Israel. 2ª Parte
Civilians:
510+ Lebanese
18 Israeli
20 Sri Lankan (by israel)
8 Canadian (by israel)
4 Brazilian (by israel)
1 Nigerian (by israel)
1 Jordanian (by israel)
1 Chinese (by israel on UN)
1 Finnish (by israel on UN)
1 Canadian (by israel on UN)
1 Austrian (by israel on UN)
Military:
45 Lebanese
33 Israeli
32 Hizballah (declared)
Displaced:
~1,000,000 Lebanese
25% of total population
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¿En qué son iguales el gobierno israelí y Hizbolá? ¿en qué se equiparan el gobierno israelí y Hamás?
Podría ocurrírseme que en la sed de sangre, no encuentro ninguna similitud más. Y quizá, si lo pienso detenidamente, ni siquiera en eso. Por lo demás, ni las razones, ni los orígenes, ni los muertos, ni las maneras, ni la capacidad de fuego son las mismas.
Cuento esto porque me parece reconocer una postura común entre algunas personas que se consideran inteligentes: "lo mismo dan unos que otros", "los dos bandos representan el salvajismo por igual" u otra más moderada y razonable: "en ambos hay tela...".
Sí, puede ser más razonable, pero creo que, en estos momentos, de tibia resulta fuera de lugar, que está más basada en la estética y en la pretensión egocéntrica de no quedar como un ignorante poco informado y simplista que en la empatía. Individualismo contra solidaridad.
Centrar la atención en quienes lucen el 'keffieh' (el pañuelo palestino) en occidente; alejarse sin matices de los que defienden -incondicionalmente, ya- a cualquier enemigo de los sionistas; no casarse con nadie porque "todo es más complejo", eso es una huída de la simpleza que es una simpleza en si misma. Nadie se quedaría equidistante entre los nazis y la Resistencia francesa, aunque ésta ponía artefactos explosivos en cafés llevándose indiscriminadamente a todos por delante. Porque sencillamente no es lo mismo. Había un drama por cada muerte, por eso siempre se podía cuestionar la precisión de la defensa (y más de una discrepancia tuvo que haber), pero las circustancias de unos y otros eran completamente diferentes. No se podrían considerar indignos por igual a los que mataban y a los que se veían obligados a utilizar maneras mortales de necesidad. La única salida que habría tenido esta resistencia de quedar limpia moralmente habría sido no hacer nada. Como suena: no haber hecho nada.
Por supuesto eso no es una opción, el mundo no corrije sus errores así, todo lo contrario, se perpetua en su miseria. Así, es posible que en un futuro me vea lanzando cohetes contra aviones de guerra teledirigidos estadounidenses mientras estos barren Madrid con bombas de fragmentación, destruyendo hospitales, autopistas, comisarías y bloques de viviendas, desmembrando a mis padres con las explosiones, aplastando a mis tíos con maquinaria de demolición pesada. Y mientras, en Canadá, en Suiza o en Japón habría un simple que diría: "Pero tú qué te has creído, los madrileños tampoco son angelitos..."