La llave...
...tan cerca y tan lejos...como despertar y tratar de comprender un sueño, o ver como se escapa entre los dedos junto al deseo de retenerlo...recordarlo...
...he dado dos llaves...realmente tres, aunque una fue hace tanto tiempo que apenas ya la recuerdo; la llave, la mano y la puerta...
...estas dos últimas, casi primeras, abren espacios aparentemente prohibidos...quizás sólo muestran lo único con verdadero derecho a ser visto, la esencia libre de las cargas del miedo y la cobardía...el secreto más profundo y oscuro...
...es contradicción y lo sabes, lo sé... no pueden existir y ser sólo uno, llave y secreto, pues en el momento de forjar la llave surge el secreto del secreto...para, más tarde, volver a crear la llave de la llave...
... y así es por la naturaleza humana o, al menos, por la mía, puesto que jamás aprendí a conservar ninguno de estos secretos...nunca he podido concebir que lo más puro y profundo de uno mismo no pueda ser compartido y sentido...pero tampoco he comprendido que justo cuando gira la llave y lo mío pasa a ser tuyo, esa misma parte deja de ser yo mismo...ahora, ya sabes el camino...
...realmente no sé que es peor a veces o, al contrario, cual es la mejor de las dos opciones...
...pienso que lo malo es que determinados caminos que he unido han tenido sólo un sentido...ha sido en esos casos donde, aunque jamás he llegado a arrepentirme, si que, por otro lado, me he sentido avergonzado...de no haber sido "fuerte"...de haber abierto mis puertas...de haber pretendido que me amaras conociendo mi secreto...dándote mi llave...
...jamás he visto el amor nacer reflejado en los ojos de aquellos que amé y a quienes mostré aquella parte de mi que vive y muere oculta...si me amaron fue de antes...si no me amaban, aquel descubrimiento sólo sirvió para hacer mas amarga la despedida...
...pero yo...como buen humano...sigo repartiendo llaves...
..casi cada vez que escribo y que alguien se detiene a leer el contenido, como tú ahora mismo...
....justo, en este momento, tienes mi llave..
...he dado dos llaves...realmente tres, aunque una fue hace tanto tiempo que apenas ya la recuerdo; la llave, la mano y la puerta...
...estas dos últimas, casi primeras, abren espacios aparentemente prohibidos...quizás sólo muestran lo único con verdadero derecho a ser visto, la esencia libre de las cargas del miedo y la cobardía...el secreto más profundo y oscuro...
...es contradicción y lo sabes, lo sé... no pueden existir y ser sólo uno, llave y secreto, pues en el momento de forjar la llave surge el secreto del secreto...para, más tarde, volver a crear la llave de la llave...
... y así es por la naturaleza humana o, al menos, por la mía, puesto que jamás aprendí a conservar ninguno de estos secretos...nunca he podido concebir que lo más puro y profundo de uno mismo no pueda ser compartido y sentido...pero tampoco he comprendido que justo cuando gira la llave y lo mío pasa a ser tuyo, esa misma parte deja de ser yo mismo...ahora, ya sabes el camino...
...realmente no sé que es peor a veces o, al contrario, cual es la mejor de las dos opciones...
...pienso que lo malo es que determinados caminos que he unido han tenido sólo un sentido...ha sido en esos casos donde, aunque jamás he llegado a arrepentirme, si que, por otro lado, me he sentido avergonzado...de no haber sido "fuerte"...de haber abierto mis puertas...de haber pretendido que me amaras conociendo mi secreto...dándote mi llave...
...jamás he visto el amor nacer reflejado en los ojos de aquellos que amé y a quienes mostré aquella parte de mi que vive y muere oculta...si me amaron fue de antes...si no me amaban, aquel descubrimiento sólo sirvió para hacer mas amarga la despedida...
...pero yo...como buen humano...sigo repartiendo llaves...
..casi cada vez que escribo y que alguien se detiene a leer el contenido, como tú ahora mismo...
....justo, en este momento, tienes mi llave..