La nada
Debiera estar estudiando pero en lugar de eso me encuentro sentada en mi cómoda silla, viendo la nada, escuchando música de piano que hace tiempo no me daba el placer de hacer
Si quizás tenga exámenes y todo un montón de cosas por hacer, pero al menos este fin de semana no me interesa, se que los que me conocen dirán que llevo mucho tiempo sin que me interese
Y es verdad hace tiempo que la motivación de mi vida se ha perdido, porque sacar un 10 ya no es reto, suena grosero, suena egocéntrico, pero no es ni una cosa ni la otra
Es simplemente que cunado sabes que lo sabes, es lo mas normal, es como decir no temo ir a la tienda caminado pues desde hace años que aprendí a caminar
Algo así, pues los exámenes estos se me hacen cotidianos, nada nuevo, nada sorprendente, quizás bastante tediosos y con muchas cosas por recordar pero acaso no es lo mismo que comer o hablar
Es algo que sabes hacer y que sin miedo alguno lo haces, si quizá en el momento de la ejecución de la acción existan errores pero esos errores no serán porque no sepas comer o no sepas hablar sino porque te has descuidado cuando lo has hecho
En estas situaciones es cuando recuerdo a Iana, quien era la responsable de guiarme hacia el buen camino del estudio, la que indicaba el correcto proceder masa allá de mis deseos
La que con lógica fría e indestructible me hacia cumplir con mis obligaciones, pues bien, esto que escribo es por la ausencia de ella
Porque aunque ya no duele tanto la sigo extrañando y confiando en que volverá…
Iana te seguiré buscando
Si quizás tenga exámenes y todo un montón de cosas por hacer, pero al menos este fin de semana no me interesa, se que los que me conocen dirán que llevo mucho tiempo sin que me interese
Y es verdad hace tiempo que la motivación de mi vida se ha perdido, porque sacar un 10 ya no es reto, suena grosero, suena egocéntrico, pero no es ni una cosa ni la otra
Es simplemente que cunado sabes que lo sabes, es lo mas normal, es como decir no temo ir a la tienda caminado pues desde hace años que aprendí a caminar
Algo así, pues los exámenes estos se me hacen cotidianos, nada nuevo, nada sorprendente, quizás bastante tediosos y con muchas cosas por recordar pero acaso no es lo mismo que comer o hablar
Es algo que sabes hacer y que sin miedo alguno lo haces, si quizá en el momento de la ejecución de la acción existan errores pero esos errores no serán porque no sepas comer o no sepas hablar sino porque te has descuidado cuando lo has hecho
En estas situaciones es cuando recuerdo a Iana, quien era la responsable de guiarme hacia el buen camino del estudio, la que indicaba el correcto proceder masa allá de mis deseos
La que con lógica fría e indestructible me hacia cumplir con mis obligaciones, pues bien, esto que escribo es por la ausencia de ella
Porque aunque ya no duele tanto la sigo extrañando y confiando en que volverá…
Iana te seguiré buscando