Primer capítulo - [Primer pecado. ]

Sep 06, 2013 01:09

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Baekhyun estaba aburrido.

La verdad, se aburría la mayor parte del tiempo cuando se encontraba en el infierno. Ya había visitado todos los lugares más terroríficos de los nueve círculos infernales y cuando se quedaba en el segundo círculo, su hogar en el sbubmundo, Baekhyun se sentía irritado por no tener realmente nada interesante que hacer.

El demonio Grimório disfrutaba de ir a la tierra, por que ahí, por lo menos se podía divertir.
Conocía nuevos humanos, los asustaba con algunas palabras o expresiones maliciosas y -además de éso- sellaba pactos con los mismos. Al final, ese era su trabajo como un Grimório.

“Minos quiere verte...” Baekhyun murmuró cansado, recargaba la cabeza contra la puerta del cuarto de Kyungsoo -Su compañero Grimório. Kyungsoo estaba recostado en su cama y parecía irritado ante la repentina intromisión del otro.

“Pero acabo de regresar de una misión...” El demonio de piel lechosa respondió, sentándose en su propia cama mientras hacía una mueca.

“ ¿Y tú crees que a el le importa?” Baekhyun preguntó entre risas. “Los humanos están todo el tiempo haciendo pactos, tú lo sabes bien.”

Baekhyun podría no admitirlo, pero consideraba a Kyungsoo como su único amigo en el infierno. El demonio de cabellos negros y piel blanca había llegado al infierno a través de un demonio que Baekhyun odiaba y cuando éste se vio muerto por un ángel, Baekhyun no sintió ni una puntada de tristeza. Lo que él hizo fue aproximarse al nuevo demonio, y desde entonces, Kyungsoo se veía obligado a aguantar la personalidad desagradable del Grimório de cabellos castaños.

El propio Baekhyun sabía que su personalidad no era de las mejores y prefería mantenerse de ésa forma, pues así evitaba aproximarse con los de su alrededor. Si había una cosa que Baekhyun había aprendido durante su existencia como humano, era que si se apegaba a cualquier cosa, estuviera viva o no siempre terminaría triste y nostálgico.

“Pues nada dura para siempre.”

“Quién nos mandó a convertirnos en Grimórios del segundo círculo, Kyung?” Baekhyun preguntó retóricamente, usando un tono sarcástico, en medio de la conversación que él y Kyungsoo mantenían mientras se dirigían a la sala de Minos -El juez del infierno y líder del segundo círculo infernal- Donde los portales para ir a la tierra se localizaban.

Claro, nadie les había mandado a convertirse en demonios de los pactos....Ser un Grimório era una consecuencia de sus propios actos y ellos tenían que aceptar sus responsabilidades

Les gustara o no.

○●○●○●○●○

La Torre del placer - En donde Minos se encontraba- quedaba a algunos metros de distancia de la Torre de los vientos. Baekhyun y Kyungsoo caminaron durante todo el transcurso intentando protegerse como podían de la ventisca feroz que los castigaba. Los abrigos negros que ambos usaban solían agitarse sobre sus piernas y los cabellos les golpeaban el rostro.

Estaba oscuro, mas aquél viento les mantenía lejos de las tinieblas, ayudándolos a ver el camino entre el desierto. La torre de placer era grande, hecha de oro macizo y en la puerta se encontraban dos guardias, justo como en todos los lugares del infierno. Siempre había algún Baal protegiendo los accesos a los principales puntos infernales.

Antes de que los dos demonios Grimório consiguieran entrar en la torre, Baekhyun discutió con los dos Baal que resguardaban la entrada. Baekhyun no gustaba de los demonios de clase guardianes, pues siempre iban con un aire de superioridad por ser los responsables de la seguirdad de los locales del infierno, pensando que los otros les debían respeto por aquello cuando en realidad, estaban en uno de los lugares más bajos de la jerarquía demoniaca.

Baekhyun estaba aburrido, quería ir a la Tierra y no pestañeó mientras discutía con los guardianes hasta que éstos les abriesen las puertas de la Torre de placer y les dieran entrada.

Dentro de la torre no venteaba. El calor tocó sus mejillas y no había más ruido.

“Odio a esos guardianes...” Baekhyun murmuró, acomodando sus cabellos anteriormente revueltos por el viento.

Kyungsoo y Baekhyun tuvieron una breve conversación sobre los demonios Baal y sobre ellos mismos, Grimórios, antes de dirigirse hasta la puerta de la habitación de Minos, golpeando ésta sin fuerza tres veces cuando se encontraron frente al lugar, y no tardaron en escuchar que les llamaban para entrar.

La puerta se abrió y reveló una sala grande, espaciosa, con una mesa en el centro. Las paredes frente al mueble tenían varios portales envueltos en tinieblas, siendo imposible visualizar lo que había del otro lado.Y en la pared tras la mesa de centro habían muchos, muchos nombres rasgados con una letra de aspecto desagradable, irregular. Nombres de los muertos que Minos juzgó desde que se convirtiera líder del segundo Círculo, probablemente.

“Tardaron mucho...” El hombre adulto, de cabello largo, comentó cuando los dos Grimórios entraron en la habitación y cerraron la puerta tras de sí.

"Discúlpanos, Minos. Los guardianes de la torre nos atrasaron." Baekhyun habló en tono bajo mientras recargaba una rodilla en el suelo frente al líder, siendo seguido por Kyungsoo.

“Deja de culpar por todo a cualquier Baal que te encuentres, Baekhyun, antes de que te rebaje y te conviertas en uno de ellos.”

Kyungsoo observó rápidamente a su compañero, pero no logró ver ni una reacción por parte de éste, quien se mantuvo callado ante la amenaza de su superior. Los dos Grimórios se levantaron y caminaron con calma hasta aproximarse al escritorio de Minos.

“Cada uno de ustedes visitará a un humano y hará un pacto con el mismo. Deben llegar hasta el mortal lo más rápido posible, antes de que algún ángel lo haga.” Minos habló mientras les observaba serio. “ Por hoy tenemos a una mujer y a un hombre, ¿Quién quiere a quién?

Baekhyun miró a Kyungsoo con una sonrisa ladina.

“Jefe, el va a querer al hombre, Kyungsoo prefiere tener sexo con hombres y -”

Baekhyun no consiguió terminar la frase antes de recibir una patada en la entrepierna por parte de su colega. Los dos Grimórios se fusilaron con los ojos y Minos soltó una carcajada.

“Que así sea, entonces....Kyungsoo, entra por aquél portal y sigue el aura frágil del humano que desea hacer el pacto, como ya estás acostumbrado.” Minos apuntó hacia un portal a la derecha de Kyungsoo y el Grimório engulló en seco antes de aproximarse al pórtico envuelto en tinieblas.

“¡Espero que sea alguien viejo!” Baekhyun gritó y Kyungsoo rodó los ojos antes de dar algunos pasos para atravesar el portal.

Baekhyun aún sonreía cuando se volteó de nuevo hacia Minos, que lo veía con una ceja alzada. La sonrisa en el rostro del Grimório se desvaneció y esperó al líder para que le dijera lo que debería hacer.

“Baekhyun, tú vas a entrar por aquél portal.” Minos habló con un tono calmo, apuntando hacia uno de los portales a la izquierda de Baekhyun. “Ten cuidado, La ciudad a la que te diriges está infestada de ángeles desde hace tiempo...Y es imprescindible que consigamos el máximo de almas posibles, entonces voy a contar contigo para que consigas ésa alma humana para nosotros.”

“Puede confiar en mi, Jefe.” El demonio de cabellos castaños respondió con una sonrisa ligera. “Soy el mejor en lo que hago.”

Baekhyun se curvó una vez más delante de Minos en señal de respeto y, entonces se dirigió hacia el portal que debía de atravesar. Respiró profundo y cerró los ojos con fuerza antes de atravesarlo, esperando una sensación incómoda invadir sus entrañas, lo cual era normal cuando solía ser enviado a la Tierra.

Cuando los demonios se encontraban en el infierno no pasaban de almas que podían tocarse unos a los otros sin problemas ya que ni uno de ellos poseían materia física, Pero, como en el mundo humano los mortales poseían materia, los demonios necesitaban pasar por un proceso de materialización cuando atravesaban los portales negros. La sensación cuando aquello ocurría siempre le parecía fatigante.

No demoró mucho antes de que un frío se apoderase de todo su ser y comenzara a sentir todos sus músculos ser apretados en cuanto viajaba entre el submundo y la tierra de los vivos, en dirección a una ciudad infestada de ángeles.

Ciudad infestada de ángeles.

Ésa no podía ser una noticia peor para Baekhyun, El ya se había encontrado algunos ángeles en su existencia como demonio y nunca había entrado en una disputa directa con ninguno, pues la mayoría de los ángeles que andaban por la tierra eran de categorías bajas y tenían más miedo de los demonios que los propios demonios tenían de ellos. El problema mayor sería si algún ángel de clase Arcángel, Potencia o peor, de la clase Dominación, decidiese aparecer en el camino de Baekhyun.

Si éso sucedía, el estaría acabado antes de percibirlo.
○●○●○●○●○

Cuando los humanos se convertían en demonios en el infierno, ellos recibían una breve explicación sobre como funciona el Paraíso y cuales son los tipos de ángeles por los que ellos deben de preocuparse y evitarles cuando fueran a la Tierra. Arcángeles, Potencias y Dominaciones son los niveles intermediarios de seres celestiales que descienden hasta la tierra para verificar como andan los trabajos de los ángeles de niveles menores. Esas tres clases de ángeles son las más peligrosas, por ser entrenadas exclusivamente para el combate contra demonios.

Existen otros niveles superiores de ángeles, más estos jamás descienden al suelo humano y apenas se quedan en el paraíso. Las clases menores, como los cupidos - por ejemplo- viven en la Tierra y difícilmente suben al cielo, ya que su trabajo es intenso y nunca tiene fin. Baekhyun ya se había encontrado con muchos cupidos en la tierra cuando iba a realizar pactos, y encontraba divertido mostrar sus ojos totalmente negros para aquellos seres inocentes, viéndolos gritar de terror y salir huyendo, con miedo de ser asesinados por un demonio malvado.

Baekhyun sólo no deseaba encontrarse con un ángel de clase superior por que, la verdad ser destruido no estaba en sus planes del día.
○●○●○●○●○

Al abrir nuevamente sus ojos, Baekhyun se vio en un ambiente desconocido. Meneando sus dedos, el demonio los escuchó castañear en su cuerpo recién materializado. Baekhyun se llevó las manos hacia el rostro y sopló un poco de aire fuera de su boca, observando el humo blanco desprenderse de sus labios.

Hacía frío y la ciudad parecía desierta, probablemente debido a la hora. Una neblina débil cubría el suelo y la iluminación era pobre, haciendo que el demonio precisara de estrechar sus ojos para poder observar el camino que debería recorrer.

El aura del humano conseguía sentirse fácilmente y el Grimório sonrió mientras caminaba por la acera, sintiendo el suelo congelar bajo sus pies descalzos. Baekhyun deslizó las manos dentro de los bolsillos de su abrigo negro y se encogió al sentir lo que pensó que era un pequeño choque de frío recorrer su espalda.

Pero no era frío.

El demonio se volteó rápidamente y observó a sus espaldas, por donde pensó sentir a alguien observándolo. La calle continuaba vacía y las luces de las lámparas vacilaban algunas veces, aún así no estuviese venteando ni un poquito.

Un suspiro se escapó de entre los labios del demonio y volvió a voltear su cuerpo en la dirección que seguía, pero algo lo sorprendió. Baekhyun, al voltearse, se encontró con un hombre mucho más alto que él, vistiendo un abrigo negro sin mangas y observándolo desde arriba, con una sonrisa minúscula estampando sus labios bien delineados.

Baekhyun abrió sus ojos, sorprendido al ver que no estaba solo.

Era bastante obvio que la figura desconocida era un ser sobrenatural así como el demonio, ya que una sombra leve de sus alas, casi totalmente escondidas a los ojos del demonio, estaba tras de sí y revelaba su verdadera identidad.

El hombre era un ángel.

“Hola, demonio.” Los cabellos de aquél ángel eran castaños, más oscuros que los de Baekhyun, y su mirada tenía un brillo diferente, algo que nunca había visto el menor.

“Hola, ángel.” Baekhyun respondió en un tono irónico, aunque todos su músculos vibrasen, implorándole para que huyera.”

“Pareces medio perdido...” El ángel habló calmado, sonriendo un tanto sarcástico. “¿Necesitas ayuda?”

Baekhyun casi podía verse corriendo y huyendo entre las tinieblas, llegando al infierno en seguida para correr hacia su habitación y esconderse. El demonio no tenía la mínima idea de cual clase de ángel era, pero definitivamente no era un cupido. Los ángeles de clase cupido acostumbraban a ser pequeños y rechonchos, además de éso, jamás conversarían con un demonio usando ese tono.

El demonio no tenía forma alguna de saber que clase de ángel era aquél que tenía enfrente y éso le incomodaba.

Le daba pavor.

Por más que Baekhyun quisiese huir, su orgullo no estaba cooperando en el momento, obligandolo a permanecer parado.

Bien, casi éso.

Baekhyun se giró sobre sus propios pies y comenzó a caminar deprisa en la dirección opuesta al ángel, ignorando la pregunta que el mismo le había hecho. Pero, cuando el mal diera cinco pasos, nuevamente el ser celestial surgía de la nada, sin hacer algún sonido....Y estaba allá, frente a él, encarándolo.

“¿Me tienes miedo?” El ángel preguntó, con el flequillo cayendo levemente sobre sus ojos, escondiendo el brillo de los mismos.

“Claro que no.” Baekhyun rió burlón. “Sólo que no pretendo estar cerca de un ángel por más tiempo que lo necesario. No es nada personal, pero créeme, ni un segundo si quiera es necesario.

Baekhyun dio unos pasos largos al rededor del ángel y comenzó a caminar sin rumbo, olvidándose por completo de su misión en la Tierra. Ignorando el alma que lo llamaba para realizar un pacto.

“La humana con la que viniste a realizar el pacto no se encuentra por ése lado...¿Sabías...?” El ángel habló alto, en un tono irónico, para que Baekhyun le escuchase. “Estás yendo por el camino incorrecto, lo que me hace creer que estás perdido y necesitas ayuda.”

Baekhyun se detuvo, pareciendo que las suelas de sus pies simplemente se pegaban al suelo. El demonio de cabellos castaños engulló en seco y giró su cuello para encarar al ángel.

“¿Por lo menos sabes en donde estás? El ángel preguntó mientras se formaba una sonrisa alargada sobre sus labios. “Te voy a ayudar, para que no te pierdas más de lo que parece....Ésta es una ciudad en Estados Unidos de América, Estamos en el año 1818, según las cuentas humanas, y el progreso está en pleno vapor, ¿No es increíble como los mortales se pueden desenvolver en tan poco tiempo? “ La sonrisa del ángel fue desapareciendo a los pocos segundos y su expresión de sonrisa fácil se convirtió en algo casi sombrío. “Es increíble como se consiguen degradar en tan poco tiempo.”

Baekhyun tenía apenas una certeza de lo que aquél ángel era y lo que no era. Aquél hombre alto, con el cabello oscuro de más para un ángel y una sonrisa maliciosa con certeza no era un Arcángel, Potencia o Dominación. Si el ángel perteneciese a cualquiera de esas clases él ya le hubiera ejecutado sin si quiera pestañear. Mas no lo hizo.

Y más que nada, lo que intrigaba a Baekhyun eran sus verdaderas intenciones.

“¿Quien...” El demonio comenzó, dando pasos rápidos hacia el hombre alto, deteniéndose a centímetros de distancia del mismo. “¿Quien diablos eres tú.?”

“Irónico que hables de diablos, refiriéndote a un ser que proviene de la divinidad como yo, ¿Sabes?”

Baekhyun rodó los ojos, aquél ángel conseguía ser más irónico que él y éso le irritaba profundamente.

“Habla rápido, ángel.”

Las sombras de las alas tras el cuerpo del hombre alto se agitaron en cuento él sonreía.
“Disculpa mi falta de tacto, demonio....Olvidé que ustedes eran seres impacientes en su gran mayoría.” Baekhyun abrió sus labios para responder lo que el otro había dicho, más fue callado cuando el ángel volvió a hablar.
“Me llamo Chanyeol, soy un ángel de clase Virtudes y sé que has venido a realizar un pacto con la humana que vive al final de ésa calle por que , observa bien, yo soy un ángel que vino a disputar el alma de ella contigo.

Baekhyun se congeló.

Virtudes era una clase intermedia en la jerarquía de los ángeles y Baekhyun jamás se había encontrado con alguno en persona, aunque ya había escuchado hablar de ellos muchas y muchas veces. Virtudes eran los ángeles de los llamados milagros, ellos son los responsables de ir a la Tierra cuando un humano clama por ayuda divina y realizan pactos semejantes a los demonios, pero, con algunas diferencias cruciales.

Al concluir un pacto, los ángeles -al contrario de los demonios-, no volvían en diez años para llevarse las almas de los mortales con los cuales hicieran el contrato. Las almas de éstos son enviadas directamente al purgatorio después de su muerte, en donde aguardan en tormento o paz- dependiendo de sus pecados en vida- por el juicio final.

Cuando un humano pide por socorro divino y su mente está debilitada o su espíritu está quebrantado, un demonio y un ángel son enviados para comprar su alma, como si fuese un juego entre el Cielo y el Infierno. El trato hecho entre Dios y Lucifer era que el ser que alcanzaba al humano primero era quien se quedaba en el alma.

Mas, claro, existía un problema: Cuando un Demonio y un Ángel llegan al mismo tiempo al mortal, ellos deben disputar hasta la muerte para ver quien se quedará con el alma.

Baekhyun jamás se había encontrado un Virtudes en sus visitas a la Tierra, tanto que ni si quiera creía -secretamente- que esa clase de ángeles realmente existiese. Si aquél ángel estaba frente a él ahora, estaba claro lo que tenía que suceder.

Una batalla a muerte.

“Tu nombre...” Baekhyun se asustó cuando escuchó la voz profunda del ángel, Chanyeol, murmurar. El parecía estar hablando hacía tiempo, mas el demonio estaba tan inmerso en pensamientos que no escuchó palabra alguna.

“¿Como?” Baekhyun murmuró, encarando los ojos almendrados del ángel.

“No me has dicho tu nombre, demonio.” Chanyeol contestó con calma, en un tono bajo, esperando una respuesta.

“B-Baekhyun” El menor respondió incierto.

“Tú eres un Grimório y yo un Virtudes...” Chanyeol habló pausadamente. “ ¿Sabes lo que significa, verdad?

Las alas del ángel se agitaron y dejaron de ser apenas una sombra en torno del cuerpo alto, las largas alas blancas se mostraron, mientras Chanyeol le dedicaba una sonrisa ladina.

Baekhyun no podría huir, el sabía que ahora sólo había una opción.

Los ojos del demonio se volvieron completamente negros mientras respiraba profundo e invocaba silenciosamente las tinieblas para que le rodearan, aumentando su poder. La sonrisa del ángel sólo aumentó cuando percibió lo que el otro hacía.

“¿Nosotros vamos a hacer éso..?” Chanyeol rió, “Yo soy mucho mayor que tú....¿No prefieres huir para el infierno?”

Baekhyun no era entrenado para la lucha como los Iwia, demonios soldados, mas su orgullo era más grande como para huir de un ángel de clase media. Chanyeol era un virtudes, entonces Baekhyun pensó que no debería ser tan difícil derrotarlo.

“Cállate la boca, ángel.” Baekhyun murmuró mientras se tronaba el cuello, orgulloso. Las escleróticas de los ojos del demonio estaban totalmente negras y sus colmillos se tornaron puntiagudos, sus uñas estaban largas y afiladas, como si fueran un arma blanca.

Chanyeol sonrió y apretó los nudillos de sus dedos mientras le dedicaba una mirada al demonio relativamente pequeño frente a él. El ángel se preguntaba como un demonio podía ser tan bello. Sería una pena eliminar un ser tan interesante, mas ése era su deber.

“Fue un placer conocerte, Baekhyun.” Chanyeol murmuró antes de llevar una de sus manos hasta el cuello del demonio, apretándolo. Baekhyun abrió sus ojos y enterró las uñas en el brazo del ángel, intentándose liberar del apretón que lo dejaba sin aire. Las tinieblas envolvían al demonio, en cuanto una luz incómoda emanaba del ser celestial.

La campana de una iglesia sonó a lo lejos, avisando que el reloj marcaba exactamente media noche y un nuevo día llegaría.

Un nuevo día que comenzaría con una batalla entre un ángel y un demonio.

○●○●○●○●○
Baekhyun no sabía hace cuanto tiempo el y el más alto estaban en aquella situación. Podrían haber pasado apenas algunos minutos o tal vez horas, y ni uno de los dos - la verdad- podría decir con certeza hace cuanto tiempo estaban intentando matarse el uno al otro.

La verdad es que ni uno de ellos tenía práctica en lucha corporal.

El demonio sentía quemarse cada vez que el contrario rozaba su piel. La luz que emanaba cada poro de Chanyeol casi le cegaba, Y Baekhyun que intentaba a toda costa sofocar al ángel al enbolberlo en las tinieblas.

Una risa alta fue escuchada saliendo de los labios del ángel y Baekhyun se irritó aún más. El ángel se estaba divirtiendo.

El rostro de Chanyeol estaba marcado con cuatro arañazos profundos, causados por las uñas de la mano de Baekhyun, y el labio inferior del demonio tenía una cortada debido a un golpe particularmente fuerte que había recibido del más alto.

Los dos, ángel y demonio, huían uno del otro, evitando algún golpe certero, lo que les llevó hasta un pequeño callejón entre los edificios pequeños. Baekhyun ahora se encontraba acorralado contra la pared, con las dos manos del ángel enbolviéndo su cuello con fuerza. La piel del demonio quemaba con el toque celestial y Chanyeol no sonreía más.

La respiración de Baekhyun comenzó a debilitarse y él, en un acto desesperado llevó sus manos hasta el cuello del mayor, hundiendo sus uñas como podía, viendo las tinieblas invadir la piel santa, mientras sangre comenzaba a brotarle. Las alas de Chanyeol se agitaban, intentando safarse de las sobras que lo engullían.

En lo oscuro de la ciudad, en un pequeño callejón, dos seres batallaban lejos de los ojos humanos. Las tinieblas y la luz se mezclaban mientras los dos intentaban eliminarse los unos a los otros.
Baekhyun realmente pensó que acabaría muerto, cuando sintió que el agarre de su cuello se deshacía y su cuerpo calló al suelo, ya que sus piernas estaban débiles y no aguantaba más su propio peso.

El demonio tosió algunas veces y llevó una de sus manos al cuello, acariciando la carne quemada que ya se curaba sola a l poco tiempo. El ángel estaba cansado, en pie, y pasaba las manos por sus heridas, curándolas instantáneamente con un único toque.

“Ésto va a durar una eternidad.” Chanyeol murmuró con una pequeña sonrisa. “Vamos a admitirlo, somos pésimos en ésto.”

“Apuesto a que tienes miedo a morir, es por éso que te estás acobardando.” Baekhyun habló, arrodillandose y asegurándose contra la pared para poder levantarse.

“En tus sueños, enano.” Chanyeol bromeó y sus alas se agitaron, volviendo a quedar prácticamente invisibles a los ojos del demonio, ojos que perdían oscuridad poco a poco hasta volver a parecer humanos. “ Ésta pelea estúpida no nos llevará a nada.”

“¡Pero son las reglas!” Baekhyun exclamó, “Cuando un Demonio y un Ángel llegan al mismo tiempo por un mortal, ellos deben de pelear hasta la muerte para ver quien consig -”

“Ya sé las reglas, Baekhyhun.” Chanyeol interrumpió al otro, hablando en un tono calmado.
Como si estuviese hablando con un niño inocente y confundido. “ Lo que quiero decir, es que nadie sabrá que nos encontramos si ni uno de nosotros lo reporta.”

Baekhyun levantó una ceja, no hallando más al ángel tan estúpido como pensaba.
“Y entonces dime, Chanyeol, ¿Cómo nosotros decidiremos quien se queda con el alma humana sin que uno mate al otro?”

Chanyeol sonrió.

○●○●○●○●○

Baekhyun estaba equivocado. Completamente engañado.

Definitivamente Chanyeol sí era tan estúpido como Baekhyun pensó la primera vez que lo vio. Y no en el sentido de ser grosero, no, era en el sentido de ser idiota, de tener la peor idea posible y aún así encontrarse como el dueño de la razón.

Baekhyun realmente quería matar al ángel.

“Deja de bromear.” El demonio murmuró con una ceja erguida.

“¡No estoy bromeando!” Chanyeol respondió con una sonrisa amplia. “!Cuando los humanos que viven en un país de Asia tienen algún problema por resolver, yo vi que hacían eso algunas veces, en serio, ellos deciden de ésta manera!”

Ambos estaban con una de sus manos en frente del cuerpo, con un puño cerrado.
El demonio aún se preguntaba por qué hacia aquello, El ángel había tardado unos cuantos minutos intentando convencerlo de que aquella era la mejor manera de resolver los problemas de ellos en vez de pelear. Un juego humano llamado “San Sukumi Ken” que -según Chanyeol- era el mejor método para resolver cualquier problema.

Baekhyun sacudió su puño algunas veces, seguido de Chanyeol.

El demonio mantuvo el puño cerrado representando una piedra, mientras que el ángel estiró dos dedos, representando una tijera.

Un silencio se apoderó del ambiente en cuanto el ángel parecía petrificado y el demonio se sobresaltaba, sonriendo. Si las reglas que Chanyeol le había dicho estaban correctas, eso significaba que...

“¿Gané yo?” Baekhyun preguntó con ambas cejas levantadas. “Gusté de éste juego.”
Habló con una sonrisa sarcástica, observando a Chanyeol abrir los ojos y negar con la cabeza.

“¡Mejor de tres, mejor de tres!” Chanyeol respondió, formando un puchero en los labios, mientras sacudía el puño cerrado frente a Baekhyun.

El demonio rodó los ojos y volvió a jugar el juego estúpido que el ángel le había propuesto.

“¿Que sucedió con el Virtudes sarcástico y amenazador que conocí hace poco tiempo?” Baekhyun preguntó, soltando una carcajada, cuando ganó las dos otras partidas del juego-- Chanyeol incistio que una tercera partida debía ser jugada, aún así Baekhyun ya hubiese ganado las otras dos - y miraba al ángel que estaba apoyado contra la pared con una mano en el rostro, pareciendo insatisfecho.

“Sólo hice que aquello para parecer genial.” Chanyeol dijo retirando la mano de su rostro, sonriendo de lado. “Creo que me desenmascaraste, Baekhyun.”

Con una sonrisa en el rostro, Baekhyun pasó se pasó las manos por el abrigo, intentando limpiar el polvo inexistente de la prenda, mientras Chanyeol le observaba. Las heridas en la piel del demonio aún estaban presentes y su cuello ardía, pues solía curarse lentamente comparado al ser divino y su labio inferior pulsaba dolorosamente por el golpe que había roto levemente su carne.

“Bien, como yo gané tu juego idiota, iré por mi alma y a realizar un pacto...” El demonio murmuró ya caminando fuera del callejón en que se encontraba junto al ángel. “Hasta nunca, Chanyeol.”

El ángel no respondió y el demonio desapareció entre la noche.

○●○●○●○●○

Baekhyun no conseguía concentrarse mucho en su contratante.

La humana no le parecía nada interesante y fue hasta aburrido escuchar la historia de su vida, sus explicaciones eternas de por qué quería hacer un pacto, de como su corazón era puro y que ella no merecía ir al infierno. El Grimório requirió conquistarla con su lado seductor y - claro- con un poco de sus poderes de persuacion, invadiendo la mente de la mujer y susurrándole algunas palabras al oído.

Demoró cerca de una hora para convencer a la humana pedir todo lo que siempre quiso, a cambio de tener apenas diez años de vida. Baekhyun no le contó como le arrebataría la vida, sólo le avisó que el aparecería en la fecha estimada para buscarla. La humana hizo la cuenta en sus dedos y suspiró, murmurando que encontraba diez años poca cosa.

Baekhyun intentó consolarla, diciéndole que si ella encontraba diez años poco para una vida humana, lo que diría de una vida en el infierno como un ser inmortal -probablemente, ya que el jamás había visto a un demonio morir de causas “naturales”- en que el se perdía la noción del tiempo y nunca se sabe si ya pasó un día o un siglo. Baekhyun no estaba seguro de que los demonios fueran inmortales y prefería no pensar en ello, pues a pesar de todo, el disfrutaba de estar allá. Muerto y vivo, al mismo tiempo.

Por que la verdad es que Baekhyun se sentía mucho más vivo ahora como demonio que cuando era humano, Por que, cuando era humano, el había perdido todo lo que le hacía sentir vivo en tan solo algunos segundos, el había visto su felicidad desvanecerse entre sus dedos cuando un último suspiro fue dado.

Como demonio, Baekhyun no necesitaba preocuparse por que su felicidad desapareciera, pues en realidad el no sentía tal cosa. Baekhyun no sentía nada. El apenas estaba ahí, cumpliendo ordenes y divirtiéndose como podía, aprovechando los poderes que se le habían dado.

La humana por fin pareció aceptar, realizando un pacto con el demonio y recibiendo un beso en los labios, sellando el contrato que le daría todo lo que siempre quiso, mas después de diez años terminaría con su vida.

Pero, el demonio estaba irritado.

Baekhyun normalmente se aprovecharía de su contratante humana para divertirse, mas él no conseguía ni si quiera sentirse atraído por la misma- que, además debería tener apenas veinte años, con una belleza envidiable.

Baekhyun se sentía irritado por que sólo conseguía pensar en aquél ángel estúpido que había encontrado.

El rostro con la sonrisa grande invadía la mente del demonio, la voz gruesa y profunda de más, que no combinaba mucho con su rostro sonriente, hablándole sobre el juego. “Increíble” de los seres humanos....Baekhyun necesitó morder su labio inferior para no terminar riendo ante la idiotez total de Chanyeol.

Claro, al morder su labio inferior, Baekhyun terminó acertando en la herida causada anteriormente por el golpe del ángel, haciéndole rabiar ante el recuerdo.

¿Por qué aquél ángel era tan estúpido?

El beso ya había sellado el contrato del demonio con la humana y Baekhyun ya estaba fuera de aquella casa. El no tenía ni la más mínima idea de qué horas eran o de cuanto tiempo había pasado desde que había llegado a la Tierra, mas -al contrario de lo que haría normalmente - el no desapareció de inmediato para volver a su hogar, el infierno. Baekhyun comenzó a caminar por las calles del lugar mientras pensaba por primera vez en la noche en su colega Grimório, Kyungsoo.

El pasatiempo favorito de Baekhyun era irritar a Kyungsoo y el estaba pensando en que tipo de bromas y preguntas incómodas debería hacerle sobre el contratante que el demonio de cabellos negros y piel blanca había visitado en la Tierra. Por un momento, Baekhyun se preocupó con el hecho de que Kyungsoo podría encontrarse con un ángel, pero, sabía que el otro - a pesar de su apariencia frágil- se podría defender de una amenaza.

Por lo menos eso era lo que Baekhyun esperaba.

Como sus pensamientos estaban enfocados en ángeles, el demonio acabó distraído pensando nuevamente en el estúpido Virtudes alto, que primeramente fingiría ser sarcástico y amenazador, cuando en realidad era totalmente estúpido e infantil.

“Al final, ¿Quien le ha puesto un nombre tan ridículo a esa clase de ángeles?” Baekhyun murmuró para si mismo mientras caminaba lentamente por el lugar. “Virtudes...ridículo....”

Ridículo también era el modo en que la risita del ángel alto que Baekhyun había conocido hace poco tiempo hacía eco en sus oídos, como si estuviese grabada en sus tímpanos. El demonio jamás había visto un ángel como aquél, ya que los cupidos eran normalmente mujeres y hombres bien bajos y gordos, con mejillas redondas y ojos claros, mientras Chanyeol era....bien, Baekhyun lo encontraba demasiado alto.

El cuerpo del ángel estaba escondido en un abrigo, mas Baekhyun había conseguido observar sus brazos desnudos - con músculos bien diseñados- con mucha clareza aunque estuviese oscuro en las calles. Además, ¿Quién usaba abrigos sin mangas?

“Los ángeles son ridículos.” Baekhyun susurró para si mismo, abriendo los ojos, irritado por estar pensando en lo que no debería. En lo que no quería pensar.

Baekhyun continuó caminando hasta que una figura recargada en la pared de un edificio le llamó la atención.

“Ah, no lo creo.” Baekhyun murmuró, rodando los ojos. El demonio corrió hasta aquél hombre que parecía distraído mientras observaba el cielo. “¿Que mierda estás haciendo aún aquí?” Preguntó en un tono alto, irritado.

Chanyeol desvió sus ojos del cielo estrellado y encaró al demonio varios centímetros más bajo.

“Estoy viendo el cielo, ¿Y tú?” Chanyeol respondió aparentemente inocente, mas su voz se cargaba con un tono de sarcasmo.

“¡No hablo de éso, Idiota!” Baekhyhun respondió irritado. “No deberías de estar viendo el cielo, deberías de haberte ido hacia allá desde hace mucho tiempo!”

“¿Mi presencia te incomoda, Baekhyun?” Chanyeol preguntó con una sonrisa leve y el demonio abrió los ojos sin saber que decir.

“N-no me llames por mi nombre, ángel. No te di tal derecho.”

Chanyeol dió una pequeña risada. “En el momento en que me dijiste tu nombre, me diste el derecho de llamarte por él, ¿Sabías?”

Baekhyun inspiró el aire por la boca, listo para responder, pero el otro lo interrumpió antes de que las palabras se formasen en su garganta.

“Estaba esperándote, si quieres saber lo que estaba haciendo...”Chanyeol dijo sin encarar al demonio.Los ojos del demonio se dirigieron hacia el más alto pero éste encaraba las estrellas. Baekhyun pestañeó varias veces, intentando procesar lo que el otro había dicho y Chanyeol continuó hablando, cuando percibió que el demonio no se quedaría en silencio por mucho tiempo.
“Estaba esperándote para saber si te encontrabas bien...no sé si lo sabes, pero ésta ciudad era uno de los puntos que muchos demonios encontraban perfectos para jugar con los humanos, entonces muchos ángeles de clase Dominación están siendo enviados para acá, y se quedan vagando por ahí, buscando a alguien para exterminar.”

“Hablando así hasta parece que estás preocupado por m-” Baekhyun no consiguió terminar la frase que apenas había comenzado, pues Chanyeol llevó un brazo contra si, agarrándolo por la cintura y empujándolo para una pequeña calle estrecha y oscura, entre el edificio en que el ángel estaba esperando y el edificio de a lado. El menor intentó defenderse y gritar , mas el ángel le tapó la boca con fuerza usando una de sus manos, mientras la otra le obligaba a colar su cuerpo contra la pared.

“Haz silencio , por favor.” Chanyeol habló con una expresión que mostraba sorpresa y susto, observando para los lados, mientras el demonio se intentaba liberar de sus brazos. El ángel aprovechó la distracción de Baekhyun y le forzó una rodilla entre los muslos, al mismo tiempo en que pegaba mas sus cuerpos. “Shhh.” Chanyeol susurró contra el oído del demonio y el mismo sintió todo su cuerpo estremecerse.

Baekhyun se quedó quieto, sintiendo su corazón latir acelerado mientras sus ojos abiertos encaraban un Chanyeol nada sonriente. Su expresión permanecía imperturbable mientras veía fijamente la calle en donde ambos se encontraban algunos segundos atrás.

El demonio decidió acompañar al ángel y volteó como pudo su rostro- aún con la mano grande del otro cubriéndole la mitad de la cara- para ver lo que Chanyeol tanto observaba.

Era otro ángel.

Un potencia, probablemente, ya que una espada flamante estaba envainada en su cintura, mostrando que el sí había sido entrenado para el combate directo. Su abrigo también era sin mangas, pero de color blanco -diferente de la vestimenta de Chanyeol, que era de color negro- y sus alas eran mucho más grandes que las del ángel que aplastaba a Baekhyun contra la pared de aquella calle estrecha.

“Si aquél Potencia te ve, te exterminará sin pestañear.” Chanyeol susurró contra el oído de Baekhyun y el mismo sintió su cuerpo estremecerse una vez más.

Mas no por miedo.

Ángel y demonio permanecieron en aquella posición por algunos minutos más. Baekhyun pensaba que el Potencia estaba lo suficientemente lejos y comenzó a sentir a Chanyeol forzar más la rodilla entre sus muslos, causándole una incomodidad agradable que Baekhyun se negaba a sentir en aquél momento. Aún más estando con un ángel.

“E-ei!” Chanyeol habló alto, alejándose de Baekhyun cuando sintió al mismo pasar la lengua húmeda por la palma de su mano. “¡M-me lamiste!” El mayor acusó, observando su propia mano, húmeda y limpiándola enseguida con su propia ropa.

“Claro que te lamí, si no nunca me ibas a soltar.” El Grimório sonrió cínico. “Además, ¿Que mierda fue ésa? ¿Por qué me protegiste de aquél Potencia?, Tú deberías de dejar que el me exterminara, ¿No es tu papel como ángel, librarte de los demonios?”

Chanyeol aún se limpiaba la mano húmeda por la saliva del otro en su abrigo cuando observó a Baekhyun nuevamente.

“Mi trabajo no es librar a la Tierra de los demonios, es ayudar a las personas realizando contratos y haciendo milagros. Tu trabajo es prácticamente el mismo que el mío y no veo motivos para que un Potencia te extermine. No eres del todo malo, Baekhyun.” Chanyeol hablaba serio, mas no pudo evitar sonreír en seguida. “Además de éso, no juzgues eso como un acto de preocupación por tu vida, no es nada personal, sólo no veo justo que mueras sin haber cometido crimen alguno.”

Baekhyun levantó una ceja, pensando en lo que el otro le decía. Chanyeol se mantenía con la espalda apoyada en la pared y el Grimório hasta intentó contenerse, sin embargo no pudo evitar que sus pies descalzos caminasen por el suelo húmedo. Baekhyun no evitó que sus manos agarrasen el collar de aquél abrigo maldito sin mangas y el demonio definitivamente no evitó que sus labios se abriesen levemente y su lengua se deslizara para afuera cuando sus manos empujaran a Chanyeol en su encuentro.

El ángel abrió los ojos como platos cuando se vio siendo besado por el demonio.

La lengua de Baekhyun siquiera pidió entrada y cuando Chanyeol se dió cuenta, su boca ya estaba siendo invadida y molestada por aquél demonio pequeño. Las manos del ángel agarraron con firmeza los brazos del menor intentando - sin mucha voluntad, para ser sincero- alejarlo, mas todo lo que Baekhyun hizo fue aumentar el contacto entre sus labios.

Chanyeol se vio embriagado por un sentimiento hasta entonces desconocido. Besar a otros ángeles era muy, muy diferente de lo que él estaba experimentando en aquél momento. Las lenguas calientes se encontraban y hacían movimientos desvergonzados, jugando una con otra de modo urgente, provocando sonidos estallados.

El sabor del demonio y del ángel se mezclaban en medio de un contacto hasta ahora desconocido para ambos, las lenguas deslizándose una sobre la otra, sin decidir si peleaban por espacio o se rozaban en un gesto de cariño. Chispas cruzaban los cuerpos mientras los dos mantenían los ojos cerrados y se besaban de modo impuro durante largos segundos.

El más alto gimió leve cuando Baekhyun le mordió con fuerza el labio inferior.

“Discúlpame por decepcionarte, Chanyeol, más sólo el hecho de que yo - un demonio- estoy vivo, ya es un crimen.” Baekhyun murmuró, separándose del ángel, que abrió sus ojos divagando, sintiendo su corazón golpear violentamente contra sus pecho.

“¿Qu-que mierda fue ésa?” El ángel preguntó ofendido, cubriéndose la boca con la mano, dándose cuenta de que realmente - realmente- había besado a un demonio.

“Me debo presentar directamente, Chanyeol.” Baekhyun dijo riendo. “Soy un Grimório, demonio responsable por realizar pactos con humanos. Mi hogar en el infierno es el Segundo Círculo, dirigido por la Lujuria y tu no podrías esperar que yo, un demonio que vive por el sexo, perdiese la oportunidad de intercambiar saliva con un ángel, ¿Cierto?”

Chanyeol mantenía los ojos abiertos y los labios -ahora rojos e hinchados- entreabiertos, encarando al otro. Sus mejillas también estaban coloradas y algo burbujeaba dentro de si, un tipo de sensación que el jamás había sentido.

Algo que quería sentir de nuevo.

“Además de éso,” Baekhyun continuó. “No sientas como si eso fuese una recompensa por haberme protegido del ángel Potencia. Entiende que ese beso no fue nada personal, fue apenas una necesidad que surgió en mi y que decidí atender, como un tipo de despedida, ya que nunca más nos veremos.”

“Baekhyun...”Chanyeol murmuró, incierto de lo que debería decir. El ángel lamió su propio labio inferior, sintiendo un leve sabor agridulce que no le pertenecía.

“Entonces, Chanyeol,” El grimorio siguió sonriendo. “Fue un desplacer pelear contigo, mas fue un placer besarte. Aprovecha que no es como si los demonios se quedaran tan cerca de los ángeles y los dos sobreviviesen para contar la historia, cierto? No cuentes a nadie sobre eso y yo también me quedaré callado.

Baekhyun sonrió y esperó a que el mayor respondiera, mas todo lo que el ángel hizo fue asentir levemente con la cabeza. No sabía que decir.....El no quería decir nada....Chanyeol quería que Bekhyun volviese a aproximarse hacia él, que sus labios rosados se pegasen de nuevo a los suyos. Pero éso era tan, tan errado que el ser divino decidió no decir nada antes de que acabase convirtiendo en palabras sus pensamientos errados.

“Adiós, Chanyeol.” El demonio murmuró antes de guiñarle un ojo, de modo sensual. El Grimório, rápidamente invocó las tinieblas y desapareció entre ellas como si nunca hubiese estado ahí.

El ángel no respondió al demonio. El ángel no le dijo adiós.

Adiós significaba que ellos nunca se verían más....Y, de algún modo no era eso lo que Chanyeol quería.

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