Jul 31, 2008 21:44
Autor(a): Ally.
Fandom: DBSK
Pareja: Jaejoong/Changmin
Rating: PG-13
Nota: “No es que sean perfectas Changmin-ah, es solo que tus sentimientos las vuelven aquello”. La verdad es que todas las mujeres tienen un defecto para él, todas y cada una de ellas.
Dislaimer: La historia publicada no tiene relación alguna de mando con SM entertainment, es una mera invención y no alude a la realidad, los personajes no me pertenecen.
No lo suficiente.
Sus manos lucen pálidas al contrastar con el lugar, a pesar de que sabe no lo son tan así, aún no puede acostumbrar la mirada y de algún modo, en cuanto el ventarrón de sonidos invaden la fragilidad de su tímpano, sabe que todo esto fue una mala decisión.
Da un par de pasos erráticos y casi siente la necesidad de volver a la seguridad, casi, pues sabe que en la casa le esperan aquellos rostros de “te lo dije”, que no desea ver de momento, la verdad es que aún no sabe como pudo ingresar en el lugar ¿Acaso no hay límite de edad? Cierto, esos son los clubes, esto es tan solo una fiesta más, ver los rostros satisfechos de los anfitriones al percatarse de su presencia le basta para sentirse enfermo, él no es y nunca será lo suficientemente engreído como para sentir orgullo en ser la nueva “alma de la fiesta”, idénticas sonrisas gritan a la distancia su cercanía y se ve obligada a saludar a los chicos del cumpleaños.
-Hola-
-Nos alegra que vinieras-
Se debe morder la lengua para no decir “a mi no” sonríe conciliador, aquella mueca que ha logrado perfeccionar y camina lejos de los dos ¿Ponche? ¿Bebida? No es como si jamás hubiera tomado en su puta existencia, de verdad, pero no confía en su aguante o en que tan coherente termine después del primer vaso. En contra de todo raciocinio acaba por apurar el trago y puede sentir el alcohol quemar sus entrañas con lentitud mientras baja “¿Qué diablos tenía el ponche?” Solo bastan un par de miradas para notar que la mitad de las chicas en el lugar aguardan a que remate un par de copas más.
“No les daré en el gusto, jamás les doy en el gusto” Y se aleja algo tambaleante, no debió tomar tan rápido, la mayoría de la culpa la tiene el aire enrarecido del lugar, su mente se niega a mantener un pensamiento coherente y pronto ve las lobas al acecho de su menudo cuerpito que Buda le ha brindado, dos muchachas, una demasiado bronceada, la otra desmedidamente escuálida, una con ojos muy pequeños, la otra con una risa abierta y escandalosa. La verdad es que todas las mujeres tienen un defecto para él, todas y cada una de ellas, y no sabe bien porque no es capaz de encontrar aquella errada y perfecta dulcinea, ciega y hermosa belleza que sus Hyung se empeñan en recomendar.
“No es que sean perfectas Changmin-ah, es solo que tus sentimientos las vuelven aquello”
Demasiado ruidosa, demasiado callada, demasiado adulta, demasiado niña, demasiado humana… Le molesta no lograr aquello que todos esperan de él, miradas fijas, sonrisas expectantes, el pobre Minnie perdido en el mundo, en el inmutable estado que es su propia contemplación interna cubierta de logros y ansias por perfeccionarse en busca de aquella errática figura “realizada” en que desea convertirse, un ser por encima de la media, alguien que no pase desapercibido para el mundo, uno diría que con su canto lo ha logrado pero para él no es suficiente.
Las dos chicas parecen haberse percatado de la presencia de la otra y ahora compiten en un silencioso duelo a muerte, un sube ligeramente su falda, la otra acomoda lo que Changmin sabe es un “Sostén mágico”, a consideración de la poca proporción entre su cuerpo flacucho, su trasero chato y el enorme tamaño de su busto, no es que la estuviera viendo con atención… Changmin levanta una ceja “¿Qué hay de malo con tenerlas pequeñas? ¿No es más cómodo desde un punto de vista anatómico y simétrico?”. En el momento en que ambas hacen contacto afilando garras sabe que es tiempo de huir, el reloj marca las 11:45 pm y definitivamente aún no es hora de ir a casa a menos que deseara arrebatar a Heechul-shi el Nick “Cinderella”, seguro y el mayor no es de los que gustan compartir sus cosas, a ratos se parece tanto a él mismo, pero pensando de manera concreta ¿Acaso no todo el mundo se parece al resto en al menos un minúsculo aspecto?
“Por ejemplo, nosotros hoy tenemos calcetines del mismo color”
Había dicho Jaejoong al explicar tamaña teoría y Changmin mordió su labio inferior con fuerza hasta el punto de emblanquecerlo para no decir “¡Los compramos como promoción en una tienda Hyung! No seas idiota” y así detener la pequeña y satisfecha sonrisa del mayor ante su ocurrencia.
Demasiado fea, demasiado tosca, su cabeza es muy pequeña, sus piernas muy gruesas, y de algún modo su mente mareada por el poco alcohol consumido conecta de modo errático ideas entre sí ¿Quién tiene la cabeza grande entre sus conocidos? ¿Las piernas delgadas? ¿Ojos amplios? ¿Una sonrisa silente? Un caos se precipita entre sus pensamientos y cree haberse vuelto loco cuando la voz de Yoochun resuena en el lugar.
-Y ahora una lenta para entrar en ambiente-
Escucha de algún lugar impreciso y no sabe bien si fue una buena decisión utilizar precisamente aquella canción.
“Parpadea… olfatéalo… siéntelo, abre, abre tus ojos y tan solo mírame ahora. Tú eras todo para mi”
Muchas enfocan su vista en él y de algún modo es arrastrado a la pista por una chica pequeña en tamaño, grande en ansias que brinca mucho y cada cinco segundos deja relucir un “Oppa” entre suspiros… cinco segundos cronometrados. Demasiado “no lo que busco”, piensa y sabe que su verdadera línea de ideas era “demasiado no él” pero aún no averigua quien es este supuesto “él” o porque no es una ella.
La homosexualidad no es un tema que le preocupe mayoritariamente, después de tanto tiempo sin novia uno sospecha y sus padres no esperan que lleve nietos al mundo, no con la carrera que ha decido seguir, o al menos por ahora, con dos hermanas en plena capacidad de brindar tal regalo del cielo y un record intachable de cero novias invitadas a cenar sabe que Omma “sabe” valiendo claro está la redundancia en palabras, y mientras todos permanezcan en la divina ignorancia de no mencionar las cosas en alto, se puede pasar por alto.
Demasiado no él, demasiado no él, demasiado no él, la habitación gira, el suelo se remece, la música está muy alta y la chica tironea de su mano dirigiéndole convenientemente hacia un dormitorio “Casi parece cosa de violación” piensa con amargura. La canción va a la mitad.
“Niña dime una pequeña mentira, por favor solo una pequeña mentira para poder escucharte… ahora la nieve se acumula envolviéndome”
Su garganta se reseca, las manos comienzan a sudar, un temblor recorre su columna y aquel carraspeo incomodo inunda la cavidad oral, de pronto el piso parece absorber sus pies y estos pesan como nunca antes, de pronto todo se vuelve más concreto y la chica casi cae al suelo ante su súbita detención, empeñada en tirar de él… Changmin permanece quieto en el lugar, aguardando, aguardando, ¿Aguardando?
“Gente alejada, gente alejada así es, Tan solo llorar, llorar, llorar sin poder olvidar”
La voz de Jaejoong resuena en sus tímpanos y el menor de DBSK no sabe bien como no ha sido capaz de entenderlo hasta ahora. Su cerebro procesa rápido ideas incoherentes, su corazón acelera de forma inversamente proporcional a su capacidad de cerrar la boca y pronto la puerta es lo único que tiene en mente, la chica suena frustrada y cada vez más lejos, de algún modo se siente mucho más sobrio de lo que jamás se sintió. Sale y la sonrisa silente del mayor le recibe, sus facciones cubiertas por la culpabilidad, sus grandes ojos en aquella enorme y curiosamente proporcionada cabeza, la piel pálida resaltando entre la ropa holgada y apretada al tiempo. Changmin levanta una ceja y detiene con un ademán cualquiera sea la escusa que su compañero estuviese a punto de decir.
-Hyung necesitamos hablar, ¿Te invito a un café?-
No piensa en si es coherente imaginar una cafetería abierta a las 12 y tanto de la madrugada, o en que podría pensar Jaejoong al verle correr fuera del cumpleaños con los ojos brillantes, sea lo que sea el mayor acepta la propuesta y pronto el aire fresco toma de refilón ambas siluetas caminando por las calles, una que otra persona parece reconocerles pero no lo suficiente como para seguirles o reparar en ellos, Changmin agradece que sea demasiado tarde para que sus “Queridas Cassiopeias” transiten a rienda suelta por las calles, en general todas son buenas niñas.
Perfecto, justo, preciso y aquel ligero temblor en la mano derecha de Jae mientras recoge la tasa humeante del café sin nada extra, que lograron conseguir en una cafetería pequeña y vacía, le hace sonreír.
-Me preocupé mucho, es tu primera fiesta y los demás no debieron amenazarte con aquello de no volver hasta mañana, fue irresponsable de su parte…-
Tiene los labios juntos en una mueca que delata su preocupación de omma, pequeños espasmos recorres el estómago del menor.
-Hyung-
-¿Dime?-
-Acabo de notar que me gustas…-
Y no sabe realmente porque es tan fácil decir aquello o porque su corazón parece detenerse mientras espera una respuesta, una mínima reacción del otro ¿Esperanza tal vez? ¿Expectación?
Perfecto, tanto que llega a doler, siente algo de miedo, pues sabe que reconoció su cariño mediante una canción una que jamás terminó bien, una con un final triste y esto retuerce sus entrañas.
-Minnie-ha-
Sus manos se sienten cálidas al tacto, parecen quemar la piel sensible de las propias y Changmin no sabe como algo tan níveo puede templar con un solo toque. Jaejoong calla, acaricia su piel por sobre la mesa y sitúa con lentitud el café de vuelta en su respectivo lugar, conecta sus grandes ojos a los propios y sonríe en silencio, siempre en silencio.
“Perfecto” piensa Changmin, demasiado él y no necesita más palabras para obligar una respuesta, no más que esta perfección.
Los otros tres permanecen toda la noche esperando en el apartamento, con las luces encendidas y acurrucados en el sillón. Jaejoong y Changmin no regresan hasta la siguiente mañana.
FIN.
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