["SPN" series] Drabbles - /Destiel/ is a divine sin (21/?)
Título: /Destiel/ is a divine sin
Fandom: Supernatural
Pairing: Dean/Castiel, ligeros hints Sam/Dean
Autor: iris_manjon
Rating: NC-17 (general)
Sinopsis (general): conjunto de drabbles que tienen como eje principal a tan especial pareja.
Spoilers: toda la serie, por si acaso.
Aclaración: habrá hints Sam/Dean (wincest), aunque será más bien por la parte del hermano menor. Amor no correspondido~
Disclaimer: los personajes que aparecen en éste escrito pertenecen a su creador, Eric Kripke, y a su distribuidora, la Warner. No escribo con fines lucrativos.
21.- Teléfono
Se consiguió uno de ésos pequeños aparatos con la ayuda del menor de los Winchester.
Sam pensó que le sería útil mientras vagara entre los humanos, y él no se lo discutió.
A Dean, sin embargo, no le parecía normal que un ángel usase un móvil.
Pero ya que él les había puesto aquél sello en las costillas que les escondía de todos y cada uno de los ángeles -incluido él mismo-, tuvo que admitir que no había otra manera de contactar más que ésa.
Demasiado humana para el gusto de cualquiera de los tres, pero no había otra.
Y resultó ser bastante útil al final.
~*~0~*~
Aquella noche Dean no podía dormir. Cada vez que cerraba los ojos le asaltaban miles de recuerdos de las vejaciones que tuvo que infligir en el Averno durante ésos diez largos años, antes de que Castiel se presentase allí y le sacara prácticamente a rastras.
Y es en él en quién pensó cuando el insomnio le atacó por sorpresa.
Sacó una mano de debajo de la sábana y buscó a tientas el móvil en la mesita de noche.
Antes de marcar se aseguró de que su hermano estuviese dormido. Un rápido vistazo a la cama impecable le hizo saber que no estaba, para empezar. Aquello disgustó a Dean, pero no le hizo cesar en su intención de llamar al ángel.
Cuando el primer tono resonó en su cabeza pensó en colgar, pero entonces vino el segundo y después el tercero... El mayor de los Winchester tenía la esperanza -no la fe- de que contestaría. Y eso es lo que ocurrió tras el cuarto tono.
- ¿Dean? - oyó al otro lado de la línea. Con su perenne voz ronca y ése ligero atisbo de duda en su tono.- ¿Necesitas algo? ¿Ha sucedido... ?
Dean le interrumpió antes de que siguiera con el interrogatorio.
- Estamos bien, Cass - respondió, para luego aclararse la garganta, pues los nervios le habían traicionado por unos instantes.- Es sólo que no podía dormir.
- ¿Me has llamado porque no podías dormir?
Si no fuera porque sabía de sobra que los ángeles no podían sentir ni expresar emociones humanas -dejemos el caso de Anna a un lado-, Dean habría asegurado que aquella pregunta la había formulado con cierta ironía.
Se apresuró en responder.
- Básicamente, si. ¿Te molesta? - añadió aquello último en un titubeo, preparándose para la contestación afirmativa. Nunca llegó.
- No. Sólo me extraña.
Entonces se hizo el silencio al otro lado de la línea, y Dean temió que se hubiese cortado la llamada.
- ¿Estás bien, Dean? - oyó que le preguntaba el ángel tentativamente.
Dean pensó en contestar que si, que todo estaba bien y que no podía ir mejor.
Pero en aquél momento un enorme nudo se instaló en su garganta y su voz se convirtió en un grave susurro cuando, en su lugar, respondió que no.
Casi temió echarse a llorar, pero logró contenerse a tiempo. No quería mostrarse ante Castiel aún más patético de lo que ya se sentía.
- ¿Quieres que vaya? - inquirió el ángel. Su tono de voz... Su maldito tono de voz le delató. Era de franca preocupación. Sin duda caminar durante tanto tiempo entre humanos le estaba cambiando.
Dean negó con la cabeza, a pesar de que sabía que Castiel no podía verle. Aunque seguramente intuiría de antemano que su respuesta a ésa pregunta sería un rotundo no.
- ¿Puedes... quedarte simplemente en silencio?
Más que a petición sonó a ruego. Algo a lo que el ángel accedió de buena gana, sin cuestionar el motivo.
Dean pudo escuchar, entonces, la lenta y acompasada respiración de éste a través del auricular, y aquello fue calmando la angustia que atenazaba su maltratado corazón, y consiguió hacerle caer en un profundo sueño, ausente -ésta vez- de pesadillas.
Lo último que se oyó a través del móvil fue un pequeño suspiro de algo parecido al alivio y un murmullo, cuyo significado era "Descansa, Dean. Yo velaré tu sueño."
~*~0~*~
Desde entonces, cada vez que al mayor de los Winchester le costaba conciliar el sueño marcaba el número de teléfono del ángel y con sólo escuchar su respiración de fondo, su intranquila y torturada mente se calmaba, y al cabo de unos pocos minutos se quedaba dormido, aún con el teléfono pegado a la oreja.
Si, definitivamente aquél pequeño aparato era más útil de lo que parecía.
+.+ FIN +.+
Fandom: Supernatural
Pairing: Dean/Castiel, ligeros hints Sam/Dean
Autor: iris_manjon
Rating: NC-17 (general)
Sinopsis (general): conjunto de drabbles que tienen como eje principal a tan especial pareja.
Spoilers: toda la serie, por si acaso.
Aclaración: habrá hints Sam/Dean (wincest), aunque será más bien por la parte del hermano menor. Amor no correspondido~
Disclaimer: los personajes que aparecen en éste escrito pertenecen a su creador, Eric Kripke, y a su distribuidora, la Warner. No escribo con fines lucrativos.
21.- Teléfono
Se consiguió uno de ésos pequeños aparatos con la ayuda del menor de los Winchester.
Sam pensó que le sería útil mientras vagara entre los humanos, y él no se lo discutió.
A Dean, sin embargo, no le parecía normal que un ángel usase un móvil.
Pero ya que él les había puesto aquél sello en las costillas que les escondía de todos y cada uno de los ángeles -incluido él mismo-, tuvo que admitir que no había otra manera de contactar más que ésa.
Demasiado humana para el gusto de cualquiera de los tres, pero no había otra.
Y resultó ser bastante útil al final.
~*~0~*~
Aquella noche Dean no podía dormir. Cada vez que cerraba los ojos le asaltaban miles de recuerdos de las vejaciones que tuvo que infligir en el Averno durante ésos diez largos años, antes de que Castiel se presentase allí y le sacara prácticamente a rastras.
Y es en él en quién pensó cuando el insomnio le atacó por sorpresa.
Sacó una mano de debajo de la sábana y buscó a tientas el móvil en la mesita de noche.
Antes de marcar se aseguró de que su hermano estuviese dormido. Un rápido vistazo a la cama impecable le hizo saber que no estaba, para empezar. Aquello disgustó a Dean, pero no le hizo cesar en su intención de llamar al ángel.
Cuando el primer tono resonó en su cabeza pensó en colgar, pero entonces vino el segundo y después el tercero... El mayor de los Winchester tenía la esperanza -no la fe- de que contestaría. Y eso es lo que ocurrió tras el cuarto tono.
- ¿Dean? - oyó al otro lado de la línea. Con su perenne voz ronca y ése ligero atisbo de duda en su tono.- ¿Necesitas algo? ¿Ha sucedido... ?
Dean le interrumpió antes de que siguiera con el interrogatorio.
- Estamos bien, Cass - respondió, para luego aclararse la garganta, pues los nervios le habían traicionado por unos instantes.- Es sólo que no podía dormir.
- ¿Me has llamado porque no podías dormir?
Si no fuera porque sabía de sobra que los ángeles no podían sentir ni expresar emociones humanas -dejemos el caso de Anna a un lado-, Dean habría asegurado que aquella pregunta la había formulado con cierta ironía.
Se apresuró en responder.
- Básicamente, si. ¿Te molesta? - añadió aquello último en un titubeo, preparándose para la contestación afirmativa. Nunca llegó.
- No. Sólo me extraña.
Entonces se hizo el silencio al otro lado de la línea, y Dean temió que se hubiese cortado la llamada.
- ¿Estás bien, Dean? - oyó que le preguntaba el ángel tentativamente.
Dean pensó en contestar que si, que todo estaba bien y que no podía ir mejor.
Pero en aquél momento un enorme nudo se instaló en su garganta y su voz se convirtió en un grave susurro cuando, en su lugar, respondió que no.
Casi temió echarse a llorar, pero logró contenerse a tiempo. No quería mostrarse ante Castiel aún más patético de lo que ya se sentía.
- ¿Quieres que vaya? - inquirió el ángel. Su tono de voz... Su maldito tono de voz le delató. Era de franca preocupación. Sin duda caminar durante tanto tiempo entre humanos le estaba cambiando.
Dean negó con la cabeza, a pesar de que sabía que Castiel no podía verle. Aunque seguramente intuiría de antemano que su respuesta a ésa pregunta sería un rotundo no.
- ¿Puedes... quedarte simplemente en silencio?
Más que a petición sonó a ruego. Algo a lo que el ángel accedió de buena gana, sin cuestionar el motivo.
Dean pudo escuchar, entonces, la lenta y acompasada respiración de éste a través del auricular, y aquello fue calmando la angustia que atenazaba su maltratado corazón, y consiguió hacerle caer en un profundo sueño, ausente -ésta vez- de pesadillas.
Lo último que se oyó a través del móvil fue un pequeño suspiro de algo parecido al alivio y un murmullo, cuyo significado era "Descansa, Dean. Yo velaré tu sueño."
~*~0~*~
Desde entonces, cada vez que al mayor de los Winchester le costaba conciliar el sueño marcaba el número de teléfono del ángel y con sólo escuchar su respiración de fondo, su intranquila y torturada mente se calmaba, y al cabo de unos pocos minutos se quedaba dormido, aún con el teléfono pegado a la oreja.
Si, definitivamente aquél pequeño aparato era más útil de lo que parecía.
+.+ FIN +.+