“Probando, probando...”
Las palabras resonaron en el auditorio, rebotando contra las paredes mientras el micrófono las absorbía.
“Todos tomen asiento. Por favor,¡Guarden silencio!”
Los estudiantes se sentaron en las filas repletas de sillas, silenciando sus conversaciones, su atención fijándose en el director que se encontraba en el estrado del auditorio. El Sr. Lee, caído y apropiado, ajustando su corbata bajo las miradas de los estudiantes.
“Muchas gracias,” Habló en el micrófono. “Ahora, como todos ustedes saben, pronto estaremos a mitad del año escolar. Y los exámenes de mitad de año están a la vuelta de la esquina.”
Gruñidos llenaron la habitación como recordatorio de los aterradores exámenes llegando a los oídos de los jóvenes.
“Sé que todos ustedes están nerviosos,” El Sr. Lee continuó, “Y entiendo que muchos de ustedes tienen interés sobre éstos exámenes. Seré honesto y les diré que éstos podrán afectar sus calificaciones en algunas clases.”
Algunos estudiantes temblaron ante la idea de que sus calificaciones bajarían tan sólo una letra.
“Solo quiero que todos ustedes entiendan que si estudian lo suficiente para los exámenes de medio año y para cuando se acerquen los finales , estarán en el camino de un brillante futuro en la universidad. Sé que parece que los estamos presionando y muchos de ustedes están al borde de las lágrimas,” Hizo una pausa para dejar que las risas desaparecieran, “Pero relájense y trabajen duro, y pronto verán las recompensas de su esfuerzo. Serán exitosos y dejarán esta escuela en el camino de una mejor vida llena de educación. Por último, me gustaría pedirles una cálida ronda de aplausos para el ganador de las elecciones para presidente de consejo,¡ Do Kyungsoo!”
Aplausos resonaron por todo el auditorio cuando el pequeño presidente subió al estrado.
Do Kyungsoo era el mejor candidato en las elecciones de la semana pasada. Era difícil competir con él por semejante titulo.
El podría parecer pequeño en términos de altura, pero su cerebro estaba lejos de serlo. Nadie en toda la escuela era tan inteligente como él, nadie se tomaba la escuela tan en serio como él.
Sus grandes ojos eran ventanas para el mundo con los que aprendía más de lo que debería en clases. Sus oídos capturaban cada lectura como si fuesen grabadoras, las lecciones se repetían en su cabeza cada vez que lo necesitaba.
Él no estaba tan lejos de ser un genio, y el título de presidente sólo probaba el hecho. Él había tomado muy en serio el consejo del Sr. Lee sobre los exámenes, y todo el mundo sabía que haría más que sólo pasarlos.
Ambas manos se agarraban de los lados del estrado, Kyungsoo echó un rápido vistazo al cuerpo estudiantil. Ellos lo observaron también, viendo cada movimiento que su aparentemente frágil cuerpo hacía bajo sus pantalones de vestir y su camisa a cuadros. Se llevó una mano hacia sus perfectamente arreglado cabello.
“Compañeros,” Comenzó con una sonrisa en los labios, “Me gustaría agradecerles de nuevo por elegirme como su presidente.”
Levantó una mano para silenciar los aplausos generados por aquél mensaje.
“Es un honor ser el líder de ésta escuela, y estaré más que feliz de guiarlos hacia la victoria, contra otras escuelas del área si es que nuestros caminos se llegasen a cruzar. Ahora mismo, como sea, vamos a discutir sobre otras cosas de la escuela. Primero que nada, ¿Les ha gustado a todos el nuevo menú de la cafetería que he propuesto?, ¿Huh?”
Voces de aprobación se escuchaban de todas las secciones de la audiencia.
Kyungsoo se frotó las manos, uniéndolas. “Bien, bien. Me alegra escucharlo. Segundo, Me gustaría hablar sobre el problema en los baños de los hombres. Chicos, las regaderas son para limpiarse, no para reproducirse. Ustedes saben quienes son.”
Se podían escuchar risas por todos lados.
“Por último, sobre los exámenes: no se agiten. Todo va a estar bien. Estudien duro y estarán bien. O pueden ser una de esas personas que fallan y tienen que volver a repetir la escuela una, y otra, y otra vez. Éso no debe pasar si estudian. Gracias y buena suerte.”
Con éso, la campana sonó, indicando el final de la jornada escolar.
Kyungsoo dio unos cuantos pasos para poder bajar del estrado, sobresaliendo bajo el suelo del estadio para estar al nivel del resto de los alumnos. Éstos se amontonaron alrededor de él, dándole palmaditas en la espalda como señal de felicitación.
El no era el más popular, pero ser el presidente seguro que le daba el privilegio de ser respetado.
Haciéndose camino hacia el baño de hombres, Kyungsoo caminó fuera del lugar para dirigirse al pasillo principal. Todos comenzaron a amontonarse para poder llegar hacia sus casilleros, queriendo tomar todas sus cosas lo más rápido posible para salir de la escuela y poder comenzar con su fin de semana.
Kyungsoo abrió su casillero. Su mochila estaba abierta, por lo que comenzó a sacar todos sus libros.
Un golpe en la espalda interrumpió sus acciones, y se dio la vuelta para encontrarse con la persona que se atrevía a molestarle.
“Hey, Soo.”
“¿Que pasa, Yeol?” Kyungsoo metió su libro de matemáticas en la bolsa frontal de su mochila. “¿Algo nuevo?”
“Además del hecho que ahora eres el padre de la escuela, diría que no. Pero escuché sobre algunos nuevos estudiantes que vendrían a la escuela. Vienen de intercambio desde china o algo así.”
“Eso es bueno.” Kyungsoo cerró su casillero. “Tao puede hablar con ellos. Es decir, él es el vicepresidente y además es chino. Conveniente, ¿Verdad?”
“Supongo.” Chanyeol cambió la tira de su propia mochila. Moviendola de su hombro izquierdo hacia el derecho. “ Por cierto, ¿Conoces a Byun Baekhyun?”
Kyungso sonrió de lado y comenzó a caminar hacia la entrada principal de la escuela. “Tal vez, ¿Por qué?”
“Sólo me preguntaba.”
“Sí, claro.”
Kyungsoo miró a Chanyeol justo a tiempo antes de que el sonrojo del más alto se desvaneciera.
“¿Nada nuevo contigo?” Chanyeol le preguntó. “Además de ser presidente.”
“Me saqué una A en mi trabajo de inglés,” Kyungsoo respondió, radiante. “Y también saqué un noventa y nueve en el examen de ingreso de la universidad a la que quiero ir.”
“¡Éso no es nuevo!” Chanyeol rió. “¡Siempre eres el primero en todo!
“¡No es verdad!” Kyungsoo protestó. “Me saqué una A- en el examen de matemáticas la semana pasada. Éso no es una verdadera y sólida A.”
“No me hagas golpearte en la cara.”
Caminaron juntos hasta que estuvieron fuera de la escuela. Chanyeol regresó adentro para las prácticas de Basketball. Kyungsoo caminó hacia su casa solo.
Él siempre regresaba solo a su casa. Tenía la opción de tomar el bus, lo que le ahorraría bastantes molestias, pero ir caminando le daba tiempo para pensar. Él había elegido su camino por sí mismo.
En aquél momento, la caminata le daría el tiempo suficiente para pensar en lo que haría con la fascinación de Chanyeol con Byun Baekhyun.
Baekhyun. Ésa sucia rata con ojos delineados.
Si había alguien que Kyungsoo odiaba, era Baekhyun. Él era el candidato oponente de Kyungsoo en la elección, y con éso, Kyungsoo aprendió bastante sobre él.
A Kyungsoo no le gustaba nada lo que había aprendido sobre aquél chico. Él era un diablillo y alguien que no le apreciaba del todo. Por lo que había escuchado, incluso había robado en una tienda.
Y a él no le agradaba Baekhyun especialmente ahora, desde que su existencia estaba alejándolo de su mejor amigo. Chanyeol, desde que la elección y el meeting se habían realizado, no había parado de hablar o preguntar sobre Byun Baekhyun.
¿Por qué Chanyeol, un chico tan dulce y divertido, se enamoró del frío y descorazonado Baekhyun? Kyungsoo no tenía respuesta para ésa pregunta.
Pero sí sabía que aquello le molestaba.
Apretó fuertemente la correa de su mochila. Chanyeol era el único amigo de Kyungsoo. Incluso aunque ahora él era el chico más conocido en la escuela, Kyungsoo había decidido estar alejado de todos menos de Chanyeol
Y ahora lo estaba perdiendo.
Le hacía pensar en por qué él no se podía sentir tan cautivado por alguien así como Chanyeol estaba con Baekhyun. ¿Era él incapaz? ¿Acaso él no tenía un corazón palpitando tras su débil pecho?
Kyungsoo resopló. Él no tenía tiempo para que alguien le robara la atención. Tenía una universidad a la que entrar. Aún así había pasado el examen de entrada, aún había bastante trabajo por hacer para asegurar su lugar en una de las más prestigiosas universidades de Corea.
Dio la vuelta en la esquina de su bloque. Con la cabeza concentrada en todo menos en el camino, Kyungsoo continuó derecho hacia su casa.
Volvió en sí cuando se golpeó contra algo.
Se había tropezado con lo que fuera que éso era. Sacudiendo la cabeza, Kyungsoo se recargó contra la motocicleta con la que se había golpeado. Roja y brillante bajo la puesta de sol, parecía como si estuviera nueva.
Ciertamente era nueva para Kyungsoo. Nunca la había visto, o siquiera había visto una motocicleta en persona, si es que importaba. Especialmente una que estuviera a algunos metros de su casa.
La recargó contra un árbol cercano, disculpándose internamente con quien quiera que fuera el dueño. Viendo de un lado al otro de la calle, aceleró los pasos hacia su casa.
Mientras hurtaba sus bolsillos para buscar las llaves, Kyungsoo escuchó las risas de sus padres dentro. Así que, ¿Estaban en casa tan temprano?
Éso era extraño. Ambos de sus padres trabajaban hasta muy tarde, siendo doctores en el hospital local.
Abrió la puerta.
Kyungsoo se dirigió hacia el sonido de las voces de sus padres, las cuales parecían provenir de la sala. Una mano apretaba la correa de su mochila aún más fuerte que antes, marchó hasta ahí.
Acompañando a sus padres en el sillón de la sala estaban dos adultos. Un hombre y una mujer, quienes naturalmente asumió estaban casados. Kyungsoo nunca los había visto, y sus padres nunca invitaban a nadie a la casa.
Así que, ¿Quienes eran?
Una respuesta que Kyungsoo deseaba escuchar.
“¡Kyungsoo!” Su padre exclamó, dejando su taza de café sobre la mesa. “Ven aquí, hijo, conoce a nuestros invitados.”
Kyungsoo tiró su mochila, dejándola cerca de la puerta, y caminó unos cuantos pasos más cerca. La pareja se levantó simultáneamente, los dos extendieron sus manos para poder saludarle.
“Tú eres el famoso Kyungsoo,” La mujer dijo, visiblemente asombrada. “Justamente estábamos hablando de todos los premios que vimos alrededor de tu casa. Eres muy inteligente, ¿No es así?
Kyungsoo asintió, sonriendo avergonzado.
“¿Irás a la universidad, supongo?” El hombre preguntó. “Es bueno saber que alguien en éste mundo aún cree en la educación.”
“¿Estás bromeando? ¡Kyungsoo la adora!” El Sr. Do interrumpió. “Se la pasa horas estudiando y preparándose para el siguiente día de escuela, Y ahora que es presidente, ¡Tiene más cosas que hacer!”
Los ojos de la mujer brillaron. “¿Presidente? ¿No eres un hombre muy ocupado?”
“Somos los nuevos vecinos, por cierto.” El hombre le dijo. “El señor y la señora Kim. Tenemos un hijo que desafortunadamente no pudo lograrlo. Espero que los dos se lleven bien.”
“Bueno, espero conocerlo pronto,” Kyungsoo dijo educadamente.
“Que caballero tan agradable,” La señora Kim dijo. “Fue un placer conocerte, ¿Por qué no vienen a la casa mañana? No es un camino tan largo ya que vivimos justo al lado.”
Y con éso, El Sr. y la Sra. Kim se fueron.
Kyungsoo observó a sus padres. Sus sonrisas habían desaparecido con la mención del hijo de los Kim.
“¿Está todo bien” Preguntó.
“Sí,” La Sra. Do respondió, levantándose del sillón con su taza de café. “Kyungsoo, son buenas personas, ¿No lo crees?” Kyungsoo asintió. “Es bueno saber que piensas eso.”
“¿Cómo estuvo la escuela, hijo?” El Sr. Do preguntó, caminando hacia la cocina para limpiar su taza vacía.
“Bien.” Kyungsoo vio a los Kim caminando a lo lejos por la ventana. “Tuvimos una asamblea hoy. Tuve que ir enfrente y hablar, ése tipo de cosas.
“Suena genial, cariño.” La Sra. Do abrió la llave de la cocina.
Kyungsoo cerró las cortinas de aquella ventana antes de tomar su mochila y subir por las escaleras. Caminó hacia su habitación, cerrando la puerta con cuidado tras de sí.
Abandonó su mochila y se sentó en la cama, viendo hacia la ventana. Sus ojos estaban fijos en ésa motocicleta.
Quería saber a quien pertenecía. Obviamente era alguien peligroso. Alguien a quien le gustaba vivir acelerado. Excitante.
Y Kyungsoo necesitaba algo excitante.
Por que no importaba lo mucho que amara la escuela y quisiera ser exitoso, Kyungsoo no podía hacer nada al sentir que su vida era aburrida. Incluso aunque saliera con Chanyeol, Lo que hacían no era divertido. Más que nada leer libros y ver películas geek como Star Wars.
Él sentía que había una parte de su vida perdiéndose. Algunas cosas que él, como nerd, no tenía permitido hacer para mantener su imagen. Éso sólo hacia que tuviera más ganas de hacerlo.
Y así, con los codos recargados en la repisa de la ventana y la barbilla en sus manos, Kyungsoo esperó.
Su celular sonó varias veces mientras Chanyeol le llamaba, pero lo ignoró. No dejaría de ver aquella hermosa pieza maquinaria hasta que descubriera a quien pertenecía.
Repentinamente la puerta de los Kim se abrió de golpe.
Una figura apareció, caminando hacia el lugar en el que la motocicleta estaba originalmente cuando Kyungsoo se golpeó contra ella. Sin encontrarla en el lugar, los hombros de aquella persona se encogieron.
Kyungsoo lo observó darse la vuelta, buscando la motocicleta. No pudo ver bien el rostro de la persona debido al gorro del sweater que estaba usando, causando una sombra sobre éste.
Una vez su mirada encontró la motocicleta, la persona marchó hacia ella y la levantó del tronco en el que estaba recargada. Caminó alrededor de ella unas cuantas veces, como si estuviera haciendo una inspección, Y se congeló cuando vio el lado en el que Kyungsoo se había golpeado.
Kyungsoo pudo verlo pasar sus dedos sobre algo. Una ralla. Había rallado la motocicleta.
Kyungsoo comenzaba a encogerse.
La persona se quitó el gorro de la cabeza con furia, Y Kyungsoo por fin pudo verle el rostro. Su corazón casi se sale de su pecho al ver aquél rostro furioso pero aún así hermoso.
La piel oliva de aquella persona se arrugó cuando frunció el ceño, y brillaba por todas partes. Hacía que Kyungsoo se preguntara si aquél joven usaba algún producto especial para el cuerpo, o simplemente si era perfecto.
Labios de felpa adornaban aquella mirada. Se veían tan suaves y atrayentes. Kyungsoo de pronto comenzó a pensar en como se sentiría tenerlos moviéndose contra los propios.
Como si éso fuera a pasar.
El joven golpeó el árbol en donde la motocicleta había estado, haciendo que todo éste se retorciera y hojas comenzaran a caer al suelo. Kyungsoo sabía que había algo mal con ese árbol.
Y ahora también sabía que ése era hijo de los señores Kim, sus vecinos. Kyungsoo no sabía su nombre, pero sí sabía que sería un problema. Obviamente éste tenía problemas de ira.
El joven se sentó en su motocicleta y comenzó a arrancarla. Kyungsoo se escondió, la única porción visible de su cabeza eran sus ojos y cabello.
La motocicleta hizo un estruendo, y su conductor torció las agarraderas una sola vez antes de prender por completo el vehículo y desaparecer casi volando por las calles. Kyungsoolo observó hasta que la máquina fuera un simple punto en la distancia.
Kyungsoo se sentó de nuevo en su lugar, preguntándose como mostraría su rostro frente a ése joven. Él sería obviamente el primer sospechoso de haber rallado la motocicleta. O no, si el hijo de los Kim era estúpido.
Comenzó a frotar sus brazos aunque no tuviera frío, Kyungsoo caminó hacia su mochila para empezar a hacer su tarea.
Era ya entrada la medianoche cuando Kyungsoo escuchó el raquítico sonido de unas ruedas sobre el asfalto.
Sus ojos se abrieron lentamente, cerrándose varias veces antes de que se quedaran completamente abiertos. Se sentó en la cama, con el sueño rogándole para que regresara a dormir.
Se levantó, estirando su espalda. Y entonces se dio cuenta de que el sonido provenía de fuera. Abrió las cortinas de su ventana y echó un vistazo.
Ahí estaba la motocicleta roja de nuevo, brillando bajo las luces de la calle. Su conductor se bajó, y Kyungsoo notó que se balanceaba de un lado al otro. Entrecerró sus ojos para ver tras el vaho que nublaba su visión.
Los labios de aquél joven estaban hinchados, como si estuvieran comprometidos en cosas a las que Kyungsoo nunca si quiera podría imaginar. Su playera estaba destrozada y sus pantalones abiertos, el chico parecía un desorden.
E incluso aunque estaba lejos del suelo en donde el hijo de los Kim se encontraba, Kyungsoo podía oler el penetrante aroma del alcohol. También era algo subyacente, algún tipo de droga, Y Kyungsoo tuvo que cubrirse la nariz. Era mortal.
El joven arrastró sus pies hacia las escaleras de la casa vecina. Kyungsoo pudo ver a la Sra. Kim salir corriendo, aferrada a su ropa para que no se moviera.
Ella tomó a su hijo del brazo y lo ayudó a subir las escaleras. Le estaba gritando, diciéndole que lo que hacía era inaceptable. Kyungsoo ni siquiera quería saber en lo que estaba envuelto.
Lo que había llamado su atención en aquél discurso que estaba escuchando era el nombre que habían usado hacia el chico. Jongin, así que, ahora Kyungsoo sabía su nombre.
Kim Jongin.
Soltó las cortinas una vez que la Sra. Kim cerró la puerta de su casa, Y él regresó de nuevo a su cama para volver a dormir.
Sólo para despertarse de nuevo unos momentos después.
Los ojos de Kyungsoo se abrieron de golpe por segunda vez aquella noche. Se frotó los ojos con los puños y volvió a asomarse por la ventana.
Jongin volvió a salir. Estaba vestido con nuevas prendas, mucho más apropiadas que las otras que llevaba cuando había vuelto. Agarró su motocicleta y estaba apunto de sentarse de nuevo.
El Sr. Kim corrió, y Kyungsoo observó que se veía aún más furioso que Jongin aquella tarde. Sus dedos agarrados en el antebrazo de Jongin, jalándolo fuera del pequeño vehículo.
“¡No irás a ni un lado, joven.!” Kyungsoo le escuchó decir. “¡Suficiente es suficiente! ¡Tienes suerte de que no te hemos metido a rehabilitación aún!”
Jongin logró soltarse y alejarse como pudo. “Ya no soy un niño. No necesito que me digas que hacer, viejo. Regresa adentro antes de que despiertes a todo el vecindario.”
“Jongin, hemos tenido que mudarnos un montón de veces por tu culpa, ¡¿No te puedes comportar por lo menos una vez!?!Regresa a la casa!”
Jongin se subió a la motocicleta. “No, gracias.”
El Sr. Kim se cubrió el rostro y se giró sobre sus pies. Subió las escaleras lo más rápido que su rodillas desgastadas pudieran soportar.
Jongin serpenteó su motocicleta. Kyungsoo lo observó intensamente.
No fue hasta que el motor comenzó a arrancar que Jongin levantó la mirada. Kyungsoo sintió que su corazón se congelaba, como si su corazón hubiese sido reemplazado por hielo.
Jongin ladeó la cabeza, ojos penetrantes examinando la parte visible de Kyungsoo sobre la ventana. Y Kyungsoo apretó la repisa d ésta como si su vida dependiera de ello.
Jongin continuó viéndolo mientras hurtaba dentro de sus bolsillos por algo. Kyungsoo pudo ver que sacaba una pequeña caja.
Con un brazo que seguramente sería bueno para el Baseball, Jongin le aventó la caja a Kyungsoo. El mayor apenas se las arregló para poder tomarla, y se quedó en shock al leer la etiqueta.
Era una caja de cigarrillos.
Mostrándole a Kyungsoo una encantadora sonrisa, Jongin se llevó un cigarrillo a la boca y giró la motocicleta. Desvaneciéndose en segundos como anteriormente había hecho.
Kyungsoo sacudió la caja, escuchando el contenido moviéndose dentro. El nunca había pensado en fumar.
Había aprendido en la clase de salud que era malo. Una vez que una persona se vuelve adicta a fumar, no pueden parar. Empiezan a usar más y más cigarrillos, y la nicotina destruye sus pulmones. Kyungsoo recordó algo sobre el cáncer también.
Pero, uno no le haría daño, ¿Verdad?