Series Finale: Community, How I Met Your Mother

May 22, 2012 16:50

How I Met Your Mother: viva el fanservice


Puede que sea una escéptica, yo, pero ese final me parece medio que fanservice (que yo encantadita, en serio, porque soy shipper del Barney/Robin 200%), más o menos como el epílogo de Harry Potter 7. 
La verdad es que me vi los tres últimos capítulos de la temporada así como muy deprisa ayer, que no tenía nada mejor que hacer (sólo estudiar, hacer trabajos, escribir... cosillas tontas, vamos) y conseguí acordarme de por qué me gusta tantísimo la serie. Son divertidos, absurdos -sin pasarse demasiado- y hacen que los personajes parezcan casi gente de verdad -no del todo, porque dudo mucho que el mundo sobreviviera a un Barney Stinson-. Y enganchan. Tienen una historia de la que quiero conocer el final, a pesar de que sé que ese mismo final será el que acabe con la serie. 
En fin,que How I Met Your Mother rules. A pesar de que la tenía abandonadita, qué vamos a hacerle -pero es que las manías estas de las cadenas de televisión de tardar ochenta y ocho mil años en poner el siguiente capítulo me exaspera-, reconozco que me ha alegrado volver.
En cuanto a hechos concretos: adoro, repito, ADORO a quien tuvo la idea de que Ted se convirtiera, por una vez, en el chico malo (ya lo ha hecho otras veces, pero es que esta vez está haciéndole a otro tipo lo que le hicieron a él). No por nada; es sólo que a ese personaje le van ese tipo de cosas, esos arrebatos románticos que acaban inevitablemente en desastre. Digan lo que digan, Victoria y él no van a acabar juntos (sería algo así como pasar por alto ochocientos capítulos que dicen lo contrario), así que sí, ya sabemos que la está cagando al fugarse con ella el día de su boda. Ahí estamos, Ted: luego podrás hacer tú una película sobre eso.
Y Robin y Barney... Debo admitir que, a pesar de shippearlos como una descosida, me gusta mucho la pareja de Barney/Quinn. Es una chica perfecta para él, una mujer dispuesta a dejar atrás un sinnúmero de cosas por él sin dejar de ser ella misma (o eso espero). Con Nora era un poco distinto, porque ahí sí que se veía que no estaban hechos el uno para el otro (a mi entender, eran un poco una pareja a la fuerza. O un mucho; no había feeling); con Quinn, sin embargo, hay momentitos pequeños y grandes en los que una decide que se está enamorando de los dos. Juntos. Un poco.
Pero está Robin. Y nadie puede competir con Robin en el corazón de Barney, admitámoslo: todos sabíamos quién iba a ser la novia, aunque nos diera un poco de miedo mirar a la pantalla cuando le enfocaron la cara. Pero es que es verdad: esa escena de hace unos cuantos capítulos, ese Barney recogiendo la escena romántica que había preparado para Robin, nos lo dijo todo en su momento. No había más opciones: Barney y Robin tenían que acabar juntos.
Ahora sólo nos queda ver el camino que recorren.

Community: final a lo Disney


Creo que no hay cosa que odie más en las series/películas/libros no dirigidos al público infantil que un final a lo Disney. Que nadie me pregunte por qué: será sólo que me gusta sufrir. Pero, ya en serio: aunque los finales felices son fantásticos y maravillosos (por eso de que son felices), como norma general me gusta que el autor o guionista de turno sepa mantener un poco la cabeza sobre los hombros y seguir con el mismo tono de la serie/película/libro.
Y, aún así, debo admitir que me encanta el final de Community.
Un poco traído por los pelos, en serio. Hay un par de detallitos -vale, sólo uno: la desaparición de Evil!Abed así, sin más- que no terminan de cuadrarme, y a lo de que Shirley y Pierce conviertan a Jeff en su abogado le he tenido que echar sal antes de poder tragármelo, pero es fácilmente explicable: llevan tres años juntos y empiezan a madurar. Que ya era hora. 
Lo mejor de este final es que mantiene el tono de toda la serie: Troy no vuelve por el grupo por alguna circunstancia extraña, sino porque es el "Elegido" en una especie de secta de reparación de aire acondicionado (en serio... como para no reírse), Starburns no está muerto, sino que ha leído un libro llamado "El arte de fingir la propia muerte", Leonard nos recomienda una marca de patatas fritas... Es todo muy Community, muy suyo. Incluso los momentos sensibleros, como cuando Pierce decide dejar estar el caso y no pelearse más con Shirley (algo muy noble por su parte, muy fuera de lugar en su personaje), lo hace con borderías y sin dejarse llevar por las emociones. Para que nos demos cuenta de que no, no ha cambiado tanto.
Lo mejor del último capítulo, desde mi punto de vista, es el reencuentro de Troy con el grupo. Esa forma de pasar totalmente de Britta, que le estaba esperando con los brazos abiertos, y de irse directamente con Abed (con o sin sexo, estos dos están hechos el uno para el otro. Lo siento, shippers del Troy/Britta; todavía lo siento más por los del Annie/Abed, porque me cuento entre ellos), y la forma de este último de contar lo que ha pasado ("He dictado una nueva regla por la que la escuela de reparación de aire acondicionado tiene que comportarse como una escuela normal. Puedo hacer eso porque soy una especie de mesías para ellos" [Troy], "Ah. Yo me he vuelto loco y he intentado cortarle el brazo a Jeff, pero ahora estoy bien" [Abed] [A todo esto, Jeff levanta las cejas, pero no dice nada]).

Y... eso es todo. Hasta que me dé por escribir más. 

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