Title: For Your Entertainment
Author: Enolha
Pairing: Yunho/Changmin
Length: 2,651 palabras
Raiting: NC-17... No, más bien NC-21... Sé que ahora lo leerán con más ganas, no?
Genre: SMUT
Disclaimer: Si Yunho y Changmin me pertenecieran, esto sería un video, no un escrito.
Summary: Changmin se relajaba despuésde un largo día, pero no estaba tan sólo como pensaba.
Warnings: Lenguaje, violencia, abuso... Dios, no puedo creer que yo escribí esto.
A/N: Dos entradas en un día, estoy rompiendo récords xD... Pero después de postear el fic de Ele, me puse a vagar por internet y leí la última entrevista de Changmin en Nikkei Entertainment. Me comprenderán que TENÍA que escribir esto al saber cuál es la canción que escucha últimamente...
Oh, Changmin-ah, you’re such a muse for me!! Saranghae, Opp.... uh... Donsaeng!!! LOL
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Changmin dejó escapar un suspiro mientras estiraba sus brazos y piernas. Estaba acostado en su cama, relajándose para poder dormir tranquilamente. La noche era silenciosa, como muy pocas en la enorme ciudad de Seúl, tanto que podía escuchar los sonidos de los coches transitando la avenida principal a 2 calles de distancia.
A sus 22 años Changmin podía considerarse afortunado. No era rico, pero tampoco nada le faltaba. Una familia unida y segura que lo aceptaba tal y como era, un trabajo que le gustaba, unos amigos en los cuales podía confiar, y un novio que lo amaba tanto o más de lo que Changmin lo amaba a él. Justamente al día siguiente sería su segundo aniversario.
Juntos habían planeado perfectamente cómo pasarían ese día. No había nada que pudiera salir mal. Jamás había sido tan feliz como ahora.
Cerró los ojos, girando su cuerpo hacia la izquierda, pasando el brazo izquierdo debajo de la almohada y con el derecho abrazando las mantas frente a su pecho. Esta posición siempre le había parecido muy cómoda para relajarse y ahora lo comprobaba. Suspiró de nuevo mientras dejaba que el sueño lo envolviera poco a poco.
Estaba a punto de dejarse llevar, cuando escuchó con claridad cómo una puerta se abría lentamente, luego unos pasos que evidentemente trataban de ser sofocados. Abrió los ojos de golpe mientras sentía una oleada de pánico recorrerle el cuerpo. Eso había sonado terroríficamente parecido a la puerta trasera de su casa.
Lentamente, tratando de no hacer ningún ruido, se sentó en la cama. Su mente trabajaba a mil por hora, tratando de recordar si había dejado alguna puerta abierta, pero no recordaba nada. De lo que estaba seguro era que se sentía tan cansado que en cuanto llegó corrió a tomar una ducha rápida, se puso el pantalón de su pijama y se acostó a dormir.
Debió de haber revisado. Debió de haberse asegurado. No debió haber sido tan irresponsable y confiado. Tragó fuerte el nudo que parecía habérsele formado en la garganta. Con toda la calma que fue capaz de reunir, bajó de la cama y se adelantó hasta la puerta de su habitación.
Una parte de su mente (la parte racional) le gritaba que tomara el maldito teléfono y llamara a la policía o algo, pero la otra parte le decía que todo esto era realmente estúpido. Él era un hombre adulto, no había razón alguna para tener miedo. También era una buena persona y no hacía daño a nadie jamás, y si es verdad que hay un poder superior, no dejaría que algo le pasara, ¿cierto?
-¿Hay alguien ahí? -llamó. Mentalmente se golpeaba una y otra vez por hacer algo tan estúpido. Obviamente si había alguien jamás le contestaría.
De hecho, ahora no escuchaba nada. Ni siquiera el sonido de esos pasos tratando de ser disimulados. Lo único que escuchaba era su pesada respiración y el golpeteo acelerado de su corazón. Con todo el miedo del mundo, porque lo admitía, abrió lentamente la puerta mientras sentía cómo el corazón se le iba a la garganta.
Fuera, en el pasillo, todo era oscuridad. No distinguía absolutamente nada que no fueran sombras confusas, que por sus miedos se veían incrementadas en mil veces más. Tratando de no hacer ningún movimiento brusco, deslizó su mano por la pared hasta encontrar el switch. Tomando una respiración profunda, encendió la luz.
Quedó por un momento deslumbrado por la repentina iluminación, parpadeando repetidamente para sobreponerse. Cuando abrió los ojos las sombras se habían ido, pero algo aún más aterrador había tomado su lugar.
Frente a él estaba un hombre vestido de negro. Estaba armado. Changmin abrió enormemente los ojos mientras sintió que el terror se apoderaba de su cuerpo, pero por alguna extraña razón su mente se encontró mucho más lúcida ahora. Miró fijamente al sujeto, tratando de grabar lo más posible sus facciones para después poder dar una buena descripción o lo que fuera que le pidieran.
Era casi de sus estatura, aunque un poco más bajo. Más o menos de su misma complexión. Cabello negro. Ojos oscuros. Nariz recta. El labio inferior un poco más grueso que el superior, sobre el cual había un lunar. Una pequeña pero notoria cicatriz, del lado izquierdo del rostro, en forma de L desde la nariz hasta el borde externo del ojo.
En otras circunstancias Changmin no dudaría en reconocer esas facciones como atractivas, pero no ahora. No cuando ese tipo lo miraba como un depredador a su presa. No cuando está sonriendo de esa manera tan enferma. No, definitivamente no. Ahora solo le parecían las más despreciables.
Todos estos pensamientos pasaban por la mente de Changmin a la velocidad de la luz, mientras el extraño comenzaba a avanzar hacia él. Changmin instintivamente retrocedió hasta entrar de nuevo a su habitación. En un acto reflejo trató de cerrar la puerta, pero ese sujeto era más rápido y más fuerte. Changmin empujaba, pero no parecía que podría soportar mucho.
-¿Por qué te resistes? -escuchó que le preguntaba, con la voz más cínica que haya escuchado alguna vez-. Tú mismo sabes que es inútil.
Changmin quería protestar, pero el nudo en su garganta se lo impedía. Además, no quería hacer nada que pudiera molestar a ese sujeto.
-Esto es ridículo -dijo el hombre antes de aplicar más fuerza y abrir la puerta forzando a Changmin a dar dos pasos hacia atrás. Obviamente solo se estaba divirtiendo a sus expensas fingiendo forcejear.
Antes de que Changmin pudiera hacer cualquier cosa, una mano fuerte como el acero le tomó del brazo y lo arrojó con fuerza contra el muro. Changmin dejó escapar un leve quejido de dolor. Definitivamente no gritaría. Jamás le daría esa satisfacción.
De pronto el extraño presionó su cuerpo contra el de Changmin, impidiéndole hacer algún movimiento.
-No… por favor -dijo Changmin una vez que pudo encontrar la voz y la voluntad para hablar-. Yo… tengo dinero. Mi familia…
-Yo sé que sí -dijo el extraño-. Yo te conozco, Shim Changmin.
Changmin abrió los ojos fuertemente al escuchar su nombre. ¿Lo conocía? Él no recordaba haberlo visto alguna vez, ¿o sí?
-Te he observado por mucho tiempo -dijo-. Mucho más tiempo del que puedas pensar.
Changmin sintió como un escalofrío le recorría la espalda cuando el extraño comenzó a desvestirlo. Trató de evitarlo, pero sólo consiguió una bofetada y que lo arrojara con fuerza a su cama para luego abalanzarse sobre él.
-¿Por qué te resistes? -preguntó el extraño. Pregunta retórica, ya que le había tapado la boca con una mano, impidiéndole hacer algún ruido-. ¿Es por él? ¿Es por ese imbécil que tienes por novio? Él no te conoce como yo, Changmin-ah.
Changmin se retorció debajo del hombre tratando de librarse, pero se dio cuenta que fue un mal movimiento cuando el otro hizo un sonido al fondo de su garganta producto de la excitación que le provocó el roce de sus cuerpos.
-Yo sé que tu mejor amigo en la primaria se llamaba Junsu; que no te gusta la comida empacada; sé que no te gusta el champú con olor a frutas; que odias las prisas y las cosas sin terminar; que te vistes de rojo cuando estás nervioso-dijo, y Changmin sólo podía abrir enormemente los ojos -. Sé lo mucho que amas a tus hermanas; que tu primer novio fue Kibum; que te gusta dormir del lado izquierdo de la cama; y sé que siempre, siempre, piensas en él.
Por Dios, ¿qué era ese tipo? ¿Un acosador? Debió haber llamado a la policía cuando tuvo oportunidad. Debió haber hecho muchas cosas.
Pero todo pensamiento dejó su mente cuando el extraño prácticamente le arrancó la ropa con su mano libre. Changmin trató de gritar, pero fue en vano. Trató de moverse, pero el miedo paralizaba su cuerpo. Sus ojos comenzaron a aguarse un poco.
El extraño se percató de eso, y se alejó un poco para comenzar a desvestirse él. En cuanto hizo eso, un poco de cordura regresó a la mente de Changmin, quien lo empujó, y trató de huir. Este hecho sólo enfureció terriblemente al extraño.
-¡¡A dónde demonios crees que vas!! -gritó, tomándolo del cabello y empujándolo de nuevo a la cama-. Si fuera él no te resistirías, ¿verdad? Le estarías rogando por más, como la zorra que eres.
Una bofetada más atravesó el rostro de Changmin, seguida de otra más, dejando marcas rojas en sus mejillas. Las lágrimas ahora fluían libremente.
-Por favor… -rogó Changmin-. Por favor, no… Esto no…
El hombre no le contestó, simplemente lo giró, poniéndolo boca abajo sobre la cama. Changmin lloraba y se quejaba en voz alta mientras las manos de ese hombre recorrían su cuerpo, pero su llanto sólo parecía impulsar más las acciones del otro. Cerró los ojos fuertemente cuando sintió su lengua recorrer su cuello salvajemente.
-Y también sé que esto te gusta -le dijo, antes de morder levemente el lóbulo de su oreja. Changmin tuvo que morder la almohada para evitar que un gemido involuntario se le escapara.
«¡¿Qué demonios?!»
Como sea, eso no pasó desapercibido para el extraño, porque rió entre dientes susurrándole palabras denigrantes de vez en cuando. El hombre se las arregló para abrir sus pantalones, pero no se los quitó, simplemente sacó su miembro totalmente erguido, y de golpe y sin previo aviso, lo enterró en Changmin de una sola embestida.
Changmin gritó cuando el dolor le desgarró las entrañas, cubriendo totalmente el gemido de placer de su atacante.
-Tan delicioso como imaginaba -habló el hombre entre embestidas y jadeos.
Pasando los brazos alrededor de Changmin, el extraño lo hizo apoyarse en las manos y las rodillas y comenzó a embestirlo con más fuera y rudeza. Apoyó una mano en la cadera de Changmin, mientras la otra viajó por su pecho hasta uno de sus pezones y comenzó a pellizcarlo y acariciarlo.
Changmin se mordió los labios cuando la mano que estaba en su cadera comenzó a acariciar su ingle, evadiendo totalmente su miembro. ¿Cómo demonios sabía dónde tocar? Changmin no pudo evitar que su miembro comenzara a endurecerse, pero se negaba rotundamente a dejar escapar los sonidos de placer que luchaban por salir de su boca.
-Yo sé que te gusta -escuchó a su espalda-. Recuerda que te conozco mejor que nadie.
Los minutos pasaban lentamente mientras Changmin era embestido salvajemente y con crueldad por ese hombre. Sus manos nunca dejaron de recorrerle el cuerpo, y su boca no dejó de atacar su cuello. Para Changmin era cada vez más difícil reprimir los sonidos que se le agolpaban en la garganta.
De pronto, el extraño salió de su cuerpo, y Changmin pensó que su pesadilla había terminado. Pero nada más alejado de la verdad. El hombre giró su cuerpo de nuevo, dejándolo acostado de espaldas sobre la cama. Ese sencillo movimiento provocó que el dolor se esparciera por todo su cuerpo, arrancándole un leve grito.
-Quiero ver la cara que pones cuando te la meto -le dijo con una sonrisa de lado.
Changmin abrió de nuevo los ojos, y otro grito desgarrador salió de su boca cuando, sin ninguna consideración, el extraño volvía a entrar en él, saliendo luego completamente, y volviendo a entrar con la misma fuerza, una y otra vez.
El extraño luego comenzó a succionar en el hueco sobre su clavícula: otro gran punto débil de Changmin, quien, rindiéndose al placer que sentía a pesar del dolor, dejó que sus gemidos se dejaran escuchar.
El atacante, dándose cuenta de la reacción de Changmin, aceleró sus movimientos a un punto que rayaba el salvajismo, lo que sólo consiguió más sonidos de excitación por parte de Changmin. Lo que había comenzado como un acto de abuso se había transformado en una fuente de placer. El placer más grande que haya experimentado alguna vez.
Sus brazos lentamente rodearon la espalda del otro hombre, enterrando sus uñas un poco con cada embestida, dejando sus propias marcas sobre él. Changmin había perdido por completo la cordura. Todo lo que le importaba era que ese placer que sentía no terminara jamás.
-Más -pidió con un hilo de voz-. Más. Más… Más fuerte… por favor.
-Así me gusta -le dijo el extraño entre gemidos mientras hacía lo que le pedía-. Me encanta que me supliques.
De pronto todo movimiento se detuvo, haciendo que Changmin gimiera de frustración y que el otro soltara una risa burlona. El hombre cambió sus posiciones de modo que ahora Changmin estaba sobre él, su miembro aún profundamente enterrado en su cuerpo.
-Muévete -ordenó, y Changmin no pudo sino obedecer, demasiado perdido como para detenerse ahora.
Apoyó ambas manos en el pecho del otro para poder levantar su cuerpo hasta encontrarse sentado a horcajadas sobre él. Afianzó ambas rodillas sobre el colchón y elevó sus caderas hasta que casi todo el miembro del otro estaba fuera, sólo para dejarse caer de nuevo con mucha más fuerza, lo que les arrancó a ambos sendos gemidos de pura lujuria.
Changmin conocía su propio cuerpo y sabía qué ángulo y que ritmo darle a su cuerpo para que el otro golpeara su centro de placer una y otra vez. Nunca en su vida había estado Changmin en semejante punto de desesperación. Nunca antes había dejado escapar sonidos cargados con tanta necesidad como lo hacía ahora. Ese pensamiento, en vez de avergonzarlo, sólo lo alentaba a moverse más rápido, a gritar más fuerte.
Demasiado pronto, a su gusto, comenzó a sentir ese conocido calor en el fondo del estómago que indicaba que su clímax estaba cerca. Se mordió el labio inferior fuertemente tratando de reprimirlo un poco más, pero sabía que sería en vano. Y una parte de él simplemente quería que llegara, que terminara.
Un pequeño hilillo de sangre comenzó a bajar, desde su labio herido, por su barbilla. Cuando el extraño lo vio, levanto su cuerpo hasta alcanzar el de Changmin. Pasó su lengua por el lugar, limpiando los restos de sangre que corrían. Changmin gimió fuertemente, lo que le dio al otro la ventaja de pasar su lengua por su boca. Changmin respondió devorando desesperadamente sus labios en un fiero beso por primea vez.
En cuanto sus labios se unieron, el orgasmo los alcanzó a ambos al mismo tiempo. Changmin sintiendo una doble oleada de placer en el momento que sintió el semen ser derramado en su interior.
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Se dejaron caer pesadamente sobre la cama, tratando de recuperarse de la cúspide que momentos antes habían alcanzado. Changmin hundió el rostro en el pecho del otro, y poco después sintió un par de brazos rodeándolo y unos labios dejar un suave beso en su frente. Sonrió.
-Eres algo masoquista-escuchó el susurro contra su cara, y pudo detectar la sonrisa que acompañaba a esas palabras-. Eso es algo que no sabía.
-Yo tampoco sabía -respondió al tiempo que rodaba su cuerpo para recostarse al lado del otro.
Un quejido escapó de sus labios cuando el movimiento provocó una punzada de dolor desde su parte baja hacia todo su cuerpo.
-¿Estás bien?
-Sí. Pero voy a estar tan adolorido mañana -dijo mientras cerraba los ojos.
-Fui demasiado rudo. Perdona.
-No importa. No fue nada que yo no quisiera.
-Bueno, cuando quieras -respondió rodando los ojos-. Estoy aquí sólo para entretenerte.
El silencio se extendió entre ellos un momento. Changmin no contestó nada, estaba casi al borde de la inconsciencia, pero luchando vanamente por mantenerse despierto. Esos suaves labios volvieron a cubrir los suyos tiernamente, como pidiendo disculpas de nuevo. Eso logró despertarlo un poco, lo suficiente al menos como para responder el beso.
-Te amo tanto, Changmin -susurró el otro sobre sus labios, lanzando una mirada fugaz al reloj sobre el buró y sonriendo después-. Ya son las doce… Feliz aniversario.
Changmin sonrió. Su novio, el eterno romántico.
-Feliz aniversario, Yunho-yah -respondió Changmin abrazando fuertemente al mayor-. Yo también te amo.
~fin~
Les dejo un link para que escuchen la canción:
video y otro para que lean la traducción:
letraTenía razón o no tenía razón al escribir esto??