Apr 10, 2010 00:25
Un sábado de verano, a media tarde. Estás en el sofá de tu casa, aburrido, mientras ves un serie muy mala que Cesc sigue con pasión. Cuando por fin se termina quieres aprovechar el tiempo.
- Venga, nene, que te saco a pasear un rato. -Le sueltas a Cesc con tu mejor sonrisa, aunque sonreír no sea tu fuerte y sólo consigues hacer una mueca.
- ¡Qué bien! ¿Adónde me quieres llevar? -Te contesta Cesc, ilusionado.
- Al huerto, no te jo… -Te frenas en el último segundo y le respondes como dios manda-. Si quieres te llevo a tomar un helado de chocolate de ésos que te gustan a ti, aunque espero que por una vez no me manches…
- David, siempre me echas en cara mi poca fortuna con las cosas… ¿Qué culpa tengo yo si no tengo mucho equilibrio fuera del campo de fútbol?
- Ninguna, tú no tienes ninguna -Te esfuerzas para no ponerte nervioso-, como no tienes la culpa de no fijarte mucho por donde andas.
- Ya… Bueno… Me sabe mal ser tan torpe. -Cesc pone una carita de niñito triste que te parte el alma sólo al verle-. Pero no pedo evitarlo.
- Pues nada, si tú no puedes evitarlo, aquí estoy yo para impedir que cometas mayores desgracias. -Piensas si esta frase ha salido de tu boca, y cuando te das cuenta que sí te darías de cabezazos contra la pared. Tú eres Villa y no dices esas cosas.
- ¿Eres como mi príncipe azul? -Te pregunta con unos ojos brillantes de ilusión mientras se peina con las manos en el espejo del recibidor.
- Sí, soy tu puto príncipe azul, y me estoy volviendo un moñas de cuidado. Y todo por tu culpa, crío insoportable! -Tus palabras pretenden sonar duras, como deberían sonar todas las palabras salidas del duro e intratable Villa, pero la palmadita en el culo que le das a Cesc para que espabile desmienten esa dureza.
- ¿Me llevas a tomar un helado, pues? ¿Uno con bolas gigantes de chocolate y de nata? O quizá con straciatella, o mejor con fresa… Y con topping de caramelo!
- Buff, ya me estoy arrepintiendo del plan de esta tarde… ¡Quién coño me mandaba proponerte nada si sé lo pesado que te pones! ¡Anda, tira para el coche ya, bobo!
Te sientas en tu coche y antes de arrancar te miras en el espejo, y te encuentras con tu cara de gilipollas enamorado que quiere lucir a su chico, y quieres que te dé rabia, pero no puedes enfadarte ni contigo mismo cuando tienes a Cesc en el asiento del copiloto haciendo monerías.
empanadilla,
drabble