Capítulo cinco - [ El último pecado.] Parte final.

Sep 12, 2013 17:10




Ellos estaban equivocados.

No era que ellos supieran que estaban equivocados desde el principio, pero todo aquello era diferente. Lo que había sucedido era muy diferente de lo que ellos imaginarían que sucedería.

Lo que ellos esperaban encontrar cuando llegaran hasta la sala donde los portales que llevaban a la Tierra estaban era a Sehun esperándolos. Ellos esperaban que los portales estuviesen activados y que Baekhyun pudiese llevar a Chanyeol al mundo humano, cuidar de él hasta que éste se sintiera bien para volver a los Cielos y explicarle a su superior, Joonmyun sobre su desaparición.

Ellos esperaban que todo saliera bien.

Durante todo el camino hasta la Torre del Placer, el destino final de los tres demonios y del ángel, Baekhyun tuvo su mano asegurada por Chanyeol. El ángel no decía nada, apenas agarraba la mano del menor entre la suya mientras caminaba con dificultad, sintiendo el viento azotar su rostro, teniendo sus alas aplastadas contra la espalda por el abrigo pesado que usaba.

Realmente no habían guardias en la puerta principal de la Torre y ellos pensaron que Sehun había conseguido seguir con el plan y que, en breve, todo aquello acabaría.

Ellos estaban tan equivocados.

Al entrar a la sala de los portales, lo que ellos encontraron fue un demonio de piel demasiado morena sentado en la mesa, vistiendo ropas que le determinaban una alta posición en la jerarquía demoniaca. Alguien que ni uno de los tres demonios jamás había visto, dejándolos apavorados.
Baekhyun presintió lo peor cuando sintió la mano de Chanyeol prácticamente aplastar la suya, en un apretón desesperado.

Y entonces todo sucedió.

Todo pareció desmoronarse delante de los ojos de Baekhyun mientras el veía a los demonios soldados, los Iwias, entrar por la puerta de la sala y los cercaran. Baekhyun percibió que los portales estaban desactivados por completo, algo que jamás había visto, mientras su rostro se giraba hacia los lados, intentando cuidar a Chanyeol en medio de la confusión.

Las manos habían sido separadas.

Baekhyun escuchó a Chanyeol gritar y cuando se había dado cuenta él mismo estaba gritando cuando lo forzaran a arrodillarse en el suelo. Sus cabellos eran jalados con fuerza mientras una correa era colocada sobre su cuello a la fuerza, su piel quemaba y sus ojos lagrimeaban, mientras su garganta dolía.

Baekhyun lloraba.

El demonio derramaba lágrimas mientras sus manos eran amarradas detrás de su espalda, mientras el observaba que hacían lo mismo con el ángel. Chanyeol estaba con el rostro pegado al suelo mientras los soldados le pisaban, inmovilizándolo y sometiéndolo.

Baekhyun abrió sus ojos al ver a los Iwia rasgando las ropas que cubrían la piel del ángel. Sus ojos temblaban mientras sus labios se partían, su voz arañando en su garganta mientras gritaba para que pararan. Chanyeol en cuestión de sgundos fue tirado al suelo, completamente desnudo, mientras su piel era marcada por las uñas crueles de los demonios soldados.

Baekhyun no prestaba atención a nada más que no fuese Chanyeol. Su cuerpo intentaba moverse en dirección a éste, pero el mismo era agarrado, pisoteado, para que se quedara en el lugar apenas observando.

Observando a Chanyeol gritar.

Gritos de dolor escapaban por los labios del ángel mientras sus alas eran agarradas y jaladas con fuerza por los otros demonios.

“¡Paren! ¡Por favor, paren!” Baekhyun gritaba desesperado, sin ser escuchado mientras los demonios se mantenían serios, obedeciendo las ordenes superiores, probablemente.

“¿Tú quieres que ellos se detengan?” La voz del demonio desconocido sentado en la mesa de Minos sonó irónica, llamando la atención de Baekhyun.

Sus ojos estaban empañados, pero el demonio de ojos delineados consiguió observar una sonrisa sarcástica en los labios de aquél demonio desconocido. Para aumentar el desespero de Baekhyun, el vio - al lado de la mesa de Minos- observándolo, dos ángeles.

Las alas largas y blancas denunciaban a los dos seres parados, encarando la escena con seriedad. Baekhyun se atragantó con su propia saliva en medio del llanto, viendo a los Iwia jalar por pura tortura las alas del ángel, escuchándolo gritar de dolor.

Uno de los ángeles parados era Joonmyun, Baekhyun lo reconocía. El otro, más alto y rubio, Baekhyun no tenía la mínima idea de quien podría ser, pero el necesitaba, el tenía que intentar detener la escena que protagonizaban.

“Por favor,” Baekhyun gritó a los ángeles que desviaban la mirada de Chanyeol hacia él y lo encaraban. “Por favor, hagan que paren, no dejen que ellos hagan éso con Chanyeol!” La voz empañada, la saliva escurriendo contra su voluntad y su corazón acelerado, pulsando tan rápido que dolía.

Todo dolía.

“El no tiene la culpa de nada, por favor, ¡No lo lastimen! Por favor, ¡Se los imploro!” Baekhyun gritó, sintiendo alivio cuando vio al demonio sentado en la mesa pedirle a los Iwia que dejaran de torturar las alas de Chanyeol.

“¿Tú imploras? El ángel de cabellos rubios preguntó y Baekhyun engulló en seco. Él ya había sentido miedo antes de un ángel, pero nada se comparaba a la sensación en su interior ahora. Era como si el estuviese enflacando por dentro. “Tú imploraste también al ángel caído allí en el suelo para que lo dejaras de corromper? Tú imploraste cuando lo engañaste y lo trajiste al infierno?

Baekhyun sentía su garganta seca y al escuchar a Chanyeol tosiendo, no se contuvo en mirarlo, quebrando el contacto con el ángel rubio.

“Responde a Miguel, Baekhyun.” El demonio desconocido de cabellos negros- aún sentado en la mesa del Juez del infierno, pidió, apuntando al ángel rubio. “Todo lo que está sucediendo aquí es por culpa de ustedes, yo hasta te felicitaría por corromper a un ángel pero es mucho más que éso, ¿No lo es? Terminaste siendo corrompido también, perdiste tu esencia demoniaca. Ustedes están siendo castigados por éso, ¿Entiendes?”

“N-no, por favor, a Chanyeol no...” Baekhyun pidió, encarando los ojos de aquellos ángeles que parecían tener el futuro de Chanyeol en sus manos. “Por favor, la culpa es toda mía, no hagan nada con el, por favor...”

“Chanyeol será usado como ejemplo de lo que sucede con los ángeles que se envuelven con demonios.” Joonmyun dijo, serio, mirando en el fondo de los ojos de Baekhyun, arrancándole las esperanzas de que tal vez, sólo tal vez, existiese esperanza para los dos. “Las alas de él serán arrancadas aquí en el infierno por que tal acto sería intolerable en el Paraíso.

“El será castigado.” Miguel dijo, en un ultimátum. “Los ángeles deben permanecer puros e inmaculados y este ángel no puede ser considerado uno de nosotros....El será castigado.”

“Así como tú, Baekhyun...” El demonio de cabellos negros y dientes blancos y rectos, dijo irónico. “Ahora, prueba que al menos tienes un poco de lealtad y arráncale las alas al ángel, Pero sé rápido por que Joonmyun y Miguel no pueden quedarse por mucho tiempo aquí, con nosotros en el infierno sin comenzar a sentirse mal y yo no quiero una Guerra, ¿Está bien?”

Baekhyun sintió su cuerpo helar. Sus ojos se abrieron al máximo y el miró a Chanyeol, que - con esfuerzo- lo veía de vuelta. Chanyeol asintió con la cabeza levemente, como si le pidiese a Baekhyun que obedeciera.

Tal vez, sólo tal vez, si Baekhyun obedeciera....Él no sería castigado...¿Cierto?

“¡No!” La voz de Kyungsoo hizo eco en la sala y Baekhyun lo vio por primera vez desde que la confusión comenzó. “¡ustedes no le pueden pedir éso a él! ¡No!¡Baekhyun, no!”

Un golpe certero fue dado contra el rostro del demonio de piel blanca y cabellos negros y el mismo se calló. Un grito alto viniendo de Jongin fue escuchado, y más gritos de dolor.

¿Por qué hasta aquellos que no tenían culpa alguna sufrían?

“¡Me rehúso!” Baekhyun gritó, mirando a aquellos que le mandaban a hacer algo que él jamás sería capas de hacer. “Yo jamás lo lastimaría, ustedes tienen que entender, por favor, yo soy el único culpable, soy yo, ¡No Chanyeol! ¡No lo lastimen, lastimenme a mi, por favor!”

“¿Y tú crees que lastimarlo no es una buena forma de lastimarte a ti?” El demonio aún sin nombre se pronunció, sonriendo maliciosamente.

Desesperado.

Baekhyun miró con desespero al ángel, su ángel, viéndolo sonreír.

Una orden fue dada, las palabras se desprendieron de los labios del ángel llamado Miguel y entonces todo se tornó aún más desesperante, como una pesadilla sin fin.

Chanyeol gritó alto cuando sus alas fueron arrancadas.

Primero el ala derecha se desprendía de su cuerpo con un sonido horrible, la carne rompiéndose y el hueso siendo partido mientras una parte de él era arrancada sin dolor. El ala izquierda vino después y la sangre roja escurría por su espalda desnuda, respingando por el suelo de forma cruel, formando un pequeño charco rojo.

Baekhyun gritaba para que se detuvieran, mirando hacia los lados, procurando por Jongin y Kyungsoo, percibiendo que ambos se encontraban en la misma situación que él. No había nadie que pudiese ayudarlo a parar lo que estaba sucediendo.

“Chanyeol, por favor, ¡Chanyeol!” Baekhyun gritaba en medio de un llanto desesperado, siendo empujado en dirección al suelo para que no mirase al ángel. El luchaba con todas sus fuerzas para poder ver el rostro de aquél que sufría todo lo que no merecía, del ángel que jamás debió haber sido arrancado de su inocencia.

Del ángel que, ahora, estaba sin alas.

“Alto.” El demonio sentado en la mesa pidió, mostrando su superioridad sobre los soldados. Su piel era morena, sus ojos negros serios y la sonrisa en su rostro mostrando su satisfacción.

Los demonios solados dejaron de lastimar al ángel y Baekhyun se ahogó en su propia saliva, tosiendo e intentando respirar, mientras respiraba el nombre de aquél que sangraba, que parecía inconsciente, con su cabeza pegada contra el suelo.

“Debo confesar que realmente no lo creí cuando lo escuché, pero al final era realmente verdad.” El comandante de los Iwia dijo, con un tono que recordaba sarcástico. “Realmente había un ángel aquí en el infierno, quien diría...”

Baekhyun ignoraba al hombre alto que hablaba. Sus ojos estaban fijos a Chanyeol, que aún no esbozaba reacción alguna a lo que habían hecho. Sus gritos habían cesado después de que su segunda ala había sido arrancada y Baekhyun lloraba bajito, con miedo de que el ángel hubiese muerto ahí, frente a él, sin que él pudiese hacer algo para impedirlo.

“Y lo peor,” El continuó hablando, ignorando el llanto de Baekhyun. “Un demonio fue quien lo trajo para acá. Y en vez de verle reír por la desgracia del enemigo, ¿Qué es lo que veo? “ Baekhyun sentía un pie bajo su quijada, obligándolo a levantar la mirada. “Veo lágrimas....tú estás llorando...¿Llorando por un ángel?”

Baekhyun no conseguía decir nada, la piel de su cuello quemaba por la correa que le habían colocado en el cuello, y sus muñecas parecían derretirse en las correas que lo prendían. El sólo quería que aquello terminara, que no pasara de una pesadilla.

El no podía creer lo que le habían hecho a Chanyeol.

“¿Estás satisfecho, Miguel? Te dije que no necesitábamos hacer nada grande por éso y tú ya querías crear una Guerra. Pero éso sirvió para mostrar que no necesitamos hacer más alarde, ¿Cierto?” El demonio de cabellos negros preguntó, irónico, sin recibir respuesta. Baekhyun veía a los dos ángeles dar una última ojeada a Chanyeol antes de comenzar a caminar en dirección a un portal abierto. “Vengan a visitarnos más veces, ¡Tú y Joonmyun son bienvenidos!” La voz irónica del comandante aún sin nombre sonó y una risada se desprendió de su garganta cuando los dos ángeles atravesaban el portal y se fueron hacia la Tierra.

¿Y Chanyeol? Baekhyun pensaba, mirando al ángel caído. Un pensamiento surgió en su cabeza, de que ellos abandonarían a Chanyeol. Que lo dejarían vagar por la Tierra, que no lo lastimarían más, pero nuevamente sus esperanzas fueron arrancadas de sí.

“Pueden llevárselo.” El demonio que comandaba a los soldados ordenó. Baekhyun percibía que Chanyeol era retirado del suelo y sus ojos estaban semi-abiertos, aunque en realidad no expresaran reacción alguna.

“¡N-no!” Baekhyun pidió. “No, por favor, ¿Qué harán con él? Por favor, el no tiene la culpa de nada, por favor..”

Un golpe en su rostro.

Fue lo que Baekhyun había ganado por gritar.

“El será llevado hasta la Tierra, donde los ángeles soldados lo recibirán y se encargarán de su castigo. El es un ángel y está fuera de nuestras manos.”

“¿P-por qué le hicieron éso a él?” Baekhyun preguntó, la saliva mezclada con sangre escurriendo por su boca. “¿Por qué le arrancaron las alas...? El no tiene la culpa.”

“Los mismos superiores de él nos pidieron que hiciéramos éso, tú mismo lo viste.” El demonio aún sin nombre respondió, sonriendo “Les ahorramos el trabajo y nos divierte....¿Tú no te divertiste?”

Baekhyun se comenzó a retorcer cuando percibió que su ángel sería llevado lejos de sí. Dos soldados mantenían a Chanyeol de pie y lo arrastraban hasta uno de los portales mientras otro tomaba sus alas y las arrastraba por el suelo, siguiéndoles.

“¡N-no, por favor, ¡NO!” Baekhyun gritó, pidiendo. “No se lo lleven, no lo alejen de mi, no....Por favor.”

La visión de Baekhyun estaba empañada, pero el tenía certeza de que había visto a Chanyeol sonreírle. El ángel lo veía mientras era arrastrado lejos, sus miradas cruzándose una última vez antes de ser separados.

No llores.

La voz no salía de los labios de Chanyeol, pero Baekhyun conseguía leer las palabras muy bien mientras el ángel hablaba consigo. En aquél momento el tiempo pareció detenerse, nada más parecía importar, por que todo lo que parecía existir eran los dos. Apenas los dos.

Por favor.

Chanyeol pidió y Baekhyun lloró más alto, desobedeciéndolo. “Chanyeol ¡Perdóname! Yo no quería ésto, yo no quería que te lastimaran.”

Tú no tienes la culpa.

“¡Chanyeol!” Baekhyun llamó una vez más, en vano, sabiendo que el ángel no le respondería. Sabiendo que el ángel no podría hacer nada para hacer que su desesperación disminuyese, y ni que su dolor parase. “Chanyeol, yo...Por favor, yo...”

Nosotros no estábamos equivocados.

A Baekhyun no le importaba lo que le sucedería a él, pero no podía soportar la idea de que Chanyeol sufriera las consecuencias por la relación que tenían. La culpa era del demonio, siempre había sido. Baekhyun repetía varias veces que la culpa era suya, apenas suya.

“Chanyeol, yo...” Baekhyun murmuró, casi sin voz, cuando los soldados ya le llevaban para dentro del portal. El demonio no conseguía terminar la frase....

.....Pero el ángel sonreía al terminarla por él.

Yo también te amo.

Y mismo que los ojos de Baekhyun lo estuviesen engañando, el tenía certeza de que prácticamente había escuchado desprenderse de los labios de Chanyeol aquella confesión que él mismo no había tenido coraje para hacer.

Con aquella frase, Chanyeol desapareció entre las tinieblas, siendo cargado lejos de Baekhyun.

El demonio dejó su cuerpo caer en el suelo, inerte, al percibir que había perdido la oportunidad de decirle al otro lo que sentía.

Por que, con aquella frase, Chanyeol se había despedido.

Y fue la última vez que el demonio vería al ángel.

○●○●○●○●○

Fue Sehun.

Baekhyun descubrió que fue Sehun quien los había denunciado cuando el mismo entró en la Torre de Placer, donde, por ironía, nada de placer había sucedido.

Sehun aparentemente no sabía el mal que había causado al contarle a sus superiores que había un ángel en el infierno. Sus ojos se abrieron al observar a Baekhyun, Kyungsoo y Jongin acorralados y arrodillados en el suelo, con golpes en el rostro y la piel del cuello y de las manos sangrando.

Sehun lloraba, pidiendo disculpas mientras intentaba aproximarse a los demonios arrodillados, siendo impedido por los guardias El demonio alto, de piel morena, se aproximaba al mismo, pidiéndole que parara de llorar.

“Hiciste lo correcto, deja de llorar.” El demonio dijo y la mirada de Sehun se cruzó con la de Baekhyun.

“Pero señor...Señor Huang, yo creí...Yo pensé que el ángel sería expulsado, no que éso sucedería.” Baekhyun dejó de mirar a Sehun, sintiendo una rabia invadirle mientras las lagrimas dejaban de caer y se secaban en su rostro. Chanyeol le había pedido que no llorara, y él obedecería.

Sin importar que Chanyeol no estuviese más ahí.

Sehun fue alejado de los tres prisioneros por los soldados y por los guardianes de la Torre.
El gritaba, intentado explicarse, diciendo lo asustado que estaba con la presencia del ángel, diciendo que sólo quería protegerlos a todos.

“¡Pensé que el estaba controlando sus mentes, o que estaba engañándolos!” Sehun gritaba, mientras era arrastrado para afuera de la Torre de Placer. “Me quedé con el miedo de que alguna guerra terminara sucediendo, yo sólo quería proteger a Luhan....Yo quería protegerlos....”

Baekhyun no miraba a Sehun, pero las miradas de desprecio de Kyungsoo y Jongin estaban fijos en el demonio joven, mientras el mismo era llevado lejos.

Baekhyun cerró sus ojos y se encerró en su propio mundo, escuchando apenas lo que el comandante de los Iwia, llamado por Sehun como Huang, decía. Baekhyun se concentraba en el rostro de Chanyeol, del modo en que él gustaría recordarle para siempre: sonriente, feliz.

Pero rápido la imagen del ángel decaído, sin alas, con el tronco cubierto apenas por su propia sangre, invadía la mente de Baekhyun, que sacudía su cabeza, intentando olvidar.

Pero Chanyeol le sonreía. Aún si su vida se desvanecía con prisa, el le sonreía a Baekhyun.

En la mente de Baekhyun, Chanyeol sonreía hasta el fin.

Hasta el fin.

○●○●○●○●○

Baekhyun jamás había puesto sus pies en un juzgado....Hasta aquél momento.

El pandemonio, local de la asamblea, donde los demonios se reunían para tomar grandes decisiones, quedaba en el noveno Círculo Infernal, considerado lo peor. El círculo de los traidores.

Era de éso que Baekhyun estaba siendo acusado. Traición en último grado.

Kyungsoo y Jongin estaban tras de él, también acorralados, siendo acusados de ser cómplices de un crimen que no habían cometido. Baekhyun haría de todo para que nada les sucediera a ellos, al final, nadie más necesitaba salir lastimado por el error cometido por el propio Baekhyun.

Chanyeol había, si, sido un error, pero Chanyeol también había sido un acierto.

El mayor de los aciertos. La verdad, Chanyeol era -probablemente- la única cosa buena que Baekhyun había probado en toda su existencia como demonio. En su vida mortal, Baekhyun había perdido muy rápido a alguien importante, la única persona que parecía hacerle sentir como si valiese la pena vivir.

Y ahora, una vez más, Baekhyun había perdido a aquél que lo hacía tener motivos para continuar allí.

¿Por que sería que el gusto tan amargo de la pérdida le era tan familiar cuando se trataba de Chanyeol?

“¿Tienes algo que decir en tu defensa?” Huang Zitao preguntó. Era él uno de los comandantes del ejército de los Iwias del infierno. Había sido él quien armaría la emboscada para que Chanyeol fuese capturado y torturado, para que el ángel fuese enviado a la Tierra y fuese entregado a los otros ángeles.

Había sido él quien había destruido todo lo bueno que le había sucedido a Baekhyun junto a Chanyeol.

Baekhyun aún sentía un dolor horrible en su piel, aún quemando por el hierro maldito que lo envolvía, pero sus labios se estiraban en una sonrisa ladina, cuando la pregunta le fue hecha.

Él trataría de usar su sarcasmo para algo bueno antes de que su existencia desapareciera.

“¿En mi defensa?” Él preguntó irónico. “Yo soy culpable, no hay nada que me defienda de lo que soy culpado. Yo sólo quiero que esos dos que están aquí atrás de mi, Kyungsoo y Jong- Ah, discúlpame, Kyungsoo y Kai, bien...Esos idiotas estaban apenas obedeciendo lo que les había ordenado, a cambio de algunas amenazas que les hice.”

Baekhyun mentía. Baekhyun contaba una mentira por que no quería ver a nadie más sufriendo por algo que no debería. El observaba a la audiencia, a algunos metros a la izquierda del jurado. Sehun y Luhan sentados, observándolo. Las miradas perdidas , tristes. La mirada arrepentida.

La rabia de Baekhyun había pasado y todo lo que quedaba dentro de sí era comprensión. Él entendía los motivos de Sehun, entendía que estaba confundido y sólo quería proteger a todos de algo que consideraba una amenaza. Sehun no tenía idea de lo importante que Chanyeol era para Baekhyun y no tenía idea de que su acción iría a desencadenar aquello.

Baekhyun observaba a Luhan abrazando a Sehun mientras el mismo lloraba silenciosamente, la culpa consumiéndolo al ver a sus amigos en aquél estado.

“¿Estás diciendo que tú forzaste a los demonios guardianes de la Torre de los Vientos a esconder al ángel y después llevarlo hasta la sala de los portales?” Zitao preguntó con una ceja levantada, mirando de reojo a Minos -el juez -sentado en medio del jurado.

“Sí, éso mismo.” Baekhyun murmuró sin sonreír.

Sus ojos ardían y en su interior todo parecía sufrir espasmos, como si implorase para que se tirase al suelo, encogido y comenzara a llorar.

“¿Entonces quieres ser castigado solo?” Zitao preguntó, apoyando el mentón sobre su mano. “¿Tienes idea de cual será tu castigo por tal crimen?¿ Por tu error?”

“¿Crimen?” Baekhyun se forzó a sonreír, pues cuando Chanyeol le había pedido que parara de llorar, el demonio había decidido que no derramaría ni una lágrima más en el Infierno. “ Yo hasta puedo aceptar que digas que lo que hice es un crimen, pero creo que llegué a la conclusión de que no fue un error.”

Zitao levantó las dos cejas a la vez, confundido.

“¿Por qué sería un error si me relaciono con un ángel? ¿ Por qué el tiene que ser un enemigo?, ¿Por qué estamos en eterna guerra contra el Cielo?” Baekhyun preguntó, recordando la primera vez que había visto a Chanyeol, del modo en que ellos eran sarcásticos uno con el otro. “¿Todos ustedes se han dado cuenta que nuestros principales líderes son ángeles que fueron expulsados por Dios por que querían algo que no podían tener?

Baekhyun levantó el tono de su voz, mirando a los demonios que le observaban.

“Chanyeol y yo también queríamos algo que no podíamos tener. Nosotros cometimos un error inicial, sí, pero todo lo que ése error generó fue algo bueno, algo puro....Algo que ustedes jamás entenderán.” Baekhyun rió fuerte, aunque sus pestañas estuviesen pesadas por las lágrimas acumuladas. “Siento pena de ustedes por que nunca sentirán las cosas que yo siento. Incluso los demonios que un día fueron humanos, pocos son aquellos que sienten algo. Pocos son ustedes los que podrían cometer un error tan bueno como el que yo cometí.”

Baekhyun mordió su labio inferior con fuerza y bajó la mirada, dos gotas escapando entre sus pestañas y chocando contra el suelo. Él se preguntó hacía cuanto tiempo no lloraba....Probablemente desde que era humano, desde la vez en que había perdido a alguien importante para él por primera vez. Y nuevamente, alguien se iba, el fue dejado solo, la felicidad se le había escapado de los dedos.

Baekhyun siempre estuvo, de algún modo, correcto al tener miedo de apegarse a cualquier cosa viva....

Nada dura para siempre....

....Todo muere...

............... Todo acaba.

“Y no me arrepiento, pero estoy listo para ser castigado.”

Zitao sonrió. “¿No quieres saber lo que pasará con el ángel?”

La sonrisa débil de Baekhyun dejó sus labios, mientras intentaba dar algunos pasos en frente, siendo forzado a pararse cuando los guardias lo empujaban con fuerza de las correas del collar de fierro que envolvía su cuello.

“Probablemente está sucediendo con el lo mismo que sucede aquí, pero, escuché decir que los ángeles son mucho peores que nosotros, los demonios, que siempre somos tachados como bárbaros.

Él probablemente será humillado, verá sus alas siendo destrozadas frente a él, será obligado a pedir perdón por todo mientras su cuerpo siga viv-”

“¡Para!” Baekhyun pidió, encogiéndose y cerrando sus ojos con fuerza, intentando recordar la primera vez que sus labios tocaron los de Chanyeol, la primera vez que sus cuerpos se convirtieron uno solo, intentando fijar en su mente todo lo bueno que vivió. “Apúrate y acaba rápido con ésto, por favor.”

“Pedir perdón en el infierno no ayuda a nada, entonces estoy feliz de que no estés implorando por ser perdonado.” Zitao dijo, sonriendo.

“Tao,” Minos llamó y el comandante Iwia lo miró. “Deja de jugar con Baekhyun.” El demonio de ojos delineados, que lloraba bajito, miró hacia su jefe y sonrió....Minos sonreía de modo triste para sí, asintiendo con la cabeza, como si dijese adiós.

Y, en aquél momento, Baekhyun tenía la certeza de que Kyungsoo, Jongin y todos los otros estarían bien....

El estaba apunto de partir.

Todo parecía silencioso mientras Baekhyun mantenía los ojos cerrados, forzándose a recordar al ángel siguiéndole por los campos, o contándole sobre algún nuevo hábito extraño de los seres humanos que había descubierto solo.

Baekhyun no conseguía olvidarse de las sensaciones que Chanyeol le causaba. Y cada vez parecía más cierto lo que él sentía. Ya no le parecía tan errado, no le parecía ser algo malo...A Baekhyun le hubiera gustado regresar el tiempo, le hubiera gustado no haber sido tan cobarde y decirle al ángel lo que sentía...Lo que sentía desde hacía mucho tiempo e intentaba negar.

Kyungsoo tenía razón.

Algunos demonios eran dotados de sentimientos humanos. Baekhyun no quería aceptarlo y él mismo fue la víctima de su estupidez, de su ceguera, El sentía...el amaba.

Y amar dolía.

“Byun Baekhyun,” Una voz gruesa hizo eco en el lugar. “Demonio Jinn de la clase Grimório, traído hasta el infierno a través de un pacto hecho hace casi mil doscientos años, está siendo condenado al exilio del infierno por traición. Acusado de mantener una relación con un ángel, el mayor enemigo que un demonio puede tener.”

Amar dolía tanto que llegaba a ser ridículo. Baekhyun se preguntaba si Chanyeol también sentía ése dolor. Si el ángel gustaba de aquella sensación al amar.

“Byun Baekhyun,” La voz hizo eco nuevamente. “¿Cómo te consideras?”

Baekhyun sonrió. ¿La respuesta no era obvia?

“Culpable.” El demonio de cabellos castaños respondió, escuchando a Kyungsoo ahogarse en su propio llanto, aún atrás de él.

Perdonen a Sehun. Baekhyun pidió en un susurro, volteándose brevemente hacia atrás, despidiéndose con una simple sonrisa ladina de sus amigos, aquellos a los que jamás vería nuevamente.

“Tu sentencia será ejecutada ahora mismo.” La voz del juez, alta, hizo eco. Zitao veía a Baekhyun con una mirada seria, mientras se levantaba de su trono adornado con oro y caminaba hacia él.

Baekhyun era culpable.

Culpable por sentir algo que los demonios no debían sentir, culpable de amar.

Los demonios fueron hechos del pecado, vivían por el pecado y no sabían el significado del amor.
Los ángeles fueron hechos de amor, pero tenían prohibido amar.

¿Cual sería entonces el propósito de éstos seres?

¿Cuál sería el propósito de estar allí? ¿Por qué existir?

“Despídete.” Los ojos de Baekhyun ya estaban cerrados y su mente apenas le mostraba a Chanyeol mirándole, sonriendo.

“Adiós, Chanyeol.”

Los labios del ángel se movían y sus alas estaban intactas en la imaginación del demonio...Chanyeol le susurraba que lo amaba, mientras Baekhyun respondía, besándolo segundos después.

Algo que jamás sucedería, de hecho.

Y fue con ése pensamiento inventado que Baekhyun se fue.

Una lágrima insistente escapaba de sus ojos cuando el comandante de los soldados demoniacos tocó su frente y recitó la Lástima del Exilio. Baekhyun ni siquiera le escuchaba.

Un último llamado por parte de Kyungsoo fue escuchado, tal vez un chillido alto, y entonces nada más.

El cuerpo de Baekhyun, todo lo que él era, todo lo que él un día fue, se convirtió en cenizas en frente de la multitud. Para muchos, era la primera ves que presenciaban un caso de exilio, que no pasaba de una ejecución fría.

Todos temían a la muerte. Nadie sabía lo que sucedía cuando un demonio moría...Nadie, la verdad, quería descubrirlo.

Baekhyun se había ido. Se había ido con el pensamiento de que un día se encontraría con Chanyeol. Que el destino los pondría juntos de nuevo, con el pensamiento de que él podría decirle al mayor todo lo que sentía por él, lo que había sucedido, todo lo que sentía. Cuanto lo amaba.

Las cenizas de Baekhyun permanecían en el suelo. No había viento alguno para llevárselo de ahí. Haciendo que su último deseo de ser llevado hacia Chanyeol no se realizara.

El demonio se había ido y, en aquél momento exacto, el ángel también.

Chanyeol había sido juzgado, pero había muerto incluso antes de que su ejecución fuese realizada. El ángel había muerto junto al demonio.

Ambos dejaron de existir al mismo tiempo, dejaron sus errores y sus pecados atrás.

Ambos dejaron de sentir, dejaron de pecar.

“De la desesperación y del pecado del egoísmo yo surgí; para el placer y el pecado de carne yo te cambié y por el pecado más puro - el pecado de amor- nosotros dos vivimos juntos;

Nuestro último pecado fue el amor, por él dejamos de existir y morimos...Juntos.”

Y yo morí, para al fin, poder tenerte.

FIN.

baekhyun, amor, chanyeol, exo, lemon, baekyeol, impuro, angst, tragedia, smut, (im)puro, fanfic, final, traducción

Previous post Next post
Up