Chocolate Caliente [2/?]

[jig_chan]

Después de mi pequeña escapada a Bolonia aquí está el segundo capi ^^ Espero que os guste~

Fandom: Harry Potter
Personajes principales: Harry Potter y Draco Malfoy
Personajes secundarios: OFC, Hermione, Ron, Luna, Ginny (y puede que varios más)
Pareja: Harry/Draco
Rating: PG 
Word count: 2.037
Spoilers: si no has leído el 7 (a parte de muy mal hecho ¬¬ xD) muchooos
Warnings: Hm... Divagaciones varias y monólogos interiores? por este capi creo que solo eso
Summary: Ha pasado un año desde la Gran Guerra y Harry, que ha pasado todo este tiempo viviendo en Menorca y apartado de la vida magica, vuelve a Londres para pasar la Navidad con sus amigos.

  
2.-

La primera vez que entró en la cafetería fue por qué tenía frío y hambre, y el delicioso olor que salía de la tienda prometía calidez y buenos alimentos. La segunda vez se convenció de que el tranquilo local era el mejor sitio en el que hacer tiempo hasta que tuviera que encontrarse con Hermione. La tercera… Acababa de sentarse en una de las mesas y aun no estaba muy seguro de qué hacía allí. Simplemente había salido de la librería, refunfuñando por qué no tenían el libro que quería regalar a Ginny, y sin ser consciente de ello sus pies le habían llevado hacia la cafetería. Una vez en frente no había podido evitar entrar.

Mary, la compañera de Draco, le saludó y preguntó qué quería.

-     Creo que hoy me es día de Earl grey -La chica asintió y se fue a preparar su bebida.

Desde esa primera visita, Draco no se había vuelto a acercar a su mesa ni tampoco había estado en el mostrador para cobrarle, claramente el chico le evitaba. ¿Pero entonces, si Harry lo sabía, por qué continuaba acudiendo allí? Había miles de cafeterías en Londres; cómodas, tranquilas, con música e iluminación suave, con chocolate caliente de diferentes sabores…Pero ninguna tenía a Draco, y el chico había despertado en él una curiosidad tan fuerte que tiraba de él hasta la cafetería como si de un Accio Harry Potter se tratara. En las dos semanas que habían pasado desde la primera vez que vio al chico, había intentado recordar cuanto pudiera sobre la decisión final del juicio Malfoy, había preguntado sutilmente a Hermione, Ron, Luna y Ginny, y lo único que había podido averiguar era que el chico y su madre se libraron de prisión -el muy suertudo hijo de puta-, que vivía como muggle -ya le vale, así aprenderá- y con todo ello estaba tratando de limpiar su nombre -y su aura. Harry no quiso indagar demasiado, Hermione ya había preguntado a qué venía todo aquello de repente y el chico no quería mentirle más de lo necesario.

-     Por nada, me pareció verle el otro día.

Ni tampoco contarle la verdad.

Una taza humeante fue colocada frente a él y alguien se sentó en la silla de enfrente. Harry salió de su ensimismamiento para fijar la atención en quien fuera que había ocupado el lugar y sus ojos se encontraron con Draco Malfoy. Tenía la mirada fija en un punto indefinido junto a la mesa, el ceño fruncido y los labios apretados formando una delgada línea.

-     ¿Malfoy? -le salió solo. ¿Qué hacía allí el chico? ¿Por qué de repente había decidido dejar de ignorarle? ¿Quería que se marchara?

-     No puedo creer que esté haciendo esto -dijo el chico rubio. Su voz baja y más grave de lo que Harry recordaba- Potter, no quiero hablar contigo. No sé por qué has decidido venir a amargarme la vida presentándote aquí como quien no quiere la cosa todos estos días y no me importa. No he hecho nada malo, así que diles a tus amiguitos del Ministerio que me dejen en paz.

-     Yo no… No trabajo para el Ministerio -dijo Harry sorprendido.

-     Me da igual, he dicho que no quiero saberlo-Los dos se quedaron en silencio unos segundos. Cuando Harry vio que el rubio no se levantaba suspiró y atrajo el té hacia él.

-     Entonces… ¿qué haces aquí? -Draco se ruborizó y cogió aire.

-     Mary… Digamos que cree que te gusto y que tú me gustas y me ha obligado a que viniera a decirte algo -lo dijo tan flojo y tan rápido que Harry tuvo dificultades para entenderlo.

-     ¿Qué?

-     Joder Potter, sí que eres estúpido. Solo estate calladito cinco minutos y me iré -Harry no dijo nada, aun estaba tratando de procesar lo que Draco acababa de decir- Y bébete el té antes de que se enfríe.

Harry hizo lo que el rubio le decía y dio un largo sorbo de té. El líquido caliente y amargo, pues había olvidado ponerse azúcar, bajó hasta el estómago y de manera casi instantánea relajó al chico. Dejó la taza de nuevo sobre el plato a juego y se pasó la lengua por los labios, quería decir algo pero no sabía qué. Draco le había dicho que estuviera calladito, pero dudaba que si su amiga le había obligado a sentarse con él no fuera a poner la oreja y enfadarse con Draco por haber estado en silencio. Además, Harry realmente quería saber qué había sido del chico desde que acabó la guerra, no se vieron durante el juicio y la familia Maloy no había asistido a ninguna de las fiestas por lo que la última vez que se habían visto… Harry trató de reprimir un escalofrío, la última vez que se habían visto fue en medio de los jardines de Hogwarts, todos ensangrentados, magullados y con las ropas hechas jirones, destrozados y buscando entre los supervivientes a sus seres queridos. Draco pareció notar que algo iba mal con el chico frente a él y fijó su mirada en los orbes verdes. Harry apretó el agarre que tenía en la taza y se decidió.

-     Bueno y…¿qué tal todo? -Draco pareció rendirse y se dejó caer sobre el respaldo de la silla.

-     Muy bien Potter ¿y tú?

-     Eh… también -Harry dio otro sorbo, de nuevo no había puesto azúcar. Aquella estaba siendo una de las conversaciones más surrealistas de su vida, y eso que había hablado con fantasmas, centauros, arañas gigantes y serpientes entre otros. Harry cogió el pequeño sobrecito de azúcar que había sobre el plato y lo abrió por el medio, dejando caer los blancos granitos en el líquido oscuro- ¿sabías que el que inventó los sobrecitos estos se suicidó por qué nadie los abría así, como él lo había planeado? -Nada más salir aquella ristra de palabras de su boca Harry se sintió enrojecer, más aun cuando por toda respuesta recibió una elegante ceja alzada. Apretó fuertemente los labios para que ninguna tontería más escapara de ellos y empezó a remover el té con la cucharita.

-     Oí que te habías ido a vivir a no sé qué isla de por el Mediterráneo -dijo de golpe Draco después de largos minutos en silencio. Harry tragó y asintió con la cabeza.

-     Así es. Necesitaba alejarme de todo, aclararme las ideas -como el otro chico no decía nada, Harry siguió hablando- He venido a pasar las Navidades con Ron y los demás. Hermione me invitó a que me quedara en su casa y de Ron, se fueron a vivir juntos después de acabar Hogwarts, pero creí que sería mejor estar con Luna, no quería convertirme en una molestia. Perdón, seguro que no te interesa nada de esto -se apresuró a añadir Harry al ver la cara que ponía Draco. Éste se encogió de hombros.

-     No es eso, me ha sorprendido que Granger y Weasley volvieran a la escuela. Después de todo tú no estabas y tampoco es como si necesitaran credenciales después de derrotar a… ya sabes.

-     Eso dijo Ron, pero Hermione le obligó -dijo Harry con una sonrisa- Luna sigue allí con Ginny, pero viene los fines de semana -Draco rió por lo bajo pero Harry no se atrevió a preguntarle de qué. Al ver que el chico no decía nada Harry preguntó- ¿Y tú… no regresaste a Hogwarts tampoco no?

-     No, con los juicios, las vistas y las inspecciones tenía que estar en casa con mi madre -Draco volvía a no mirarle a la cara y por la tensión que habían adoptado sus hombros Harry llego a la conclusión, lógica, de que ese no era un tema del que Draco quisiera hablar. Asintió con la cabeza y se dio cuenta de que se había acabado el té.

-     Entonces… -dijo tímidamente y consiguiendo que el rubio volviera a mirarle- si vuelvo otro día por aquí… ¿no te importa cierto? Se está muy bien, me gusta de verdad -Draco suspiró y negó con la cabeza.

-     No, no me importa Potter. Mientras entiendas que esta situación no volverá a repetirse -Draco se levantó entonces y se estiró los bajos de la camisa- No somos amigos, nunca lo hemos sido y nunca lo seremos.

Algo dentro de Harry se encogió ante aquellas palabras. Eran ciertas sí, pero… ¿tenían que continuar siéndolo siempre? Claramente los dos habían cambiado o aquella pequeña charla no hubiera tenido lugar, Harry no hubiera vuelto una segunda vez y para empezar Draco no estaría trabajando en un lugar como aquel. Se dio cuenta de que había querido hablar con el chico para asegurarse de ese cambio, presenciarlo en directo, y ahora que había podido comprobarlo quería seguir estudiándolo. Harry sonrió, escondiendo todo lo que bullía en su mente, y se levantó también. De golpe su brazo derecho se estiró y se posó sobre el antebrazo de Draco, los dos chicos se miraron sorprendidos y aprovechando que el cerebro de Harry estaba de vacaciones imaginando lo que podría ser una amistad con el chico frente a él, su boca tomó el control.

-     Me alegro que no fueras a prisión. De veras espero que todo te vaya bien -apretó ligeramente su agarre y se separó por fin, dirigiéndose a la barra.

*

¿Qué coño había sido eso? Primero aceptaba la ridícula idea de Mary de sentarse con Potter y después, aun y dejar las cosas claras, el Gryffindor le sonreía y le decía que se alegraba de que no hubiera ido a prisión, que le fuera todo bien. ¿Quién se creía que era? Claro, el maldito niño de oro. Draco lanzó con fuerza el trapo con el que estaba limpiando la mesa y exhaló con fuerza. No tendría que haberle hecho caso a Mary, todo había sido una estupidez, pero tan solo había querido que la chica se callara y dejara de sonreírle y darle codazos “alentadores” para que fuera a hablar con Potter. Ahora no sólo había conseguido alimentar la fantasía de Mary en la que Draco se había enamorado completamente del chico de increíbles ojos verdes y si le evitaba era por vergüenza, si no que también había dado pie a Potter para que volviera a la cafetería y encima, el muy imbécil, era capaz de decidir que quería seguir hablando con él. Cosa que sólo reforzaría la idea de Mary de que Potter también estaba interesado en él y por eso se había vuelto cliente habitual y no dejaba de seguirle con la mirada. Draco estrujó el trapo con fuerza y volvió a bufar.

-     Draco ¿estás bien? -oyó que preguntaba Mary a pocos metros de él. El chico respiró hondo y sin girarse contestó.

-     Sí, no es nada. Solo estoy cansado.

-     De verdad que siento mucho haberte abocado a hablar con aquel chico… -Draco dejó ir una risa amarga y se giró para mirar a su compañera.

-     Te he dicho que no pasa nada.

-     Tendría que haber pensado que quizá no era gay ¿pero entonces por qué no dejaba de mirarte? Seguro que has pasado mucha vergüenza… -Draco se apoyó contra la mesa y sonrió a la chica con aire de superioridad.

-     ¿Vergüenza yo? Él se lo pierde.

-     La verdad es que hacéis muy buena pareja -puntualizó al chica sonrojándose ligeramente y colocando bien un marco que estaba torcido- ¿De verdad que no vas a tratar de seducirle?

-     ¡Mary! Ya te he dicho que tiene novia.

-     Vale, perdón. ¿Quieres que vayamos a tomar algo? A ver si así te animas…

-     Estoy bien. Prefiero ir a casa a dormir.

La chica asintió y revisó que todo estuviera limpio y en su sitio antes de apagar las luces para cerrar el local.

Era cierto que Harry no le había dicho que tuviera novia, pero era por todos conocido su romance con la niñita Weasley ¿no? Seguro que la chica había ido a pasar el verano con él a la isla esa; habían ido a la playa, de excursión, de bares... Y una vez llegada la noche- Draco se estremeció. No quería pensar en ello, es más, ¿por qué lo hacía? ¿Qué le importaba si Potter tenía novia, novio o perro que le trajera el periódico? Quizá tendría que haber aceptado al oferta de Mary e ir con ella a tomar algo.

PD: Alguien ha visto ya HP7.1? me gustó mucho aunk al principio tuve mucho miedo pk nada más empezar se saltaron una escena que quería ver T________________TSi alguien quiere comentarla, es más que bienvenido :3