Título: Apariencias
Fandom | Personajes: Glee | Puck/Quinn
Rating | Advertencias: PG-13 | Nada
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Desafío Besos de
minor_fandoms . Se lo dedico a
xpunkshadow , que me dijo "escríbeme algo de tu OTP" y tras romperme la cabeza pensando quienes eran (tengo muchas OTP's en esta vida) y de que ella me lo dijese, aquí estamos ~ Es la primera vez que escribo sobre este fandom y que uso a estos personajes. Creo (firmemente xD) que hay en Quinn mucho más de lo que vemos. Creo que Puck es la cosa más genial del mundo. Y creo que son más OTP que donde las frabrican ;) [Soy plenamente consciente de que mohawk es mohicano en español, pero... ¿soy a la única a la que le suena de puta pena?]
Palabras: 270
Ser la líder de las animadoras es una responsabilidad muy grande. Estás en el punto de mira, lo quieras o no, y hay que preocuparse siempre de la imagen del equipo. Porque la líder de las animadoras es la mejor en su trabajo. Y no puede dar un sólo paso en falso. El mundo de las mini faldas tableadas y los pompones es más salvaje que la jungla. Si fallas, te arrancan los ojos. No hay escapatoria posible.
Por eso Quinn sabe que no debería estar ahí, acorralada entre un quarterback con pelo a lo mohawk y las taquillas; porque se supone que la líder de las animadoras tiene que salir con el líder del equipo, y no dejar que su mejor amigo le cuele la mano bajo la falda. Pero los labios de Puck son más suaves de lo que ella jamás habría imaginado, y sus ojos verdes se han oscurecido de tal forma que despiertan cosas que deberían estar mal para una chica que preside el Club del Celibato.
Y puede que guardar las apariencias sea necesario; pero no es divertido.
Además... ¿se supone que si Puck le está mordiendo el cuello tan... así... ella tiene que seguir comportándose como la mojigata que sus padres quieren que sea?
Va a ser que no. Es Quinn Fabray, la líder de las animadoras. Y esa posición (lo de ser animadora; no lo de tener las piernas alrededor de la cintura de Noah Puckerman) le da el derecho a hacer lo que quiera.
Y tampoco es como si en ese preciso momento se le pasase por la cabeza la palabra no.