¡Finalmente lo termine! ¡Siii!... ¿pero por que tenia que quedarme tan absurdamente largo? ¡Nooo!
Fandom: Avengers
Paring: Thorki - Thor/Loki
Clasificacion: General - Slash
Palabras: 3,718
Resumen: Loki está en prisión asgardiana. Se está por cumplir casi un año de los cientos que debe.
Y el cumpleaños de él también está cerca, sólo que sumido en su rencor y orgullo, no se da idea de que al otro lado, Odín y Frigga lo sufren.
La única visita ese día es de Thor.
Para:
supermmonstrumm Surgido de un su prompt en la Kink meme de
theavengers_espAdvertencias: La ultima parte se me fue de las manos y termino como un fanservice descarado y absurdo, jujuju, regret nothing!
Ofrenda de paz para su cumpleaños
Eran los primeros meses del invierno y el palacio de Asgard estaba en silencio. Nadie hablaba de ello, pero todos sabían que era exactamente lo que no se decía. En otros tiempos, aquellos días eran ocasión de gran alboroto; se celebraba el cumpleaños del menor de los príncipes de Asgard.
Pero este año, el susodicho no estaba en situación de celebración. Se encontraba recluido, cumpliendo a penas el primer año de lo que sería una larga sentencia. Condenado por los crímenes de traición y odio que cometiera en Midgard y en Asgrad.
Solo Thor lo visitaba con frecuencia, al menos durante los primeros meses, aun así, Loki nunca lo recibía con agrado, la mayoría de las veces, a penas le dirigía una palabra o una mirada. Después Odin decidió mandar a su hijo visitar tierras lejanas. Estaba cansado de verlo todo el tiempo deprimido, melancólico, resentido, apático, apenas una sombra de lo que solía ser. Esperaba que tal vez estas misiones diplomáticas y militares lograran distraerlo y regresarle los ánimos. O cuando menos, esperaba que, poniendo por medio distancia física, consiguiera alejar sus pensamientos de la fuente de su pesar.
No funciono. Thor cumplió con sus deberes cabalmente, incluso de forma sobresaliente; logro grandes victorias y pactos memorables. Pero no bien hubo llegado el invierno - y sin que nada, ni nadie pudiera impedírselo - anuncio que regresaba al palacio, inmediatamente.
A Loki le era difícil medir los días. Pero sabía que el invierno había caído, y siendo que aquellas fechas fueron tan especiales para él durante tantos años, le fue sencillamente imposible no hacer la conexión, el día que escucho un tumulto anormal en los pasillos. Así que es hoy. Se encontraba mirando el cielo y la nieve que caía, por la única y minúscula ventana de la que disponía, cuando escucho los pasos inconfundibles.
Thor entro en el recinto en el que tenían preso a su hermano. Un vestíbulo, donde tomaban posición varios guardias, y una pesada puerta de metal separaban la celda, propiamente dicha, del corredor general. Lo primero que hizo fue despachar a los guardias con una seña, indicándoles que esperaran del otro lado de la puerta, en el pasillo. Después se acercó a la celda, Loki sabía que estaba ahí, pero no lo miraba. Era un mal comienzo, pero perfectamente predecible. Lo llamo.
- Loki, hermano.
- Cuanto tiempo, Thor - pronuncio pausadamente, sin girarse.
- Tuve que partir de impro…
-Sí, lo sé -Lo atajo Loki- No te molestes en mentir, nunca se te ha dado bien. Tu padre quería alejarte de las malas compañías, ¿no es eso?
Se giró para marcar la última frase con una sonrisa burlona, pero el rostro sorprendido de Thor lo hizo sonreír de buena gana.
- Los soldados hablan -explico, encogiéndose de hombros.
- Sobre nuestros padres…
-Tus padres - lo corto en seguida, con toda la frialdad de que fue capaz.
-¡Hermano!
Thor levanto la voz y azoto los barrotes. No importaba cuantas veces Loki negara a su familia, siempre lograba sacarlo de quicio. Para él siempre sonaba como la más vil blasfemia o la más ruin de las mentiras.
El tacto frio de los barrotes, sin embargo, pareció lanzarle la verdad a la cara, como un balde de agua helada. Su hermano estaba encarcelado, como una bestia peligrosa, y él, negligentemente, se mantenía del otro lado de los barrotes. Aquello no iba a funcionar así. Pero era solo un comienzo en falso, podía arreglarse. Extrajo de su bolsillo las llaves de la celda y comenzó a abrir las diversas cerraduras.
El solo repiqueteo de los pequeños objetos de metal sorprendió a Loki ¿Quién podría ser tan tonto como para darle a Thor las llaves de su celda? Después un pensamiento mucho más amargo acudió a su mente, aquello era una burla. Obviamente ya no soy más una amenaza. Aun con las puertas abiertas no llegaría a ningún lado. De cualquier forma, recompuso su mente rápidamente.
-¡Oh! ¿Seguro que quieres hacer eso? Podría morderte y escapar.
Thor no le contesto. Se limitó a continuar abriendo las cerraduras y una vez hubo terminado se adentró en la celda sin vacilar y sin molestarse en cerrar tras él.
- ¿Tienes una llave ahí también para esto?-pregunto, enseñándole las muñecas.
Llevaba en cada una algo que parecía una muñequera de metal, pero eran en realidad unas esposas, aunque no estaban unidas una a la otra, esto no era necesario. Su objetivo no era restarle movilidad, si no drenar su energía vital, impidiéndole usar magia.
Thor le miro gravemente y negó con la cabeza. Loki retiro las manos.
-Lo supuse. - Dijo, y su tono se tornó serio - ¿A qué has venido Thor?
Eso era un avance, pensó Thor. Al menos ahora parecía sinceramente interesado en que lo había traído allí ese día, aunque con Loki nunca se sabía. El siguiente movimiento era delicado, Thor tenía que medir bien sus palabras, eso nunca se le había dado bien.
- He venido a verte tan pronto he regresado a Asgard. Como dijiste, me fui de improvisto, quería remediar eso, he venido a verte porque eres mi hermano.
Loki lo estudio un momento sopesando sus palabras.
-Cierto, pero no completamente. Es muy presuntuoso de tu parte querer mentirme a mí. No has venido a verme porque hayas regresado. Has regresado por venir a verme, no me equivoco ¿cierto? - La expresión en el rostro de Thor fue su confirmación- Eso es tan tú. Ahora deja ya de tratar de engañarme Thor, ¿Por qué has venido?
Al traste las sutilezas, pensó Thor. Nunca podría ganarle a Loki en su propio juego.
- No miento, he regresado porque te extrañaba y quería verte.
Loki rompió a reír con una risa amarga.
- ¿Verme? ¿Qué puedes querer verme? ¡No es que tenga algo nuevo que contar! Soy exactamente la misma patética excusa de mí mismo que era la última vez que me viste. ¿Y extrañarme? ¿Qué puedes extrañar de mi Thor? ¿Necesitas quien se pare a tu lado para hacerte ver mejor?, ¿Necesitas quien caliente tu cama? ¿O tal vez quien te ate los zapatos? ¡¿Qué otra cosa más puedes querer de mí?! ¿No te conformas con haber tomado mi libertad y mi vida?
Loki no levantaba la voz, por el contrario su tono era mesurado y burlón. Thor ya no sabía cómo componer las cosas. Era consciente de que no sería fácil acercase a Loki, pero cuán difícil era realmente, nunca fallaba en sorprenderlo.
- Nunca he deseado para ti ningún mal hermano, lo que se ha hecho era lo mejor que podía hacerse. Y te aseguro que lo sufro como tu cada día - Una risa despectiva por respuesta. Thor continuo - Y no solo yo, madre y padre lo sufren también. A ninguno nos gusta saberte aquí, esta situación nos nubla el ánimo a los tres, hermano… ellos también quieren verte.
Al instante, Loki le dirigió una mirada alarmada, penetrante y cargada de rabia, que aparto rápidamente.
-Jamás. -Fue la fría respuesta.
-Considéralo hermano. Nuestros padres sufren con tu ausencia tanto como yo mismo. Desean acercarse a ti, hablarte. Somos tu familia y queremos estar contigo, sobre todo en estos momentos que son de gran…
-¡Termina ya con esas sandeces, Thor!-le corto, encarándolo - ¿Así que por eso es que has venido desde un principio? Te han mandado como emisario para templar mi ánimo ¿eh? Debiste saber que era una misión condenada al fracaso. Regresa y diles lo que ya saben. Si insisten en venir, es obvio que no hay nada que pueda hacer para impedírselos, pero deben saber que no serán bien recibidos.
- ¿Por qué insistes en alejarnos, hermano? Nuestro padre lamenta todo lo que ha pasado. ¡Solo dale una oportunidad para hablarte! Esta disputa suya debe terminar. No puedes guardar rencor eternamente al hombre que alguna vez, con cariño y respeto llamaste padre, el aun te considera su hijo, ¡siempre lo hará! ¡Y él siempre será tu padre!
No podía evitarlo, las palabras de Loki lo hacían perder la cabeza, para las últimas oraciones su voz se había transformado en gritos. Loki le contesto de igual modo.
- ¿Padre? ¿Quieres que llame padre a quien me condeno a este encierro? ¡Él fue quien me metió en este nido de ratas en primer lugar! ¡¿Para qué querría verme ahora, como no fuera para regodearse con los efectos que ha traído el cumplimiento de su dictamen?!
-¡Por supuesto que no!, ¿Es que realmente crees que a él lo hace feliz esta situación? ¡A él le pesa tanto como a todos!
-¡Oh!, ¿entonces es que su conciencia lo molesta? - Atajó con ironía teatral - No estaba informado de que tuviera alguna. -Thor iba a protestar pero Loki lo callo con un gesto, y continuo con voz modulada -No Thor, aun cuando fuera cierto, la conciencia de tu padre no encontrará consuelo en mí. No le perdono por lo que me ha hecho, y sabes que no me refiero solo a encerrarme aquí, no le perdono ahora, y no le perdonare nunca. Entiéndelo, aun si estuviera en mi mano, brindarle la paz en su lecho de muerte; aun si mi perdón fuera el último deseo de su alma moribunda, aun así no se lo concedería. Si esto ha de ser todo lo que puedo tener como patética venganza, que así sea.
- Tanto rencor, hermano. ¿Cómo puedes hablar palabras tan duras? ¿Es que no recuerdas días mejores? Los hubo, ¡sabes que los hubo!
-No importa Thor, nada de eso importa ya. No hay redención, no hay vuelta atrás, no la hay para mí, no la hay para él y tampoco para nosotros… Thor. No se puede borrar el pasado, no se puede regresar a él. Lo que tenemos ahora es lo que hay, y harías bien en irlo entendiendo.
Thor suspiro profundo y se paseó por la celda, dándole la espalda a Loki y templando su ánimo abatido. Loki se giró, mirando a la ventana nuevamente. Thor parecía buscar en el piso palabras de esperanza, cuando las encontró, se detuvo y no despego la vista.
-Que hay de madre. - dijo con cautela.
Silencio. Un instante y otro más, Loki no respondía. Thor levanto la vista para mirarlo, la espalda de su hermano se veía rígida, no podía verle la cara. Thor respiro hondo mesurando sus palabras.
-¿Qué rencor puedes tener contra ella?
- Ninguno -La voz de Loki fue un susurro trémulo y abatido.
- ¿Accederás a verla?
- No.
Thor, guardo silencio, esperando que Loki se explicara, pero no fue así.
-¿Por qué? - aventuro.
Loki no respondió de inmediato. Apretaba y aflojaba los puños que descansaban a sus costados, y parecía debatirse internamente, un par de veces hizo ademan de voltear y se arrepintió. Thor esperaba. Finalmente las palabras salieron de su boca, tristes y culpables, a pesar de todos sus esfuerzos por desapasionarlas.
- No le causare más sufrimientos.
Thor lo entendió. Junto a él, quien más había sufrido el luto por su hermano, había sido su madre. Cuando escucharon que se encontraba en la tierra, ella ordenó a Thor que lo trajera a casa con bien. Se preparó para recibirle, y hubiera dado una fiesta si su padre no la hubiera instruido mejor. Lloro de felicidad cuando lo tuvo frente a ella, nuevamente en el palacio y lo lleno de abrazos tan pronto como tuvieron un momento a solas. Inevitablemente, la condena la devasto. Lloro y suplico por su hijo, como Thor no la había visto hacer nunca antes, pero todo fue en vano. Peleo con Odin y dejo el palacio, para visitar a unos familiares, aparentemente. Pero a Thor le dijo la verdad. No soportaba ver a su hijo caído en tal desgracia, si se quedaba ahí, temía volverse loca. Su ausencia fue difícil y Odin la resintió más que nadie. Cuando finalmente volvió meses después sonreía, se veía tranquila y recompuesta, pero desde entonces, a su risa siempre parecía faltarle una nota.
Thor sabía todo esto. Era consiente también, de que no sería fácil para su madre entrar a esa celda y ver a Loki en su condición actual. Pero ese era su deseo y ella era una mujer fuerte. Loki había dejado clara su posición frente a Odin, pero si Frigga podía hablar con él no todo estaba perdido. Tal vez ella podría convencerlo de dejar atrás sus rencores, de darse una oportunidad de hablar con él. Si, definitivamente, si alguien podía persuadir a Loki para actuar contra su propia voluntad esa era Frigga. Loki no le negaría un deseo a su madre. Era la única esperanza. Thor no se rendiría tan fácil en esto.
-Ella quiere verte, hermano. Y si no guardas rencor contra ella, la traeré aquí, y deberás aceptar su vista.
- Si hay alguien, Thor, bajo todo el amplio cielo de Asgard, a quien no le deseo mal alguno, esa es Frigga. Y por eso prefiero mil veces abstenerme de su presencia, tal vez la única que pudiera brindarme consuelo, antes de permitir que me vea rebajado a lo que soy ahora. Llámalo vanidad, si quieres, pero deseo que me recuerde como su hijo, un glorioso príncipe de Asgard, y no como un parias, desdichado y socavado, abandonado a su suerte en este agujero inmundo.
Thor guardo silencio, aun no estaba dispuesto a cambiar de idea. Loki exasperado, aparto su mirada y le dio la espalda. Se veía desesperado, debatiéndose en busca de nuevos argumentos que pudieran persuadir a su hermano. Cuando se giró y sus ojos volvieron a encontrarse, Thor sintió como si lo atravesara una flecha. Era una mirada que no había visto en muchos años, sedosa y acogedora, completamente diferente a la del Loki sínico y frio al que se había acostumbrado. El que estaba ahí, frente a él ahora, detrás de esa mirada, era su hermano. Y la expresión en sus ojos lo transporto de inmediato hacia el pasado, hacia sus recuerdos más confortables y felices.
¿Vas a hacerme suplicar no?, muy bien -continuo antes de que Thor pudiera interrumpirlo, - Te lo pido, por favor, Thor. En nombre de lo único que me queda que puede tener algún valor, te lo pido por los tiempos felices que pasamos juntos, bajo la mirada atenta y protectora de esa gran mujer. Si, como dices es verdad, que aun te queda algo de aprecio por la hermandad que algún día compartimos; no me obligues a romperle el corazón a nuestra madre.
Aquellas lines, pronunciadas con tanta emoción y la mirada suplicante de su hermano, dejaron a Thor sin palabras. No pudo más que asentir con un gesto severo.
- Gracias- pronunciado suavemente, cerrando una actuación redonda.
Thor sentía algo en el fondo del estómago, pero era un sentimiento que no llegaba a formarse, porque no podía enojarse con Loki, no con este Loki.
- ¿Ahora vas a darme un abrazo, hermano?-Dijo de repente, con un tono casi inocente.
¿Lo estaba llevando muy lejos? No le importo. Una eternidad encarcelado era suficiente tiempo para aburrirse. Bien podía aprovechar los breves instantes de diversión que se le ofrecían. Forzó la actuación, ¿Cuánto más mal podía hacerle, después de todo?
-Hoy es mi cumpleaños, ¿no? No lo sé con certeza, pero me parece que lo es. ¿No es por eso que has venido justo hoy?
Thor lo miro interrogante, tal vez dudando de sus propios oídos. Loki esbozo una media sonrisa, no demasiado dulce, no demasiado sínica, y abrió los brazos a ambos lados, en el gesto universal que precede a un abrazo.
-Vamos.
Thor lo interrogo una última vez con la mirada y Loki se limitó a encoger los hombros. Thor se acercó y lo abrazo.
A Loki le costó hasta la última fibra de su ser evitar caer en su propia trampa. No esperaba que fuera así. No esperaba que ese abrazo se sintiera tan correcto y natural, tan febril y abrasador y tan absolutamente reconfortante. No hubo nada que pudiera hacer, para evitar la oleada de sentimientos que se desataron en su interior. La piel también tiene memoria, y sus cuerpos se recordaban perfectamente, no les costó ni medio segundo reencontrar el espacio perfecto en el que embonaban uno con otro. Las manos de Thor se ciñeron contra su cintura y cuando se dio cuenta, sus propias manos ya buscaban el camino para acariciar la nuca de su hermano; la anticipación casi le dobla las rodillas. Rompió el abrazo, demasiado a prisa a decir por la expresión de Thor, pero tan suavemente como pudo. Le tomo más de un momento recomponerse mientras miraba al suelo. Por lo visto a Thor le costó más, pues cuando levanto la vista hacia él, aun parecía estar en otro mundo. Menos mal.
- Ahora mi regalo, hermano -dijo, minimizando, la de por si corta, distancia que los separaba - Veo que no has traído nada, ¿me dejaras pedirte algo?
Loki vio en el rostro de Thor, que una voz dentro de su cabeza trataba de advertirle, una muy pequeña, y débil voz, por lo que parecía.
- ¿Qué?
-¿Compartirías hoy, por un momento, mi condena conmigo?-Dijo presentando, en el espacio entre ambos, sus manos con las palmas hacia arriba; exponiendo las esposas restrictivas en sus muñecas. - Solo tienes que poner tus manos sobre ellas, si estas dispuesto.
Thor no lo dudo un segundo. Era un sencillo gesto de solidaridad y él deseaba que Loki se diera cuenta de que no estaba solo en aquella horrible situación. Le dio gusto que su hermano le diera una oportunidad de demostrarlo.
Y quiso decir algo, para acentuar el momento, pero en el instante que puso ambas manos sobre las muñequeras sintió que su corazón saltaba un latido. Su fuerza lo abandonaba rápidamente, sentía como si fuera drenada de sus venas de forma física, como si le arrancaran la vida por debajo de la piel. Aquello lo asusto, trato de apartar sus manos instintivamente, pero Loki lo aferro de las muñecas. De pronto parecía que la fuerza de su hermano era infinitamente superior a la suya, no podía pelear contra él, no podía soltarse de su agarre.
Loki rio, triunfante, ante la expresión asustada y confundida de Thor. Él sabia, a diferencia del otro, precisamente lo que estaba pasando. Y aunque nunca había tenido oportunidad de probar su teoría, sucedió exactamente como que había supuesto. Las esposas drenaban la energía de todo lo que tocaban, Thor lo sabía, pero seguramente no esperaba que el efecto fuera tan inmediato y devastador. Esto era porque la restricción estaba diseñada para trabajar con la energía mágica de Loki, pero al no tener Thor energía de este tipo, el encantamiento atacaba directamente su fuerza física, sin reservas.
Thor callo de rodillas, incapaz de mantenerse en pie, le faltaban las fuerzas y sentía que se dificultaba incluso respirar. Levanto la vista hacia Loki, quien lo miraba desde arriba.
- Así está mejor, ahora esto ya empieza a parecer mi cumpleaños.
Loki se inclinó sobre Thor, cortando toda la distancia entre ellos. Se detuvo un momento tentando sus labios y finalmente lo beso, apasionada, bélicamente. Los labios húmedos, demandantes, la lengua dúctil recorriendo su boca. Thor quería atraparla, quería reclamar aquella boca como suya, envestirla con su propia lengua. Quería probar aquellos labios, sentir su sabor, su consistencia, acariciar la suave textura con su lengua. ¡Oh, como hubiera disfrutado pelear aquella batalla contra la ávida boca de su hermano!, de no ser porque estaba librando otra, mas vital en aquel momento, concentrándose en respirar, cada bocanada de aire le requería demasiado esfuerzo. Sin duda eso era también parte del plan de Loki, no le permitiría disfrutar de aquello. Su hermano era capaz de torturas muy crueles.
Loki libero su boca demasiado pronto, repentinamente como la había atrapado y se alejó de él, enderezando la espalda y mirándolo hacia abajo, aun sin soltar sus muñecas.
- ¿Cómo te sientes Thor? ¿Te gusta compartir mi destino? ¿Puedes sentir el vacío en tu interior? ¿La humillante debilidad? Esto es lo que yo sufro cada día, lo que sufriré durante una eternidad. - Su voz sonaba apática, distante. Tan solo una nota abatida lo traiciono, cuando se inclinó sobre Thor, convirtiendo su voz en un siseo- Mi magia era toda mi fuerza Thor, despojado de ella estoy indefenso, me siento endeble, hueco. Y tu vienes aquí, diciendo que sufres cada día igual que yo ¡Tú no tienes idea de mi sufrimiento, Thor!
-Te amo, hermano… tu dolor es mi dolor-Thor apenas logro articular las palabras con un hilo de voz.
Loki, enfureció. Libero una de sus manos, soltando la de Thor y descargo el puño contra su mandíbula. Thor sintió inmediatamente como la fuerza regresaba al brazo liberado. El golpe le dolió, pero no le importó. Levanto su mano libre para aferrar la nuca de su hermano y lo atrajo hacia sí. Tomo su propia venganza reclamando la boca ajena con un beso dulce y travieso, como los que compartieran en otros días. Los labios de Loki forcejeaban contra los suyos, cedían y retomaban la lucha, un pinchazo agudo lo asalto un par de veces pero lo ignoro. Los labios de loki se abrían, lo dejaba pasar, le mordía la lengua y la enredaba con la suya. Thor podría jurar que escucho un gemido ahogado justo antes de sentir en pie de Loki contra su pecho. Este lo pateo, empujándolo contra el piso y liberando finalmente su otra mano. Thor se quedó tendido en el piso frio, recuperando las fuerzas. Loki le daba la espalda, mirando a la ventana.
- Lárgate. - Dijo con un tono amargo que ni siquiera él creyó.
Thor tampoco. Se incorporó lentamente. Se sentía exultante, no sabía si por el beso que había robado o por su fuerza recién recuperada pero tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para reprimir una carcajada. Se acercó hasta su hermano y aparto algunos mechones de pelo de su nuca, colocando un beso en su lugar.
-Volveré. - le dijo con los labios aun pegados a su cuello.
No espero respuesta. Dio media vuelta y salió de la celda. Loki no hablo hasta que hubo echado llave al primer candado.
- Pero vendrás solo -Dijo, girando el rostro, apenas lo justo para que Thor viera solo el rabillo de su ojo, - Solo tú eres permitido en mi celda.
Al salir al pasillo uno de los guardias le pregunto si estaba bien y Thor se dio cuenta que le sangraba el labio. No podía decir si por el golpe o por el beso.