Capítulo cuatro - [ Pecado mortal] Parte 2.

Sep 12, 2013 06:37




Estaba lloviendo afuera.

“¿A donde piensas que vas?” Baekhyun gritó, caminando deprisa tras el ángel por las calles de la ciudad desierta, abandonada por la guerra que sucedía al otro lado del globo.
“¡Chanyeol!”

El ángel se detuvo y giró sobre sus pies para encarar al demonio. Sus alas se agitaban mientras e volteaba, casi golpeando las mismas contra el más bajo, éste demasiado cerca.

“Entonces te acuerdas de mi nombre.” Chanyeol murmuró, serio.

Baekhyun frunció el ceño, confundido. “¡C-claro que me acuerdo!”

“Entonces también debes recordar lo que me dijiste la última vez que nos vimos, ¿Verdad?” Chanyeol preguntó, levantando una ceja, obviamente irritado. “Me dijiste que si nos encontrábamos nuevamente seríamos enemigos y tú debes saber que los enemigos no corren atrás uno del otro como tú estás haciendo, entonces detente.

Chanyeol volvió a girar sus pies, volteándose de espaldas hacia Baekhyun, listo para volver a su camino.

“¡Pero te robaste mi alma!” Baekhyun gritó, sin importarle que era madrugada y que alguien pudiera escucharlos. “Tú sabes que no es así como funciona, la ley que Lucifer y Dios hicieron dice que el que llegara primero hasta el humano se queda con el alma!, Si llegásemos juntos nosotros iríamos a pelear hasta la muerte y fin. No existe nada sobre un ángel que llega en medio del proceso de la realización de un pacto y que robe al contratante de un demonio!”

La lluvia caía pesada sobre ellos y callaba los gritos. Algunos relámpagos cortaban al cielo, iluminando el escenario, pero estaba tan oscuro que ni la poca iluminación provenida de los postes conseguía iluminar la oscuridad que tomaba toda la ciudad.

“¿Realmente me estás diciendo éso?” Chanyeol preguntó, irónico, aún manteniéndose de espaldas frente al menor. “¿Quien te crees que eres para hablar sobre reglas rotas?

Baekhyun mordió su labio inferior, sabiendo que el otro tenía razón.

“Además de eso, yo llegué al mismo tiempo que tú hasta donde estaba el alma, pero quería ver lo que harías, entonces me quedé observando.” Chanyeol dijo sonriendo, volviendo a caminar.

Baekhyun suspiró y corrió hasta quedar frente al más alto, bloqueándole el camino.

“¿Qué es lo que quieres?” Chanyeol preguntó impaciente, mientras encaraba el rostro del demonio.

Baekhyun mordió su labio inferior con fuerza y desvió la mirada. El no sabía lo que quería.

“¿Sabes cuanto tiempo ha pasado desde que no nos vemos?” Baekhyun preguntó, sus labios curvándose en una sonrisa triste.

“Yo dejé de contar incluso antes de comenzar,” Chanyeol murmuró. “En el minuto en que huiste, y regresaste al infierno, desapareciendo entre las tinieblas, en ese momento yo dejé de contar el tiempo. No valía la pena.”

Baekhyun sentía su rostro caliente, sin importar que la lluvia helada le golpeaba la piel. El no sabía que decir, por que continuar con aquella conversación heriría su orgullo, heriría las palabras que saldrían de su propia boca hacía tanto tiempo....

“Hace más de doscientos años, Chanyeol.” Baekhyun susurró, aún sin encarar al mayor. “Yo también había dejado de contar, pero la niña me dijo en que año estamos y mi cerebro calculó aún sin que se lo pidiera, yo no....Chanyeol, doscientos años....Yo, “Baekhyun engulló en seco, nervioso. “Yo sólo quiero saber como estás...”

El ángel pasó una mano por sus cabellos mojados y miró hacia arriba, observando las gotas caer del cielo como pequeñas lagrimas.

“¿Tú quieres saber como estoy yo?” Chanyeol preguntó, riendo pesado. “Como estás tú, yo me pregunto. Espero que estés feliz por haber sido un cobarde al huir de mi, acabando con la única cosa que realmente te hacía feliz.

Baekhyun abrió sus ojos y sintió sus músculos quedarse rígidos al escuchar las palabras ser traspasadas como flechas dentro de sí. El no se movió mientras Chanyeol se daba la vuelta y continuaba su camino.

“¡Tu no sabes nada sobre mi! “ Baekhyun gritó, su voz no siendo más elevada que el sonido alto de la lluvia. El viento surgía a veces y pasaba entre ellos con rapiedz y fuerza, recordándole al viento que siempre azotaba el Valle de los Vientos, su morada en el infierno. “¡Tu no sabes lo que me gusta y lo que me disgusta! Tu no sabes de los peligros de un demonio y del infierno....Tu eres inocente, Chanyeol...No sabes lo que es sentir miedo, no sabes de los riesgos que nuestra relación nos proporcionaba.”

Chanyeol se detuvo de repente. El ángel cerró sus puños y se giró, caminando deprisa hasta el demonio que aún estaba parado en la calle.

“Tú estás equivocado.” Chanyeol gritó, con los dientes cerrados. “ Yo sé mucho más sobre ti de lo que piensas, Baekhyun.”

Baekhyun entreabrió sus labios para responder al ángel, pero tuvo su brazo asegurado con fuerza por los dedos largos de Chanyeol. El demonio no tuvo tiempo de decir nada antes de que el más alto lo arrastrase por la calle, haciéndolos entrar en un pequeño callejón, en medio de dos edificios altos.

El cuerpo pequeño de Baekhyun se chocó contra la pared de concreto y el se encogió en un gemido de dolor. La lluvia aún caía con fuerza sobre ellos mientras Chanyeol prensaba al menor entre su cuerpo y la pared.

“Yo se que gustas de ésto.” Chanyeol murmuró contra el oído de Baekhyun, asegurándolo con fuerza por el cuello, obligándolo a mantener la cabeza levantada. “Sé que gustabas de mi compañía, te gustaba el modo en que te tocaba. Yo sé que tienes miedo de morir y tienes miedo de admitir que gustabas de mi más de lo que deber-”

“¡Para!” Baekhyun pidió, intentando alejar al más alto.

“¿Parar qué?” Chanyeol preguntó sarcástico. “No es como si yo estuviese diciendo alguna mentira.”

Baekhyun engullo en seco cuando sintió los labios de Chanyeol rozar la piel de su maxilar, en un cariño prolongado. Los dedos del demonio aseguraban con fuerza el abrigo que el ángel usaba mientras el mismo deslizaba los labios por su piel.

“Tú me extrañaste...” Chanyeol declaró en un tono autoritario, hablando en susurros al pié del oído del más bajo. “Estás equivocado, Baekhyun...Yo no soy inocente como tu dices. Yo dejé mi inocencia atrás hace mucho tiempo...” El ángel rió con desdén. “Fuiste tú quien me la arrancó, ¿Te acuerdas? Y sabes, yo consigo percibir el modo en que tu piel vibra mientras digo que me extrañaste, yo sé que lo hiciste.”

“N-no.” Baekhyun gimió, todo su cuerpo temblando involuntariamente cuando Chanyeol deslizó una de sus manos por el lado de su tronco, apretándolo con fuerza en la región de la cintura. “ No digas tonterías, yo ni si quiera pensé en ti....Somos enemigos, al final de cuentas.”

Chanyeol rió.

“Sí, somos enemigos.” El ángel pegó sus frentes y mantuvo su mirada clavada en los ojos ámbar del demonio, que lo encaraban de vuelta. Involuntariamente el cuerpo de Baekhyun temblaba y sus labios se abrieron, queriendo capturar a Chanyeol en un beso. “Somos enemigos, ¿No lo somos, Baekhyun? Uno de nosotros debería morir aquí y ahora.”

Baekhyun sintió su piel quemar y se sorprendió al ver que Chanyeol lo aseguraba con fuerza en la cintura y en una de sus manos, quemandolo con la luz divina que escapaba entre los poros de sus manos.

“¡P-para!” Baekhyun gritó, debatiéndose entre los brazos del más alto, que lo aseguraban con fuerza. Ni la lluvia helada ni el tejido que lo cubrían hacían la sensación de quemadura en su piel detenerse y Chanyeol sabía que éso lo lastimaba. “Está doliendo, ¡Para!”

“¿No era éso lo que querías?” Chanyeol preguntó serio. “¿Que nos tratásemos como enemigos? Entonces, yo te estoy lastimando por que éso es lo que los enemigos se hacen el uno al otro. Tú deberías responder e intentar matarme también.”

“N-no,” Baekhyun dijo, chillando, aún retorciéndose entre Chanyeol y la pared, intentandose librar del apretón. Chanyeol dejó de quemarlo, pero su cintura y su mano aún dolían. “Para, yo no quiero...”

“Entonces dilo.” Chanyeol ordenó, abriendo los botones de la chaqueta blanca que Baekhyun usaba. “Di que sentiste mi falta, que pensaste en mi durante todo ese tiempo, di que no quieres huir más.”

Baekhyun desvió la mirada y dio una risada nerviosa mientras Chanyeol tiraba su americana al suelo. “Es más fácil que yo grite pidiendo perdón por mis pecados que hablar de eso.” El orgullo del demonio aún pulsaba por sus venas, aunque todo su cuerpo implorase para que él se entregara al ángel.

Era ridículo el modo en que todo el cuerpo del demonio, desde sus entrañas hasta mismo si piel fría, respondía a los toques del ángel de modo desesperado, clamando por más contacto.

El tejido encharcado del traje blanco del demonio hizo un ruido alto cuando fue tirado al suelo. Chanyeol levantó una ceja y se aproximó al más bajo, mordiendo con fuerza su cuello, escuchándolo gemir alto en respuesta.

“Pues entonces, prepárate para pedir perdón por tus faltas, Baekhyun” El ángel susurró contra el oído del demonio, malicioso.

El demonio rió con fuerza, y por un momento, sentía su interior burbujear de ansiedad por que finalmente se había dado cuenta de que, después de tanto tiempo, Chanyeol estaba ahí consigo.

Y apenas la lluvia sería testigo del pecado que ambos cometerían.

○●○●○●○●○

El rostro de Baekhyun se chocaba contra la pared frente a sí.

Sus ropas estaban tiradas a su lado mientras Chanyeol arañaba las laterales de su cuerpo y lo poseía violentamente. El demonio gritaba con la respiración pesada mientras Chanyeol lo aseguraba firme de sus caderas, entrando y saliendo de sí rápidamente, sintiendo cómo Baekhyun contraía todos los músculos de su cuerpo cada vez que era violado.

El demonio no creía en las palabras del ángel cuando el mismo le dijera que en aquél momento le pediría perdón por todos sus pecados, pero Baekhyun estaba comenzando a creer en las técnicas de persuasión de Chanyeol. Sus ropas habían sido retiradas en medio de mordidas y chupones y su piel quemaba cada vez que las manos del mayor se deslizaban sobre sí.

La lluvia caía fría, pero ni las gotas de agua tiraban de la piel de Baekhyun la sensación de calor cuando Chanyeol lo penetraba profundo. Las estocadas eran tan fuertes que la cabeza de Baekhyun dolía cada vez que acertaba la pared en su frente. Ni las manos recargadas le daban todo el apoyo que necesitaba cada vez que su cuerpo era impulsado para enfrente.

“¿Vas a decirlo?” Chanyeol preguntó contra el oído de Baekhyun, escuchándolo gemir alto cuando salió de él lentamente y lo penetró con fuerza una vez más. “¿Vas a decir que extrañaste sentir ésto aquí? De todas las veces que te follaba tan profundo que tu interior quedaba marcado por mi y rechazaba a cualquier otro que no fuese yo?

“¡C-Chanyeol!” Baekhyun gritó en un gemido arrastrado, arañando la pared frente a sí, mientras percibía que el otro se comenzaba a mover más lento, aún entrando y saliendo de si, obligándole a gemir entre la respiración desordenada. “Los ángeles normales no hablan así, ¿Hablan?” Baekhyun preguntó irónico y escuchó una respuesta seca.

“Los ángeles normales no se follan a los demonios, tampoco.”

Baekhyun gritó al sentir su piel quemar. Chanyeol nuevamente lo quemaba con el poder que dejaba sus manos lentamente. Aquello no mataría a Baekhyun a no ser que el ángel expusiera su poder directamente en su rostro por un tiempo suficiente, pero la piel del demonio ardía y parecía derretirse al mero toque bañado con la luz que apenas los ángeles poseían.

“P-para, ¡Me estás lastimando!” Baekhyun chilló, sus ojos cerrándose con fuerza. Su rostro dejó de chocarse contra la pared y su temporal tenía una marca de contusión, causada por los impactos anteriores.

Chanyeol dejó de penetrar al menor y no lo quemaba más.

“Tú también me lastimaste, Baekhyun.” Chanyeol sonrió, irónico. “Me dijiste que nunca más te buscara y, ¿Tienes idea de lo difícil que me fue obedecerte? Cuando fui mandado a la Tierra para ver a un humano hoy en la noche, jamás pensé que te encontraría.” El ángel deslizó su miembro nuevamente para dentro del demonio, escuchándolo golpear la pared y gemir, lleno de placer. “¿Tú crees en el destino, Baekhyun? Por que todos los humanos hacen pactos todos los días, y nosotros fumos mandados hasta el mismo.”

“¿Coincidencia?” Baekhyun preguntó irónico, y se sobresaltó cuando percibió que el mayor salía de si y lo volteaba con fuerza, haciendo que su espalda se colara contra la pared fría.

Muchos hilos de cabello de Chanyeol estaban pegados a su rostro y sus ojos parecían inquietos, pero Baekhyun gustaba de pensar que eso era sólo una ilusión causada por la lluvia que caía sobre ellos. Las alas, encharcadas, estaban caídas atrás del ángel y Baekhyun sintió su corazón parar cuando el mismo se aproximó a si, rozando los labios de ambos.

“¿Por qué haces éso?” Chanyeol preguntó. “No está mal sentir la falta de quien amas.”

“Yo n-” Baekhyun intentaba comenzar, pero fue callado por un beso.

Hacía tanto tiempo desde la última vez que sus labios se habían encontrado con los de Chanyeol que el casi se había olvidado de como era la sensación. El ángel lo aseguró firme, como su tuviese miedo de que Baekhyun huyese, pero lo que el no sabía era que el demonio jamás huiría de un beso suyo.

Los dedos del menor se hundieron en el cabello ajeno mientras lo jalaba más cerca, pegando aún más sus cuerpos. Las lenguas se encontraban en el aire, precipitadas mientras los labios se seguían en un ritmo desordenado, urgente. Chanyeol aseguró firme los muslos de Baekhyun y lo levantó del suelo mientras el mismo lo enlazaba con las piernas y era pegado con fuerza contra la pared.

Baekhyun tenía su labio inferior mordido con fuerza y todo su cuerpo se contrajo cuando Chanyeol lo encaró después de separar el beso.

“Yo te extrañé tanto.” Chanyeol murmuró en voz baja, como si estuviese contando un secreto a Baekhyun.

El demonio entreabrió sus labios para negar una vez más cualquier emoción de su parte, pero un gemido alto cortó su garganta cuando su interior fue invadido una vez más. Chanyeol se hundía dentro de Baekhyun mientras escondía su rostro en la curvatura del cuello del mismo, escuchándolo gemir en respuesta a cada embestida.

Todo el cuerpo de Baekhyun sufría espasmos y su propio falo pulsaba dolorosamente entre los dos cuerpos, siendo friccionado repetidas veces, cada vez más rápido, mientras Chanyeol obligaba a Baekhyun a subir y descender sobre su miembro.

El sonido producido por los cuerpos chocándose era alto y la lluvia dejaba las pieles mojadas, haciendo que escurriese una sobre la otra. Mezclando el calor de los cuerpos con el frío de las gotas que caían del cielo. Gotas que eran, irónicamente como lágrimas caídas de los cielos, como si los otros ángeles llorasen por el pecado que sucedía en la Tierra envolviendo a un demonio y un ángel.

El demonio aseguró con fuerza los cabellos del ángel mientras era invadido, gimiendo alto y observando para arriba algunas veces, sonriendo al pensar en realmente pedir perdón por sus pecados. La verdad era que Baekhyun sentía tanta falta de Chanyeol durante el tiempo en que estaban separados que era ridículo pensar cuan dependiente se había vuelto del ángel frente a él.

Chanyeol se deshizo dentro de Baekhyun con un gemido largo, mordiéndolo con fuerza en el cuello, marcándolo. El demonio cerró sus ojos chillando, sin querer que el otro jamás se detuviera al invadirlo. La sensación de tener a Chanyeol dentro de sí era algo indescriptible y por más que Baekhyun ya se hubiese relacionado con más parejas de las que pudiese contar, aquél ángel alto y dueño de una sonrisa bonita era quien más jugaba consigo.

Las piernas de Baekhyun temblaban y el líquido viscoso de Chanyeol escurría de dentro de sí cuando sus pies tocaron el suelo. Su miembro aún pulsaba dolorosamente, necesitando de alivio , y él gimió alto cuando el ángel comenzó a masajeárlo.

“Dílo, Baekhyun.” Chanyeol murmuró, sellando besos al rededor de los labios del menor. “Di lo que nosotros sabemos que es verdad y yo te doy el alivio que necesitas.”

El demonio arañó el tórax del ángel, sintiéndose irritado. “La verdad es que eres insoportable, ¿Sabías eso?”

Chanyeol desprendió de sus labios una risada alta, atrayente, la cual Baekhyun extrañaba escuchar. Sus ojos se tornaron medias lunas cuando sus labios se abrieron y el sonido salía como una melodía incoherente. La nariz pequeña se arrugaba levemente y su cuerpo temblaba durante la risa.

Fue entonces que Baekhyun percibió....

Baekhyun percibió en aquél momento que no importaba cuanto lo negase, el sentía la falta de Chanyeol más de la que sentía por estar vivo, de ser humano y de poder ser libre y correr por los campos sin preocupaciones. El sentía tanta falta del ángel alto e idiota que se rehusaba a admitirlo.

“Te odio.” Baekhyun murmuró, mordiendo su labio inferior. “Te odio por hacerme sentir esas....Esas osas.”

Chanyeol sonrió.

“Yo sé.” El respondió, entendiendo lo que el menor quería decir con sus palabras.

El ángel apretó sin fuerza el miembro ajeno y deslizó su pulgar por la glande rosácea y pulsante, esparciendo el líquido pre-seminal que dejaba, observando a Baekhyun entreabrir sus labios y cerrar sus ojos, gimiendo.

“Pareces tenso, Baekhyun. ¿Necesitas alivio?” Chanyeol preguntó irónico. Su propio miembro nuevamente pulsaba de excitación. Excitación que sólo Baekhyun le causaba.

Baekhyun jaló su propio cabello, irritado. Sus ojos volviéndose negros lentamente, debido a su grande grado de deseo e irritación. “¡Yo te extrañé!” El demonio gritó, su voz subiendo algunos octavos contra su voluntad. “¡Extrañé que hablaras conmigo, que sonrieras, que me gritaras, te extrañé hasta tus chillidos cuando me reía de tu forma de ser.”

Baekhyun respiraba profundo y miraba directamente a los ojos de Chanyeol, sintiendo su rostro arder en brasa como nunca antes. “Extrañé que me siguieras a todo canto, follándome hasta que nos cansáramos y , por favor, ¡ Hasta a ésas mierdas de alas las extrañé! Nadie sabe cuando te extrañé, maldito idiota, yo....Te odio, te odio.”

Baekhyun cubrió sus ojos con las dos manos, rehusándose a ver al mayor. Chanyeol rió alto una vez más y abrazó al menor, sellando varios besos en su cuello.

“Tu forma de demostrar lo que sientes es bien peculiar, ¿No lo es, Baekhyun?”

Chanyeol sonreía mientras retiraba delicadamente las manos del menor de frente de su rostro y capturaba los labios ajenos entre los suyos, iniciando un beso demorado, comenzando de forma calmada y dócil.

Baekhyun gimió entre el beso cuando percibió que Chanyeol mantenía los miembros de ambos pegados uno al otro, las pieles unidas y pulsando, siendo friccionadas al mismo tiempo.

“Te hiciste muy bueno en ésto,” Baekhyun gimió, una sonrisa estampándole los labios rojos e hinchados. “¿Practicaste en mi ausencia, hm?”

“Con los humanos no es tan divertido.” Chanyeol confesó, volviendo a besar a Baekhyun mientras masajeába rápidamente los dos miembros.

Aunque el propio Baekhyun se hubiese relacionado con varios humanos y demonios cuando estaba lejos de Chanyeol. El no podía dejar de sentir una pequeña rabia de todos aquellos que tuvieron la suerte de ser tocados por el cuerpo del más alto.

En su momento de celos reprimido, Baekhyun acabó sin percibir que el más alto se había arrodillado en el suelo frente a él, hasta que el mismo asegurara su miembro y pasara la lengua sobre toda la extensión del mismo.

El demonio llevó su cabeza para al lado y sintió su cuerpo contraerse cada vez que el otro lo engullía y lo chupaba con fuerza. La lluvia había dado una pequeña tregua y ahora una llovizna débil caía sobre los cuerpos. Baekhyun mordía con fuerza sus labios y aseguraba el cabello de Chanyeol, dictando los movimientos mientras el mismo le daba placer.

El menor percibía que Chanyeol se masturbaba mientras lo chupaba y esa visión le causó escalofríos, que hicieron a sus piernas flaquear. El ángel sabía lo que hacía.

Baekhyun lo había enseñado muy bien.

La saliva estallaba entre la boca de Chanyeol y el miembro de Baekhyun, causando sonidos altos. No demoró mucho hasta que Baekhyun se deshiciese entre los labios de Chanyeol, que lo chupaban con fuerza. El propio ángel se deshizo por segunda vez en aquella noche en su propia mano. Embriagado por la visión de Baekhyun gimiendo alto mientras se venía.

Baekhyun aún sufría espasmos cuando su cuerpo se deslizó por la pared, siendo segurado por Chanyeol antes de caer al suelo.

“¡No te sientes ahí!” Chanyeol habló divertido. “¿Estás bien?”

Baekhyun deslizó sus manos hasta la nuca del mayor y se abrazó al mismo, sintiendo el calor de su cuerpo unirse al de él.

“Tus alas...” Baekhyun ignoró la pregunta del más alto y murmuró de modo arrastrado, embriagado. “Están encharcadas...”

“Lo sé,” Chanyeol respondió, sonriendo. “Se van a secar en algún tiempo.”

El demonio aún estaba abrazado al ángel cuando estiró su mano debilmente y acarició las plumas mojadas de una de las alas del más alto. “Nunca me había dado cuenta,” Baekhyun comenzó, sonriendo. “Cómo tus alas son suaves y monas.....” Chanyeol levantó una ceja mientras el más bajo completaba su frase pareciendo demasiado extraña para ser tomada en serio. “Son bonitas....Me gustan tus alas...Sólo las odio un poco por que me recuerdan que somos enemigos delante del resto del mundo, pero ellas son bonitas....Me gustan, Chanyeol, me gusta....”

Chanyeol rió alto, abrazando más el cuerpo del demonio al suyo, protegiéndolo de lo que parecía ser un peligro invisible. “¿Estás bien, Baekhyun?”

“Como no me sentía hacía mucho tiempo.” El demonio dijo al fin, cerrando sus ojos.

Y la verdad es que jamás había sido tan sincero.

○●○●○●○●○

Baekhyun y Chanyeol estaban en un cuarto de un pequeño motel.

El mayor había ayudado al menor a vestirse en el callejón en el que estaban y, luego en seguida, ambos se dirigieron a un motel el cual tenía un gran panel luminoso al frente. Aparentemente, aún con el mundo en guerra, las personas aún iban a los moteles.

Chanyeol deslizó sus dedos por el rostro de la atendiente y la misma sin pestañear los llevó hacia un pequeño cuarto vago, sin preguntarles nada. Esa era una de las ventajas de ser un ser sobrenatural, poder controlar la mente de los mortales.

Chanyeol volvió a despojar a Baekhyun de sus ropas y abrió el grifo de la bañera para que la misma fuese llenada con agua tibia, colocándolo allá dentro cuando el agua ya se salía. El ángel se sentó al lado de la bañera mientras veía al demonio hundirse en el agua y emerger después.

“Me quedé preocupado, nunca te había visto de ésa forma.” Chanyeol murmuró, deslizando sus dedos por el rostro del más bajo.

“Yo sólo....No estaba acostumbrado a tanta agresividad.” Baekhyun mintió, intentando esconder la vergüenza de tener su cuerpo adolorido por el simple hecho de haber sido poseído nuevamente por Chanyeol después de tanto tiempo.

“Perdón.” Chanyeol pidió sonriendo triste y Baekhyun negó con la cabeza, jalándolo delicadamente del brazo como si pidiese para que el otro se juntara consigo.

Chanyeol rió y se desnudó, entrando a la bañera y sentándose atrás de Baekhyun, gimiendo de placer al sentir el agua tibia entrar en contacto con su piel después de ser encharcado por la lluvia helada. Las alas del ángel, demasiado grandes, se quedaron fuera de la pequeña bañera, arrastrando las puntas al suelo.

“Es tan injusto.” Baekhyun murmuró, sintiendo los brazos fuertes de el otro envolverle en un abrazo.

”¿Que cosa?” Chanyeol preguntó cerca del oído del menor, sintiéndolo temblar.

“Nosotros.” El menor habló. “El hecho de que sea errado estar juntos...Es injusto.”

“Nosotros vamos a hacer algo.” Chanyeol susurró, intentando calmar a Baekhyun. “No te preocupes.”

El ángel buscó las manos del demonio y entrelazó sus dedos a los del otro, en señal de conforto, intentándole pasar la seguridad que él mismo quería sentir.

Por que la verdad es que nada estaría bien.

○●○●○●○●○

La mañana llegó y con ella, el demonio pareció recordar lo que parecía ser un sueño. La realidad lo golpeó como una flecha puntiaguda.

“Nosotros vamos a morir.” Baekhyun murmuró. El había terminado de vestir nuevamente sus ropas aún húmedas y ya no tan blancas, después que éstas habían sido tiradas al suelo de un callejón cualquiera. El yacía sentado en la cama del pequeño cuarto de motel y tenía una expresión de pavor en su rostro mientras pensaba en la posibilidad de ser descubiertos.

El demonio no podía pensar que a cualquier momento la relación entre él y el ángel podría ser descubierta, y además en el fondo de sus entrañas el quisiese proteger su vida y la de Chanyeol, Baekhyun no conseguía imaginarse más lejos del mayor. Pasar doscientos años lejos del ángel fueron como un castigo, los años arrastrándose tristemente, recordándole su infelicidad.

Baekhyun no sabía si prefería vivir peligrosamente, con el riesgo de morir en cualquier momento, o de vivir confortable, sabiendo que Chanyeol y el mismo estarían lejos del peligro, pero, - por otro lado- separados.

“Nosotros no podemos hacer éso de nuevo,” Baekhyun murmuró cuando percibió que el otro rodaba sus ojos, disgustado. “Nosotros vamos a terminar muriendo.”

“Deja de decir ésas cosas.” Chanyeol pidió, parándose frente al demonio.

“¡Pero tú lo estás sintiendo, ¿No lo estás?” Baekhyun preguntó, observando hacia la ventana, viendo la luz del sol invadir el ambiente. “¿Estás sintiendo la presencia de los ángeles por aquí?”

El demonio sentía todos sus músculos sufriendo espasmos, avisándole de que el estaba en peligro y que varios seres celestiales estaban en aquél mismo local que ellos en la Tierra, en un radio de kilómetros de distancia. Baekhyun temía que los seres divinos estuviesen allí por que habían descubierto la relación entre el y Chanyeol y éso lo apavoraba.

“Debe ser rutina.” El mayor dijo, curvándose y tomando el rostro del menor entre sus manos. “Como éste país está en guerra, más ángeles deben ser mandados para acá para proteger a las personas, no te preocupes.” El ángel deslizaba su pulgar por la mejilla del demonio, en un gesto de cariño. “Ellos están tan ocupados con los humanos que no se darán cuenta de que estamos aquí, está todo bien.”

“No quiero que te lastimes.” Baekhyun murmuró, encarando al más alto. “Si descubren lo nuestro, los otros ángeles te van a arrancar las alas, ¿No van?” Las pupilas del demonio temblaban en un pavor palpable mientras él encaraba al ángel. “ Te van a castigar...Y no sabemos lo que sucederá en realidad, ellos te podrían hacer cosas horribles y no quiero que te lastimen, Chanyeol, el cielo es cruel, tú sabes mejor de lo que yo sé, si somos descubiertos tú sufrirás más que ....”

“Nada de éso sucederá.” Chanyeol murmuró, sellando levemente sus labios a los del otro. “Mejor ve al infierno por ahora y cuando vuelvas hasta la Tierra yo también vendré, ¿Cierto? Yo aún consigo sentir cuando estás aquí en la Tierra, te puedo localizar y encontrarte en el momento que no haya tantos ángeles por aquí, sé que temes por nosotros.

Baekhyun pestañeó algunas veces, confundido.

“Espera....Durante esos doscientos años sabías cuando venía hasta la Tierra? “

“Todas las veces.” Chanyeol respondió, con una sonrisa triste. “Sin excepción, cada vez que pisabas el suelo humano mi corazón latía una única vez en descompaz, y entonces yo sabía, sabía donde estabas y como llegar hasta ti. “

“Y aún así...” Baekhyun murmuró, tocando el rostro de Chanyeol. “Y aún así no viniste hacia mi .”

“Yo obedecí tu deseo.” El ángel murmuró. “Aunque encontrase que estabas equivocado, yo entendía tu miedo.”

“Yo aún tengo miedo.” Baekhyun confesó.

El ángel sonrió triste y se aproximó al demonio, pegando sus frentes. Sus miradas estaban clavadas una con la otra en una conversación silenciosa, las palabras mudas parecían envolverlos en un pedido entre ambos para que no se volviesen a separar.

El ángel se aproximó aún más al demonio, los labios rozándose en una caricia cargada de ternura, muy diferente de sus toques demasiado eróticos, cargados de puro deseo. Los ojos estaban semi-cerrados y escalofríos cruzaban los cuerpos de ambos y Baekhyun sentía Chanyeol jalarle más cerca, precipitándose para que el contacto se tornase más intenso.

Pero, el beso no llegó a ser, de hecho, profundizado, por que algo los arrancó de sus fantasías de que mientras estuviesen juntos, ellos estarían bien.

Dos golpes en la puerta les recordaron la realidad.

Baekhyun abrió sus ojos cuando Chanyeol quebrara el contacto entre los labios y diera dos pasos atrás.

“Mierda.” Chanyeol susurró, abriendo sus ojos y alejándose aún más de Baekhyun, comenzando a caminar por la habitación. “Mierda, mierda, mierda! Baekhyun, por favor, vete.”

“¿Qué está suc-” Baekhyun comenzó, pero sus músculos parecían estirarse en un aviso doloroso para que él huyese, al mismo tiempo en que un escalofrío recorría su espina. Un escalofrío que el conocía muy bien.

Un ángel desconocido estaba cerca. Demasiado cerca.

“¿Chanyeol?” Una voz sonó del otro lado de la puerta. “Chanyeol, es Joonmyun! ¿Qué estás haciendo ahí adentro? ¿Tienes idea de lo difícil que fue localizarte en éste país lleno de ángeles de todos los tipos? Yo sabía que habías sido mandado a realizar un pacto, pero demoraste mucho en regresar y me quedé preocupado de que te hubieves encontrado con algún demonio y te hubieses lastimado....¿Qué estas haciendo?”

Baekhyun y Chanyeol se miraron, apavorados.

“El sabe.” Baekhyun murmuró, sintiendo una necesidad inmensa de vomitar mientras su corazón latía rápidamente contra su pecho. “El sabe y te va a castigar.”

“¡Shh! Chanyeol protestó, cubriendo la boca de Baekhyun, impidiéndole pronunciar cualquier palabra más. “El no sabe nada, sólo está preocupado por que demoré, calma.”

“¿Chanyeol?” La voz mantenía un tono firme, aunque sonase calma. “Por favor, abre la puerta, estoy preocupado por ti....Primero comienzas a desaparecer, después pasas siglos sin salir del Paraíso mas que algunos momentos apenas para realizar pactos, pero ahora simplemente desapareces de nuevo. Los superiores están comenzando a cuestionarme sobre lo que te sucede.”

Baekhyun aún estaba con la boca tapada por Chanyeol y sus ojos encaraban al ángel, inquietos.

“Calma, todo está bien..” Chanyeol susurró para el más bajo, sintiendo su propio corazón apretar, temeroso. “No te pongas así, por favor.”

“¡Chanyeol!” Joonmyun volvió a gritar, golpeando la puerta con más fuerza.

“¡Ya voy, Joonmyun!” Chanyeol gritó en respuesta, antes de morder su labio inferior con fuerza. “Estoy yendo....Puedes irte primero que ya volveré al Paraíso, no te preocupes!”

“Chanyeol, estoy hablando en serio,” El ángel superior gritó del otro lado de la puerta. “¿Con quién estás ahí? Estoy sintiendo un aura y sé de lo que estás acompañado.”

Ángel y demonio se miraron, con los ojos bien abiertos, sin saber como reacciónar. Todo lo que más temían estaba sucediendo como una confirmación de los peores pensamientos de realidades futuras que pudieran venir a suceder. Baekhyun se condenaba en silencio, sabiendo que la culpa de todo aquello era suya.

“Abre la puerta, si no la abriré a la fuerza, yo soy tu superior,” Joonmyun dijo una vez más, en un tono serio, golpeando la puerta con fuerza. “Sé que estas ahí y sé que no estas solo, entonces vamos a conversar. Tú, yo y.....Tu amigo.”

Baekhyun inspiró el aire con fuerza, empujando a Chanyeol lejos de sí. “¡El sabe!”

Chanyeol veía de Baekhyun hacia la puerta del cuarto, sin saber que hacer. “Baekhyun, vete, por favor.” El ángel alto sonrió, desesperado. “Todo estará bien, te lo prometo, pero necesitas irte ahora. Yo voy a hablar con el y haré algo, nosotros estaremos bien.”

El demonio cerró los ojos con fuerza e invocó a las tinieblas que lo llevarían de vuelta al infierno. El mordía con fuerza su labio inferior mientras la puerta era empujada por el otro ángel que llamaba por Chanyeol.

“Por favor, no me busques más,” Baekhyun pidió, abriendo los ojos inquietos, encarando a Chanyeol. “No después de eso, no podemos vernos, nunca, nunca más por favor.”

“No me digas eso,” el ángel pidió. “No necesitas hacer eso, Baekhyun”

Los ojos del demonio se tornaron negros mientras, a los pocos segundos, era engollido para la dimensión en que el infierno quedaba.

“Pediré que me rebajen, me convertiré en guardián o cualquier cosa así, nunca más regresaré a la Tierra.” Baekhyun explicó en una despedida apresurada. “Será mejor así, Chanyeol, nunca más nos veremos y vas a estar bien, nadie precisa lastimarse....Adiós, Chanyeol.”

Baekhyun deseaba poder despedirse de Chanyeol por lo menos con un beso, pero sabía que demasiados besos ya habían sido intercambiados entre ellos, contacto que jamás debía de haber sucedido en primer lugar.

“Adiós, ángel.” Baekhyun dijo en un tono demasiado sarcástico, intentando esconder la amargura con la que se despedía.

“¡No, No digas éso! ¡No hagas eso!” Chanyeol pidió, oyendo la puerta ser destruida mientras su superior le llamaba. Joonmyun ya aparecía pasando por el marco de la puerta y Baekhyun desaparecía deprisa entre las tinieblas, cuando Chanyeol se desesperó al mero pensamiento de que el demonio pudiese estar realmente queriendo nunca más verlo. “¡No! Por favor, ¡Baekhyun!”

Baekhyun entonces vio al ángel que llamaba a Chanyeol. Su interior pereció congelarse cuando sus ojos se encontraron con los ojos castaños de aquél ángel bajo - llamado Joonmyun-, de piel blanca y cabello oscuro, corto y despeinado. Sus labios eran rojos cono una manzana, el fruto del pecado, y se partían mientras llamaban a Chanyeol.

El demonio cerró sus ojos con fuerza mientras desaparecía en las tinieblas, huyendo de los dos ángeles. Antes de desaparecer del mundo humano el sintió los dedos de Chanyeol envolviendo su pulso mientras le pedía que no partiese después de decirle que no podrían volverse a ver.

Habían gritos haciendo eco en sus oídos, pero en seguida todo quedó en silencio.

Y entonces todo se volvió oscuro y frío.

El viento azotaba su cuerpo y todo le dolía.

Cuando Baekhyun abrió sus ojos nuevamente estaba en el desierto del Valle de los Vientos, en el Infierno. Pero el no se había transferido hacia su cuarto como siempre lo hacía, y no se había parado en pie graciosamente como todas las otras veces.

Baekhyun estaba tirado en el suelo, su rostro pegado a la arena, sintiendo todo su cuerpo doler y su muñeca quemar.

El viento azotaba y echaba arena sobre su cuerpo, impidiéndole ver con clareza lo que había a su alrededor. El demonio tosió algunas veces, sintiendo su cabeza girar y todas sus entrañas dolían. Pestañeó algunas veces, Baekhyun sintió su visión tornarse más clara, pero el dolor en todo su ser no pasaba.

Solamente cuando el demonio se arrodilló en el suelo, temblando es que el percibió lo que había sucedido equivocadamente, que su huida hacia el infierno había sido desastrosa. Volteó su rostro hacia atrás, siguiendo el sonido de una respiración pesada y una tos irregular, Baekhyun vio a Chanyeol desmayado en la arena.

El viento azotaba el rostro del demonio mientras sus ojos se abrían bien al observar las alas de Chanyeol caídas en el suelo, algunas plumas siendo arrancadas debido a la fuerza de la ventiza. El demonio sintió su corazón pararse cuando percibió que había traspasado todos los pecados posibles. Baekhyun había hecho algo que cambiaría todo.

Él había llevado a un ángel para el infierno.

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