Esta es una carta de amor...
LOST
(22/09/2004 (2004-09-22) - 23/05/2010)
No puedo creer que ya haya sido un año. Y ya sé que el journal se me está llenando de cartas de amor, pero es que es inconcebible no rendirle tributo a esta serie una y otra vez. Porque Lost es así de grande y no hay nada más que decir.
Lost fue la primera. Lost fue mi primera, y es una de las pocas series que me ha afectado tanto. No sólo por el fandom, no sólo por los amigos que he hecho o las relaciones que he mantenido. Esta ha sido la primera serie de televisión que me enamoró por completo desde el primer momento.
Creo que la primera vez que la ví tenía 13 años. Y sí, era una niñita, y no entendía nada, pero supe desde el primer episodio que Lost era algo grande. Crecí con ésta serie, ví lo bueno y lo malo, esperé y me obsesioné, hice teorías, lloré y me mantuve allí con fuerza. Porque Lost fue la primera serie que hice mía. La primera serie que me abrió esos mundos espectaculares y que me enseño lo que era el poder de contar una buena historia.
El mundo de Lost jamás fue algo sencillo y por eso me enamoró.
Comenzó y al final terminó siendo una de esas pocas series de televisión donde los personajes, como debería ser, son los protagonistas, y no la trama.
Lost es una historia acerca del hombre. Y cómo sobrevive a pesar de todo, cómo somos tan distintos, cómo nos relacionamos y cómo crecemos.
Lost nos hace conocer cientos de personajes, nos hace quererlos, nos hace odiarlos, nos hace querer golpearlos y besarlos al mismo tiempo porque tiene ese poder. Tuvo ese poder de hacer a sus protagonistas humanos, con todas sus virtudes y sus defectos, con todas las filosofías, todos los errores.
Fue una serie de televisión acerca del cambio, acerca del desarrollo, de cómo desde un enfoque tan particular cómo es ver cohabitar a gente en una isla podemos llegar a entenderlos a cada uno de ellos.
Y eso es lo que lo hace tan especial. No son los efectos especiales. No son los misterios. No son las islas misteriosas ni los osos polares. Es que al final llegamos a conocer veinte perspectivas, veinte personalidades, cientos de países e historias por contar.
Llegamos a darnos cuenta de cómo cada cosa que hacemos tiene un significado. Cómo al final todos somos humanos con fe y sueños, aunque las condiciones no sean las mejores, de cómo podemos salir adelante y reinventarnos si así lo queremos, de cómo nuestra vida está en nuestras propias manos.
Y es un mensaje poderoso. Y una historia que se queda contigo. Y unos personajes que están cada día allí, dolorosamente presentes, una y otra vez.
Lost me hizo querer ser escritora. Y hoy me siento agradecida.
Me siento agradecida por todas esas horas de sonrisas y de llanto. Por hacerme ver lo que una buena historia tiene la capacidad de hacer. Me siento agradecida por haber tomado prestados a éstos personajes, por haber tenido la oportunidad de explorarlos y sentirlos. Doy las gracias por haber encontrado una serie donde no toman al espectador como un tonto, donde el equipo de escritores y directores y actores se sacrificó durante años para dar lo mejor y mantenernos pegados a las pantallas.
Y sé que muchas series irán y vendrán. Buenas series, lo aseguro. Pero hoy vuelvo a decir aquello que dije hace un año: como Lost no hay. Porque es una serie de televisión que me ha hecho crecer y me ha hecho amar y me ha hecho ver que las cosas no son siempre tan simples. Porque cambió mi vida y ahora soy alguien distinto. Y sé que suena estúpido decirlo y tomarse tantas molestias por una serie de televisión, pero si confío en que alguien me entienda son ustedes. ♥
Nunca habrá otro Lost. Y creo que por lo menos para mí, jamás existirán comparaciones.
"The most important part of your life was the time that you spent with these people. That's why all of you are here. Nobody does it alone, Jack. You needed all of them and they needed you."
"We've been waiting for you. "