Para:
mision_insanaFandom: Sailor Moon
Claim: Setzuna Meiou
Palabras: 475
Resumen: El destino le demostraba una vez mas que para ella no existiría un felices para siempre...
Su trabajo era el mas duro de todos, tenia que cuidar la puerta del tiempo aquel místico lugar donde el tiempo no existía y la única compañía que tenia para tan titánica misión, era su báculo del tiempo y por supuesto la preciosa llave.
Y desde siempre ella se encontraba ahí, rodeada de bruma, sola con sus pensamientos. No se quejaba jamás podría hacerlo cuando sabia que ese era su destino. Por que de esa manera funcionaba la vida, algunos tenían destino brillantes y esplendorosos y otros como ella, llevaban pesos abrumadores, pesos que no se podían poner sobre otros hombros y ella lo sabia y lo aceptaba.
Pero a veces, no podía si no darse cuenta de lo cruel que era el destino con los que se atrevían a soñar, ella no lo hacia, conocedora como era del pasado y futuro había dejado de soñar y anhelar algo para sí, por que eso no estaba en su destino. Y Ahí estaba ella enfundada en aquel hermoso vestido de noche, con el cabello levantado en un elegante moño, con la sonrisa en los labios que había pintado de carmín.
Estaba ahí a pesar de que deseaba no estarlo - pero ya sabia que el desear y el deber eran cosas incompatibles- estaba ahí contemplando la ultima jugarreta que el destino cruel le había puesto en su camino. Lo recordaba nítidamente como si hubiera sido hacia unas horas y no hacia años. Siempre había estado pendiente del despertar de las guardianas, del momento en que se necesitaría de su ayuda de su apoyo. Por eso algunas veces atravesaba la puerta del tiempo y se adentraba en aquellos eventos futuros y así lo había conocido a él.
Y lo había seguido durante capítulos y, mas capítulos de su vida, sin importarle si estaba infringiendo las normas, por que lo que sentía cuando lo veía era completamente diferente a lo que había sentido antes. Por que por primera vez era completamente feliz y por que por primera vez estaba deseando algo para sí.
Pero entonces tuvo que ser testigo del encuentro, el corazón se le encogió en el pecho y el dolor fue terrible cuando reconocía a su princesa en las pupilas azules, por que esa era la imagen que ella había estado buscando. La princesa Serenity estaba en la tierra y faltaba muy poco para que despertara como la guerrera que era, y sintió rabia, ira y desesperación al darse cuenta que el hombre en el que había puesto sus ojos, era nada mas y nada menos que el príncipe de la tierra.
así que ahora estaba ahí, vestida como la ocasión lo ameritaba, con el vestido elegante y la sonrisa en los labios, por que su princesa se casaba, por que el destino le demostraba una vez mas que para ella no existiría un felices para siempre...