Demos un paseo, me llamo Georgia Lass, tengo 18 años y estoy en algún lugar, por ahí abajo.
Les voy a contar una historia, no la mía, que se la contaré más tarde, ésta es otra historia. Listos??
TAN MUERTOS COMO YO
Érase una vez, o para ser más exactos, hace una eternidad, que dios, escrito con "d" minúscula, se puso manos a la obra con la creación, como sabe todo el mundo. Y le entregó una vasija de barro al sapo diciendo: "No la rompas porque contiene la muerte..."
Ignorando el hecho de que estaba a punto de convertirse en un ángel caído y en el responsable de la muerte, el sapo le prometió guardar la vasija. Y lo hizo hasta el día que se encontró con la rana...
"Anda déjame coger la vasija!!" le dijo la rana al sapo.
En un ataque de sabiduría a lo Nancy Reagan, el sapo le contestó que no, pero la rana no se dió por vencida, y después de dar mucho la lata, al final convenció al sapo.
"Cógela pero sólo un momento, vale??" dijo el sapo.
Excitada, la rana empezó a dar saltos de alegría y a lanzar la vasija de un lado a otro, la rana era tonta con ganas...
"Para!!" gritó el sapo, pero era demasiado tarde. A la rana se le cayó la vasija, que acabó hecha pedazos. Y al romperse, la muerte salió fuera. Y desde entonces, los seres vivos mueren, lo cual invita a pensar que el mundo sería un lugar mejor si la rana se hubiera limitado a croar.
Miremos el lado positivo, por fín hemos desvelado el misterio de la muerte. Todos moriremos, y algunos antes de lo que imaginamos.
En mi caso será prontísimo...