas pasadas o en realidad Junmyeon estaba ahí. Caminó hacia la cocina y el supuesto Junmyeon imaginario se giró, mirándole fijamente con los ojos todavía rojos de haber estado llorando.
-¿Junmyeon-shi? -preguntó dudoso Jongdae.
El mayor le sonrió con la espuma adornando sus labios.
-¿Qué haces levantado a estas horas? -el dedo pulgar de Jongdae ya estaba viajando por la superficie de su labio superior.
Justo antes de que se retirase la mano Junmyeon le sujetó por la muñeca atrayéndolo hacia él, juntando sus labios con los de él.
El beso podría haber durado poco, pero ninguno de los dos quiso que fuera así. Líder y cantante se fundieron en un beso que definía todo lo que se había creado entre ellos en estos años.
El beso sabía a verdad, amistad, a bromas y juegos, a amantes nocturnos, a café… pero sobre todo sabía a Junmyeon y a Jongdae, a ese nuevo ritual que comenzaba.
Los rayos del sol atravesaban la ventana, Jongdae se revolvió entre los cojines y el cuerpo de Junmyeon, unas risillas hicieron que se despertasen del todo. La enorme y brillante sonrisa de Chanyeol les observaba desde el sofá de al lado, ambos chicos se sobresaltaron nerviosos, intentándose cubrir con cojines a lo que el rapero respondió.
-¡EXO saranghaja! -mientras se lanzaba encima de ellos, rompiendo el silencio de la mañana con sus risotadas.