[EXO/Trad] (Im)Pacto Capítulo 2(FINAL) 2/2

Apr 10, 2013 23:17


La puerta se abrió con un estruendo y el viento entró en la habitación en fuertes ráfagas. La escena que Sehun presenció lo dejó fuera de sí:  su rival mantenía a Luhan contra la pared y le acariciaba la piel por debajo de la ropa. Cuando Sehun se fijó en que el hombre estaba en ropa interior, rozando su miembro contra la piel de Luhan, no hubo nadie que pudiese controlar su ira.

El agresor de Luhan se asustó con la llegada repentina de sus compañeros y acabó soltando al humano, que cayó al suelo en peso muerto. En menos de un segundo Sehun estampó al hombre que había tocado a su Luhan contra la pared y le apretó el cuello con ambas manos.

Los ojos de Sehun estaban vidriosos y totalmente negros, mientras sus uñas se clavaban cada vez más contra la piel del otro hasta hundirse en su carne.

- ¡Sehun! -gritó Jongin acercándose a su amigo y agarrándolo del brazo-. ¡Si matas a ese idiota será Minos quien te mate a ti!

- ¡Tocó a Luhan! -murmuró Sehun entre dientes antes de golpear en la cara a su agresor. Éste gritó de dolor y se llevó las manos a su cara dolorida, tras lo cual recibió un golpe en el estómago. Sehun le había dado un rodillazo con violencia.

Luhan se había arrastrado lejos de la confusión y miraba asustado la escena. Jamás había imaginado que vería a Sehun actuando de esa manera.

- ¡Lo llevaré a Minos, Sehun! ¡Ahora suéltalo! -gritó Jongin, intentando calmar a su amigo-. Luhan está aquí, ¿lo ves?

Sehun agarró al demonio herido frente a él por la piel del cuello y del hombro y lo lanzó al otro lado de la habitación. Éste cayó de espaldas y comenzó a gemir de dolor. Los ojos de Sehun seguían negros y se quedó parado un momento, con la mirada fija en el demonio caído, antes de comenzar a caminar en su dirección con los puños cerrados. Sehun crujió el cuello mientras se aproximaba rival y Jongin se desesperó.

- ¡Luhan! -gritó Jongin dirigiéndose al humano, que se encogió-. ¡Llama a Sehun! ¡Por favor! ¡Está fuera de sí!

El humano se mordió los labios mientras observaba a los tres demonios que tenía frente a él. Estaba muy asustado tras lo que había sucedido y por un breve momento deseó no haber hecho jamás el pacto con Sehun.

Pero…¿qué estaría haciendo si jamás hubiese pedido a los cielos un ángel? Probablemente estaría tumbado en una cama, sin vivir su vida. Observando el tiempo pasar y malgastando sus fuerzas sin poder hacer nada. Luhan, al recordar que Sehun lo había estado observando durante años, preocupándose por él y velando por su seguridad, comenzó a llorar. Tenía miedo y quería que Sehun lo abrazase y le dijese, que todo estaría bien.

- ¡Se...Sehun! -gritó y éste digirió su mirada hacia él, pero sus ojos seguían negros-. ¡Sehun-ah!

El humano se encogió en la esquina en la que se encontraba y gritó más alto, llamándolo. Jongin ayudaba al demonio herido a levantarse y lo sacó de la habitación rápidamente mientras le gritaba y le decía algo sobre Minos y expulsarlo del Valle de los Vientos.

Sehun parpadeó un par de veces mientras su respiración volvía a la normalidad. Cuando su visión se aclaró y vio a Luhan encogido en el suelo, recuperó la cordura.

- Sehun… -gimió Luhan una vez más, con los ojos húmedos y la respiración agitada por la desesperación.

- ¿Luhan? -el demonio corrió hacia el menor y se arrodilló frente a él, mientras tendía la mano hacia su rostro.

Pero,cuando iba a tocarlo, el menor se encogió aún más, como si estuviese asustado.

- Lo siento... -murmuró Sehun, apartando las manos del humano-. Perdí el control. Cuando te escuché gritando mi nombre, pidiendo socorro, y vi cómo ese asqueroso te tocaba… perdí el control.

Luhan abrió los ojos al ver que Sehun tenía los ojos llorosos. El humano hizo una mueva involuntaria y comenzó a  llorar en voz alta, lanzándose a los brazos del mayor para abrazarlo con fuerza.

- ¡Tuve tanto miedo! -dijo Luhan, hundiendo sus dedos en la piel del otro, aumentando la presión del abrazo lo máximo que podía-. Pensé que él… que él iba…

Luhan no consiguió terminar la frase y se echó a llorar aún más, antes de que Sehun lo cogiese en bazos, aún abrazos. El menor rodeó la cintura del más alto con sus piernas y Sehun lo sujetó con firmeza mientras le daba suaves besos en el cuello.

- Siento no haber llegado antes... -murmuró el demonio contra la piel del humano.

Sehun comenzó a caminar con Luhan en brazos hacia la salida de la habitación en la que se encontraban. El menor seguía llorando en voz baja y Sehun le acariciaba la espalda mientras entraba en su propia habitación, cerrando la puerta tras él.

El demonio fue hasta la cama y se sentó en el borde, con Luhan todavía en brazos.

- ¿Qué te hizo? -preguntó Sehun mientras le sostenía el rostro entre las manos.

- Me besó,  me tocó... -murmuró Luhan mirándolo a los ojos. En sus labios se formó un mohín-. Pero llegaste a tiempo, antes…

- Si no lo expulsan de aquí, lo mataré, lo juro... -dijo Sehun antes de morderse el labio inferior.

Luhan se acercó al mayor y sus frentes se encontraron.

- Tuve tanto miedo... -susurró Luhan y Sehun volvió a abrazarlo.

- No tienes por qué tener miedo. Ya no -murmuró el mayor contra el oído del humano-. Yo te protegeré.

- ¿Por qué? -preguntó Luhan, rompiendo el abrazo.

- Por qué, ¿qué? -dijo el mayor levantando las cejas, confuso.

- ¿Por qué me quieres proteger?

El contacto visual de los dos no se rompió durante los segundos de silencio en los que se vieron sumidos. Luhan sólo quería oír el motivo del otro, aunque ya sabía la respuesta. Sehun intentaba encontrar las palabras concretas en su corazón (eso sí los demonios tuviesen uno).

-No lo sé... -mintió Sehun, desviando la mirada.

Luhan posó ambas manos en el rostro del mayor y lo obligó a mirarlo a los ojos.

- Yo sí. Es porque crees que soy tuyo -dijo el humano acercando su rostro al suyo.

-¿Y lo eres? -preguntó el demonio con una media sonrisa, y recibió una risa floja como respuesta.

Luhan aún sonreía cuando se aproximó más a él y besó a Sehun. Los labios se tocaron ligeramente y durante un rato permanecieron así, apenas tocándose con un ligero roce, como si  se estuviesen acariciando.

Sehun podría no querer admitirlo, pero era innegable el deseo que sentía por proteger a aquel único ser humano, cuya existencia era insignificante en comparación a los otros millones de almas existentes en el Infierno. Pero para Sehun, Luhan era especial. Desde hacía diez años y para siempre, él sería especial.

Fue el humano quien profundizó el beso, posando sus manos en la nuca de Sehun e introduciendo la lengua en su boca. Cuando las lengua se encontraron en la unión de las dos bocas, comenzaron una danza rítmica e insaciable. Cuando más probaban el sabor el uno del otro, más querían. Sehun deslizaba sus manos por el cuerpo del menor, deseando explorar sus puntos más sensibles y Luhan jadeaba contra su piel.

- Quiero mandar yo, Sehun -gimió Luhan al separar su boca de la del más alto, aunque un hilo de saliva los mantenía unidos.

-¿Estás seguro? -preguntó Sehun, deteniendo los dedos del más bajo, que ya estaban intentando abrir los botones de su camisa.

Luhan gimió y asintió con la cabeza, besando al demonio una vez más. Esta vez las lenguas se mezclaron con urgencia, como si luchara por un espacio dentro de sus bocas. Luhan usó sus finos dedos para desabrochar la camisa del demonio, y cuando se deshizo de la maldita prenda de ropa, sonrió.

El humano, sin decir nada, acercó sus labios al cuello del demonio y se lo besó, dándole suaves mordiscos. Sehun se mordía el labio inferior y mantenía sus ojos cerrados mientras sentía crecer su deseo por el menor cada vez que éste le pellizcaba la piel con los dientes. Luhan usó su lengua para humedecer las zonas que mordisqueaba, como si pidiese disculpas por el leve dolor que le causaba.

- No es normal lo que me provocas, Luhan... -murmuró Sehun, llevando sus manos hasta las nalgas del menor para acariciárselas.

- No tiene por qué ser normal... -dijo Luhan mientras sentía cómo el otro deslizaba las manos por debajo de su ropa-. Sólo tiene que ser intenso.

Sehun volvió a atacar los labios del menor, mientras retiraba  de manera urgente su única prenda de ropa. Luhan se encogió un poco cuando notó que estaba desnudo, pero gimió levemente cuando sintió al mayor masajeando su miembro.

- Sehun-ah... -gimió Luhan antes de que Sehun abusase de sus labios de nuevo.

Sehun comenzó a hacer movimientos lentos en el miembro del menor, masajeándolo mientras subía y bajaba con la mano lentamente.

El demonio lamió y mordió los labios de Luhan y sonrió al oír sus gemidos y al sentirlo revolverse en su regazo.

- Espera... -murmuró Luhan mirando al mayor y apartándole la mano de encima de su miembro.

Cuando el humano se apartó de los brazos del demonio, Sehun lo miró confundido.

- ¿Qué haces? -preguntó Sehun cuando el menor se arrodilló delante de él y acercó las manos hasta las caderas de Sehun.

- Nunca te agradecí lo suficiente el haberme salvado de una vida triste y vacía hace diez años -dijo Luhan con una sonrisa, colocando
sus dedos en la cinturilla de los pantalones de Sehun y tirando de ella para bajarlos.

Sehun se levantó un poco de la cama para ayudarlo a  librarse de sus pantalones y su ropa interior. El humano levantó una ceja y sonrió cuando el demonio se quedó completamente desnudo. Sehun era perfecto.

- No tienes por qué hacer esto si no quieres -murmuró el mayor antes de suspirar en voz alta cuando Luhan tocó su miembro, ya
despierto, ligeramente con el dedo índice.

- Pero sí quiero -Luhan comenzó a usar sus dedos para acariciarle el miembro, sintiendo sus pulsaciones bajo sus toques.

Sehun se mordió el labio inferior con fuerza y dejó caer la cabeza hacia atrás, intentando evitar que el gemido ahogado en su garganta se escapase.

- Si es tu primera vez, puedes ir con calma y... -murmuró Sehun mirando al chico, mientras sentía a Luhan distribuyendo pequeños besos por toda su erección.

- ¿Y por qué crees que es la primera vez que hago esto? -dijo Luhan riendo y Sehun  lo miró sorprendido-. Dije que era virgen, no un santo.

Sehun entrecerró sus ojos y Luhan lamió lentamente su glande, ajeno a su mirada. El demonio se mordió el labio inferior para no gemir, y siguió observando al otro hasta que éste le devolvió la mirada.

- ¿Qué pasa? -preguntó Luhan con la boca cerca del glande del mayor-. No me digas que estás celoso.

Sehun se atragantó con su propia saliva y tosió un par de veces, desviando la mirada. Sentía que sus mejillas quemaban y rezó (no a Dios, claro) suplicando que no que no estuviesen coloradas.

-Cla... claro que no... -dijo Sehun irritado, haciendo un mohín.

Luhan sonrió antes de envolver todo el glande con su boca y chuparlo lentamente. El demonio trató de resistirse, pero su expresión de rabia terminó por transformarse en un gesto de placer y excitación a medida que Luhan lamía y chupaba su miembro cada vez más rápido.

Sehun comenzó a gemir levemente mientras observaba a Luhan dándole placer. El menor hacía movimientos de vaivén y el demonio supo que no mentía cuando dijo que ya tenía experiencia en el sexo oral. A Sehun le molestaba no haber sido el primero de Luhan en ese ámbito, pero el sentimiento de irritación lo abandonó cuando sus ojos se encontraron con los del humano.

Sehun condujo sus manos hasta el pelo del menor y agarró sus hebras, obligándole a soltar su miembro. Luhan gimió de dolor por el tirón de pelos, pero Sehun se apoderó de su boca antes de que pudiera protestar. Las lenguas se enroscaron suavemente y Luhan jadeó despacio al notar su miembro latiendo dolorosamente.

- Me vuelves loco, Luhan -murmuró Sehun cuando sus bocas se separaron ligeramente, aunque el menor siguiese deslizando su lengua por los finos labios del otro.

El humano se levantó del suelo y volvió a sentarse sobre las piernas del demonio, apoyando las rodillas en el colchón, a ambos lados de su cuerpo. Su mano alcanzó la erección de debajo de él y  la condujo hasta su entrada no preparada.

-Tú también me vuelves loco, Sehun -murmuró Luhan maliciosamente antes de sentarse de una sola vez sobre el miembro del demonio.

Ambos gimieron en voz alta y Sehun lo envolvió en un fuerte abrazo al sentir que se encogía en su regazo. Luhan posó sus manos en la nuca del mayor y le clavó las uñas, intentando liberar su propio dolor en el cuerpo del otro.

Permanecieron quietos un rato, abrazados, mientras el menor se acostumbraba al invasor dentro de él. Sehun repartía besos por todo el cuello y los hombros de Luhan, intentando distraerlo del dolor. El demonio inspiraba aire mientras intentaba mantener sus gemidos silenciosos. Luhan respiraba con dificultad y comenzó a moverse despacio encima del otro, sintiendo a Sehun llenando su interior con su erección.

El humano se apartó un poco del otro y se levantó despacio para después sentarse nuevamente, gimiendo fuerte cuando sintió el miembro del demonio entrar, de nuevo, por completo dentro de sí lentamente.

Luhan comenzó a repetir el movimiento, sintiendo a Sehun salir y entrar en él continuamente. El menor gemía y jadeaba y Sehun lo agarraba con una mano por la cadera, ayudándolo en sus movimientos. Luhan gimió más alto cuando sintió que el otro comenzaba a masturbarlo usando la mano libre, apretando la punta de su miembro y extendiendo todo su líquido preseminal con el pulgar.

- Sehun-ah... -gimió Luhan antes de que el mayor se apoderase de sus labios.

Mientras Luhan seguía moviéndose sobre Sehun, éste lo masturbaba cada vez más rápido, haciendo que sollozase de placer. Luhan se abrazó a él y clavó sus uñas en la espalda del mayor, gimiendo en voz alta cuando éste lo agarró firmemente por la cadera. Sehun hizo que ambos cuerpos se girasen y cayeron acostados sobre el colchón, el mayor sobre el cuerpo frágil que quedó debajo de él.

El demonio volvió a besar los labios rosados del humano, mientras lo embestía con fuerza. Toda aquella travesura de Luhan de sentarse sobre él lentamente y de forma erótica, lo había descontrolado. Quería poseerlo con fuerza, quería que le rogase más; lo deseaba como nunca antes había deseado nada en la vida.

O en la muerte como era el caso.

Luhan gemía con intensidad debajo de Sehun. Tenía la espalda levemente arqueada y su miembro estaba aprisionado entre los dos cuerpos, siendo masturbado de forma no intencionada por la fricción causada. El demonio mantenía sus brazos apoyados a ambos lados del menor mientras lo embestía con fuerza y profundidad, y lo sentía retorcerse bajo su cuerpo. Las uñas de Luhan seguían clavadas con fuerza en la espalda de Sehun y ambos sentían dolor y placer mezclados.

Lo que estaba sucediendo allí estaba resultando adictivo para los dos.

-¡Sehun-ah! Vo...voy a... -gimió Luhan antes de que Sehun le metiera su lengua caliente en la boca, besándolo.

Los movimientos de sus cuerpo no se detuvieron ni un momento y el menor gemía en voz alta, pidiendo más fuerza, más velocidad y más profundidad; y Sehun lo complació. Cuando dio de lleno en su próstata, Luhan ahogó un grito usando la piel del cuello de Sehun como refugio.

- Córrete para mí, Luhan -gimió Sehun contra el oído del menor, para lamerlo enseguida y mordisquearle el lóbulo de la oreja.

- Sehun... -Luhan gemía el nombre del demonio cada vez más alto y su respiración era más agitada y descompasada.

Sus cuerpos estaban calientes y cuando el orgasmo llegó, Luhan sintió que su cabeza empezaba a dar vueltas. Gimió en voz alta y se corrió entre espasmos que sacudieron su cuerpo. El menor agarró con fuerza a Sehun y siguió lloriqueando por el inmenso placer que sentía con las embestidas que no cesaban.

El interior de Luhan se contrajo contra el miembro de Sehun y éste no pudo evitar soltar un gemido ronco antes de besar al menor nuevamente. Las estocadas continuaron hasta que el demonio pensó que se iba a desmayar de tanto placer que sentía estando dentro del otro. Tratando de hallar alivio, Sehun mordió la curvatura del cuello de Luhan y lo escuchó gemir con fuerza en reproche. Sin embargo, cuando el menor sintió que su interior se llenaba de la corrida caliente de Sehun, no pudo evitar dejar salir un último gemido de placer.

Sehun pasó su lengua sobre la mordida en la piel del menor, intentando aliviar el dolor que hubiese podido provocarle. Aún sentía espasmos por todo el cuerpo y fue casi misión imposible levantarse para salir del interior del humano. El demonio cayó agotado en el colchón y cerró los ojos, intentando respirar hondo para calmar su cuerpo.

- Me mordiste… -gimió Luhan haciendo pucheros; Sehun rió ligeramente.

- Lo siento... -murmuró el demonio, acercando una mano a la del menor para agarrársela.

Sehun abrió los ojos y miró a Luhan. Sus mejillas estaban coloradas y sus labios rojos; por no hablar de su cabello revuelto y las marcas que adornaban toda su piel.

- ¿Qué va a pasar ahora, Sehun-ah? -murmuró Luhan, mirándolo preocupado.

Sehun apretó la mano del menor entre la suya, mientras pensaba.

- Puedes ir a hablar con Minos, mi jefe. Él es quien te dirá a qué Círculo del Infierno estás destinado a ir, dependiendo de cómo hayas pasado tu vida y qué pecados hayas cometido.

Sehun estaba sintiendo un vacío en la región abdominal y su corazón latía fuerte contra su pecho, como si hubiese algo equivocado en lo que acababa de decir. El menor aumentó el mohín y se quedó pensando unos segundos.

- ¿Y si no quiero irme a ninguna parte? -las mejillas de Luhan se tiñeron de un rono carmesí y Sehun levantó las cejas al oír al menor
-. ¿Y si quiero quedarme contigo?

El demonio sonrió y abrazó su cuerpo, atrayéndolo hacia él.

- Puedes. Convenceré al jefe -dijo Sehun antes de apoderarse de los labios de Luhan, besándolo lentamente y con ternura.

Ambos  se quedaron abrazados unos minutos, intercambiando algunas caricias.

- Gracias por aparecer y salvarme hace diez años, Sehun. Estoy muy agradecido con Dios por... -Luhan no pudo terminar su confesión, pues el otro le tapó la boca con las dos manos.

- ¡Eres idiota! ¿Acaso te has olvidado de dónde estás? ¡No decimos ese nombre aquí! -Sehun parecía nervioso y tenía los ojos muy abiertos. Luhan no pudo evitar reírse.

- ¡Lo siento! Olvidé que estábamos en el Infierno -dijo Luhan antes de gemir bajo cuando Sehun le dio una palmada en la nalga.

- Puedes quedarte conmigo todo el tiempo que quieras, Luhan… -dijo Sehun, sacando la lengua y deslizándola por la mejilla del más bajo-. Pero debes saber que cuando un alma queda cerca de un demonio durante mucho tiempo, acaba transformándose en uno también.

Sehun miró al menor con tristeza, pensando en cuál sería su reacción.

- ¿Fue eso lo que te pasó a ti? ¿Te acercaste a un demonio y te convertiste en uno? -preguntó, y Sehun asintió con una sonrisa triste.

- Eras humano, entonces -dijo Luhan finalmente.

- Sí, hice un pacto como tú cuando era humano.

- ¿Qué pediste?

- Mi padrastro... pedí que muriera antes de que matase a mi madre.

Luhan se mordió el labio inferior y rozó el rostro de Sehun, acariciándolo calmadamente durante un rato. Entonces el menor se dio cuenta de algo y se alejó de los brazos del más alto.

- Espera... -dijo Luhan, apoyándose sobre un hombro y mirando molesto a Sehun-. ¿El demonio que hizo el pacto contigo te trajo aquí de  la misma manera que tú me trajiste a mí?

Sehun lo miró durante unos segundos antes de comenzar a reír, lo que provocó que Luhan hiciese un mohín.

- No me digas que estás celoso... -preguntó Sehun y Luhan negó con la cabeza, aunque seguía con los labios apretados, disgustado.
El mayor se echó a reír y tiró del menor nuevamente, obligándolo a que lo abrazase.

- Eres adorable cuando te pones celoso, Luhan.

- No lo estoy... -murmuró el menor, molesto, recibiendo besos y mordiscos del otro como respuesta.

Permanecieron en ese pequeño intercambio de refunfuños y besos hasta que Sehun se puso serio y clavó la mirada en los profundos ojos de Luhan.

- ¿Quieres quedarte conmigo? ¿Aunque te conviertas en la misma cosa en la que que yo me convertí?

- ¿Tú qué crees? -preguntó Luhan con sarcasmo mirando fijamente al demonio con una sonrisa en los labios.

- Bien… si quieres quedarte, creo que necesitas ser más impuro, tu nivel de lujuria todavía no está lo suficientemente alto... -dijo
Sehun con una sonrisa maliciosa antes de besar con suavidad a Luhan.

Mientras se besaban, Luhan impulsó su cuerpo y se montó encima de Sehun para sentarse sobre su vientre.

- Sé que me has estado observando durante todos estos años, Sehun -dijo Luhan con una sonrisa, y no evitó reír cuando se fijó en que el rostro del mayor se ruborizada.

- No...no es lo que estás pensando,,, -dijo Sehun, nervioso-. Eras frágil, y sólo quería asegurarme de que ibas a durar, porque la Tierra es ca...cada vez más peligrosa y...

Luhan pasó sus manos por las mejillas del rostro del mayor y las apretó, obligándole a hacer un mohín para que dejase de hablar.
Para que dejase de mentir.

- Me amas desde que tenía 10 años, asqueroso pervertido... -dijo Luhan riendo en voz alta, y Sehun negó con la cabeza insistentemente mientras sus mejillas se ruborizaban.

- Desde que tenías diez años no, ¡no soy un pedófilo! -dijo Sehun, tratando de  defenderse. Luhan sonrió y se acostó sobre el cuerpo del mayor, aproximando sus rostros.

- ¿Te has dado cuenta de que no has negado que me amas? -susurró Luhan contra la piel del rostro del mayor; éste abrió la boca despacio mientras pensaba en lo que debería decir-. ¡No sirve de nada que lo niegues ahora!

Sehun gimió, derrotado, antes de besarlo una vez más.

- Iba a decirte que los demonios no tenemos sentimientos, pero no me creerías de todas formas, ¿verdad?

- Exacto, no te creería.

Luhan se bajó de encima de Sehun y se acostó a su lado. Sus manos permanecían unidas con los dedos entrelazados.

- No me has respondido a lo de si me perteneces, Luhan -comentó por lo bajo Sehun, recordando la conversación que habían tenido poco antes.

- ¿Es necesario? -preguntó Luhan y miró al demonio, que asintió con la cabeza.

El menor se acercó a él y lo abrazó; Sehun le devolvió el abrazo.

- Te vendí mi alma hace diez años, Sehun. Mi alma es tuya -murmuró Luhan.

- ¿Y el resto? -preguntó Sehun con una sonrisa maliciosa y recibió un mordisco  en el cuello como respuesta.

El demonio decidió tomárselo como un sí.

Y, finalmente, después de diez años, Luhan le pertenecía. Y él pertenecía a Luhan.

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Mientras tanto, fuera de la torre, los guardianes discutían.

- ¡Si ellos no acaban bien será todo culpa tuya, Jongin! -murmuró Kyungsoo irritado, golpeando el hombro de su compañero.

- ¡Acabarán bien! ¡Conozco a Sehun! -murmuró Jongin, agarrándole la muñeca a Kyungsoo para impedir que lo golpease de nuevo.

El demonio moreno ya había vuelto de su encuentro con Minos, el Juez del Infierno (y su jefe), y ya le había entregado al rival de Sehun para que decidiera qué hacer con aquel que había intentado poseer a un humano que ya tenía propietario.

- ¿Qué crees que hará Minos con ese tipo?

- Apuesto que lo mandará al Nono Círculo; dicen que es el peor de todos -comentó Jongin con la muñeca de Kyungsoo todavía sujeta-. Pero él se lo buscó, no se toca a los humanos de otros.

Kyungsoo sonrió y llevó su mano libre hasta el pelo del más alto para acariciarlo.

-Si te hubiese tocado a ti, lo hubiera matado -dijo Kyungsoo con una sonrisa en los labios y Jongin sintió como se calentaban sus mejillas.

- No...no soy humano desde hace mucho tiempo, déjalo ya -aunque el más alto tenía una expresión de molestia, deslizó su mano hasta la de Kyungsoo y la apretó.

- ¿Crees que Sehun y Luhan acabarán bien? -preguntó el menor, devolviéndole el apretón.

- Segurísimo -murmuró Jongin.

Ellos no lo sabían, pero Luhan y Sehun acabarían mucho mejor que bien.

Porque estaban juntos.

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- ¿Para siempre? -preguntó Sehun contra el pelo del menor.

- ¿Los demonios viven para siempre?

Sehun no supo responder.

- ¿Tal... vez? -Luhan se rió con la respuesta del mayor y lo miró una vez más antes de sellar sus labios.

- Entonces tal vez permanezcamos juntos para siempre -dijo Luhan divertido.

Lo único que se escuhó en aquella habitación después de eso fueron los  refunfuños de Sehun, las risas de Luhan y los chasquidos de varios besos intercambiados. El menor se vio obligado  a disculparse por la broma y tuvo que besar al otro más de treinta veces para que su cara estirada y el mohín en sus labios se transformaran en una sonrisa.

Y entonces el mayor se vio obligado a poseer a Luhan nuevamente.

Sólo como una venganza por la broma, claro.

F I N

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Espero que os haya gustado y nos vemos en (Im)Pulso! 

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