Fic
Título: Residente del Sol.
Género: General.
Fandom: Naruto.
Pairing: Sasunaru/Narusasu. Es la MISMA weá.
Words: 800 y pico.
Rated: PG.
Tipo: Serie. [1/4]
Warning: Spoilers que todos YA conocen, etc, etc. OOCness a morir y bla bla.
Comments: Primero que nada este fic está basado en un doujinshi del mismo nombre: Taiyou no Sumika. Digo BASADO, no es una copia a carbón, sino un concepto que ya me había planteado y que se me esclareció cuando me crucé con dicho doujin; y es que shit, TIENEN que leerlo… es completamente tearjerker ;____;.
Primera y última vez que me despego de mis amados drabbles (o eso espero).
I
Aquí viene la lluvia.
La mirada burlona de Itachi se queda plasmada en su rostro aún después de muerto, su cuerpo inmóvil yace en el suelo y desde allí parece mofarse de Sasuke, quien está empezando a causarle miedo porque, simplemente, no se mueve.
Sasuke permanece allí, parado y estoico, con la mirada fija en el cadáver de su hermano. Naruto siente la urgencia de sacudirlo o golpearlo sólo para conseguir alguna reacción, pero cuando intenta levantarse se da cuenta que prácticamente tiene un agujero ensangrentado en vez de estómago. Así que opta por gritar.
- ¡Sasuke!
Nada.
- ¡Bastardo, sal de allí!
Haz algo, piensa, lo que sea.
Comienza a sentirse mareado y lo último que distingue es el cuerpo de Sasuke cayendo al suelo.
Está oscuro.
II
El ojo de la tormenta.
Orochimaru está muerto, Itachi también. Akatsuki ya no es más que un secreto a voces que rápidamente desaparece pero lentamente se olvida. Sasuke ha vuelto a casa (aparentemente) y lentamente todas las piezas comienzan a encajar en su lugar. Parecía demasiado bueno para ser verdad y pronto Naruto descubrió que en toda historia hay grietas.
- ¡Naruto! - Sai abrió la puerta de golpe, hecho un torbellino.
- ¿Es qué no sabes tocar, idiota? - Respondió, sin moverse de la cama de hospital en la que reposaba.
- Apresaron a Sasuke.
- ¿Qué?
- Y créeme, no es sólo eso...
III
Nubes de paso.
Harán que olvide todo. Incluso a ti.
La expresión de aflicción en el rostro de Kakashi le hacía ver, por lo menos, diez años más viejo. Se veía cansado y debido a ese mismo agotamiento fue que no dijo nada al ver a su pupilo parado en el marco de la puerta, jadeando y completamente exhausto de tanto correr. Se levantó de la cama en la que se encontraba sentado y echó un último vistazo al cuerpo inconciente de su otro alumno, Sasuke.
Naruto parecía haber oído las noticias ya.
- Supongo que ya te enteraste…- lo dijo casi en un murmullo, tomándolo por hecho.
- ¿No…?
- No, Naruto. No tiene memorias de su vida, pero conserva todos los conocimientos necesarios para la profesión de ninja. No debería serle muy difícil salir adelante.
El chico le dirigió una de esas miradas que Kakashi tanto odiaba, esas de cachorro golpeado. Suspiro y en un gesto de compasión, le dio una palmadita amistosa en la espalda.
- Mira Naruto, la verdad es que en el estado en que Sasuke estaba representaba un peligro para ti, para mi y para el resto de la aldea. ¿Tú crees que habría podido vivir con eso?
¡Claro que sí! ¡Me tiene a mí!
- No había otra solución, muchacho.
Naruto gruñó - Siempre hay otra solución, maestro.
IV
¿Qué va a ser de ti lejos de casa?
Naruto se tomó unos segundos antes de golpear la puerta, los nervios estaban matándolo. Nunca se esperó que el momento fuera tan…pronto.
- Naruto, sé que estás allí. Entra. - Se oyó la voz autoritaria de Tsunade detrás de la puerta y sin pensarlo dos veces, Naruto obedeció a su comando.
Allí, en el centro de la oficina, se encontraba parado Uchiha Sasuke.
Sasuke. Sin ningún recuerdo; un completo extraño.
- Uchiha, te presento a Uzumaki Naruto: tu nuevo compañero. Quedas en su cuidado de ahora en adelante, hasta que te habitúes a nuestra aldea. - El tono casual de Tsunade no ayudó en nada al nudo que empezaba a formarse en su garganta cuando Sasuke, tan formal, le extendió la mano.
- Encantado. - Dijo, galante, con una sonrisa impersonal en el rostro.
Naruto forzó una sonrisa - Igualmente, Uchiha.
V
Señales de satélite.
- ¿De verdad comes ramen todos los días? - preguntó, impresionado ante las rarezas de su nuevo compañero. Naruto afirmó con la cabeza, sin siquiera despegar la vista del plato.
Sasuke lo miró boquiabierto.
- ¿Qué? - preguntó, sorbiendo unos cuantos fideos más.
- Esas cosa no es sana, deberías comer vegetales - dicho esto, abrió la nevera y sacó una lechuga.
- Oh, pero si como vegetales. Cuando tú no ves.
- Ya llevo un mes contigo, me habría dado cuenta. ¿Qué clase de ninja eres, Naruto? - Sasuke río y le ofreció un plato de ensalada.
- Tú casa antigua, allí había un jardín de tomates - sonrió - Solía comer de allí todo el tiempo.
- Hey, no deberías comerte los jardines de otras personas - Naruto río y trató de no mirar a Sasuke.
Los planté yo, cuando te marchaste.
Y tú, no recuerdas.
Pero decidí que ya no voy a llorar. Aunque duela.
Fin del capítulo uno.
Capítulo 2 / Capítulo 3 / Capítulo 4.
Género: General.
Fandom: Naruto.
Pairing: Sasunaru/Narusasu. Es la MISMA weá.
Words: 800 y pico.
Rated: PG.
Tipo: Serie. [1/4]
Warning: Spoilers que todos YA conocen, etc, etc. OOCness a morir y bla bla.
Comments: Primero que nada este fic está basado en un doujinshi del mismo nombre: Taiyou no Sumika. Digo BASADO, no es una copia a carbón, sino un concepto que ya me había planteado y que se me esclareció cuando me crucé con dicho doujin; y es que shit, TIENEN que leerlo… es completamente tearjerker ;____;.
Primera y última vez que me despego de mis amados drabbles (o eso espero).
I
Aquí viene la lluvia.
La mirada burlona de Itachi se queda plasmada en su rostro aún después de muerto, su cuerpo inmóvil yace en el suelo y desde allí parece mofarse de Sasuke, quien está empezando a causarle miedo porque, simplemente, no se mueve.
Sasuke permanece allí, parado y estoico, con la mirada fija en el cadáver de su hermano. Naruto siente la urgencia de sacudirlo o golpearlo sólo para conseguir alguna reacción, pero cuando intenta levantarse se da cuenta que prácticamente tiene un agujero ensangrentado en vez de estómago. Así que opta por gritar.
- ¡Sasuke!
Nada.
- ¡Bastardo, sal de allí!
Haz algo, piensa, lo que sea.
Comienza a sentirse mareado y lo último que distingue es el cuerpo de Sasuke cayendo al suelo.
Está oscuro.
II
El ojo de la tormenta.
Orochimaru está muerto, Itachi también. Akatsuki ya no es más que un secreto a voces que rápidamente desaparece pero lentamente se olvida. Sasuke ha vuelto a casa (aparentemente) y lentamente todas las piezas comienzan a encajar en su lugar. Parecía demasiado bueno para ser verdad y pronto Naruto descubrió que en toda historia hay grietas.
- ¡Naruto! - Sai abrió la puerta de golpe, hecho un torbellino.
- ¿Es qué no sabes tocar, idiota? - Respondió, sin moverse de la cama de hospital en la que reposaba.
- Apresaron a Sasuke.
- ¿Qué?
- Y créeme, no es sólo eso...
III
Nubes de paso.
Harán que olvide todo. Incluso a ti.
La expresión de aflicción en el rostro de Kakashi le hacía ver, por lo menos, diez años más viejo. Se veía cansado y debido a ese mismo agotamiento fue que no dijo nada al ver a su pupilo parado en el marco de la puerta, jadeando y completamente exhausto de tanto correr. Se levantó de la cama en la que se encontraba sentado y echó un último vistazo al cuerpo inconciente de su otro alumno, Sasuke.
Naruto parecía haber oído las noticias ya.
- Supongo que ya te enteraste…- lo dijo casi en un murmullo, tomándolo por hecho.
- ¿No…?
- No, Naruto. No tiene memorias de su vida, pero conserva todos los conocimientos necesarios para la profesión de ninja. No debería serle muy difícil salir adelante.
El chico le dirigió una de esas miradas que Kakashi tanto odiaba, esas de cachorro golpeado. Suspiro y en un gesto de compasión, le dio una palmadita amistosa en la espalda.
- Mira Naruto, la verdad es que en el estado en que Sasuke estaba representaba un peligro para ti, para mi y para el resto de la aldea. ¿Tú crees que habría podido vivir con eso?
¡Claro que sí! ¡Me tiene a mí!
- No había otra solución, muchacho.
Naruto gruñó - Siempre hay otra solución, maestro.
IV
¿Qué va a ser de ti lejos de casa?
Naruto se tomó unos segundos antes de golpear la puerta, los nervios estaban matándolo. Nunca se esperó que el momento fuera tan…pronto.
- Naruto, sé que estás allí. Entra. - Se oyó la voz autoritaria de Tsunade detrás de la puerta y sin pensarlo dos veces, Naruto obedeció a su comando.
Allí, en el centro de la oficina, se encontraba parado Uchiha Sasuke.
Sasuke. Sin ningún recuerdo; un completo extraño.
- Uchiha, te presento a Uzumaki Naruto: tu nuevo compañero. Quedas en su cuidado de ahora en adelante, hasta que te habitúes a nuestra aldea. - El tono casual de Tsunade no ayudó en nada al nudo que empezaba a formarse en su garganta cuando Sasuke, tan formal, le extendió la mano.
- Encantado. - Dijo, galante, con una sonrisa impersonal en el rostro.
Naruto forzó una sonrisa - Igualmente, Uchiha.
V
Señales de satélite.
- ¿De verdad comes ramen todos los días? - preguntó, impresionado ante las rarezas de su nuevo compañero. Naruto afirmó con la cabeza, sin siquiera despegar la vista del plato.
Sasuke lo miró boquiabierto.
- ¿Qué? - preguntó, sorbiendo unos cuantos fideos más.
- Esas cosa no es sana, deberías comer vegetales - dicho esto, abrió la nevera y sacó una lechuga.
- Oh, pero si como vegetales. Cuando tú no ves.
- Ya llevo un mes contigo, me habría dado cuenta. ¿Qué clase de ninja eres, Naruto? - Sasuke río y le ofreció un plato de ensalada.
- Tú casa antigua, allí había un jardín de tomates - sonrió - Solía comer de allí todo el tiempo.
- Hey, no deberías comerte los jardines de otras personas - Naruto río y trató de no mirar a Sasuke.
Los planté yo, cuando te marchaste.
Y tú, no recuerdas.
Pero decidí que ya no voy a llorar. Aunque duela.
Fin del capítulo uno.
Capítulo 2 / Capítulo 3 / Capítulo 4.