Jan 05, 2009 21:07
Hoy encontre esto tirado en mi ordenador, echo de menos sentirme asi.
Puedo hablar de todos los ojos de mujeres que me han acompañado, puedo hablaros de esos ojos sinuosos a los que nunca debí mirar, puedo contaros mil historias de esos ojos verdes que hasta en su brillo insinuaban tormenta, puedo deciros cosas muy bonitas sobre ojos negros como la pez y de unos ojos verdes que me acunaban entre unos y otros, puedo hablaros de los ojos azules inquietos de una buena amiga o de los ojos tristes (diga lo que diga) de otra Pero he de ofrecer la empuñadura de la espada ante los ultimos de la lista, he de admitirlo me superan, me desbordan me dejan sin palabras, hoy iba hablando con dos de esos ojos, a nadie le importa de quien eran salvo a mi, el caso es que observe una figura cincelada en la acera la rodeé por detrás y me puse a su altura la mire era una bonita estatua mejillas con un sutil volumen una calida ceramica blanca la conformaba, era una bonita postal de Oviedo, mire al frente dispuesto a cruzar en cuanto las posibilidades de morir a atropellado se redujeran al 50% y de repente en ese preciso instante la estatua cobro vida y me miro con insistencia, yo acabe mirándole y entonces aquellos ojos me dejaron sin palabras, mi interlocutora hablaba pero yo calle y mientras la estatua se me acercaba deje caer el movil en el bolsillo ágilmente con un “luego te llamo” que siempre me resulta muy evocador. Esos ojos me habian hechizado de nuevo y si ya soy estupido de por mi bajo el influjo de un encantamiento soy necio como el demonio, cuando me despedi de ellos solo podía pensar dos cosas “Querido eres idiota” y “¿se te ocurre alguna forma de describir esos ojos?”