Fanfic de Katekyo Hitman Reborn, de Akira Amano, fic hecho por de Carolina Alarcón Llanes (Caro-chan),
30/03/2010 al 31/03/2010
Dedicado a la gente que les gusto el primer capitulo y me meten presión para que lo continúe =D (?)
Días
Parte 2
No sabía como reaccionar a lo que me estaba pasando. Realmente nunca me había enamorado de alguien, pero cuando alguien se te declara, tu corazón da un vuelco, como si te atrapara ese sentimiento.
En el momento que cogí aquella carta, ladee la cabeza sin entender porque Gokudera me daba aquella carta, ya que era evidente que el amaba a Yamamoto, solo que Yamamoto a veces es demasiado despistado para cerciorarse de ese tipo de cosas. Abrí la carta y la leí rápidamente, sonrojándome levemente, sonriendo un poco emocionado, pero luego sintiendo como la sangre se alejaba de mi cara. Pensaba que aquella carta era de alguna chica, no la esperaba hermosa ni mucho menos, pero el nombre al pie del folio me dejo frío. Hibari, Hibari Kyouya. Jamás pensé que podía gustarle a un hombre. No tenia nada de bueno, como bien me decían en clase, pero al parecer, a Hibari si le interesaba yo. Y demasiado al parecer por le contenido de aquella carta.
Querido Tsunayoshi Sawada.
Desde que te conocí, solo puedo verte teniendo en mis brazos, conmigo, sonrojado y mirándome fijamente. Jamás conocí tal belleza, solo expuesta en hermosos pájaros risueños y felices. Solo quería transmitirte mis sentimientos en esta carta, pero preferiría hacerlo en persona, pero igual quiero decirte que te amo, y mi intención es tan seria que quisiera que te casaras conmigo, cuando nos graduemos. Quiero que quedemos en el Namimori el domingo, mañana, a las 10 de la mañana en la entrada, tu y yo a solas… prefiero decirte todo en persona.
Atentamente y todo tuyo, Hibari Kyouya.
Estaba bastante en shock, de nuevo sintiendo el sonrojo bastante rojo en mi cara, sintiéndola arder. Gokudera me pregunto de que era la carta y le respondí que era de amor, era evidente, no tenía ni que preguntar. Yamamoto entro, ya que el había salido en el momento en que Gokudera me daba la carta, y se sentó al lado del otro, le susurró algo y ambos se despidieron rápidamente y se fueron. Mi mente comenzó a preguntarse muchas cosas, entre ellas, como era posible que Hibari se fijase en mí, o porque quería que nos viéramos en el Namimori.
Me levante y fui hasta la cocina, tomando un vaso de agua, y apreció Reborn, como ya era habitual, me asusto.
- Ciassu, Tsuna. Mañana no puedes faltar a la cita. - Definitivamente, Reborn ya se había enterado de todo.
- ¡N-No hace falta que me lo digas! - Era evidente que aquello le ponía bastante nervioso.
Tome el agua, y de nuevo subí a mi habitación, y releí la carta unas cientos de veces, mirándola sonrojado, sin saber que hacer o como actuar mañana… Estaba en un lío tremendo, ¿Qué le respondería a Hibari? No sabia si sentía algo por el o no.
Deje unas pocas horas pasar, y sin darme cuenta ni había cenado, y ya era de noche, y seguía mirando la dichosa carta. Todavía me preguntaba si aceptar o no el salir con el. Se veía algo diferente en aquella carta, ¿quizás resulte ser un romántico? No dejaba de pensar en ese tipo de cosas extrañas. En cierta manera entendía que amara a un chico, ya que Gokudera amaba a Yamamoto, aunque no sabía yo si aquel amor era unilateral o correspondido. Tiempo al tiempo, pero en estos momentos era el momento de pensar en mí, ya que era yo el que estaba en aquel problema. Pensé en hacer como en las películas, hacer la lista de cosas positivas y negativas, pero con pensarla sabia que iba a salir la mayoría de negativas. Suspire y guarde la carta en su sobre rosado, y la guarde en el primer cajón de mi mesita de noche, debajo de todas las cosas, por si Lambo y los demás trasteaban mis cosas.
Me desperté a la mañana siguiente, bueno, más bien me levanté, porque casi no había dormido nada. Abrí el armario y lo mire de arriba abajo, no tenia ni idea de que ponerme. Mire el reloj, eran ya las 9:15. Si quería desayunar tenia que arreglarme mas rápido, no quería llegar tarde, más bien no quería hacerle esperar. Me mordí el labio inferior, y cogí unos vaqueros y una camiseta que iba bien con los vaqueros, me coloque una pulsera de cuero negra que me gustaba mucho y finalmente un colgante de plata con una pequeña pluma en plata. Baje rápidamente los escalones, casi cayéndome, pero me agarre fuerte a la barandilla. Tome el desayuno rápidamente, y salí con una tostada en la boca, no deseaba llegar tarde por nada en el mundo.
Fui más bien corriendo que caminando, deseando llegar lo más rápido posible a donde estaba Hibari. Yo… ¿estaba corriendo para ir a donde el? Leer tanto la carta me estaba afectando. A los pocos minutos, estaba ya en Namimori, mire a varios lados, sin saber donde estaría el. De pronto note una mano en mi hombro, e instintivamente me gire con los puños alzados. Pero sonreí aliviado a ver que era Hibari. El me tomo de la muñeca, pero no quise resistirme, no me apretaba, mas bien me guiaba a algún lugar, y aquel lugar no era otro que la azotea, donde el siempre estaba. Como ya era habitual en el, iba con su uniforme de la escuela, y me lamente internamente de no verlo vestido de calle, sonrojándome levemente al escuchar a mi misma mente. Sin darme si quiera tiempo para saludarlo, me apoyo sobre la pared, mirándome fijamente, sonrojándome como una niña enamorada.
- ¿H-Hibari?-
- Sawada Tsunayoshi… Quiero tu respuesta, antes de tomarte. -
Me sorprendi de sobremanera, ¿pensaba tomarme aunque dijera que no? Trague saliva ruidosamente, y lo mire, sin perder el sonrojo.
- Hibari-san… yo… no lo se todavía…- Seguro que se iba a enfadar, y mucho.
- ¿No lo sabes todavía? ¿No te di suficiente tiempo? - Parecía que estaba con algo de prisa por mi respuesta.
Me quede en silencio, sin responder, hasta que note su mano en mi barbilla, y acercando sus labios, besando los míos muy dulcemente. A lo primero, abrí los ojos, pero me agarre a su camisa, y cerré los ojos lentamente, respirando por la nariz, sin desear que nuestros labios se separasen. ¿Cómo podía ser que yo estuviera dudoso cuando estaba deseando que me besara? Era una tontería, el me gustaba, me gustaba su faceta de romántico, o al menos un poco mas de lo que cualquiera pensaría. Porque nunca se mostró ni lo mas mínimo de romántico.
Cuando nuestros labios se separaron, mire a Hibari, sonrojado hasta las orejas, sin saber bien que hacer o decir.
- ¿Estás bien con esto? Necesito que me respondas. Si vas a rechazarme hazlo ya…- Se veía que comenzaba a cabrearse y eso me asusto.
Sin saber que estaba haciendo, una mano mía soltó su camisa, y fue hasta su mejilla, acariciándola.
- Quizás… esto esté bien…- Trague saliva y lo mire, su expresión era de un poco sorprendido, pero no terminaba de tener aquella expresión.
- Eso que significa… - Pregunto, sin saber del todo.
- Pues, que si, Kyouya…- No quería resistirme mas a el, lo deseaba. Más de lo que jamás había imaginado que desearía a otra persona.
Está vez, Hibari se sonrojo, tanto que lo llamara por su nombre y que aceptara salir con el. Sin esperarlo fue hasta mis labios y lo beso de nuevo, pero esta vez con más pasión que antes. La lengua de Hibari se deslizaba hasta la mía, buscándola y acariciándola, comenzando a moverla frenéticamente. Sentí como mis rodillas flaquearon y sin poder agarrarme me deslice rompiendo el beso.
- Aun te falta mucho Tsunayoshi… - Dijo aquel nombre, como si fuera de confianza.
- Ah… L-Lo siento… - Me disculpe, sonrojándome como un idiota, tocando mi cara roja, sin dejar de mirarle a él.
- Iremos despacio si lo deseas…- Aun sabiendo que eso podría ser una tortura.
Me levante como pude, y me apoye en el brazo que Hibari me ofrecía, abrazándome a el. Había mucho que no conocía sobre Hibari, y eso me tocaba a mí descubrirlo.
Los dos bajamos las escaleras, tomado de las manos, y el dijo que tenia trabajo. Hice un mohín pero no me quedaba de otra. Me beso en la frente, y me sonrío dulcemente.
- Nos vemos mañana en clase, te esperare a la hora del almuerzo en la azotea. ¿Vale? - Dijo besando mi mejilla y luego mis labios.
Nos separamos, aun deseando no hacerlo, pero el tenia sus deberes y yo tenia un examen mañana, tenia que estudiar. Me despedí con un movimiento de mano, y de nuevo, el camino a mi casa.
Llegue rápidamente, y mire como estaba Reborn en casa, y me sonrío de manera algo pícara, cosa a la que me sonroje y subí las escaleras a mi cuarto en pocos segundos. Me senté en la cama, y me deje caer en ella, pensando en aquellos momentos y como le miraría al día siguiente.