Oct 27, 2007 16:30
Tengo amigos que dicen que soy una persona más plena y que se me ve bien. Que he dejado de fumar y estoy más delgado y que por fin dejo de ser un equilibrista , que por fien dejo de estar pendiente de un hilo.
Tengo amigos que dicen que se me ve bien y que he madurado ultimamente, que mi cabeza está más sentada y que el hecho de estar tan ocupado me ha obligado organizarme mejor.
Tengo amigos, en cambio, que piensan que todavía soy un niño que ahora con el pelo largo parece más revoltoso, que estoy en mi mundo y que eso no es malo porque siempre los invito a entrar.
Tengo tantos amigos.
Mi familia piensa que por fin me he aplicado un poco en los estudios, que mi vida al fin ha tomado el rumbo que debía, que ya estoy adaptando a este mundo. Mi madre, particularmente, piensa que ya soy un hombre.
Mis tios piensan que debo aplicarme más, y trabajar. Que no debo abandonar y que eso de dejar de fumar está muy bien. Piensan de mi que soy un buen chico, que nunca haría nada malo a nadie y están seguros de que seré un buen hombre.
Mis abuelas me dan besos y dinero cuando me ven. Me dicen cuánto he crecido y que me suba los pantalones.
Mi familia me quiere tanto.
Yo pienso que he entrado en una nueva etapa de mi vida, con muchas cosas que han de venir y que ya están llegando. Yo sigo creyendo que soy un niño travieso que está pendiente de todo para no perderse nada. Soy un niño cara a un libro de historia del arte que se fascina por lo que hicieron los griegos. Pero soy un niño que ya conoce a que sabe el dolor.
Yo me veo el año que viene en filosofía, psicología o derecho. No importa, no me importa. Yo me veo más fuerte, aunque tenga más lágrimas en los ojos. Yo me veo a mi mismo sin mirarme a un espejo.
Yo me siento tan solo.