Pay de Limón 1/10

Apr 15, 2010 16:17

Fandom Sailor Moon
Claim Yaten Kou/Mina Aino
Palabras 3,364
Advertencias Lemon
Notas Participa en el quinesob de abril
Resumen: Yaten le había dicho que ninguna chica lograría excitarlo, Mina estaba dispuesta a demostrarle que ella era capaz.



Las cosas se estaban saliendo de madre para Yaten, no sabia a que mierda estaba jugando Mina, por el jueguito estaba comenzando a exasperarlo. Llevaba toda la puta semana soportando a la rubia, y sus acercamientos y no era que le molestara, era justamente lo opuesto.

Las primeras veces pensó que había sido accidental, que ella realmente no había querido rozarlo de la manera en que lo estaba haciendo, pero cuando para pasarle una toalla a Seiya, se había colocado tras él y se había inclinado dejando que él fuera conciente de sus pechos; empezó a tener ciertas dudas respecto a que aquello fuera realmente accidental.

Lo peor fue justamente hace dos días en que habían tenido un descanso, y Mina se había paseado por ahí moviendo las caderas con un bikini tan diminuto, que incluso Taiki había carraspeado y no había evitado mirar a la rubia de reojo y justo en ese momento fue cuando todo se había torcido para Yaten.

Por que había tenido una visión baste amplia de los pechos, de las caderas y de las largas piernas de Mina, pero no fue solo eso; si no que la chica se la paso toda la tarde haciendo poses sugerentes, tumbándose boca a bajo para tomar el sol y de pronto quedándose sobre rodillas y manos fingiendo que miraba algo. Todo eso había sido demasiado para Seiya y Taiki quienes habían salido pitando luego de que la chica en voz sugerente les pidiera que le aplicaran bronceador en la espalda.

Ahora Yaten no podía evitar recordar la suavidad de la piel de Mina, ni la calidez de tenerla tan cerca y sobre todo no podía olvidar la erección que tuvo que esconder cuando Mina se desabrochó la parte de arriba de su atuendo para que él pudiera aplicar el bronceador sin “estorbos”, se tragó el gemido que estaba a punto de salir de su garganta por puro orgullo.

Y ahora estaba ahí, viendo una película junto a la rubia, quien estaba misteriosamente callada, era una comedia romántica, pero Yaten no se estaba enterando de nada, siguiendo como estaba el pie derecho de la chica que se movía a voluntad. El problema para el no era el hecho de saber que todo eso lo estaba haciendo la rubia para provocarlo, si no la razón por la que lo estaba haciendo. Estaba seguro que había algo que estaba pasando por alto.

- Mina - llamo a la chica

Esta se volvió hacia él
-¿Sí?- le pregunto esta

Al tiempo que Yaten fijaba la vista de nuevo en la película, donde la protagonista había arrinconado al protagonista en un rincón y lo ponía nervioso con un batir de pestañas y un tanto de acercamiento, hizo una mueca de molestia

-Eso es una estupidez- murmura él molesto por el poco autocontrol que ponían en él genero masculino, como si fueran una especie de saco de hormonas que perdían la cabeza sólo por un buen par de piernas.

-¿Tu crees?- pregunto la rubia volviendo la atención a la película

-Por supuesto, los hombres no andamos como un saco andante de hormonas-

- ¿Estas seguro?-

Había algo en la manera en que la rubia había articulado las palabras que no le había gustado a Yaten y no solo era eso, si no que el brillo en las pupilas de Mina no le auguraba nada bueno, sin embargo él era Yaten Kou por todos los dioses, el no se dejaba intimidar por nada ni por nadie.

-Completamente- respondió

Mina sonrió ampliamente al tiempo que se estiraba felinamente en el sofá, dejando un poco aturdido a Yaten ante la visión del vientre de la chica

-¿ Te parece si jugamos un poco?-

Yaten levanto una ceja completamente intrigado, no era un crió; pero algo en la voz de Mina le dijo que no eran juegan de crios los que la rubia tenia en mente.

-¿A que quieres jugar Mina?- pregunto el entonces con una sonrisa seductora en el rostro

-Es mas bien un desafió-

-¿Qué clase de desafió Aino?- pregunto perdiendo el interés rápidamente

Mina se dio cuenta por supuesto y sonrió

-Bueno ya que tienes tanto autocontrol pensé que sin importar lo que haga o lo que diga, tú permanecerás impasible, ¿No es así?-

Yaten levanta una ceja incrédulo

-¿Qué gano con esto Aino?- pregunta

-Dejare de molestarte- dice ella pero por la sonrisa que tiene en el rostro esta mas que claro que ya sabe exactamente que hará si gana y Yaten siente un escalofrió recorrerle la columna ante lo que sea que aquella rubia va a pedirle

-¿Y si ganas?- pregunta al fin

-Si yo gano, y logro que pierdas tu preciado autocontrol me presentaras ante los medios como tu novia-

Yaten puso los ojos en blanco

Mina era increíble

-¿No basta con la publicidad ahora que eres nuestra asistente?- pregunta
-No puedes comparar, si me presentas como tu novia, voy a estar en las portadas-

Terrícolas, piensa Yaten sin animo, porque a él eso de aparecer en portadas ha empezado a cansarlo, sin embargo todo eso era solamente para ganar tiempo, estaba orgulloso de su autocontrol para que negarlo, pero había algo que aun no lograba controlar y eso era justamente el recuerdo de la piel suave de Mina y la reacción de su cuerpo.

No iba a lograr aguantar mucho si la rubia se proponía en serio - aun que algo le decía que se lo había propuesto desde hacia días - excitarlo, pero si se negaba a aquel desafió estaría aceptando implícitamente que no tenía tanto autocontrol como decía, definitivamente Mina lo había llevado aun callejón sin salida, él y su bocota.

-Esta bien Mina, puedes empezar. Pero no importa lo que hagas no lograras nada conmigo- dijo con todo su aplomo

Mina se situó entonces en medio de la sala, justo frente al televisor y comenzó a moverse lentamente, al ritmo de una música que Yaten no era capaz de escuchar, las manos de la rubia rodearon su cintura con lentitud, para después llegar a las caderas y luego subir nuevamente, Yaten se encontraba tranquilo, no era la primera vez que una chica bailaba sensualmente para él.

Pronto Mina comenzó a subir su larga falda, dejando al descubierto parte de sus piernas, para Yaten era un misterio como las piernas de la chica resistían tenazmente al sol y no se mostraban broceadas, trago saliva cuando Mina subió un poco mas la falta sin dejar de moverse hasta un poco mas arriba de las rodillas, no sabia que le pasaba, había visto sus piernas infinidad de veces, y sin embrago ahora no podía quitar la vista de ellas.

Mina sonrió, dándole la espalda al chico continuando los movimientos circulares de su cadera, levantando su cabello para que Yaten pudiera observar con claridad su cuello, la verdad era que la rubia no sabia exactamente lo que estaba haciendo, sabia que le gustaba a Yaten, y cuando lo había escuchado diciendo que tenia autocontrol de hierro, había querido molestarlo un poquito.

Había empezado a rozarlo de manera causal, para terminar con su bikini, sabia que había hecho estragos en Yaten, lo pudo ver cuando el se retiraba luego de haberla ayudado con el bronceador, ahora no sabía exactamente lo que estaba haciendo, lo único que quería era que el chico reconociera que no era inmune a ella.

Yaten respiro profundamente en un intento de calmarse un poco, aprovechando que la chica le había dado la espalda, aun que la imagen no dejaba de ser menos atrayente, Mina era muy bonita y tenia un cuerpo verdaderamente atrayente.

Y viéndola así en ese momento Yaten quiso tomarla de la cintura, pegarla a su cuerpo y recorrer con lentitud el cuello de cisne que ella exhibía. Pero logro contenerse en cuanto ella se giró con sensualidad, Yaten tuvo que tragar saliva de nuevo en cuanto se vio reflejado en aquellas pupilas celestes, no iba a lograr aguantar mucho, Mina no había hecho nada y el ya comenzaba a sentir el cosquilleo familiar que recorría su vientre. ¡No iba a aguantar!

Mina sonrió ampliamente, se veía tan peligrosa que Yaten sintió como las palmas de sus manos cosquilleaban ante el deseo que sentía de tocarla, de recorrer su piel con lentitud, mientras Mina seguía bailando, moviendo las caderas, acariciando su cuerpo de manera que era mas y mas atrevida.

Subió la falta hasta la mitad de sus muslos, sin revelar lo que llevaba debajo pero haciendo que Yaten temblara imperceptiblemente, se paso la lengua por los labios y subió a horcadas sobre Yaten, posando sus labios justamente en la manzana de Adán, notando como Yaten dejaba de respirar ante su contacto.

Yaten tuvo que cerrar los puños sobre la tapicería del sofá para no hacerlo sobre las caderas de Mina, quien se entretenía besándolo con lentitud en la garganta, posando sus labios calientes justamente por donde la sangre era bombeada, Yaten dio un respingo cuando Mina trazó con su lengua un sendero que iba desde su clavícula hasta su lóbulo derecho, el que comenzó a mordisquear con lentitud, dejando que Yaten fuera conciente del calor de la boca ajena.

Mina se sentía afiebrada y poderosa, notando como Yaten se aferraba a la tapicería y como luchaba por no cerrar los ojos, se atrevió a moverse un poco mas, creando fricción con sus cuerpos, rozando con su parte mas intima la semiereccion de Yaten, ahogando un gemido ante lo inesperado de las sensaciones.

Sin poder evitar repetir la acción por el simple placer de sentirse temblar y sentirlo temblar, siendo por primera vez plenamente conciente del peligro que había en ese juego, pero sin detenerse a pensar en las consecuencias, simplemente paso su lengua por sus labios, resbalando un poco del cuerpo del chico, acomodándose entre sus piernas, con sus pechos tocando el estomago del hombre y sus manos trabajando en los botones de la camisa.

Mina lo tomaba, estaba cerca, muy cerca de conseguir que Yaten perdiera su autocontrol de proclamarse ganadora, paso las uñas al descuido sobre la piel del pecho que había quedado al descubierto, maravillándose al notar lo fácil que era dejar marcas en la piel lechosa del chico.

Utilizando su lengua para trazar un surco húmedo desde el inicio del tórax hasta el ombligo y luego de manera ascendente, deseando jugar con las tetillas del chico, pero sin atreverse a tocarlo, deseando a su ves ser tocada, por que sentía un cosquilleo agradable en el cuerpo que no había sentido jamás.

Yaten mando el autocontrol a la china, al tiempo que enterraba sus manos en el cabello de la chica y levantaba su cabeza con mas fuerza dela necesaria, para luego posar sus labios en los de Mina, como venia deseando desde que la viera tumbada tomando el sol, el beso no era tierno, era demandante y Yaten volcaba en el toda su pasión.

Mina estaba aturdida, demasiado aturdida para resistirse al beso, notando como Yaten mordisqueaba sus labios y la atacaba con la lengua y ella intentaba corresponder de la mejor manera, aun que se sentía completamente rebasada ante las sensaciones, cerro los ojos al sentir como los labios de Yaten dejaban sus labios y se concentraban en su cuello, llevándose la poca cordura que aun le quedaba.

-Eres hermosa- escucho que Yaten le decía

Sin dejar de acariciarla en ningún momento, Mina no podía creer que todas esas emociones existieran, ni mucho menos podía mandar en su cuerpo, no podía mas que recorrer la espalda de Yaten sobre la tela que aun lo cubría y que comenzaba a desesperara a la rubia.

Yaten no perdió tiempo y la tumbo en el sofá, perdiéndose en los increíbles ojos azules que ahora lo miraban inundados de deseo, y la beso una vez mas, un húmedo beso mientras sus manos seguían recorriendo el cuerpo de la rubia, acariciando la cintura, las caderas, el vientre plano y se maravillaba con la suavidad de la piel.

Coló una mano bajo la blusa de la chica, quien se arqueo contra él, al sentir la calidez de la mano de Yaten en su vientre, los dedos ágiles de Yaten siguieron subiendo, mas y más, hasta que se encontraron con la tela del sujetador, Mina no pudo evitar el gemido que salió de su boca cuando en un movimiento experto Yaten coló uno de sus dedos y este acariciaba su pezón, mandándole a ella descargas en la columna y aumentando el cosquilleo en su bajo vientre, ahí donde jamás había sentido nada de eso antes.

Yaten siguió besando el cuello de la chica, actuando donde imaginaba que más estragos haría, siendo recompensado por pequeños gemidos que salían de la boca de la chica, su erección estaba completa, y la fricción con la ropa que la cubría era ya molesta y levemente dolorosa.

Se separo un momento de ella para despojarse de su camisa, notando vanidoso como el rubor en las mejillas de ella se intensificaba, tomo la pierna izquierda de la chica y comenzó a besar sus tobillos, mientras el pecho izquierdo de la chica quedaba al descubierto y ella técnicamente se retorcía bajo él.

Mina no podía hacer mucho, no era capaz de concentrarse en otra cosa que no fueran los labios de Yaten sobre su pierna, y los dedos que jugueteaban con su pezón de una manera que debería de ser prohibida, al tiempo que ella movía las caderas hacia delante, en busca de mas.

Yaten sonrió sobre la piel de la chica al notar sus movimientos, Mina estaba lista y estaba pidiéndole con su cuerpo lo que el se moría por darle, detuvo las caricias sobre la chica para despojarla de la falda, y luego de su blusa blanca que hacia rato ya no cubría lo que debía cubrir.

Mina se sonrojo aun más si era posible al notarla mirada hambrienta de Yaten sobre ella, mientras temblaba al notar como el se acercaba mas y la despojaba del sujetador, observo como los ojos del chico se perdían en sus pechos, y luego lanzo un grito de sorpresa cuando uno de sus pezones desapareció entre los labios de Yaten, haciéndola sentir la calidez de aquella boca.

Yaten aprovecho el momento para deslizar la mano derecha por el costado de la chica, para colarse en la cinta elástica de las bragas y tocar lo que tanto deseaba. Mina cerro los ojos ante las sensaciones, Yaten la estaba tocando donde nadie salvo ella se había tocado antes y de una manera que la hacia estremecerse.

Yaten estaba fascinado de la suavidad que sus dedos habían encontrado, de la humedad que lo rodeaba y lo hacia sentir orgulloso de sí mismo, Mina estaba bajo el jadeante y sexy, pidiéndole con su cuerpo mas contacto, tomo el centro de placer de ella, el punto que sabia que la derretiría bajo sus toques y observo como la chica abría la boca y cerraba los ojos, sobre pasada por las sensaciones.

Mas pronto de lo que le gustaría admitir, Yaten comenzó a prepararla con sus dedos, notando fascinado como resbalaban por la piel suave de Mina gracias a la humedad, estaba en su limite, necesitaba estar dentro de ella ya, necesitaba embestirla una y otra vez hasta que todo lo que ella fuera capaz de decir fuera su nombre.

Demostrarle quien era su dueño, quien le estaba dando todo ese placer, Mina observa a Yaten con molestia cuando este dejo de tocarla como estaba haciendo, para observar como el chico se despojaba de lo que le quedaba de ropa; Mina no lo pensó, simplemente se incorporo un poco en el sofá y llevo su mano a la dureza del chico.

Yaten no esperaba aquel contacto, pero tampoco lo rechazo al contrario, se movió levemente buscando mas fricción contra aquellos largos y calientes dedos, Mina observo el rostro de Yaten y algo en su interior se agito, se veía tan guapo todo así sudado, y gimiente. Así que sin dejar de mover su mano se acerco a los labios de Yaten, en busca de un beso desesperado que ambos necesitaban.

Yaten no pudo mas, las caricias inexpertas de la rubia lo estaban llevando mas haya de su propio limite, se deshizo de su mano de un manotazo brusco, logrando que la chica lo mirara sin comprender, pero Yaten no le explico y mucho menos se detuvo, la tumbó de nuevo en el sofá y se acomodo entre las piernas de la chica, Mina gimió sonoramente cuando la dureza del chico fricciono contra ella, Yaten la observo una vez mas, con el cabello revuelto, las mejillas encendidas, los ojos oscuros y sin esperar, y de un solo movimiento brusco, la penetro.

Mina grito, cerro los ojos y enterró las uñas en la espalda de Yaten, sintiendo como las lagrimas picaban en sus ojos, el dolor la había tomado por sorpresa, y se golpeo mentalmente por no haberle pedido cuidado a Yaten.

Abrió los ojos con lentitud, sintiendo a Yaten dentro de ella y notando también como el dolor empezaba a disolverse, Yaten la miraba fijamente, casi con miedo.

Yaten no podía creer que hubiera olvidado la delicadeza, no podía creer él haber perdido la cabeza de esa manera, la había dañado, y el no podía sentirse más culpable por eso, mientras notaba las lágrimas en los ojos de la chica y las uñas en su espalda.

-Mina- llamo con la voz afectada

-Estoy bien- contestó ella, con una sonrisa temblorosa

No soportaba que Yaten la mirara como lo estaba haciendo, con culpa, por lo que lo beso con lentitud, diciéndole con el beso que estaba bien y que no se arrepentía que el dolor comenzaba a irse y ella se sentía llena.

Pero Yaten no se movía, tenia miedo de lastimarla aun más, Mina rodeo con sus piernas la cintura del chico, moviendo un poco la cadera para acomodarse mejor y haciéndolos a ambos gemir ante el movimiento, Yaten cerro los ojos un momento su excitación de nuevo al tope.

-¿Estas segura?- pregunto

Y si Mina hubiera tenido todos los sentidos consigo se habría reído de la pregunta, por que ya era tarde para articularla, el ya estaba dentro. La rubia no contesto asintió simplemente preparándose para lo que seguía.

Yaten la beso, no pudo contenerse y luego comenzó con las embestidas, lentas y suaves para que ella se acostumbrara, pero cuando Mina mordió su hombro derecho y comenzó a decir incoherencias, Yaten no pudo contenerse mas y dejo que sus embestidas fueran cada vez más rápidas y más fuertes, mientras Mina se ahogaba por las sensaciones y sentía aun mas caricias de Yaten al azar sobre su cuerpo.

Pronto todo para Mina quedo reducido a calor, a un calor abrasador que la recorría entera y que la dejaba sin respiración, le era imposible hablar, solo podía gemir, y rogar por que Yaten no se detuviera, en un segundo sintió que todo el calor se concentrada en el punto exacto donde su cuerpo y el de Yaten se unían.

Y luego todo fue confuso, algo estallo dentro de ella, haciéndola gritar el nombre de Yaten con todas sus fuerzas, enterrar aun más las uñas en Yaten y luego la dejo vacía, completamente exhausta y feliz.

Yaten se movió una ves mas, sintiendo como Mina se volvía más estrecha y húmeda, y escuchando su nombre de labios de la rubia, ese fue el momento exacto en que no aguanto mas y tomando ala rubia por la cadera se hundió en su cuerpo una ultima vez con fuerza, sintiéndose llegar a su orgasmo, sin ser capaz de decir otra cosa que no fuera “Mina”.

Se dejo caer sobre ella un momento, mientras normalizaba su respiración.

Mina no podía creer todo lo que había pasado, había sido increíble. Ahora entendía por que Serena extrañaba tanto a Darien, sonrió completamente satisfecha en un estado de paz hasta ese momento desconocido y luego se giro a Mirar a Yaten quien tenia la mirada fija en ella.

- Perdiste- le dijo

Yaten no pudo evitar la carcajada que salió de su boca, como tampoco el atraer a mina contra sí de nuevo y besarla. Ser un perdedor no había sido jamás tan placentero como en ese momento.

advertencia: lemon, actividad: quinesob, pareja: yaten/mina, fandom: sailor moon

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