You can't fire me because I quit.

May 09, 2009 05:02

Título: Las guerras nunca se ganan.
Autor: hoomygoth
Fandom | Pairing, personajes: RPS | Ed Westwick/Chace Crawford, Jessica Szohr.
Tabla: Nietzsche
Longitud: 497 + 500 + 499
Rating | Advertencias: T | Palabras malsonantes y poco más.

Notas: Me rompe el corazón todo esto. Me baso en esto y esto. En mis fics Ed y Jess no están liados, pero todo el resto de la 'realidad' se mantiene. Aunque nada de esto es cierto, que nadie me demande. Don’t sue me, please. Ed, if you read this, gimme a call, I want to fuck you senseless ;)

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"El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro."

Ella es alta y delgada, y tiene el pelo más rojo que Ed haya visto nunca, y el cuerpo lleno de pecas de arriba abajo, y lo puede jurar, porque no ha dejado ni un milímetro de su cuerpo sin inspeccionar. También tiene los pezones pequeños y muy rosas, y los ojos de un verde tan claro que no parece verde. Y no se parece en nada a Chace, que es justo lo que necesita en ese momento. No huele a aftershave como Chace ni tiene la piel dorada como Chace ni es fuerte y sólido como una roca a la que aferrarse en una tempestad. Como Chace. Ella es casi líquida de tan delgada y tan blanca, y huele a una dulzona colonia de las que se regalan en Navidad a alguien a quien no se conoce demasiado bien. Y no se ríe en su oído como hace él, con esa risa que puede hacer que salga el sol a medianoche. Ella dice:

-Háblame, háblame con acento inglés.

Y a Ed le dan ganas de levantarse y marcharse de allí después de llamarla zorra, pero no lo hace, porque es su apartamento y, sobre todo, porque ella no tiene nada que ver en eso. Es algo entre Chace y él, aunque Chace esté probablemente en la otra punta de la cuidad haciendo Dios-sabe-qué. Y con Dios-sabe-quién. Así que se corre y hace que ella se corra y la manda a paseo sin darle tiempo a despedirse.

Abre otra botella de vodka.

Chace tarda en volver, y Ed está apenas despierto.

-Me he tirado a una tía hoy -le dice, según entra por la puerta, antes de darle tiempo a sacar la llave de la cerradura.

-Estás en tu derecho, supongo -contesta él con indiferencia, y esa noche duerme en su cama por primera vez en meses. Tantos meses que Ed prefiere no contarlos.

No se siente tan bien como había esperado. A Chace tendría que haberle molestado, pero ni siquiera ha cambiado el gesto. Se siente como un imbécil. Porque le quiere. Le quiere tanto que le odia y se odia a si mismo por haberse convencido de que lo suyo iba a funcionar. Chace siempre estuvo más preocupado de lo que dirían sus agentes que de esa relación, o lo que fuera aquello. Qué coño, era una relación de verdad. Se querían. Se querían como dos gilipollas, o eso pensaba Ed. Ahora ya no sabe si Chace le quiso alguna vez. Pero sabe no es tan buen actor como para fingir durante un año que le quería. De hecho, es un actor de mierda.

-¡Eres un actor de mierda, Chace!

Así que sabe que le quiso de verdad. Hasta esa mañana, al menos.

-No puedo seguir haciendo esto -dijo.

-¿Qué? -se rió él.

Chace supo que iba a hacer alguna broma, así que le paró.

-Salir contigo. Es demasiado difícil.

-¿Demasiado…? ¿De qué hablas? ¿Estás cortando conmigo?

Chace se levantó y se fue. Estaba cortando con él.

"La crueldad es uno de los placeres más antiguos de la humanidad."

Ed no se despide. Sale hacia el aeropuerto cuatro horas antes de lo necesario solo para no verle.

Llama a Jess de camino y se lo cuenta. Ella es amiga de los dos, así que podrá hacer de juez imparcial. Lo que Ed quiere es que se ponga de su parte.

-¿Que hiciste qué?

-Él me dejó ayer por la mañana.

-¿Que qué?

-Me dejó, Jess. Como a un perro, sin dar explicaciones. Abandonado en la carretera antes de irse de vacaciones.

-¿Qué le hiciste?

-No le hice nada, joder. Estábamos desayunando y simplemente me dejó. Y yo había comprado donuts.

-Es un gilipollas.

-Sí.

-Lo siento.

-Yo también. Supongo. No sé.

-¿Quieres quedarte aquí unos días?

-No, me voy a casa de mis padres. No es por él -añade, antes de que ella diga nada-, tengo unas entrevistas y… no sé, mierdas así.

-¿Estarás bien?

-No se me acaba el mundo, ¿vale? -y trata de reír para quitarle importancia. Pero ahora mismo se siente como si su puto mundo estuviera acabado, así que no queda muy creíble.

El vuelo es tranquilo, pero largo y agotador. Los primeros días en Londres los pasa volviéndose a acostumbrar a la luz y el tiempo y se alegra de estar allí, lejos de la mierda que flota sobre el cielo de Nueva York últimamente. Chace, para ser exactos. Hace entrevistas y la gente le adora. Su país le adora, y de repente él adora su país, por primera vez en su vida. Es una sensación nueva que no está del todo mal. Y entonces recibe ese email. Es un artículo en una web de cotilleos americana. Se rumorea que Chace está buscando piso. El remitente deja claro que es más que un rumor, porque se lo envía el propio Chace. El grandísimo hijo de puta no tiene la decencia de llamarle o decírselo él mismo. Una web de cotilleos. Hijo de puta.

Tiene otra entrevista en diez minutos. Se vuelve a poner su careta de inglés descarado y encantador. Y él puede, porque es buen actor (no como ese cabrón de Chace), y todo va sobre ruedas. Hasta que:

-¿Crees que tú y Chace Crawford buscaréis vuestro propio apartamento algún día, en vez de vivir juntos?

¿Qué clase de pregunta es esa? Ed estalla.

-No lo sé. He oído que está pensando en mudarse. Me importa una mierda, más sitio para mí.

Ed no miente en entrevistas. No le gusta mentir, pero ocultaba la verdad por Chace. Cuando le quería decía que le quería, que daría un brazo por él, que mataría por él, porque era su hermano. Ahora tiene suerte de que no le hagan más preguntas personales, porque cantaría de lo lindo.

Se forma un silencio incómodo, y la periodista cambia de tema enseguida.

La entrevista sale al día siguiente en la web del Mirror, y Ed se asegura de mandarle el link a Chace, porque él también sabe jugar a ser un hijo de puta. Y lo hace muy bien.

"La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido."

Ed tiene que regresar a Estados Unidos, pero lo deja para el último momento. Tiene un partido de fútbol en Los Angeles, famosos británicos contra el resto del mundo y, aunque pierdan, se divierte por primera vez en demasiado tiempo. Pero tiene que volver a Nueva York y sabe que se lo va a encontrar. Porque él sigue viviendo en su piso. Se lo ha dicho Jessica, que ha tratado de hacer de intermediaria sin demasiado éxito, y ha acabado cabreándose con él por irracional. Eso es lo que le cuenta a Ed cuando le recoge en el aeropuerto.

-Sólo tienes que hablar con él.

-No quiero hablar. No quiero saber nada.

-Tú también estás siendo irracional.

-Me da igual.

-¿De verdad no quieres quedarte en mi casa?

-Es mi apartamento, que se busque él otro sitio.

Pero Chace no pasa mucho tiempo allí, porque está rodando otra película, y Ed lo evita siempre que puede. Sólo se ven por la noche, y no intercambian ni una palabra. A veces se encuentran en la puerta del baño y evitan mirarse directamente.

Es una situación insostenible. Hablan a través de Jess, así que Ed sabe que Chace está buscando piso pero no encuentra, y Chace sabe que Ed le odia a muerte.

Así que Ed actúa.

Esta vez es un chico, y es más guapo que Chace, aunque la simple idea parezca ridícula, es mucho más guapo, porque su cara tiene personalidad y es un poco feroz, y Ed cree que será perfecto.

Cuando Chace llega al apartamento esa noche, Ed y él están montándoselo en el sofá. Tienen aún la ropa puesta, pero por la urgencia con la que se besan no es difícil darse cuenta de que no tardarán en solventar ese problema.

Chace les ve (es imposible no verles) y se mete en su habitación dando un portazo, por si ellos no se han dado cuenta de que está ahí. Cuando sale, diez segundos después, se están desabrochando los pantalones.

-¿Quién coño es este tío? -pregunta, mucho más cabreado de lo que debería.

-Un amigo -contesta Ed, y le baja los pantalones.

-¿Y no puedes ir a montar a tu amigo a otra parte?

-Es mi casa.

-¡Pues vete a tu puto cuarto!

-Es mi casa -repite, irritado.

-Yo no quiero meterme en problemas -dice el chico guapo apartándose de Ed.

-Tú te callas.

-Creo que me voy a ir.

-¡Mira lo que has hecho! -le grita Ed a Chace, mientras el otro sale por la puerta recolocándose los pantalones.

-Te he hecho un favor, ese tío tenía cara de chapero sifilítico.

-¿Estás de coña?

-No. ¿Estás tú de coña? ¿Por qué haces esto?

-Tengo necesidades fisiológicas, y desde que me dejaste…

-No digo eso, digo… comportarte así. -le recrimina Chace.

-¿Qué más te da?

-Te quiero.

Ed se ríe, amargo.

-¿Por qué actúas como si esto fuera una guerra que acabas de ganar? -pregunta Chace abatido.

-¿Ganar? ¡Esta guerra la he perdido! -aúlla-. ¡Me has destrozado!

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Continuará...

comm: 15drabbles, pairing: chace/ed, fic: with the sound of music, fandom: rps, tabla: nietzsche

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