Con sabor a cereza (Emmett/Rosalie) [Crepúsculo] (Cuarto Reto, Séptimo Periodo) [lmf_torneo]

Aug 30, 2008 21:46

Estar setenta años al lado de una persona no es nada. O no lo es, al menos, si eres un vampiro. O al menos, eso piensa Emmett cada amanecer, mientras, sentado en la cama ve como Rosalie camina desnuda por el cuarto, con pequeños destellos del escaso sol de Forks sobre su piel.

Mientras esquiva la butaca para llegar junto al armario, Emmett observa que su forma de caminar no ha cambiado con el paso de los años ya que sigue siendo esa mezcla de delicadeza y sensualidad que desprende seguridad y que a él le encanta observar mientras su Rose hace algo tan humano como vestirse.

En realidad, a Emmett le gusta observar a Rose en todas las situaciones vampíricamente posibles. Le encanta verla vestirse, verla cazar, ver como camina por los pasillos del instituto, haciendo que todas las aspirantes a Reina de Primavera la miren con envidia, adora verla debajo de un coche, trajinando con tuercas y cosas que él nunca ha querido entender. Adora, sobre todo, verla y oírla cantar mientras se ducha. Y sobre todo, le encanta cuando sale de la ducha, completamente mojada, y camina por la habitación, como ahora, sin preocuparle que él pueda verla. Porque Rosalie confía en él, y eso Emmett lo sabe. Y tras setenta años de verse desnudos con una frecuencia casi continua, la vergüenza no tiene razón de existir.

Podría decirse que Emmett está adicto a Rosalie. Y sería cierto, la verdad. Porque está tan adicto a ella como ella lo está a él.

Se levanta de la cama y se acerca a ella, que está sentada delante del tocador, maquillando a conciencia su piel del color del marfil. Se agacha hasta quedar a su misma altura en el espejo, y le dedica una sonrisa. Y entonces su pequeña Rose lo mira a los ojos a través del reflejo, y alza una mano para acariciarle la mejilla con su mano helada. Emmett le aparta el pelo de los hombros y besa suavemente el derecho, antes de incorporarse, rozando levemente su cuello con la nariz, y acariciar su suave melena mientras se pone de pie.

- Deberías cambiarte, cariño‑susurra Rosalie desenroscando el tubito de un brillo de labios que invade el olfato de Emmett de un dulce y apetecible olor a cerezas.

Pero él se la queda mirando. La mayor adicción de su existencia es Rosalie. Los labios de Rosalie, para ser más concretos. Ve como pasa por ellos el pincel del brillo de labios que los transforma de su tono rosado blanquecino habitual a un tono rojo brillante y jugoso, que hace que Emmett decida que va a besarla en ese preciso instante.

Y como nunca ha sido de los que piensan antes de actuar, se acerca a Rose, que en su opinión está preciosa, completamente desnuda y maquillada, con los labios rojos.

- Emmett… vamos a llegar tarde al instituto -murmura ella. Es una estatua de hielo, si, pero él logra derretirla hasta límites insospechados, mientras la atrae contra su cuerpo.

- Rose… ‑susurra él delineando su mandíbula con un dedo.

- ¿Mmm? -ella lo mira a los ojos, con los labios en forma de corazón entreabiertos, y las frías manos de Emmett rozando su piel.

- Sabes de sobra que no me importa -replica antes de besarla despacio, pero con poca suavidad.

· fuente: reto, pairing: emmett/rosalie, fandom: crepúsculo, ~ escrito: fanfic, longitud: drabble, comunidad: reviews_welcome, comunidad: lmf_torneo

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