OH NOES

Oct 23, 2010 20:33

 T-THE OOC-NESS, IT BURNS MY EYEEES~~

Título: Otra vez honestly, ¿a eso le llamo título?
Fandom: Guilty Gear
Claim: Sol Badguy/Ky Kiske, Sin 
Palabras: 1,049
Status: TBC?
Advertencias: posible OoC *es la primera vez que escribo del fandom*, Overture!GG, yaoi ligero, Sin

Notas: Overture, yeah. I hate the way Daisuke portrays Ky in Overture, or Sin, or Sol. Sin is a great character, so I will make my way in this fic because, honestly, I don't give a damn. About gear-lady, you can make your own ideas. I only want to make one thing clear, in this fic Sin was *At the beginning of his life* a big idiot who didn't understand his father, but changes with time. Also, Sin is inmortal, just like Sol. So, what do we expect will happen to Ky? That's the point here. And to end this big rant: no, I don't like Sin being an idiot, but I will stick a little with canon too.

Sin no se lo esperaba.

Ha escuchado historias, claro. Leído pergaminos, libros, periódicos, fragmentos de tratados, cartas, afiches, un largo etcétera acerca de la guerra y todo el dolor que ésta había traído consigo. Sabe qué es un gear. Gear.

No había ni siquiera que terminar la palabra para tener que enfrentarse al rostro descompuesto de la persona a la cual se la dijeras, y era de esperarse. Sin lo entiende y se abstiene de pronunciarla a aquellos que fuesen demasiado sensibles a los recuerdos.

Sin sabe también que su padre fue un héroe. La última esperanza de la humanidad, la luz de la redención. Hay un montón de fotografías de Ky, algunas tomadas cuando era consciente, miles sin que se diera cuenta. Su propio padre le ha dicho que no tiene idea de dónde salieron, pero que de eso ya muchos años y que ya no vale la pena preguntarse esas cosas.

Ky es humano. No, su padre es humano. A Sin a veces le es difícil de creer que su padre pueda ser tan frágil, como cualquier ser común y corriente. Cuando lo mira, todo lo que ve es el hombre más fuerte del mundo, hablando en términos humanos, como siempre.

Es por eso que realmente no se cree lo que ve.

-¿Viejo?

Sol no responde.

Está sentado frente a una cama, su rostro oculto por mechones de cabello castaño, puños tan cerrados que parece que la costura de los guantes está a punto de romperse. Tiene la mirada fija en un solo punto y ésta parece perdida en algún lugar del infinito.

Sin se arrepiente en ese momento de no reconocer la fragilidad de su padre. Se arrepiente de ignorar sus ojos cansados, la palidez de su rostro, las noches en vela firmando y firmando; trata de olvidar sus peleas, su falta de respeto, de comprensión.

Antes de que pueda pronunciar una palabra, Sol se levanta de aquella silla y se dirige con pasos lentos a aquella enorme cama que de repente parece demasiado grande para un cuerpo muy pequeño.

-¿Sabes qué es esto, muchacho?

Lo sabe, pero no quiere pronunciarlo. Lo siente en el ambiente, en la respiración débil de Ky, en su mirada cansada, en la delgadez de su cuerpo, sus débiles latidos. Y se intenta acercar, sin embargo, la mirada que le dirige Sol en ese momento es el infierno mismo. Sus ojos rojos, normalmente desinteresados y casi aburridos, parecen arder en llamas.

Sol no quiere que se acerque. No sabe por qué, pero tampoco va a retar su suerte. No lo hace aún cuando su cuerpo, su conciencia, le pida a gritos que lo haga.

Haz algo, le dice.

Pero no puede.

-¿Sin?

Levanta la mirada y todo lo que Sin puede ver es una sonrisa cansada, labios secos, ojos rojizos y su piel que parece una delgada hoja de papel. Pero sin embargo, Ky sonríe. Le sonríe de una manera tan normal y despreocupada, como si no se estuviese muriendo en una cama por un montón de cosas que nunca fueron culpa suya. Tantas cosas que no está seguro de poder contarlas y darle su merecido a cada uno de los culpables.

Tiene ganas de hablar, de decir cualquier cosa, algo como ¿qué haces ahí? ¿Por qué no peleas con el viejo? ¿Qué le pasa a tus ojos? Lo que sea con tal de no tener que combatir el silencio.

Es difícil verle desvanecerse así.

Sol parece ser más fuerte, una vez más; por lo menos él es capaz de moverse. Observa cómo se arrodilla a un lado de la cama y toma la mano de su padre como si fuese un cristal frágil a punto de romperse. Quizás sea así.

-Esto es nuevo -dice Ky y hace una pausa, su voz resuena en una habitación demasiado vacía y oscura. Parece como si la gente de Illurya se hubiese olvidado de repente de aquel que recogió su reino hecho pedazos.

-Hazme el favor de callarte.

Ky calla, pero su mirada benevolente no cambia. Está resignado.

El silencio es insoportable, Sin decide, así que aún con la mirada furiosa del mayor, se acerca y la vista es más crítica, más despiadada.

Aquel al que los dioses aman, muere joven.

-Déjame intentarlo.

¿Intentar? Sin no entiende de qué habla Sol, pero su padre parece que sí.

- - -

Doscientos años. Quizás más, difícilmente menos. Doscientos años caminando por un mundo demasiado corrupto y acabado. Dos siglos en donde Sol Badguy aprendió que la vida no estaba ahí para ti, que la vida nunca ha sido ni será benevolente ni mucho menos piadosa.
Sol sabe todo esto porque, como ya se ha dicho, ha vivido demasiado.

Sí, demasiado. Y está cansado, muy cansado.

Cuando comprendió que su cuerpo no envejecía, que su vida no acababa al menos que fuera a manos de terceros; sintió algo parecido a regocijo. Después de todo, había logrado algo con lo que miles solo habían soñado, acababa de burlar al tiempo y a la enfermedad. El costo fue alto y realmente nunca había sido su objetivo en primer lugar.

Algunos lo llamarían “efecto secundario”.

Ahora, cuando ve a Ky marchitarse en una cama, abandonado por todos aquellos que juraron estar a su lado, maldice el momento en que pensó tal estupidez. Lo maldice porque es difícil ver cómo todos los que ha llegado a tolerar -a querer-, se mueren. Duele y la sensación es similar a la asfixia.

Después de noches interminables, de tantas batallas, insultos, cicatrices, besos desesperados, caricias salvajes, secretos. Después de todo eso y más, Sol se da cuenta que Ky Kiske ha creado una marca demasiado fuerte en su vida, que reemplazarlo es imposible, que no quiere y no soporta la idea de verlo morir.

Ky Kiske. Muerto.

Ni siquiera es capaz de juntar las dos palabras.

Quiero intentarlo.

Lo dice en voz alta y su mirada choca con la de Kiske. Hacen falta solo un par de segundos para que el boyscout entienda algo que Sin tal vez nunca logre comprender. Inmediatamente, ve cómo sus pupilas se dilatan, su corazón se acelera, su respiración se agita en un intento desesperado por negarse.

La mano de Ky tiembla entre las suyas.

Odia verle tan débil.

Se niega a verlo morir. Sobre su maldito cadáver.

TBC? Probably, we will have to see. 

fics, guilty gear, overture, sin, sol badguy/ky kiske

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