El Demonio de al lado [Capítulo 3, Traducción]

Dec 04, 2013 21:57




Kyungsoo ya no sabía exactamente lo que era caminar.

Sentía como si flotara y nadara y bailara al mismo tiempo, Si no fuera por Jongin, su rostro estaría ahora mismo contra el asfalto.

Habían pasado el resto del día en el club, bebiendo y desmayándose. Pero Kyungsoo volvía en sí cuando alguien intentaba meterse en sus pantalones, y éso hacía enojar a Jongin ya que él era una de esas personas.

Hipo resonaba en el aire nocturno como notas de staccato (Nota musical). Kyungsoo se aferró a los hombros de Jongin desesperadamente mientras lo seguía como furgón, sus ojos cerrándose con cada paso que los acercaba a sus respectivos hogares.

Jongin forzó a Kyungsoo a subir las escaleras de su casa, tocando la puerta. Kyungsoo se recargó contra la barandilla de las escaleras, viendo hacia abajo, observando al pavimento como si fuera la cosa más maravillosa que habría visto.

Moviéndose de un lado al otro sobre sus pies, Jongin tocó de nuevo. Cuando el Sr. y la Sra. Do no abríeron la puerta, habiéndose ido a una reunión horas antes, Jongin se giró sobre sus pies y se dirigió hacia su casa.

Kyungsoo le siguió, tambaleandose sobre sus pies. “¡Yah! ¡Espera!”

“Tus padres no están en casa, Cabezota,” Jongin le dijo. “¿Quieres venir a mi casa?”

Kyungsoo chilló, su visión estaba borrosa y los oídos le resonaban. “¿Que dijiste?”

Jongin se deslizó hacia él, sus labios se encontraban a milímetros del oído del mayor. “¡Dije que tus padres no están en casa!,¿Quieres venir a la mía?”

“¡Diós,Bien!” Kyungsoo respondió. “¡No tienes que gritarme!”

Aferrándose a Jongin de nuevo, dejó que su nuevo vecino lo llevara hacia la casa de al lado.

A pesar de la visión borrosa que tenía, Kyungsoo era capaz de ver que dentro de la casa estaba el mismo estilo básico , justo como la suya que había sido construida por el mismo arquitecto.

Las paredes eran negras, al contrario de las suyas que eran blancas. Los muebles eran color plata, y habían antigüedades que llenaban las mesas y el interior de un mueble de vidrio que se encontraba justo en la sala.

La cocina estaba bien equipada y negra completamente. Jongin abrió el refrigerador forzosamente, sacando una de las tantas cervezas que su padre tenía. A pesar de que estaba claramente prohibido para todos beber de las preciosas Bud Light que pertenecían al Sr. Kim, Jongin sólo lo hacía para hacer enojar a su padre.

Le entregó una a Kyungsoo, quien ignoraba completamente de donde la había sacado. La golpeó contra su frente antes de caer de nuevo hacia sus manos, obteniendo un chillido y un golpe.
Se sentaron los dos en la mesa de la cocina, La nariz de Kyungsoo se había acostumbrado a la esencia de alcohol ya que también él irradiaba el olor, y cuando abrió la lata de cerveza ni siquiera le perturbó.

Jongin se acercó hacia él sobre la mesa. “Así que, Cabezota, ¿Como te va?”

“Bien.” Kyungsoo tomó otro sorbo de cerveza. “Está todo bien, Todo fantástico, hermano.”

“Ése es mi chico,” Jongin dijo, palmeando a Kyungso en la cabeza como si fuera un perro.

Kyungsoo sonrió triunfante al terminar su cerveza, sólo para tener a Jongin reemplazándola con otra. Jalando la ficha de la lata para abrirla, Kyungsoo comenzó a beberla también.

Se tomaron casi todo el paquete que el Sr. Kim había comprado justo el día anterior. Latas de metal estaban regadas por el suelo y ni uno de los dos se molestaron en levantarlas.

En su lugar, pasaron el tiempo con Jongin intentando enseñarle a Kyungsoo como fumarse un cigarrillo propiamente. Sólo inhaló y Kyungsoo ya estaba tosiendo de nuevo, su garganta ardía.

“No, hombre,” Jongin lo cortó. “Tienes que hacerlo lento. Tienes que respirarlo suave. No como si estuvieras tragando helio, coño.”

Kyungsoo obedeció a Jongin, tomando pequeñas y lentas caladas del humo. Parecía hacer cosquillas bajo su garganta de ésa manera, y se sentía de alguna forma tranquilo. Como si su garganta estuviera en un sauna.

Jongin formó una sonrisa en su rostro ante la repentina forma en que el mayor fumaba, como si fuese todo un profesional. Encendió un cigarrillo y lo introdujo en su boca, chupando la punta como si fuera un dulce.

Kyungsoo se recargó en su espalda, su cabeza levemente alzada para liberar bocanadas de humo. Salían como si fuesen nubes y se encontraban con el techo arriba, dispersándose por todos lados, pareciendo como si fuese un océano de humo.

No tardó mucho para que Kyungsoo comenzara a sentirse adormilado, el alcohol poniéndolo lentamente en un abismo de cansancio. Apenas pudo levantarse de su silla, por lo que Kai lo ayudó a llegar hacia la sala.

Kyungsoo colapsó sobre el sofá, su rostro hundiéndose sobre los cojines que estaban a los lados de el largo colchón. Abrió un ojo para ver si Jongin se había sentado en el suelo frente al sofá, fumando su cigarrillo tan calmadamente como un anciano fumando de una pipa.

En aquellos instantes no le molestaba estar ebrio o haber fumado hasta secar sus pulmones. Todo parecía absolutamente perfecto. Jongin obviamente se divertía al vivir su vida de aquella forma y finalmente Kyungsoo podría también.

Terminó dormido, sus ojos cerrados, abriéndole las puertas hacia el mundo de los sueños. Sin embargo sus oídos estaban despiertos, de cierta forma, y Kyungsoo estaba asombrado al poder escuchar todo lo que pasaba a su alrededor en el mundo real.

Escuchó a Jongin levantarse, el piso chirriando bajo su peso. Pisadas se podían escuchar, tornándose débiles y débiles mientras el menor caminaba en una dirección lejana a Kyungsoo en el sofá.

Se podía escuchar el rechinar de una puerta, y un par de gritos. Kyungsoo tembló en sus sueños al escucharlos. Por alguna razón, sintió que algo no tan bueno ocurriría.

Y estaba en lo correcto. Palabras que se suponían debían ser susurros pero fueron echados tan fuertes como amenazas fueron cayendo hacia Jongin como agua de lluvia. El Sr. y la Sra. Kim no estaban tan complacidos al ver que había enseñado a Kyunugsoo la vida del cigarro y el alcohol.

“¿Qué es lo que vamos a decirle a sus padres, Jongin?” El Sr. Kim preguntó. “No podemos sólamente dejarlo en su casa en éste estado cuando regresen.”

“¿Cómo pudiste hacer esto?” La Sra. Kim cuestionó a su hijo. “¿Por que le harías esto a él?, Es un chico tan dulce, Jongin. Aléjate de él.”

“Es mayor que yo, “ Kyungsoo escuchó a Jongin decir. “Se supone que debe ser más maduro. Pudo haber dicho “no”.”

Y entonces Kyungsoo se dio cuenta de que Jongin estaba completamente en lo cierto, y lo hizo preguntarse así mismo el por que no había sido lo suficientemente fuerte para resistirse a lo que el menor le había empujado a hacer.

Jongin había obviamente impuesto una fuerte presión sobre el mayor, y aún así, Kyungsoo no pensaba que esencialmente sus palabras lo habían llevado a intentar esas cosas. Era Jongin mismo.

Había estado pensando constantemente en como alguien igual al menor podría ser tan...perfecto. Su apariencia, su personalidad, todo. Era un PlayBoy, el modelo perfecto. Podría ser el mismo Ken coreano. Incluso Barbie sería incapaz de rechazarlo a él.

Kyungsoo no podría decir que se sentía atraído, pero sí quería ser más como Jongin. Kyungsoo era mucho más débil que él en términos de cuerpo y mente, y tomando lecciones de alguien extraño podrían ayudarlo a mejorar.

Nota el "podría."

Entonces alguien sacudió a Kyungsoo. Él abrió sus ojos para encontrarse con el adorable rostro de la Sra.Kim, su piel plegandose en áreas donde líneas de preocupación se formaban mientras lo veía.

Corrió sus dedos sobre el cabello del chico, deteniéndose en su frente par ver si tenía fiebre. Kyungsoo sonrió tímidamente hacia la mujer, el alcohol jugandole trucos en su usualmente alertada mente.

“¿Cómo te sientes, cariño?” Le preguntó. “¿Te puedes sentar?”

Kyungsoo levantó su cabeza para poder asentir libremente, su cuello perdiendo todo el control mientras sus extremidades se desentumían. Su boca estaba abierta completamente, y agua fría se hizo camino hacia su garganta. El Sr. Kim dejó el baso sobre la mesa una vez estuvo completamente vacío.

“¿Tienes alguna llave para entrar a tu casa?” Le preguntó. “Tus padres no están en casa.”

“Nope.” Kyungsoo se balanceó de un lado al otro. “Estaban en mi mochila. Alguien me la robó en el club al que Jongin me llevó.”

“¡¿Lo llevaste a un club?!” La señora Kim gruñó. “Kim Jongin, ¡Has ido demasiado lejos con éste chico!”

Kyungsoo volteó el rostro para encontrarse con un Jongin sentado en la mesa de la cocina, largas piernas cruzadas en una de las formas más provocativas. Los labios del menor se curvaron en una sonrisa ladina al ver los ojos de Kyungsoo sobre sí.

“Podría ir mucho más lejos con él, madre.”

El grito que salió de las bocas de los Kim ante tal declaración dejó a Kyungsoo creyendo que Jongin era completamente algo anormal. Su cabeza estaba dando muchas vueltas como para poder analizar el significado de aquellas palabras.

La Sra. Kim levantó a Kyungsoo sobre sus dos pies tomándole del brazo. Él casi se calló sobre ella, lo cual era bastante vergonzoso considerando que no había caminado absolutamente nada.

Ella gentilmente lo guió hacia la puerta, ocasionalmente dedicándole miradas amenazadoras a su hijo. Kyungsoo balanceó su cabeza hacia atrás para darle a Jongin una despedida, sólo para encontrarse con una nube de humo sobre su rostro.

Tosiendo, Kyungsoo siguió a la madre de Jongin fuera del lugar.

Ella lo dejó en el porche, por que en su opinión, era mejor tenerlo fuera de su casa que dentro, con su hijo. Y él sólo se acurrucó en forma de bola, el alcohol adormeciéndolo de nuevo para que durmiera como si fuese una canción de cuna.

Naturalmente, sus padres no estaban tan contentos de verlo en el porche. Y cuando pudieron detectar un olor extraño proveniente de él, los dos cási tienen un caso severo de ataque al corazón.

Su pequeño Kyungsoo no bebía. Él tampoco fumaba, y aún así, aquí estaba el, apestando a alcohol y cigarrillos. Retrocediendo de su adormilada figura en horror.

En algún lugar de sus sueños, Kyungsoo pudo escuchar a sus padres gritándole a Jongin, junto a su padre y su madre.

*-*-*-*-*

El Sábado paso rápidamente.

Todo el día había consistido en Kyungsoo intentando localizar su mochila perdida, y tuvo que soportar con el dolor de cabeza del siglo.

Jongin había sido forzado por sus padres para acompañar a Kyungsoo de nuevo al club en busca de la mochila. Desafortunadamente, no estaba en ni una de las esquinas o lugares. Alguien de hecho se la había llevado.

Como un trato justo, los Kim compraron una nueva mochila para Kyungsoo y un nuevo set de libros. Éso no podría ayudarle a recuperar el tiempo que había perdido en términos de planeación, como el presidente del cuerpo estudiantil. Kyungsoo tenía tantos detalles en sus cuadernos y en la mochila, y ahora todo estaba perdido.

Estaba muy atrasado, y sus profesores no se veían muy placenteros al escuchar toda la situación cuando Kyungsoo les informó ése mismo Lunes.

Nadie se habría imaginado que Do Kyungsoo era capaz de perder algo. Especialmente cosas escolares. Y nadie podría imaginarse que, por que había perdido su mochila con todo su trabajo, no tenía su tarea consigo.

Kyungsoo caminó desolado hacia su escritorio después de haber explicado todo a su profesor de Inglés. Mientras se dejaba caer sobre la mesa, su cabeza aún dolía, culpaba a Jongin por todo lo malo en el mundo.

Ése bastardo. Era por su culpa que Kyungsoo había perdido su mochila y todo lo que estaba dentro de ella. Jongin le estaba arrebatando toda la ética escolar, y odiaba sentirse tan seco.

No quería ver nunca más en su vida al hijo de perra. Le estaba arruinando la vida. Incluso aunque fuesen vecinos, Kyungsoo había decidido no volver a mirarlo, o hablar con él.

Sería duro y francamente molesto, pero sería la mejor decisión. Mientras Kyungsoo pueda sobrellevar todo ésto hasta su graduación para poder irse a la universidad, él estará bien.

El destino, como sea, tenía otra opinión, y había decidido intervenir.

Por que la siguiente cosa que Kyungsoo sabía, era que había una figura parada en la puerta, recargado contra uno de los lados. Vestido completamente con el puto uniforme de la escuela. Sus manos estaban suavemente guardadas en los bolsillos de los pantalones y tenía goma de mascar en la boca, mostrando aquellos labios gruesos con cada movimiento.

Jongin realmente sabía como arreglarse bien para la escuela. Un suspiro colectivo se escapó de la sección donde todas las chicas de la clase se encontraban, e incluso los chicos parecían sorprendidos con el nuevo estudiante.

Pero Kyungsoo hervía de la rabia. Había olvidado completamente que el idiota iría a la misma escuela que él, que estaría en el equipo de basketball con Chanyeol.

¿Por qué?, Oh, demonios, ¿Por qué coño ésta hyena tendría que estar en su aula por el resto del año? Kyungsoo vio su carrera universitaria volar por la ventana.

Pero la hizo regresar. Estaba determinado a resistir y rechazar todo lo que Jongin le ofreciera. Cigarrillos, alcohol, cualquier cosa que fuera; no. Dificil, pero no imposible. O eso es lo que pensó.

El Sr. Wang se quitó sus lentes ovalados para observar a Jongin escéptico. “¿Puedo ayudarte?”
“Me dijeron que ésta es mi nueva aula,” Jongin respondió. “La Sra. Zhang lo dijo.”

“Oh.” El Sr. Wang tomó su lista de asistencia y buscó sobre ella. “Tu debes de ser el tan esperado Kim Jongin.”

Jongin asintió con la cabeza antes de dar un vistazo al salón. “¿Donde me voy a sentar?”

Kyungsoo volteó hacia el asiento de al lado, y su corazón casi se sale al encontrarlo vacío. Zitao no había asistido a la escuela hoy. Probablemente aún estaba en casa peleando contra la fiebre que había pescado. Kyungsoo mordió su labio inferior.

Por favor, no al lado mío. No al lado de Do Kyungsoo. Él no está aquí. Éste lugar está ocupado por un hombre invisible. Está envenenado. No te sientes aquí.

“Hay un asiento libre al lado de Kyungsoo, justo aquí. Kyungsoo, levanta tu mano para que Jongin pueda ver.”

“No tiene que hacerlo,” Jongin lo interrumpió, caminando hacia el asiento con sus ojos sobre Kyungsoo. “Ya nos conocemos.”

La sonrisa que apareció en su rostro hizo temblar a Kyungsoo. Bajó la mirada hacia el escritorio cuando Jongin se sentó a su lado. Sus rodillas se rozaron una contra la otra, y Kyungsoo se alejó lo más que pudo de Jongin, recargándose contra la pared.

El Sr. Wang les otorgó sus hojas de trabajo después, y Kyungsoo se sumergió en ellas inmediatamente. Todo lo demás estaba bloqueado en su mente a exepción del trabajo frente así.

Excepto los pinchazos de un lápiz contra su hombro.

Kyungsoo intentó ignorarlo. Dios, intentó tanto que pensó que su cabeza explotaría. Y oró para que Jongin se autodestruyera la próxima vez que le picara, y aún así el bastardo seguía vivo, continuando con la acción.

El Sr. Wang odiaba cuando los alumnos hablaban a la mitad de la clase, y Jongin parecia no darse cuenta de ello aún. Seguía picando el hombro de Kyungsoo como si no hubiese un mañana, intentando ganar su atención.

Kyungsoo eventualmente espetó. Giró su cabeza hacia Jongin, sus ojos irradiaban un fuego de peligro. Y sin embargo Jongin siquiera prestó atención, haciéndolo extinguir cuando lo vio.

“¿Que quieres?” Kyungsoo siseó bajo, intentando susurrar por sentirse tan irritado.

“¿Cual es la respuesta de la primer pregunta?” Jongin preguntó, apuntandándo con el borrador al final de su lapiz.

“Vete al demonio y hazlo tú.” Kyungsoo se volvió a sus hojas de trabajo, cubriéndolas con la mano cuando vio que Jongin intentaba ojear sobre ellas para ver lo que había escrito.

“Vamos, Soo. ¿Por favor? Sólo la primera.”

“No. Tienes que hacerlo por ti mismo. Así que cállate, por un demonio.”

Jongin pareció haber entendido el mensaje y dejó de presionar a Kyungsoo para que le ayudara. Se volteó hacia sus propias hojas y el Sr. Wang, con el rostro serio.

Kyungsoo sintió como si hubiese ganado un Premio Nobel. Gracias a él, Jongin estaba actualmente escuchando y aprendiendo. Se sintió tan orgulloso, casi como una madre pato cuando sus hijos aprenden a nadar.

Aunque, Jongin no estaba escuchando completamente. Un pie repentinamente golpeó el de Kyungsoo, y éste pudo ver bajo el escritorio que Jongin le había golpeado, aunque sus ojos se encontraban aún sobre el profesor y el pizarron, había una sonrisa evidente en el rostro del menor.

Otro golpe le siguió, y otro. Kyungsoo desesperadamente intentó ignorarlo de nuevo. Pero no pudo contenerse a responder al golpe, una o dos veces, y pronto era una guerra completa.

Se estaban empujando el uno al otro, Kyungsoo estaba siendo aplastado contra la pared mientras que Jongin se estaba cayendo de su asiento. Los dos intentaban suprimir sus risas y actuar normal, especialmente cuando el Sr. Wang se volteó para encarar a la clase.

Jongin incluso tuvo el coraje para morderle el brazo, y cuando el mayor soltó una risada, fue cuando los dos fueron atrapados. El Sr. Wang caminó alrededor, rabiando.

“Ustedes dos, será mejor que dejen de jugar con sus pies o los llevaré a detención. No te quiero castigar en tu primer día, Sr. Kim, o a ti, Kyungsoo, ya que nunca lo he hecho antes.”

“Buenos zapatos,” Jongin susurró sobre el oído de Kyungsoo, golpeándolo con el codo bajo el escritorio.

El rostro de Kyungsoo cambió varios tonos de rojo no sólo por que era la primera vez que un profesor le había amenazado, si no por que , francamente, le gustaba tener la boca de Jongin tan cerca de su piel.

*-*-*-*

Jongin siguió a Kyungsoo en el almuerzo. Y mientras que a Kyungsoo no le gustaba tener personas tras de sí, caminando como si fueran algún tipo de acosador, apreciaba el hecho de que era necesitado por alguien.

Jongin le necesitaba para familiarizarse con la escuela. Y aunque Kyungsoo no lo quisiera, estaba más que dispuesto a ayudarle.

Apretando la correa de su nueva mochila, Kyungsoo caminó hacia la linea del almuerzo. Jongin, naturalmente, fue tras de él como un perro leal. Su propia mochila meciéndose de un lado al otro tras de sí.

Un vistazo a la comida y Jongin ya se encontraba con el ceño fruncido. Kyungsoo lo observó, sonriendo ladinamente.

“¿Encontraste algo que te guste?”

“No.” Jongin tomó una caja pequeña de leche. “Excepto ésto, ya que no fue generosamente hecha por tu escuela.”

Kyungsoo rió disimuladamente antes de tomar una bolsa de frituras con él y caminar hacia la registradora.

Estaba apunto de darle el dinero necesario para sus frituras cuando una mano lo detuvo. Observó de nuevo para encontrar a Jongin, el menor dedicándole una encantadora sonrisa.

El nuevo vecino de Kyungsoo sacó su propia billetera y se encargó de pagar por la leche y las frituras con su dinero. “Quédate con el cambio.”

La registradora lo miró como aturdida. Kyungsoo mordió su labio inferior de nuevo antes de tomar la bolsa de frituras y hacerse el camino hacia la mesa en la que usualmente se sentaba. Pisadas tras de sí le indicaban que Jongin seguía ahí.

Tan pronto Jongin se posicionaba a un lado de él, Kyungsoo se detuvo para mirarle. “¿Por qué haces eso?, No quiero que la gente piense que estamos saliendo o algo, cretino.”

“Aw, Vamos, Soo. Es un gesto amigable.” Jongin despeinó el cabello del mayor. “¿Acaso no conoces el significado de bondad?, es mucho mucho mucho mejor hacer cosas por las otras personas.”

“Tu totalmente copiaste ésa frase de “Clueless( Película)”, Kyungsoo se burlaba. “ Me hace preguntarme si eres tan estúpido como el personaje de Alicia Silverstone's.”

“Justo así.” Jongin respondió, moviendo una sección imaginaria de su cabello.

Kyungsoo rodó los ojos, mientras continuaba su camino hacia su usual mesa, sólo para detenerse en seco, justo a la mitad del pasillo.

Baekhyun estaba sentado en su lugar. Enseguida de Chanyeol. Con el resto de sus amigos.

El corazón de Kyungsoo se había roto por quien sabe cuantas veces en aquél momento. La bolsa de frituras dejó su agarre y ni siquiera se dio cuenta cuando Jongin las agarró como si fuese un Ninja justo antes de que pudieran caer al suelo.

“Yah, Cabezota.” Kyungsoo sintió el aliento de Jongin golpear su oído de nuevo. “¿Que pasa?”

“Está sentado en mi lugar,” Kyungsoo susurró. “Ése bastardo está....sentado en mi lugar. Enseguida de Chanyeol. Y Chanyeol lo dejó como...como si yo ya no existiera.”

Jongin dejó salir un pequeño 'hmph' que no escapó del oído de Kyungsoo. Observaba como Kyungsoo veía a su amigo traidor, mascando su goma mientras pensaba en un plan.

“¿Ya no hay más mesas por aquí?”

Kyungsoo observó alrededor. “No. Están llenas. Es por eso que usualmente nos guardamos los lugares el uno al otro. Pero Chanyeol no lo hizo ésta vez...”

“¿Entonces no hay más mesas en ni un lugar?”

“Hay algunas afuera, en el jardín de la escuela.”

“¡Perfecto!” Las manos de Jongin terminaron sobre los hombros de Kyungsoo. “¡Vamos entonces!”

Jongin empujó la puerta de la cafetería para abrirla, llevando a Kyungsoo hacia afuera. El mayor volteó hacia atrás justo a tiempo para encontrarse con un Chanyeol observándolo, su rostro lleno de un remordimiento que Kyungsoo no esperaba ver.

Jongin llevaba a Kyungsoo hacia una mesa, la cual estaba llena por las personas más populares de la escuela y tan pronto como vió hacia que dirección estaban dirigiéndose Kyungsoo se soltó del agarre de Jongin.

“¿Que pasa ahora?” Jongin preguntó, tomando un sorbo de su leche.

“Yo no me siento con ellos,” Kyungsoo respondió. “Ellos...ellos-”

“¿Fuman?” Jongin lo interrumpió. “ Así como yo. Pero estabas apunto de sentarte conmigo,¿ No ibas a hacerlo?”

“Tú eres diferente.” Kyungsoo desvió la mirada cuando vio que los ojos de Jongin le regalaban un guiño. “Tu eres mi vecino. Te conozco mejor desde hace días que a ellos desde hace medio año.”

El guiño desapareció.

Jongin arrugó su ahora vacío cartón de leche y lo tiró en el suelo. Pudo observar como Kyungsoo lo levantaba y caminaba hacia el bote de reciclaje que estaba recargado contra la pared para poder tirarlo.

Haciendo una burbuja con su goma, Jongin lo siguió. “Tienes que adaptarte. No te van a comer. Además, Conocí a algunos de ellos esta mañana en el equipo de basketball. El Co-capitan tiene algo interesante para ti.

“¿El Co-Capitan?” Kyungsoo preguntó, temblando.”¿Yifan?”

Los dedos de Jongin se envolvieron alrededor de su brazo, y así jaló a Kyungsoo de nuevo hacia la mesa. Mientras se acercaban, los chicos comenzaron a llamar a Jongin para que se les uniera, como si fuera su amigo perdido.

Kyungsoo se arrancó del agarre de Jongin de nuevo cuando estuvieron lo suficientemente cerca, sólo que esta vez se quedó en un solo lugar, sin esperar recibir una invitación para sentarse. Jongin lo dejó y continuó hacia sus amigos.

“¡Kyungsoo!”

Kyungsoo se giró al escuchar la voz ronca, sus rodillas flaquearon cuando vio a Chanyeol corriendo tras la puerta trasera y hacia él. Kyungsoo bajó la mirada, observando el suelo, peleando contra el dolor que estaba sintiendo.

Chanyeol comenzó a hablar una vez que tomó aire. “Hey, Soo. ¿Quieres volver adentro y sentarte conmigo? Sé que no hay más espacio pero si quieres te puedes sentar en mis piernas.”

Kyungsoo retrocedió un paso, involuntariamente tropezando con una piedra. Cuando volvió a recomponer su postura y su vergonzoso sonrojo se desvaneció de sus mejillas y cuello, intentó responder.

Todo lo que salió fue un gruñido.

Volvió a mirar hacia Jongin y sus amigos. Justo al lado de su vecino había un lugar vacío. Reservado sólo para él, Y como si fuese una señal, Jongin se volteó hacia él y le dio una palmada al lugar, como si lo estuviese invitando para que fuera.

Kyungsoo se volvió hacia Chanyeol de nuevo, intentando leer las emociones en los ojos de su mejor amigo. Usualmente estaban llenos de energía, pero después de Baekhyun, parecía como si se hubiesen suavizado.

Él había cambiado, Y por alguna razón, Kyungsoo quería cambiar también. Olvidándose de sus planes anteriores de ignorar a Jongin por el resto de su vida, Kyungsoo decidió algo.

Él sería igual que Kim Jongin. Alguien a quien no le importaba un carajo lo que estaba haciendo o si lo que estaba haciendo está mal. Sin sentimientos y sin culpas. Frío con todos menos con los que quería.

“No gracias, Yeol. Regresa a con Baekhyun.”

El dolor que se reflejó en el rostro de Chanyeol casi lo hace quebrarse y lo hizo regresar a su lugar. Su elección al usar la última frase había dado en el clavo, justo en la cabeza.

Chanyeol se giró sobre sus pies, con la cabeza baja, y se adentró de nuevo en la cafetería. Kyungsoo lo observó, apretando la correa de su mochila con una fuerza que hizo romper una de sus costuras.

Tan pronto que se sentó a un lado de Jongin, algo le fue lanzado hacia su pecho. Kyungsoo apenas pudo tomarlo, y se maravilló al ver su mochila original. Viendo dentro de ella, pudo confirmar que todo estaba justo en su lugar, con algo agregado.

Una botella de whiskey.

Recordando las palabras de Jongin sobre Yifan teniendo algo para él, le lanzó una mirada al co-capitan. El inmigrante chino le regaló una sonrisa tan encantadora justo como la de Jongin.

“Encontré a un tipo follándosela en el club,” Yifan le dijo. “Bonita vista tuve, y nunca más quiero volver a ver algo así.”

Mordiéndose el labio inferior y escondiendo la botella de Whiskey dentro de ésta, Kyungsoo aventó la mochila contaminada hacia las rodillas de Jongin.

*-*-*-*-*

lol con lo último.

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