Fandom: xxxHolic
Personajes: Doumeki y Watanuki
Rating: G
Word count: 571
Spoilers: SI, si no ha sleído los últimos tomos (básicamente el 16 y 17) no creo que entiendasla situación...
Notas: Por fin me he puesto al día de Holic después de... años de no leer nada T_____________T y bueno, que la situación ha estado todo el día en mi cabecita y al final he tenido que escribir esto.... Mi primer fanfiiiiic de Holiiic que guaaaay :3
Es una noche clara y la Luna brilla plateada en medio de un cielo como la tinta china. El ambiente es silencioso y tranquilo, los vecinos hace horas que se fueron a dormir y apenas pasan coches por la calle. El único sonido proviene de la leve brisa que mece la hierba del jardín y de la suave respiración de Doumeki a unos metros de él -Mokona se ha ido a dormir hace un rato. Watanuki suelta una bocanada de humo y observa como éste asciende y se deshace, como poco a poco desaparece sin dejar rastro, tan solo un leve olor a tabaco. Deja la pipa sobre el cenicero y su mirada vuelve a la figura durmiente de Doumeki. Años atrás hubiera sido incapaz de asegurar con certeza si el chico estaba durmiendo o tan solo meditando, descansando. Pero ahora, tras diez años, hay pocas cosas que Watanuki no sepa de él; una de ellas, y de la que está más seguro, es que nunca dejará de ser una molestia en su vida. Y eso le hace sonreír.
El muy atontado se ha dormido allí en medio de la terraza, con la espalda apoyada en la pared de madera y los brazos y piernas cruzados, el yukata que se ha puesto tras bañarse ha ido soltándose con el paso de las horas y la manga izquierda cae por el hombro, mostrando la extensión de piel pálida que es el pecho de Doumeki. Watanuki le observa y niega con la cabeza al pensar en todas las chicas que alguna vez han pensado qué guapo es o qué buen marido sería. Lo que ellas no saben es que Doumeki las esclavizaría y les obligaría a cocinar para él y a servirle alcohol a cualquier hora del día y a prepararle baños de agua hirviendo… En cuanto a lo de guapo… Watanuki supone que podría decirse así, si es que eres de los que se conforman con una sola expresión para todos los sentimientos. Pero hace rato ya que pasó la hora de dormir y Watanuki va a tener que despertarle, puesto que es demasiado buena persona como para dejar que el capullo ese se quede ahí toda la noche y pille un resfriado -que seguro le tocaría a él curar, y no con magia no, con potajes y comida extravagante. Así pues, se levanta y se acerca a la figura durmiente tratando de no tirar los vasitos de sake que aun reposan junto a Doumeki. Watanuki se agacha a su lado y le zarandea el hombro con cuidado.
- Eh, dormilón… Mañana tienes clase ¿no? No querrás que los alumnos se aprovechen de ti al verte cansado… -Doumeki no contesta, así que Watanuki vuelve a intentarlo. Esta vez, pero, antes de que pueda posar su mano en el hombro, los fuertes dedos de Doumeki se cierran entorno a su muñeca y le hacen parar. Un par de ojos color ámbar le miran fijamente- A dormir a la cama.
Pero Doumeki no le suelta y Watanuki se queda allí junto a él, sin apartar la mirada por muy intensa que ésta se vuelva. Finalmente, Watanuki se acerca al otro hombre y le besa la frente con delicadeza.
- Buenas noches.
Ahora sí, Doumeki afloja su agarre y Watanuki se levanta y recoge los vasitos antes de marcharse. Siempre sintiendo la mirada del otro en su espalda, su calor y su intensidad acompañándole hasta en sueños.