Todos tienen un punto débil o dos.
Título: Todos tienen un punto débil o dos.
Fandom: Ouran High School Host Club/Tsubasa Reservoir Chronicle.
Advertencias: Nada.
Personajes/parejas: Haruhi, Kyouya, Hikaru, Kaoru, Tamaki; Sakura y Syaoran.
Resumen: Francamente, Haruhi dejó de prestar atención al balbuceo incoherente de Tamaki al escuchar el 'niisan' de la chica mientras abrazaba a Kyouya.
Rating: G.
Todos tienen un punto débil o dos.
Haruhi suspiró cuándo notó que tenía que interrumpir sus estudios para ir al salón de música. Por un momento pensó en seguir leyendo hasta terminar la lección - sólo le faltaba media página - pero sabía, también, que Kyouya había implementado un sistema para cobrar por la impuntualidad. Claro que eso no era nada para los demás (ricos bastardos) de sus compañeros, pero ella no quería agregarle más ceros a su ya cuantiosa deuda. Así que cerró sus libros y cuadernos, dándose cuenta que había perdido valiosos momentos y el privilegio de ir con calma.
Por sus prisas y por estar guardando sus cosas en su maletín al mismo tiempo, no se pudo detener cuándo estaba doblando una esquina y la chica que estaba caminando, distraída, por ahí, tampoco pudo evitarla: con un grito leve de sorpresa de la otra chica, las dos terminaron en el suelo, incluyendo sus libros y apuntes.
Haruhi todavía estaba atarantada por el golpe cuándo la chica ya se estaba disculpando.
- ¡Lo siento, estaba distraída! - le dijo, empezando a juntar sus cosas. Era una alumna de secundaria, todavía usando el uniforme café. Tenía el cabello castaño claro y los ojos verdes y una expresión de completo arrepentimiento-. ¡Tendría que haberme fijado más!
- No, por favor, también estaba distraído - le aseguró con una sonrisa, juntando sus papeles y, porque Tamaki nunca le dejaría olvidarlo si no ofrecía ayuda a una dama en apuros (y un Tamaki encima de su hombro como una muy brillante, muy distractora, muy ruidosa conciencia era posiblemente peor suerte que deberle más dinero a Kyouya), una vez tuvo sus cosas, le ofreció la mano para que se levantara-. Parecías perdida. ¿Buscabas algo?
- Sí - la chica se sacudió la falda una vez estuvo de pie, ofreciéndole una brillante sonrisa que, por alguna razón de la que no estaba segura, se le hizo familiar-. Disculpe, senpai, pero... ¿sabría dónde queda el tercer salón de música, por favor?
--
Tamaki estaba caminando de arriba hacia abajo. Kyouya tomaba té, manteniendo el conteo de su reloj: Haruhi tenía cinco minutos tarde algo que, realmente, nunca había pasado pero que, también, Kyouya no consideraba ameritara la preocupación excesiva de su mejor amigo.
- ¡Haruhi nunca llega tarde! -declaró por quinta vez. Una cada minuto al punto. Era casi impresionante-. ¡Madre, algo le pasó a nuestra hija, estoy seguro!
Hikaru y Kaoru se acercaron a Tamaki, pasándole un brazo sobre los hombros cada uno.
- Tranquilo, majestad. - empezó Hikaru.
- Haruhi seguramente estará bien. - siguió Kaoru.
- Seguramente se extravió.
- Porque seguramente no habría forma en que alguien la secuestrara--
- Porque no podría pagar el rescate--
- Así que se verían forzados a venderla--
- ¡Cómo esclava!
- Porque al ser tan tan tan tan pobre sabrían que lo único que sabe hacer es trabajar duro--
- Y Haruhi trabajaría día tarde y noche fregando pisos--
- Preguntándose porqué su majestad no la salvó - terminaron los dos gemelos, quitando ambos brazos de alrededor de los hombros de Tamaki, soltándolo. Pero su trabajo estaba hecho. Kyouya observó el claro horror en el rostro de Tamaki y casi, casi podía ver su teatro mental. Suspiró, poniéndose en pie para evitar que su mejor amigo volviera a llamar a sus guardaespaldas por segunda vez en el mes - una vez había estado seguro que alguien había robado su osito - cuándo la puerta se abrió, Haruhi manteniédola abierta para--
- ¡HARUHIII~! ¡ESCAPASTE DE LOS SECUESTRADOREEE~S!
Mientrs Haruhi era tacleada por un Tamaki lloroso y agradecido por la vida de que estuviera bien, Kyouya, en cambio, también estaba recibiendo en brazos a una muy emocionada--
- ¡Kyouya-niisan!
--
Francamente, Haruhi dejó de prestar atención al balbuceo incoherente de Tamaki al escuchar el 'niisan' de la chica, Sakura, viendo como abrazaba a Kyouya con efusividad, el rostro de Kyouya perplejo por unos momentos antes de que sonriera de una manera que Haruhi sólo le había visto en contadas ocasiones.
- Pensé que llegabas hasta mañana - dijo Kyouya, separándose, ofreciéndole su brazo a la chica. Ella sonrió y negó con la cabeza, riéndose un poco, pero tomando su brazo mientras la llevaba a sentarse. - Tenía pensado ir a recogerte.
- ¡Finalmente pude sorprenderte, niisan! ¡Trabajé muy duro para mantenerlo como secreto!
Haruhi, finalmente, consiguió liberarse de Tamaki via un pellizco, viendo hacia Kyouya y la joven-. ¿Niisan?
- ¿Mmm? Oh - Tamaki sonrió, enderezándose-. Sakura-hime. Es la prima de Kyouya. Vivió con Kyouya y su familia durante una temporada cuándo eran niños, luego de que su padre murió.
¿Prima? Parpadeó, viendo hacia la joven nuevamente. Ya sentada estaba gesticulando con las manos - sobre el viaje al parecer - y sonreía, entusiasmada, contándole los últimos días. Kyouya seguía teniendo esa sonrisa suave que era completamente honesta y no tenía ni una pizca de estar considerando las ventajas de estar platicando con la niña.
- Su hermano es candidado a primer ministro de un país - dijo Kaoru, a su lado.
- Tiene sentido que no quisiera a su hermanita cerca para algo posiblemente peligroso.- Agregó Hikaru-. Aunque sigue siendo extraño que no viniera con guardaespal--
- Disculpen, ¿este es el salón de música?
Los cuatro voltearon. Un joven de cabello castaño, también usando el uniforme de la secundaria, se asomó. Estaba cargando con dos maletines y tenía el mismo acento que Sakura, quién lo escuchó.
- ¡Syaoran! - Sakura se levantó, corriendo hacia donde estaba el joven, tomando su mano para jalarlo hacia donde Kyouya seguía sentado-. Kyouya-niisan, él es Syaoran, de quien te hablé. Syaoran, él es Kyouya-niisan.
Por el aura que Kyouya estaba lanzando, no era necesario pero, aún así, Haruhi (y Tamaki y los gemelos) voltearon a ver. La sonrisa de Kyouya acababa de volverse una promesa de cosas filosas y peligrosas y todo eso estaba dirigido hacia Syaoran. Él debía tener más valor que muchos hombres crecidos porque simplemente se inclinó hacia el frente, inclinando la cabeza.
- Es un honor, Ootori-senpai. - luego se enderezó para sonreírle a Sakura y... oh. La sonrisa que compartieron definitivamente explicaba el porqué Kyouya se veía así.
- Está tan muerto - murmuró Hikaru. Ella y Kaoru asintiero.
- Sakura-hime, llegó el auto. - Sonrió Syaoran.
Sakura hizo un puchero. - ¿Tan pronto? ¡Yo quería ver el club de niisan!
- Ven mañana y podrás ver lo que tenía planeado - prometió Kyouya quien, con un movimiento bastante sutil, se había puesto entre Sakura y Syaoran y estaba caminando con su mano en la espalda de la joven como para evitar que se acercaran demasiado-. Y podré presentarte a todos.
Sakura brilló de... bueno. Una manera bastante parecida a la de Tamaki. Y ella al parecer no notó nada del cambio de la sonrisa de Kyouya hacia ella que hacia la de su joven guardaespaldas.
- ¡Haruhi-senpai! - le dijo, inclinando la cabeza hacia ella-. Muchas gracias por su ayuda. No sé cuánto tiempo habría estado caminando perdida sin usted.
- Fue un placer - aunque algo le decía que ni haber ayudado a su hermanita la iba a salvar del incremento de la deuda.
- Empiecen a recibir a nuestras invitadas, no tardaré.
Syaoran también inclinó la cabeza ante ellos antes de seguir a Sakura y a Kyouya. Sakura estaba platicándole de todos los planes que había hecho para su visita. Por lo que pudo escuchar, una gran mayoría incluía las palabras 'Syaoran, Kyouya-niisan y yo'.
- Si el chico desaparece, yo no voy a llamar a la policía. - Dijo Hikaru.
Ella y Kaoru volvieron a asentir. Tamaki, sin embargo, estaba casi brillando, lágrimas en los ojos.
- ¡Oh, la dulzura y la ilusión del primer amor! ¡Sus corazones emocionados tratando de alcanzarse, pero no atreviéndose por timidez, o por clases sociales! ¡Tan trágico y tan bello!
Haruhi volteó a ver a los gemelos, pero ellos habían alzado las manos, alejándose de donde Tamaki seguía girando entre pétalos de rosas y luz en tonos pastel. Haruhi suspiró y añoró por unos momentos los días en que su vida era normal.
En lugar de eso, alcanzó por la muñeca de Tamaki, empezando a arrastrarlo.
- Vamos, senpai. Necesita tomar aire fresco.
Fandom: Ouran High School Host Club/Tsubasa Reservoir Chronicle.
Advertencias: Nada.
Personajes/parejas: Haruhi, Kyouya, Hikaru, Kaoru, Tamaki; Sakura y Syaoran.
Resumen: Francamente, Haruhi dejó de prestar atención al balbuceo incoherente de Tamaki al escuchar el 'niisan' de la chica mientras abrazaba a Kyouya.
Rating: G.
Todos tienen un punto débil o dos.
Haruhi suspiró cuándo notó que tenía que interrumpir sus estudios para ir al salón de música. Por un momento pensó en seguir leyendo hasta terminar la lección - sólo le faltaba media página - pero sabía, también, que Kyouya había implementado un sistema para cobrar por la impuntualidad. Claro que eso no era nada para los demás (ricos bastardos) de sus compañeros, pero ella no quería agregarle más ceros a su ya cuantiosa deuda. Así que cerró sus libros y cuadernos, dándose cuenta que había perdido valiosos momentos y el privilegio de ir con calma.
Por sus prisas y por estar guardando sus cosas en su maletín al mismo tiempo, no se pudo detener cuándo estaba doblando una esquina y la chica que estaba caminando, distraída, por ahí, tampoco pudo evitarla: con un grito leve de sorpresa de la otra chica, las dos terminaron en el suelo, incluyendo sus libros y apuntes.
Haruhi todavía estaba atarantada por el golpe cuándo la chica ya se estaba disculpando.
- ¡Lo siento, estaba distraída! - le dijo, empezando a juntar sus cosas. Era una alumna de secundaria, todavía usando el uniforme café. Tenía el cabello castaño claro y los ojos verdes y una expresión de completo arrepentimiento-. ¡Tendría que haberme fijado más!
- No, por favor, también estaba distraído - le aseguró con una sonrisa, juntando sus papeles y, porque Tamaki nunca le dejaría olvidarlo si no ofrecía ayuda a una dama en apuros (y un Tamaki encima de su hombro como una muy brillante, muy distractora, muy ruidosa conciencia era posiblemente peor suerte que deberle más dinero a Kyouya), una vez tuvo sus cosas, le ofreció la mano para que se levantara-. Parecías perdida. ¿Buscabas algo?
- Sí - la chica se sacudió la falda una vez estuvo de pie, ofreciéndole una brillante sonrisa que, por alguna razón de la que no estaba segura, se le hizo familiar-. Disculpe, senpai, pero... ¿sabría dónde queda el tercer salón de música, por favor?
--
Tamaki estaba caminando de arriba hacia abajo. Kyouya tomaba té, manteniendo el conteo de su reloj: Haruhi tenía cinco minutos tarde algo que, realmente, nunca había pasado pero que, también, Kyouya no consideraba ameritara la preocupación excesiva de su mejor amigo.
- ¡Haruhi nunca llega tarde! -declaró por quinta vez. Una cada minuto al punto. Era casi impresionante-. ¡Madre, algo le pasó a nuestra hija, estoy seguro!
Hikaru y Kaoru se acercaron a Tamaki, pasándole un brazo sobre los hombros cada uno.
- Tranquilo, majestad. - empezó Hikaru.
- Haruhi seguramente estará bien. - siguió Kaoru.
- Seguramente se extravió.
- Porque seguramente no habría forma en que alguien la secuestrara--
- Porque no podría pagar el rescate--
- Así que se verían forzados a venderla--
- ¡Cómo esclava!
- Porque al ser tan tan tan tan pobre sabrían que lo único que sabe hacer es trabajar duro--
- Y Haruhi trabajaría día tarde y noche fregando pisos--
- Preguntándose porqué su majestad no la salvó - terminaron los dos gemelos, quitando ambos brazos de alrededor de los hombros de Tamaki, soltándolo. Pero su trabajo estaba hecho. Kyouya observó el claro horror en el rostro de Tamaki y casi, casi podía ver su teatro mental. Suspiró, poniéndose en pie para evitar que su mejor amigo volviera a llamar a sus guardaespaldas por segunda vez en el mes - una vez había estado seguro que alguien había robado su osito - cuándo la puerta se abrió, Haruhi manteniédola abierta para--
- ¡HARUHIII~! ¡ESCAPASTE DE LOS SECUESTRADOREEE~S!
Mientrs Haruhi era tacleada por un Tamaki lloroso y agradecido por la vida de que estuviera bien, Kyouya, en cambio, también estaba recibiendo en brazos a una muy emocionada--
- ¡Kyouya-niisan!
--
Francamente, Haruhi dejó de prestar atención al balbuceo incoherente de Tamaki al escuchar el 'niisan' de la chica, Sakura, viendo como abrazaba a Kyouya con efusividad, el rostro de Kyouya perplejo por unos momentos antes de que sonriera de una manera que Haruhi sólo le había visto en contadas ocasiones.
- Pensé que llegabas hasta mañana - dijo Kyouya, separándose, ofreciéndole su brazo a la chica. Ella sonrió y negó con la cabeza, riéndose un poco, pero tomando su brazo mientras la llevaba a sentarse. - Tenía pensado ir a recogerte.
- ¡Finalmente pude sorprenderte, niisan! ¡Trabajé muy duro para mantenerlo como secreto!
Haruhi, finalmente, consiguió liberarse de Tamaki via un pellizco, viendo hacia Kyouya y la joven-. ¿Niisan?
- ¿Mmm? Oh - Tamaki sonrió, enderezándose-. Sakura-hime. Es la prima de Kyouya. Vivió con Kyouya y su familia durante una temporada cuándo eran niños, luego de que su padre murió.
¿Prima? Parpadeó, viendo hacia la joven nuevamente. Ya sentada estaba gesticulando con las manos - sobre el viaje al parecer - y sonreía, entusiasmada, contándole los últimos días. Kyouya seguía teniendo esa sonrisa suave que era completamente honesta y no tenía ni una pizca de estar considerando las ventajas de estar platicando con la niña.
- Su hermano es candidado a primer ministro de un país - dijo Kaoru, a su lado.
- Tiene sentido que no quisiera a su hermanita cerca para algo posiblemente peligroso.- Agregó Hikaru-. Aunque sigue siendo extraño que no viniera con guardaespal--
- Disculpen, ¿este es el salón de música?
Los cuatro voltearon. Un joven de cabello castaño, también usando el uniforme de la secundaria, se asomó. Estaba cargando con dos maletines y tenía el mismo acento que Sakura, quién lo escuchó.
- ¡Syaoran! - Sakura se levantó, corriendo hacia donde estaba el joven, tomando su mano para jalarlo hacia donde Kyouya seguía sentado-. Kyouya-niisan, él es Syaoran, de quien te hablé. Syaoran, él es Kyouya-niisan.
Por el aura que Kyouya estaba lanzando, no era necesario pero, aún así, Haruhi (y Tamaki y los gemelos) voltearon a ver. La sonrisa de Kyouya acababa de volverse una promesa de cosas filosas y peligrosas y todo eso estaba dirigido hacia Syaoran. Él debía tener más valor que muchos hombres crecidos porque simplemente se inclinó hacia el frente, inclinando la cabeza.
- Es un honor, Ootori-senpai. - luego se enderezó para sonreírle a Sakura y... oh. La sonrisa que compartieron definitivamente explicaba el porqué Kyouya se veía así.
- Está tan muerto - murmuró Hikaru. Ella y Kaoru asintiero.
- Sakura-hime, llegó el auto. - Sonrió Syaoran.
Sakura hizo un puchero. - ¿Tan pronto? ¡Yo quería ver el club de niisan!
- Ven mañana y podrás ver lo que tenía planeado - prometió Kyouya quien, con un movimiento bastante sutil, se había puesto entre Sakura y Syaoran y estaba caminando con su mano en la espalda de la joven como para evitar que se acercaran demasiado-. Y podré presentarte a todos.
Sakura brilló de... bueno. Una manera bastante parecida a la de Tamaki. Y ella al parecer no notó nada del cambio de la sonrisa de Kyouya hacia ella que hacia la de su joven guardaespaldas.
- ¡Haruhi-senpai! - le dijo, inclinando la cabeza hacia ella-. Muchas gracias por su ayuda. No sé cuánto tiempo habría estado caminando perdida sin usted.
- Fue un placer - aunque algo le decía que ni haber ayudado a su hermanita la iba a salvar del incremento de la deuda.
- Empiecen a recibir a nuestras invitadas, no tardaré.
Syaoran también inclinó la cabeza ante ellos antes de seguir a Sakura y a Kyouya. Sakura estaba platicándole de todos los planes que había hecho para su visita. Por lo que pudo escuchar, una gran mayoría incluía las palabras 'Syaoran, Kyouya-niisan y yo'.
- Si el chico desaparece, yo no voy a llamar a la policía. - Dijo Hikaru.
Ella y Kaoru volvieron a asentir. Tamaki, sin embargo, estaba casi brillando, lágrimas en los ojos.
- ¡Oh, la dulzura y la ilusión del primer amor! ¡Sus corazones emocionados tratando de alcanzarse, pero no atreviéndose por timidez, o por clases sociales! ¡Tan trágico y tan bello!
Haruhi volteó a ver a los gemelos, pero ellos habían alzado las manos, alejándose de donde Tamaki seguía girando entre pétalos de rosas y luz en tonos pastel. Haruhi suspiró y añoró por unos momentos los días en que su vida era normal.
En lugar de eso, alcanzó por la muñeca de Tamaki, empezando a arrastrarlo.
- Vamos, senpai. Necesita tomar aire fresco.