Cosas de la vida... (capítulo I)
Pues eso, ahí va un popurrí de cositas de esas que se van viendo por ahí día a día... Disfrútenlo, señores/as...
Hay nombres de empresa realmente poco agraciados, pero... ¿¿Legionella?? ¿Por qué? No me fijé, pero seguro que encima sería una empresa de limpieza o algo similar.
¿Qué se les pasaba por la cabeza al ponerle nombre a la empresa? ¿Iban emporraos? ¿La mujer del dueño se llama así? En fin, no sé, pero la verdad es que a mí, personalmente, no es que me inspire mucha confianza ese nombre...
¿En qué estaban pensando los empleados al colocar estos peluchotes? Vale que su trabajo sea una mierda, que les paguen cuatro perras y que su jefe sea un maldito bastardo, factores que son lo más probable, pero tampoco es cuestión de desahogarse de esta situación iniciando a los chavalines en la sodomía zoofílica...
Ya me imagino al pobre chavalín que se queda petrificado ante el escaparate preguntándole a su madre: "Mami, ¿qué le hace la mariquita esa que tiene una sonrisa de antena a antena a su compañerita?". Ais, que hay que cuidar más a los peques, que luego salen como salen...
Nooooo!!! Señores del Cercanías, ¿por qué nos ponen en esta situación tan cruel? No tenemos un martillo rompecristales para poder romper ese cristal para acceder al martillo !!! (esta observación no es mía, es de mi hermana Silvia, para ella todos los méritos...).
Esto es Villaverde, amigos... una ciudad sin ley en la que se ponen este tipo de avisos. Lo mejor de todo es que posiblemente sea un vil señuelo y el único "guarda" realmente sea el propio cartel...
Y esto también es Villaverde, y esta se la dedico a Lis, esa gran amante de las erratas. Ahí llevas esa, en cartel luminoso y todo, para que se vea bien, jejeje...