Sep 06, 2006 22:59
Me pregunto por qué hay tantos cuestionarios acerca de tus canciones favoritas o tus películas favoritas pululando por internet y no hay ninguno o casi ninguno acerca de tus lecturas predilectas. ¿Será porque la gente teme parecer pedante si hace una lista de sus libros favoritos (entendiendo que en ella no hay best-sellers o títulos susceptibles de estar al margen del conocimiento popular)?
Pues a riesgo de parecerlo, ahí va la mía. Que conste que aquí no están ni las mejores obras de la literatura universal (no he llamado a ningún catedrático para consensuar este importante post en livejournal XD) ni tampoco las obras más reconocidas de cada autor. Ni siquiera están todas aquellas "Grandes Obras" que me han gustado. Me parece que ya están suficientemente comentadas, así que aquí no encontraréis ni a mi adorado Oscar Wilde ni a Tolstoi. La lista de abajo recoge simplemente títulos menos conocidos a los que tengo un especial cariño.
* Una soledad demasiado ruidosa, Bohumil Hrabal.
¿Existe otro escritor checo que no sea Kafka? ¡Sí! La vida puede ser maravillosa! Leí este grandísimo libro cuando estaba en primero de carrera y me conmovió mucho. Es corto, apenas 200 páginas. La escritura es como una erupción vitalista, muchas comas y pocos puntos. La historia, agridulce: una mirada a la alienación del individuo bajo el régimen comunista, a caballo entre la fábula y el realismo. El protagonista es el encargado de empaquetar y quemar todas aquellas lecturas "prohibidas" por el partido.
*Adolphe, Benjamin Constant.
Tenía este libro desde hace cuatro o cinco años, pero hasta este verano no me decidí a leerlo y he de decir que ha sido automáticamente catapultado a mi olimpo particular. El autor es un suizo del siglo XIX más conocido por sus ensayos sobre política y diplomacia que por sus novelas. Que yo sepa, tiene esta y otra, llamada Cécile. Adolphe también es una obra muy corta, y retrata con despiadada veracidad los entresijos de una relación amorosa venida a menos. ¡Justo lo que necesitáis cuando atravesáis una crisis de pareja!. Magnífica.
*El marino que perdió la gracia del mar, Yukio Mishima.
Su obra más conocida es quizá "El rumor del oleaje", pero, sin querer restarle importancia, me gusta más esta. Mishima fue una persona de lo más peculiar. Hoy en día está considerado uno de los grandes escritores japoneses de la posguerra, pero además diría que también está considerado un gran personaje, en el sentido más frik de la palabra. Practicaba un culto helénico al cuerpo (era culturista, vamos) y su alto sentido patriótico y romántico le llevó a suicidarse por el estilo tradicional samurai después de haber leído un manifiesto en que exhortaba a los japoneses a recuperar su orgullo. "El marino que perdió la gracia del mar" es una novela que refleja la desazón, la decadencia moral y la angustia de un Japón cabizbajo tras la segunda guerra mundial. El descorazonador vacío del país lo encarnan los protagonistas, unos niños espeluznantemente fríos que tienen muy claro que las emociones son un estorbo cuando se trata de sobrevivir...
*La espuma de los días, Boris Vian.
Este libro fue un regalo de un amigo gallego de quien hace mucho que no sé nada. Fue también el primer libro que leí de este autor francés, músico de jazz y conocido carácter de mediados del siglo XX. Dejad simplemente que os escriba algunos de sus títulos más famosos, y sabréis de qué estoy hablando: "Escupiré sobre vuestras tumbas" y "Que se mueran los feos". Directo al grano, vaya ;). Escribió novela policíaca bajo pseudónimo también. "La espuma de los días" es un cuento rayano en el surrealismo. Las historias de amor de las dos parejas están contadas en un tono a veces inocente, a veces juguetona, a veces amarga, pero siempre sorprendente. Es el único libro donde podréis ver nenúfares en los pulmones o un piano que según la melodía que toques crea una bebida u otra. Inolvidable.
*El diccionario del diablo, Ambrose Bierce.
Bierce nació en 1842 en Ohio, y creo que se puede decir que ya desde ese momento se dedicó a meter el dedo en la llaga. En la que fuese. Periodista satírico brillante, fabulador sagaz, desapareció con setenta años en Veracruz y nadie sabe ni cúando ni cómo murió. Dejó estas palabras como despedida: " Ser gringo en México...ah, es eutanasia"! Quizá está con Elvis en Xanadu, escociendo las vanidades de todos los allí reunidos. Donde quiera que esté, le pondría contento que os enfadaráis tanto como yo leyendo su despiadado "Diccionario del diablo". Sí, es un diccionario de definiciones, pero ninguna os va gustar, y precisamente porque derrocha sarcasmo son las definiciones más lúcidas que se han hecho nunca de la amistad, las mujeres, los políticos y cientos de otras minucias humanas. Ved si no "Admiración": Nuestro cortés reconocimiento a quien se parece a nosotros. Sencillamente genial.
*La Biblia de Neón, Kennedy Toole.
Otro que tal. Toole sabía que era un gran escritor, pero nadie parecía darse cuenta. Quizá por eso, cuando se encerró en el garaje para suicidarse con el monóxido del coche, pensó que al menos tendría la gloria romántica del escritor frustrado, si no el éxito en vida. Y he aquí que su buena madre, que tuvo tanta fe como él en su trabajo, se dejó las suelas de los zapatos intentando que alguien le diera una oportunidad a la obra de su hijo. Para no oírla más, un editor la leyó. Años más tarde, Toole obtuvo a título póstumo el premio Pulitzer, y su obra más famosa, "La conjura de los necios", está considerada una obra maestra de la literatura norteamericana. Por eso, me quedo más tranquila apartándola para recomendar su primera novela, "La biblia de Neón". Escrita a los 16 años, pinta un cuadro de un pueblo hiperpuritano hasta lo ridículo, y de la caída en picado de su propia familia. Corta, irónica y directa como un puñetazo en la cara. Para los amantes del toque sureño en la literatura.
*Fouché, Stefan Zweig.
Biografía espléndida de uno de los más grandes cabronazos de la historia, lo suficientemente listo como para manterse a su sombra incluso muerto. Afortunadamente, ahí estaba este magnífico escritor austríaco, Zweig, para rescatar al chaquetero más hábil de la humanidad: Joseph Fouché, un hombre que supo torear la Revolución francesa y probó todos los lados de la cama : moderado, furioso jacobino antimonárquico, y monárquico más tarde. El hombre que puso en el poder a Napoleón y el mismo que le quitó. Solo Robespierre tembló ante su poder maquiavélico. Altamente recomendable, sobre todo para aquellos amantes de la política que trabaja a oscuras.
*Persuasión, Jane Austen.
¿Qué os voy a contar que no sepáis? Todos sabéis que beso el retrato de Jane Austen cada noche antes de acostarme XD. Sí, ya sé: la típica "literatura de chicas". Bueno, y qué. Eso no la hace menos importante, ni sus novelas menos agudas. Me salto la introducción sobre su vida, que es harto conocida, y también el repaso a sus obras, porque más o menos todo el mundo conoce "Sentido y sensibilidad" u "Orgullo y Prejuicio". Aunque me las he leído todas - y cuando digo todas es todas, incluso sus trabajos de juventud- y cada una tiene su encanto, "Persuasión", publicada, si mal no recuerdo, a título póstumo, es la que más me gusta. Quizá porque la obra tiene un sabor crepuscular- los personajes no son tan jóvenes como en otras obras- o porque habla de las segundas oportunidades, y de los errores que todos enmendaríamos si pudiéramos, es mi favorita. Recomiendo leerla en inglés, ya que la traducción al castellano, al menos la que yo leí, no era muy buena.
*Cumbres Borrascosas, Emily Brönte.
La culpable ex-aequo con Jane Eyre de todas las telenovelas, libros de Harlequin y estereotipos masculinos atractivos y torturados. La reina madre de la "Literatura de chicas" y la culpable seguramente de muchos suspiros. Oscura, violenta, desgarradora, romántica hasta la máxima expresión. Está comprobado que los chicos que la leen sudan sangre para acabarla, pero aún así, los que la han leído tienen mucho ganado en cuanto a la comprensión de la naturaleza femenina y su mitología particular. Qué más queréis que os diga. La leí a los quince años y aún a día de hoy sigue absorbiéndome cada vez que la releo. ¡Heathclif, Heathcliff! Eso sí que era un hombre, coño. Sudoroso y perverso!
* Cuentos Completos, Anton Chéjov.
Más conocido como dramaturgo ("Las tres hermanas") y considerado inexplicablemente e injustamente por algunos como un autor menor en comparación con Tolstoi, Chejov fue un autor que, según sus propias palabras, no sabía de grandes cosas de la vida, sino simplemente, de la vida. Sus escenas cotidianas, con esos pequeños conflictos, a veces cómicos, a veces desgraciados, son auténticos tesoros. Cuentos como el conmovedor "El beso", "La Dama del perrito" o el conocido "Pabellón numero seis", tienen un calado mucho más profundo de lo que parece a primera vista. Uno acaba de leer sus cuentos y se nota como desasosegado, reflexivo. Entonces se pregunta: "pero si no era nada, era una historia de un campesino". Ah, amigo...es lo que tiene Chéjov.
Pues eso, 10 libros. ¿Alguien se anima a hacer una lista similar? ¿Alguien se anima a leer alguno de los citados aquí arriba?