(no subject)
Título | Capítulo: Pink Drug | Capítulo 04 ; Despacho Presidencial.
Lista de capítulos: 04/15
Palabras: 637
Notas | Advertencias: Esta nota no tiene que ver nada con el capítulo, pero para que estéis informados, ¡Me moría por escribir a Marcia en acción! | Lime (culpa de Marcia) y Crueldad. Por no nombrar estúpidas convesaciones masculinas.
Capítulo 04 ; Despacho Presidencial.
Marcia no era el tipo de adolescente que seguía las reglas a raja tabla, ella prefería hacer lo que en el momento mejor le sentará, como por ejemplo, meterle la mano en los pantalones al primer tío que esté decente o ir al jardín para hablar con teléfono con cualquiera. Así era Marcia. Y ese no era un día menos. Debido a que solo había visto asquerosos celebritos y lo más adorable que había visto había sido a Nicolás, decidió pasar la clase de Literatura en el jardín. Joder, a buena hora se han tenido que ir los de Estudio, con lo buenos que están... pensaba para sus adentros mientras se lamía los labios.Por que aquel día tenía que haber sido como cualquier otro, totalmente normal. Pero no.
Escuchó algo -algo no, eso -, y ese algo aumentaba. Aunque tuviera 17 años, Marcia sabía en perfección como sonaba la falta de aire en un beso fogoso, que no era un jadeo pero no llegaba a gemido, y por lo tanto, era eso. Aunque por encima de todo no se impresionó por eso - de hecho, ella lo había hecho ahí miles de millones de veces -, si no que la chica que producía eso no era ni más ni menos que su adorada prima pequeña: Ruth.
No le hacía falta mirar para saber quien era el chico, lo sabía, así que se limitó a llenar sus pulmones de aire y gritar:
- ¡Eso a un hotel Ridenn!
Marcia rió, Alex no tanto.
&
- Ya te vale tío - regañaba Marcia a Alex sentada en su mesa - Anda que hacerle eso a mi primita en medio del jardín.
- Eso no es cierto. - respondió secamente el muy honorado presidente una vez arreglado y en medio de su hora de papeleo - Y ahora Marcia, fuera, tenemos que trabajar.
- Venga ya, que sé por donde te pasas el trabajo. - Masculló Marcia mientras giraba el cuello y cruzaba las piernas. - Quiero que me lo expliques todo. T-O-D-O.
- Marcia, por favor.... - ya ni siquiera la miraba a la cara, se dedicaba a mirar papeleo.- qué mi paciencia no es eterna y tu lo sabes muy bien...
Marcia volvió a girar el cuello, esta vez al extremo opuesto de donde estaba ella y estaban los Strike.
- ¿No jodas que no hablas por ella? - risoteo con cierta incredulidad mientras señalaba a Amanda con el dedo índice.
- Marcia, ya. - dijo autoritariamente mientras levantaba la mirada para mirarla a los ojos. - Se acabó, fuera o llamo a Christian, lo que prefieras.
Los pelos de la clavícula de Marcia se erizaron y, sin motivo alguno, sus piernas se hacían como de gelatina. No, Christian no gritaban sus ojos a los de su amigo de infancia que clamaban victoria.
- Me voy - respondió en tono revelador mientras se ponía en pie y se iba, no antes sin despedirse de Alex. - Adiós gigoló.
Dio un portazo (como lo hacía siempre).
- Por fin se ha ido - bostezó Alex mientras estiraba los brazos. - DIOS, creía que hoy no podría con ella...
- Lo ha hecho estupendamente señor presidente. - comunicó Nicolás intentando retener una sonora carcajada.
- Gracias, simple súbdito...
- Que poco egocéntrico eres.
- Gracias de nuevo - le volvió a responder, esta vez con una sonrisa ladeada.
Amanda ya no podía más, se levantó y abrió la puerta con intención de irse sin decir nada, aunque Alex no le dejó.
- ¿Te vas?
No hubo respuesta, solo una sonrisa amarga de alguien que estaba a punto de llorar.
- La hicisteis buena tú y Marcia... - renegó el hermano mayor cuando su hermana se iba.
Pasaron tres minutos.
- ¿Y qué tal Radcliffe?
- Ni te lo imaginas.
Lista de capítulos: 04/15
Palabras: 637
Notas | Advertencias: Esta nota no tiene que ver nada con el capítulo, pero para que estéis informados, ¡Me moría por escribir a Marcia en acción! | Lime (culpa de Marcia) y Crueldad. Por no nombrar estúpidas convesaciones masculinas.
Capítulo 04 ; Despacho Presidencial.
Marcia no era el tipo de adolescente que seguía las reglas a raja tabla, ella prefería hacer lo que en el momento mejor le sentará, como por ejemplo, meterle la mano en los pantalones al primer tío que esté decente o ir al jardín para hablar con teléfono con cualquiera. Así era Marcia. Y ese no era un día menos. Debido a que solo había visto asquerosos celebritos y lo más adorable que había visto había sido a Nicolás, decidió pasar la clase de Literatura en el jardín. Joder, a buena hora se han tenido que ir los de Estudio, con lo buenos que están... pensaba para sus adentros mientras se lamía los labios.Por que aquel día tenía que haber sido como cualquier otro, totalmente normal. Pero no.
Escuchó algo -algo no, eso -, y ese algo aumentaba. Aunque tuviera 17 años, Marcia sabía en perfección como sonaba la falta de aire en un beso fogoso, que no era un jadeo pero no llegaba a gemido, y por lo tanto, era eso. Aunque por encima de todo no se impresionó por eso - de hecho, ella lo había hecho ahí miles de millones de veces -, si no que la chica que producía eso no era ni más ni menos que su adorada prima pequeña: Ruth.
No le hacía falta mirar para saber quien era el chico, lo sabía, así que se limitó a llenar sus pulmones de aire y gritar:
- ¡Eso a un hotel Ridenn!
Marcia rió, Alex no tanto.
&
- Ya te vale tío - regañaba Marcia a Alex sentada en su mesa - Anda que hacerle eso a mi primita en medio del jardín.
- Eso no es cierto. - respondió secamente el muy honorado presidente una vez arreglado y en medio de su hora de papeleo - Y ahora Marcia, fuera, tenemos que trabajar.
- Venga ya, que sé por donde te pasas el trabajo. - Masculló Marcia mientras giraba el cuello y cruzaba las piernas. - Quiero que me lo expliques todo. T-O-D-O.
- Marcia, por favor.... - ya ni siquiera la miraba a la cara, se dedicaba a mirar papeleo.- qué mi paciencia no es eterna y tu lo sabes muy bien...
Marcia volvió a girar el cuello, esta vez al extremo opuesto de donde estaba ella y estaban los Strike.
- ¿No jodas que no hablas por ella? - risoteo con cierta incredulidad mientras señalaba a Amanda con el dedo índice.
- Marcia, ya. - dijo autoritariamente mientras levantaba la mirada para mirarla a los ojos. - Se acabó, fuera o llamo a Christian, lo que prefieras.
Los pelos de la clavícula de Marcia se erizaron y, sin motivo alguno, sus piernas se hacían como de gelatina. No, Christian no gritaban sus ojos a los de su amigo de infancia que clamaban victoria.
- Me voy - respondió en tono revelador mientras se ponía en pie y se iba, no antes sin despedirse de Alex. - Adiós gigoló.
Dio un portazo (como lo hacía siempre).
- Por fin se ha ido - bostezó Alex mientras estiraba los brazos. - DIOS, creía que hoy no podría con ella...
- Lo ha hecho estupendamente señor presidente. - comunicó Nicolás intentando retener una sonora carcajada.
- Gracias, simple súbdito...
- Que poco egocéntrico eres.
- Gracias de nuevo - le volvió a responder, esta vez con una sonrisa ladeada.
Amanda ya no podía más, se levantó y abrió la puerta con intención de irse sin decir nada, aunque Alex no le dejó.
- ¿Te vas?
No hubo respuesta, solo una sonrisa amarga de alguien que estaba a punto de llorar.
- La hicisteis buena tú y Marcia... - renegó el hermano mayor cuando su hermana se iba.
Pasaron tres minutos.
- ¿Y qué tal Radcliffe?
- Ni te lo imaginas.