Sep 02, 2009 00:35
Era hermosa. Pero una belleza mística y enigmática.
Estaba sentada en la barra del bar, bajo el tenue halo de luz de una lámpara colgante color crema. El cabello le caía, lacio y brillante, sobre una espalda estrecha y larga como una cascada de chocolate negro. Desde su perspectiva, Natalia podía ver más bien poco de su atuendo; una sencilla chaqueta de piel negra que le daba a su figura un aire estilizado, elegante.
Estaba sola. Y Natalia se acercó a ella incluso antes de proponerse seriamente hacerlo.
─Eres la chica de la universidad.
Estella (¿así se llamaba?) giró la cabeza con lentitud en su dirección. Una pausada sonrisa se extendió por sus labios carentes de cosméticos, blancos y naturales. En sus ojos seguía resplandeciendo esa capa blanquecina que le cubría los irises. Ahora que no llevaba gafas oscuras, Natalia podía apreciarlo mejor.
Era ciega.
─Y tú eres Zaira.
Natalia la miró sin comprender. Sonrió a modo de disculpa.
─No, no, creo que te equivocas, soy…
Dejó la frase a medias. Por un momento había desviado los ojos de los de Estella para detenerlos en lo que tenía frente a sí, en la barra. Había varios vasitos de cristal que, sin duda, debían haber contenido algún tipo de licor en su momento. Natalia tragó saliva, incómoda. Estella no parecía ebria (estaba demasiado tranquila y resignada para estarlo), pero el hecho de que la hubiera confundido, aún teniéndola delante mismo, la hizo… replanteárselo.
─Te ha cambiado la voz desde la última vez… ─musitó Estella sin mucho interés, llevándose suavemente el vasito de licor a los labios.
Natalia se toqueteó uno de sus cortos mechones de cabello mirando a un lado, sin saber que decir. Suspiró y decidió no replicar nada. Algo le decía que hacer notar el error de Estella sería una equivocación en aquel momento.
─Bueno, yo… sólo te había visto y quería saludarte ─empezó, insegura─. Ya… ya hablaremos en la universidad cuando nos veamos y…
No terminó la frase. Con la misma sutileza de gestos, como si estuviera acariciando el aire con cada movimiento, Estella elevó una mano para tomar entre sus dedos el mentón de Natalia. La chica contuvo la respiración. Pese a que estaba convencida que Estella no podía verla, parecía como si la estuviera analizando… como si estuviera viendo a través de ella.
Se sintió incómoda y quiso apartar la mirada de esos ojos opacos. Y entonces sucedió. Estella se incorporó levemente y, tomando suavemente su mejilla con la otra mano, deposito un pequeño y cálido beso en sus labios.
Natalia se quedó de piedra. No había esperado algo así. Sin embargo Estella volvió a sentarse y le soltó el rostro con la misma suavidad, como si hubiera hecho algo completamente natural. Sus dedos regresaron al vasito de cristal, pero esta vez no se lo llevó a los labios.
─Nos vemos, Natalia.
A Natalia no le pasó desapercibido ese cambio de identidad. Y se preguntó en cuantas cosas más Estella habría logrado hacerle creer justo lo que ella quería, manteniendo la verdad oculta tras un pañuelo de seda imperceptible.
Era fascinante.
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[fandom: daemongelus],
[tabla: líquidos]