Apr 26, 2008 20:46
El cielo ha abierto sucursales en la tierra. En el reverso de la hoja que encontré en tu puerta, y en la barriga de mi pez Telescópco. El mundo se mece muy suave mientras pasa el tiempo, a veces muy despacio. Mientras pierdo la esperanza sigue saliendo el sol. El cristal de la ventana contra mi cara me empuja al sueño, y sin embargo, no logro caer. Tampoco separarme del suelo. Me mantengo esperando a que algo me arrastre al otro lado y poder flotar sin miedo en el eter de lo eterno. Donde nada me separe del amor, ni tampoco de mí. Echo de menos mis propios abrazos, lamerme las heridas en la noche, mientras todos duermen. Consolar mi llanto con luces que veo desde mi ventana, escondida tras el velo de la cortina, para que nadie vea como lloro mi propia existencia material. Quiero escapar de este estado de putrefacción vital. Alejarme de lo corrupto de lo humano. Aceptar la vida de un ser mucho más perfecto.