Quizá tú nunca... Dean/Cas
OMG desde Navidad que no publicaba fic alguno O_O esto es inconcebible! Pero las clases y las prácticas me dejan que no tengo ganas de hacer nada más que no sea ver alguna que otra serie... y a veces ni eso.
Pero menos mal que he decidido ponerme las pelis y tratando de acabar alguna cosilla que tenía a medias aquí teneis esto XD
Fandom: Supernatural
Pairing: Dean/Cas
Rating: G
Word count: 764
Spoilers: nop
Warnings: Hm...Angst con un final empalagoso?
Notas: So.... Como siempre, esto está inspirado en una canción XD la ganadora de esta ocasión es "Tot Torna a començar" (Todo vuelve a empezar) del grupo Mishima. Siempre que escuchaba el estribillo pensaba en Dean y Cas así que al final tuve que escribir algo... y esto es lo que salió XD espero que os guste!
Click to viewSí, la canción está en catalán, pero las frases de la canción que son importantes están traducidas y el fic es en castellano xD
Potser tu mai has tingut un amic imaginari,
Quizá tú nunca has tenido un amigo imaginario,
Des de aquel día en el que su padre le ordenó que sacara a Sam de la casa en llamas, Dean sabe que en el mundo habitan muchas más cosas que las que uno puede ver a simple vista. La gente vive inocente e ignorante, feliz, de todos los seres malvados que les acosan y acechan, comentando sucesos en silenciosos susurros o mofándose a carcajadas. Sea como sea, Dean aprendió des de bien pequeño que si hay algo que sólo tú puedes ver, muy posiblemente no sea bueno y por tanto -como sucedería con otros muchos aspectos de su vida- Dean, al contrario que muchos niños, nunca tuvo un amigo imaginario.
Potser tu mai has demanat res al teu àngel de la guarda,
Quizá tú nunca le has pedido nada a tu ángel de la guarda,
Des de bien pequeño, su madre siempre le había dicho que los ángeles cuidaban de él; pero cuando Mary murió entre llamas demoníacas, con la espalda pegada al techo y sus lágrimas cayendo sobre la cuna de Sam, Dean se negó rotundamente a creer que eso pudiera ser verdad.
Cuando salió de entre la tierra seca, mano sucia y herida primero, como en las películas de zombies. Cuando dio la primera bocanada en lo que habían parecido años allí en el infierno, aire puro y limpio llenándole los pulmones, llevaba tanto tiempo sin pensar en aquella frase, que su mente no pudo contemplar la existencia de un verdadero Ángel del Señor enviado a salvarle, al menos no hasta que éste le miró fija e intensamente a los ojos y la más extraña de las sensaciones se apoderó de él; empezando por la boca del estómago y expandiéndose poco a poco por todo su cuerpo.
Potser tu mai t'has sentit fill d'un pare desconegut.
Quizá tú nunca te has sentido hijo de un padre desconocido.
Des de aquel día en el que su padre le ordenó que sacara a Sam de la casa en llamas, Dean no conseguía recordar cómo había sido su vida familiar hasta entonces. Cómo olía el perfume de Mary, cómo sonaba la voz de John al desearle buenas noches, cómo lloriqueaba Sam al otro lado del pasillo. Des de aquel día en el que Mary murió entre llamas demoníacas, con la espalda pegada al techo y sus lágrimas cayendo sobre la cuna de Sam, su vida había cambiado tanto que no podía pensar en cómo había sido hasta entonces, en cómo habría podido ser.
Él cambió, esa noche oscura en la que la casa ardió con su madre dentro, John cambió, esa noche en la que perdió su futuro junto a la mujer que amaba. Sam cambió, quizá el que más y sin darse cuenta, la sangre de demonio envenenándole poco a poco. Todo había cambiado, Dean ya no tenía un padre y un hermano, tan solo un hombre que conducía día y noche, movido por la obsesión de acabar con lo que mató a Mary y un bebé al que cuidar, alimentar, vigilar y criar sin tener ni idea de cómo.
Mirando a Cas dormido a su lado Dean suspiró, los dos tenían en común más de lo que creían. “Sé mucho sobre padres ausentes” había dicho el cazador, y tenía razón, tan ausentes que se habían convertido en completos desconocidos al final del trayecto. Dean suponía que algo así le había pasado a Cas, siempre sabiendo que allí estaba su Padre, todo poderoso y lleno de conocimiento, seguir sus órdenes era lo mejor -lo único- que podía hacer. Hasta descubrir que allí donde había estado esa figura imponente, siempre en el centro justo de su mente, no había nada, tan solo una figura difusa de humo que cada vez iba esparciéndose más y más hasta acabar desapareciendo.
Dean enterró la cara en la espalda de Cas, inspirando el aroma a tierra mojada que siempre desprendía el ángel y le rodeó la cintura con un brazo, acercándole más hacia él. Cas era lo más parecido a un amigo que había tenido nunca, real o imaginario, Cas era su ángel de la guarda, su jodido ángel de la guarda, y a veces, muy de vez en cuando, en lo más remoto de sus más fantasiosos sueños, Dean se permitía imaginarse un mundo lleno de paz, alegría, nubes esponjosas y unicornios, en el que los dos serían los mejores padres del mundo. Un mundo del que jamás vería la luz, pero con el que al menos podía soñar.