Cosa que parecía un reto (por lo raro) pero que no lo es. Cosa que son sólo drabbles sin mucho que ver entre sí. Cosa que viene siendo Glee (y Kurt, para ser más exactos).
Glee
Kurt Hummel
1. Especial
Y es la primera vez que se siente realmente especial, la primera vez que realmente, piensa, realmente merece la pena ser Kurt Hummel. El beso es húmedo, lento, tímido; Blaine parece pedir permiso, a cada instante, y es tan distinto de esa otra única vez -casi dolió, el primer beso, casi dolió y no quiere, no puede pensar en eso ahora-, y Kurt se deja besar, tocar, soñar. Se separan jadeando; siente cómo se le forma una sonrisa. Blaine se la devuelve, y algo le tiembla muy dentro, a Kurt, y se siente tan bien ser él mismo en ese instante.
2. Familia
No está muy seguro de nada de esto; quizás se haya equivocado. Quizás no quiera tener a Finn Hudson tan cerca, en realidad. Sabe que le pone nervioso, a Finn -y eso sin siquiera intentarlo-, que le asusta, y Kurt no está seguro de querer vivir con eso. Y, cuando discuten esa vez -cuando Finn le insulta bajo su propio techo-, decide que ya es suficiente. No quiere volver a verle, se dice. Ojalá no tuviera que hacerlo.
Y después Finn le defiende, claro, con su traje rojo de cortina de ducha, y Kurt no cree en superhéroes, pero empieza a creer en hermanos. En ser una familia.
3. Voz
Sabe que es bueno, sabe que su voz es un privilegio, una especie de compensación, supone, por todo lo demás. Por lo de ser diferente y que le miren con desprecio, por el no poder conseguir nunca al chico que quiere. Así que canta, con todas sus fuerzas y todas sus ganas, e ignora los baños de granizado cada día, los insultos susurrados a sus espaldas, gritados a la cara, y aguanta caer al contenedor cada mañana. Es mejor que todos ellos, lo sabe, tiene que serlo; sería tan injusto, de otro modo. Es mejor que todos ellos, tiene voz, y un día saldrá de allí, y se irá lejos.
4. Huida
Cierra los ojos, se prepara para el golpe, y duele igual, pero eso ya lo sabía, al fin y al cabo. Luego le mira fijamente, ojos azules llenos de rabia y odio, de decepción, y grita en mitad del pasillo ¡Puedes huir todo lo que quieras, Karofsky, eso no va a cambiar nada!, y le ve marcharse, chaqueta roja y blanca, como si nada le importase. Y Kurt se deja caer al suelo, y piensa que, a veces, él también querría huir, escapar de todo esto.
5. Espejo
Se mira al espejo cada mañana, Kurt, y se pregunta qué es lo que ve, si tiene algo que ver con él, ese chico flaco y afeminado y sonriente, si tiene algo que ver con lo que es de verdad Kurt Hummel. Supone que está bien, así, que está bien que no se parezcan mucho, porque nadie se parece mucho a lo que debería parecerse. Nadie tiene muy claro qué es, tampoco, y él no va a ser una excepción.
Es por eso que mira a los ojos al reflejo, a veces -cuando no está ocupado tapando imperfecciones y cuidándole el pelo-, es por eso que intenta descubrir algo, ciertas mañanas. Una respuesta, algo grande. A sí mismo, quizás.