Capitulo 27 o Descubrimiento

Aug 15, 2009 14:31

Capitulo: Capitulo 27 o Descubrimiento

Palabras: 7,060

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Siendo completamente honesta, yo de fútbol sabia mas bien poco, pero no me desmoralizaba por eso por supuesto, para mí el fútbol era un deporte sin sentido que duraba mas tiempo del que yo podía soportar sentada viendo a 20 hombres correr tras una pelota. Por suerte con forme fui creciendo me di cuenta de un atractivo que tenia el fútbol, que aun cuando no me entretenía los 90 minutos, si hacia por lo menos que el tiempo corriera e manera normal y no que se estancara mientras yo estaba sentada en el sofá.

Y eso era los cuerpos de algunos jugadores, había algunos que realmente estaban para el susto, pero había algunos otro, que si bien no estaban agraciados de rostro, si habían esculpido su cuerpo de tal manera que ya no era tan desagradable ver el juego, así que sé que se quitaran la camiseta al festejar una anotación - cosa que me parecía ya no hacían- o que intercambiaran camisetas al final del partido eran los momentos que yo esperaba.

Y si bien el torso de los jugadores no se podía ver todo el tiempo, si se veían sus piernas, ¡Y que piernas!, Eran piernas musculosas y bien trabajadas tanto en el gimnasio como en el esfuerzo físico que suponía correr tras la pelota 90 minutos, ahora bien eso era en el soccer profesional, por que tenia que admitir que en ese momento, en el partido que yo estaba viendo no había nada de eso.

Ok, igual y estaba exagerando si había un chico lindo por ahí y por haya, pero no había cuerpos esculpidos a base de ejercicio excepto tal vez por el capitán del equipo contrario, un morenito que debía medir un poco mas de 1.85 y que tenia carne donde debía de tenerla. Y que de ves en cuando al pasar por la banda donde nos encontrábamos animando a la gente, nos sonreía de una manera que era realmente encantadora. ¿Traición?, No yo no lo llamaría así, después de todo no era ningún secreto que nuestro equipo lanzaba miradas nada furtivas a las chicas de rojo y blanco así que yo diría mas bien que estábamos a mano.

Eric estaba en el terreno de juego, luego de mas de media hora de juego estaba sudado y tenia expresión de matón, supuse que era parte de la expresión que tenían que adoptar los que estaban en la defensa, tuve que dar la espalda al terreno de juego para comenzar una vez mas, una de las porras que periódicamente lanzábamos de frente a la gente, tenia que decir que eran los menos los que nos prestaban atención, así que aquello ya no me importaba mucho.

Fue en ese momento en que todo sucedió, sentí el golpe en la espalda, aun que debo de admitir que no fue algo realmente insoportable, mas que dolerme me había sorprendido, y gire la cabeza para saber que era lo que había pasado, aun que una parte de mi cerebro ya lo sabia, si bien no estábamos pegados al campo y nos encontrábamos en la pista de atletismo, que jamás utilizaban si estábamos al alcance de cualquier balón pateado con extremada fuerza que saliera fuera del campo, así que imagine que eso había pasado, pero cuando gire la cabeza y observe la expresión de Mariel supe que eso no era todo lo que había pasado.

Angie estaba sentada sobre la pista y se sujetaba el tobillo con expresión de dolor, la escena de formo en mi cabeza con una rapidez asombrosa, Angie era una de las puntas de las pirámides que de ves en ves se formaban, si la pelota había sido lanzada hacia ella, y la habían hecho perder el equilibrio y caer, aun cuando alguno de los chicos la hubiera atrapado antes de un daño real era hasta normal que se hubiera lastimado o que estuviera asustada.

Observe a Eric acercarse, y aquello si me sorprendió, por que el juego seguía su curso y el no tendría que estar fuera del terreno de juego, di un paso hacia adelante para saber si Angie estaba bien, ok si aquella chica me caía mal, y merecía varios tormentos, fue en ese momento en que alguien paso junto a mi casi derivándome debido a la velocidad. Debería decir que mi olfato lo reconoció antes de que yo pudiera fijar la vista en su figura, cuando lo hice fue por que ya se encontraba listo para golpear a Eric.

Fue como si hubiera sido una señal, por que entonces también José entra a la cancha y algunas personas mas en las gradas y eso fue una verdadera batalla campal, incluso los chicos de la escuela rival estaban participando. Yo no entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo ahí, me encontraba simplemente asombrada al observar como habían resultado las cosas.

De alguna manera sabia que no debería estar asombrada de nada, debería saber que desde aquella nefasta tarde en que la prefecta nos había encomendado a Somers y a mí encargarnos de la obra de invierno que mi vida estaría llena de sobresaltos y sorpresas desagradables. Llegando al punto que mi vida era solo una parodia de lo que era antes de ese día. Por que empezaba a creer que mi vida se podía dividir así simplemente, antes de ser productora de la obra escolar y después.

O puede que estuviera exagerando y mi vida no se dividiera de aquella manera, por que si luego de aquella tarde muchas cosas habían cambiado, por supuesto, pero mi vida se había vuelto un sobre salto tras otros cuando deje que el demonio se instalara en esta a sus anchas es decir, cuando el trato de Somers. Por que no estaba haciendo un trato con Somers ¡no señor! Estaba haciendo un trato para que el demonio se instalara en mi vida, mas concretamente en mi casa, y en el cuarto contiguo al mío. Lo cierto es que a pesar de saber todo, de estar conciente de que con Somers en mi vida todo estaba lleno de desagradables sorpresas, no había esperado que pasara nada de eso. Y bueno estaba segura de que no era la única, por que una cosa era que mi vida fuera algo caótica últimamente y otra muy diferente era presenciar una batalla campal.

Yo ni si quiera sabia por que razón había iniciado la contienda, pero tenia la sospecha, de que se había tratado del pelotazo que me había golpeado, si es que al parecer eso de que no había nada entre ellos era un cuento, que yo ya sabia por supuesto, pero no imagine que realmente fuera algo que los hiciera pelearse a golpes. Aun más conociendo como era de figurín Somers, pero ahí estaban ellos, por eso una ves que me recupere del shock inicial por supuesto que no dude en intervenir para separarlos, por muchas ganas que tuviera de que a Somers le dieran por fin los golpes que se merecía y de ser posible que le quitaran esa pose de amo y señor del mundo.

¡Ojala no lo hubiera hecho! Y no lo digo para darme un aire de damisela desgraciada no, lo digo por que hay algunas cosas que son mejores no saber. La frase de bendita ignorancia no podía venir mejor que en ese momento, por supuesto yo no lo sabia, y ya estaba mas que comprobado que nunca actuaba como debería, sobre todo cuando Somers estaba de por medio. Porque si lo hubiera hecho estaba segura de que me abría ahorrado muchos dolores de cabeza y sobre todo problemas. Pero no era ese el caso y estaba ahí abriéndome paso entre los chicos para llegar a quienes habían iniciado aquella batalla.

Honestamente no sé que me impacto mas, ver a Somers pelear a puño limpio con Eric o la manera en que mi amigo miraba a la rata, en ese momento estaba siendo testigo del profundo desprecio que sentían uno por el otro, solo en ese momento me di cuenta de cuanto detestaba Eric a Javier, y no era que aquello me sorprendiera, para nada. Era casi normal para mí, ya que Somers tenia ese interesante efecto en la gente. Era mas bien el hecho de darme cuenta la dimensión de lo que fuera que los hacia detestarse como lo hacían. Solo ahora me daba cuenta que lo que veía en sus ojos cuando se miraban no era nada en comparación a lo que estaba viendo en ese momento. Una persona normal seguramente abría intentado separarlo de alguna otra forma, pero a mi no se me ocurrió otra mas que ponerme en medio de los dos. Completamente aterrada ante la posibilidad. Real de que se lastimaran seriamente, por que estaba peleando realmente a puño limpio, y había sangre ya en sus rostros.

Por eso me lance entre ellos sin medir consecuencias y por un segundo un pensamiento fatal atravesó mi mente, ¿Y si lanzaban un golpe y no eran capaces de frenarlo antes de que impactara contra mí?, No iba a ser bonito, mucho menos agradable y estaba segura de que cualquiera de ellos era capaz de lastimarme seriamente con un simple golpe. De entrada me tumbarían con facilidad eso siendo positiva.

Por que estaba segura de que cualquiera de ellos podría romperme la boca e incluso tirarme un par de dientes si me golpeaban con fuerza, pero ya era tarde para pensar en eso. Por fortuna para mí, ambos se dieron cuentan de mi presencia, pero la mirada que me mandaron fue suficiente para saber que no les alegraba que estuviera ahí, que ellos querían seguir en su bronca, a pesar del rostro rojo y de la sangre en los labios.

Debo decir que algo en la mirada de ellos hizo que mi estomago se encogiera, y que sintiera como una mano fría se posaba en mi pecho estrujándolo, pero no me detuve mucho a pensar en la sensación, mucho menos en intentar encontrarle una razón lógica.

-¡Están locos!- fue lo único que pude decir mandando una mirada de completa reprobación a Eric, por que Somers era Somers, se la pasaba desesperando a la gente, pero Eric tenia que mantener la calma, aun que por supuesto eso no era fácil y yo lo sabia muy bien.

Y aun cuando admitía que había perdido los papeles un par de veces y había terminado golpeando a Somers, no debía significar que aprobara el comportamiento salvaje de Eric, aun que seguramente lo habría disfrutado si no fuera por que mi amigo se veía también magullado

-Anderson hazte a un lado- si no fuera porque lo estaba viendo con mis propios ojos, jamás habría creído que quien había abierto la boca en ese momento era Javier Somers, ¿Dónde estaba la pose? Sin duda la había mandado de paseo.

Pero no era solo la manera en que había dicho aquello, si no la manera en que miraba, temblé de pies a cabeza al verme reflejada en sus pupilas ahora más oscuras que nunca debido al enfado. Fue ahí en ese momento en que algo hizo clic en mi mente, con tanta fuerza que tuve que dar un paso atrás, y lanzar un jadeo de la pura impresión, algo debía de verse en mi rostro por que Eric se apresuro a tomarme por los hombros y mandarme una mirada preocupada. Cualquiera podría decir que me encontraba así por la manera en que Somers se dirigió a mí. Pero no podían estar más equivocados.

-Suéltala Bynes- exclamo entonces Javier, dándome una tirón fuerte para separarme de Eric y pegarme a él -No te quiero ver cerca de Noriko, ni de Angie- siseo y entonces todo tomo forma en mi mente, me solté de Javier mirándolo fijamente para luego mirar a Eric.

¡Y yo preocupada por que hubieran iniciado la pelea por mi culpa!

No podía creer que hubiera sido tan ciega, pero más que nada, no podía creer que todo eso estuviera pasando entre Somers y Bynes, por que de alguna eran ERIC Y JAVIER, y por alguna razón era inconcebible para mí que estuvieran peleando, era algo antinatural, algo que por alguna razón no me gustaba ver. Y por supuesto que no quería seguir viendo.

Aun que no era solo eso, era también ese nuevo descubrimiento que había hecho y que me hacia al fin entender algunas cosas, y sentirme aun más tonta de lo que ya me sentía en esos momentos. A estas alturas estaba segura que estaba a nada de ganarme un reconocimiento por ser la más tonta de todos los tiempos.

-¿Todo esto es por Angie?- no tenia que preguntarlo, mucho menos de la manera en que lo pregunte, alzando la voz y e clavando la mirada en Eric, por que estaba segura que el no podría esconderme la verdad en su mirada como lo hacia Somers, mientras sentía el peso de la desilusión en el estomago, al entender la verdad que esos ojos me gritaban. Por que no me equivoque Eric no podía mentirme

No espere si quiera respuesta y me di la media vuelta con rapidez para salir de ahí cuanto antes sin importarme la imagen que podría estar dando, y apresurándome a dejar todo eso atrás, pero no porque estuviera actuando por obra de un capricho, era por que tenia que asimilar el descubrimiento. Y poner en orden todas las cosas que al fin habían logrado tener sentido ante mis ojos.

Mientras salía a paso veloz, pero sin correr, sin que me importara lo que pasaría con el juego, con Somers o Eric, observe a Angie y me di cuenta de su actitud, no me importo realmente por que solo ahora al fin entendía lo que estaba pasando ahí.

¡Javier era el chico por el que Angie había dejado a Eric!, ¿Cómo demonios no me había dado cuenta antes?, Cuando todo estaba tan claro, casi podía ver la escena en mi cabeza, Somers soltando una sarta de mentiras sobre nuestro noviazgo. ¿Habría sido capaz de decir que ya estábamos juntos y que yo aun estaba con José?, Lo mas seguro era que fuera de esa manera por que eso entonces explicaba todo, los rumores que corrían por la escuela, el que Angie me despreciara con tal intensidad, pero sobre todo explicaba perfectamente el que Eric se hubiera acercado a mí. Y eso era posiblemente lo más doloroso de todo.

Por que de Somers ya me podía esperar lo que fuera, pero Eric... Eric era harina de otro costal, era de las pocas personas que tenia en esos momentos, de las que podía confiar y apoyarme, ¿Cómo había dejado pasar tantas cosas por alto?

Me detuve a mitad del pasillo, parpadeando levemente al comprender entonces aquella platica en la pizzería, ¿Realmente solo hacia 2 semanas de eso?, Por que yo lo sentía como de otra vida, y sin embargo las pruebas no mentían. Por eso esa animadversión uno con el otro, por eso que a Somers no le gustara que yo me acercara a Eric, por que él sabia. Me lleve una mano a la boca al comprender las cosas. Al entender la amenaza que Somers le había mandado a Eric, no era que en algún momento hubiera pensado realmente que lo hubiera dicho a propósito, pero siempre había dado por supuesto que se trataba de una actuación, y ahora me encontraba con que no era así, que efectivamente Eric y Somers tenían una historia que yo no conocía.

Y que seguramente habría desconocido permanentemente de no haber pasado lo que había pasado, aun que lo que más me preocupaba ahora era otra cosa. Eric se había acercado a mí, ¿Para lastimarme?, No. Estaba segura que no era eso, la respuesta era más simple, había escuchado seguramente de labios de la propia Angie, lo zorra que supuestamente era, y le había parecido que la mejor manera de vengarse de Javier era utilizándome a mí, por supuesto la revelación no era para nada tranquilizadora y me aferré a la idea que de alguna manera Eric se había dado cuenta que yo no era nada de lo que las porristas decían. Y que era completamente sincero cuando hablaba conmigo.

Como si necesitara mas confirmación recordé la platica en la pizzería, aquellas palabras que había escuchado cuando cerro la puerta de su camioneta para llevarme a casa, y después la platica que habíamos tenido el día de ayer, si definitivamente Eric no era mi enemigo, al menos no lo era ahora, pero eso no quería decir que fuera a dejar de ser enemigo de Javier. ¿Cómo había sido tan tonta para no ver lo que estaba pasando?, En ese momento tuve que luchar con la decepción para no soltarme a llorar en ese mismo momento, aferrándome a la idea, de que Eric de alguna manera bizarra, me quisiera. No en el sentido romántico si no en el fraternal, por que aun cuando hacia poco menos de un mes que él había entrado a mi vida, lo había convertido ya en alguien esencial, trague saliva en un intento de aclarar la garganta.

Aun no estaba muy lejos del estadio, por que escuchaba las voces y el alboroto, yo necesitaba estar mas lejos de ahí, poder abstraerme y pensar con claridad y era obvio que en aquel pasillo que llevaba a los vestidores no conseguiría ni una cosa ni la otra.

-Infantiles- escuche a mi espalda

Gire con rapidez y observe la melena verde que últimamente me topaba con frecuencia, hice una mueca no pude evitarlo, la chica se llamaba Andrea si no recordaba mal y no era precisamente santo de mi devoción. No sabría decir a ciencia cierta por que, supongo que es parte de esas cosas inexplicables de la vida.

-¿Disculpa?- pregunta simplemente sin saber muy bien por que

-Esos inútiles en la cancha- dijo y me lanzo una mirada fiera - Son unos infantiles, peleando así por una chica, como si ella fuera un objeto y ¿sabes que es lo peor? Que ella esta encantada, cuando esos tontos se están comportando como unos perfectos cavernícolas-

Parecía realmente ofendida, no solo ante el proceder de Eric y Javier, si no al parecer también el de Angie.

-Disculpa creo que no entiendo tu punto-

-No me extraña- me dijo enviando una mirada significativa a mi atuendo, como dándome a entender que por llevar un uniforme de porrista ya era subnormal, por supuesto de no ser por que yo llevaba el uniforme estaría completamente de acuerdo con ella - es que todas ustedes tienen circuitos de barbie- y la mirada que me lanzo fue casi como un reto, como si me retara a desmentirla - se están peleando por un ser humano, por una mujer inteligente y pensante, se pelean para ganarla, como si ella fuera una cosa, uno de esos estúpidos trofeos que pueden mostrar al mundo, y que engrandece su ego, ¿Y lo que ella quiera que?, pues no importa por que esta tan halagada por el comportamiento de esos neandertales que se le olvida que ella puede andar y estar con quien se le pega la gana, sin importar lo que ese par diga o piense-

Abrí la boca un momento por supuesto entendía todas las palabras, pero no estaba segura de entender el contexto de lo que ella me quería dar a entender, o puede que simplemente tuviera la mente embotada por lo que acababa de presenciar y no me diera cuenta de lo que estaba pasando, algo debió de ver ella en mi expresión por que lanzo un bufido entre frustración y molestia y clavo sus ojos claros en mi nuevamente.

-Cuando un hombre quiera luchar por ti, tiene que demostrar que es lo mejor, que vale la pena que tu le dediques tu tiempo, cuando pelea a puños te demuestra que no te valora. Ese tipo de hombre solo vale la pena por lo que tiene entra las piernas pero jamás para mas que eso- me dijo y después se dio la vuelta dándome la espalda, era bastante alta al menos debía medir 1.70 y eso mínimo, y su manera de caminar derrochaba seguridad, entendí su look en ese momento, te gritaba con sus maneras y con su atuendo “Hey mundo me vale lo que pienses de mi por que yo soy feliz así’ sentí una punzada de envidia al tiempo que volvía a ponerme en movimiento para alejarme de ahí.

Lo más sensato abría sido seguramente regresar a las clases y fingir que nada de eso había pasado, por que algo me decía que realmente estaba exagerando, por otro lado no sabia si enfrentar a Javier era una buena idea, seguramente él iba a negarme a todo, ya ni siquiera podía enfocar mi ira en Angie, por que si las cosas habían sido como creía - era lo mas seguro viendo todo - entonces su ira estaba mas que justificada, aun que por supuesto ella tenia que estar molesta con Somers no conmigo, era el quien había jugado con ella, pero era yo quien quedaba como la mala de la película.

Lo bueno de estar en una escuela grande, era que había miles de lugares donde se podía uno esconder. Así que en esos momentos estaba escondida en uno de los jardines traseros que daban a las aulas donde los alumnos de secundaria llevaban talleres, recargada en el tronco de un pino que me protegía de miradas curiosas si las había.

Ya una vez me había refugiado en aquel lugar, aun que en esa ocasión no había estado sola, había estado con Fabiola, mientras esta lloraba luego de que Raúl dijera algo despectivo con respecto a sus lentes. De haber sido por mí hubiera encarado a Raúl por estarse portando como un cretino, pero Fabiola me había pedido que no lo hiciera y en vista de que era ella quien estaba sufriendo aquello no veía por que no complacerla. Aun que me quedara con los insultos contra Raúl en la punta de la lengua.

-Sabia que estarías aquí-

Mire a Fabiola fijamente antes de sonreírle, no tenia idea de cuanto tiempo había estado ahí, tampoco me importaba mucho, pero me parecerá que ya era tiempo de no meditarlo en una perspectiva mejor y estaba segura que a los ojos de Fabiola la cosa seria más objetiva de lo que era a mis ojos.

-¿Cómo termino el juego?- le pregunte

Ella tomo asiento frente a mí, antes de acomodarse levemente las gafas

-Una vez que separaran a Eric y a Javier y que el primero fuera expulsado y el segundo sacado de la cancha, por una muy molesta prefecta, que te aseguro que le va a poner varios reportes, y que llevaran a ambos ante el director, se intento volver al juego pero era imposible los ánimos estaban demasiado caldeados y terminaron en una nueva bronca, el juego fue suspendido-

-Bueno, nadie puede decir que no fuera emocionante- dije yo

-Pues no, solo que no todos supimos por que la pelea, estábamos siguiendo la acción en la cancha cuando de pronto comenzaron los golpes

-Ni yo estoy muy segura de que inicio la pelea- le dije

-Pero sabes algo o no estarías recluida aquí, y Bynes no me habría preguntado como desesperado si no sabia donde encontrarte-

Me encogí de hombros como si aquello no me importara en lo mas mínimo

-Entonces, ¿No me lo vas a decir?- me pregunto

-No sé por que iniciaron la pelea, pero... me entere de algunas cosas-

Tal y como esperaba Fabiola me miro fijamente

-¿Qué tipo de cosas?- pregunto

Le conté lo que había visto y escuchado en el terreno de juego, dado que ella estaba en las tribunas no sabio bien como habían estado las cosas, y una vez que le contara eso, le conté de mis cavilaciones, ella abría mas los ojos o a sentía levemente ante mis palabras, al final tenia mala cara.

-Adrián lo sabia- me dijo mortalmente seria

Aquello si que me cayo de sorpresa, ¿Qué tenia que ver Adrián con todo eso? No era que el castaño me importara, bueno lo admitía si aun me importaba un poco, pero no sabia a donde quería llegar Fabiola

-¿Por qué lo dices?- le pregunte

-Fue él quien te lo presentó recuerdas, y no solo eso si no que te dejo sola con él, apuesto lo que quieras que Adrián sabe algo-

-No podemos sacar juicios apresurados- dije

-Por favor Noriko, luego de todo lo que sabes de él, aun lo vas a defender, las pruebas lo acusan, imagina por un momento, es obvio que ni a Adrián ni a José les hace gracia que estés con Somers y no solo eso, si no que seguramente se recreaban en la idea que Bynes lograra lo que quería y que tu le pusieras los cuernos a Somers-

Apreté la mandíbula con fuerza, no por que no creyera en las palabras de Fabiola, era justamente por que me parecía que su teoría era bastante factible, pero yo no quería creer en ella, por que entonces debía enfrentarme a la posibilidad de que Eric no me quisiera ni un poquito, que todo hubiera sido una excelente actuación y estuviera esperando el mejor momento de atacar. No podía creer eso, no quería creerlo, por que algo en mi interior me decía que yo realmente le importaba a Eric y me aferraba a eso con todas mis fuerzas, por que necesitaba confiar. No podía abandonarme a la idea de que todos lo que se acercaban a mí tenían alguna otra intención.

-Es posible ciertamente, pero yo no creo que Eric le hubiera dicho a Adrián- murmure

-¿Entonces?-

-No lo sé-

-Mira Noriko, a mí también me cae bien Eric, pero no podemos, cerrar los ojos a las pruebas-

Y siendo objetiva tenia que estar de acuerdo con eso, pero... no podía, simplemente no podía ¿Y si juzgaba mal a Eric como todos lo hacían conmigo?, No podía hacer eso no al menos hasta confrontarlo y saber lo que estaba pasando.

-Fabiola, no hagamos juicios apresurados hasta que hable con Eric-le dije a mi amiga

-Yo solo digo que te vayas con cuidado, Eric odia a Javier, y es posible que te quiera usar a ti contra él, por otra parte es tu decisión su quieres confiar en él o no, por el momento yo no lo haré-

Asentí con lentitud ante sus palabras, entendiendo su punto y agradeciéndolo, por que mientras no hablara con Eric estaba segura de que Fabiola me mantendría con los pies bien puestos sobre la tierra, y no me permitiría hacerme ilusiones. En ese momento recordé otra cosa.

-¿Pero no por eso dejaras de ir a la fogata con él verdad?- le pregunte

Ella me miro bastante asombrada

-¿Luego de todo esto aun tienes ganas de ir?- me pregunto

-Por supuesto, justamente por esto tengo que ir- le dije poniéndome en pie - ellas crees que seguramente estoy llorando por lo que ha pasado, por supuesto ellas no saben lo que yo, ellas creerán que estoy hecha un mar de llanto por Somers, yo debo demostrarles que no es así, es mas debo demostrarles ahora mas que nunca que Somers y yo estamos mas felices que nunca-

-Ahora me das miedo-

-No me mal entiendas, Somers me lo debe por su culpa de Zorra no me bajan, así que lo mínimo que puede hacer por mí es ir conmigo, y demostrar que es feliz a mi lado en esa fogata, por que todo esto es su culpa, y por que esta relación- dije encomillando la palabra relación con los dedos - fue idea de él, y por que estoy harta si ellas quieren guerra yo les voy a dar guerra, se acabo eso de poner la otra mejilla-

-¿Estas segura?- me pregunto

-Bueno es mejor que quedarme en casa- le dije

-Eso significa entonces que vamos a buscar a Mariel- me dijo con cara de pena

Yo la mire con mi mejor cara de cachorrito

-De hecho esperaba que tu fueras a buscar a Mariel - le dije

-Ok, esto te ha afectado mas de lo que pensé- dijo mi amiga también poniéndose en pie - por que esa es la única manera de que entienda que quieras que yo vaya a hablar con Mariel-

Por supuesto que sabia que ellas dos se llevaban fatal, y también sabia que desde su regreso, las cosas entre ella y Mariel estaban pero que nunca, no solo por el asunto del divorcio de sus padres, si no por el nuevo matrimonio de su padre y eso de que para Fabiola, Mariel formaba parte de otra familia.

-Sé lo que piensas, pero... he pensado que si le dices a Mariel que estoy destrozada y que al parecer yo y Javier estamos peleados y que voy a la fogata por que técnicamente él me obliga y tu no me quieres dejar sola, pues ibas a preguntarle si siempre si podías ir tu-

Ella negó con la cabeza

- Si le digo eso a Mariel, por el simple placer de dejarte sola, no permitiría que yo fuera-

-¿Y si buscas a Eric?-

-¿Quieres que lo haga sentir culpable para que él convenza a Mariel?-

-Si no es mucha molestia- le dije

-No sé dónde encontrarlo- me dijo

-Eso no es problema, yo tengo su numero de celular- le dije

-Ok- dijo sacando su celular - pásame él numero y terminemos con todo esto-

La escuche atentamente mientras la escucha hablar por teléfono con Eric, aun que ella se las arreglaba para que yo no pudiera escuchar lo que hablaban, no sabia si por que no quería que escuchara lo que estaba diciendo o para no salir de su papel, al final me miro fijamente antes de cerrar el celular

-Solo hago esto por ti Noriko, yo de verdad desearía ver a Eric después- me dijo acomodando su cabello -ahora iré a verlo, y te diré. ¿Estarás aquí? - me pregunto

-Me gustaría ir a clase, pero en este momento realmente creo que lo mejor es que me quede aquí- le dije.

La observe partir aun con el celular en la mano y la perdí de vista justo cuando este comenzó a timbrar, observe la pantalla, y no pude evitar fruncir el ceño, se trataba de Javier, no quería hablar con el en ese momento, pero conteste el teléfono aun contra mi misma.

-¿Qué quieres?- le pregunte de mala gana

-¿Dónde estas?- me pregunto

-Eso que te importa-

-Anderson, no juegues que no tengo paciencia, ¿Dónde estas?-

-No es de tu incumbencia Somers-

-Te equivocas Noriko, te recuerdo que soy tu novio-

-No querido, eres mi disque novio, y no tengo que darte explicaciones-

-Anderson, es la hora de matemáticas y no estas aquí-

Aquello me descolo un poco

-De verdad Somers, no se que te puede importar que esto o no en Matemáticas-
-No te la pierdes Anderson, no defraudarías al vejete que tenemos de profesor-

Me lleve una mano a la frente y negué con la cabeza ante sus palabras

-Somers de verdad, lo ultimo que necesito es escucharte decir tonterías-

-Anderson, te recuerdo que somos novios-

-Y yo te recuerdo que tenemos un trato, y que te dije que no podías hacer tonterías-

aquello era el colmo

-Claro, soy yo la que hace tonterías- murmure -Mira Somers, no te importa donde estoy, ni lo que estoy haciendo, no voy a ir a clase ya nos vemos al rato en mi casa para irnos a la fogata-

-pensé que no querrías ir-

-Hazle un favor al mundo Somers, No pienses- dije antes de colgar completamente furiosa

Ese hombre era el mayor imbecil que conocía

-¿Noriko?-

Me gire con rapidez al escuchar esa voz, por que no esperaba que alguien me encontrara ahí mucho menos justamente Cris Somers.

-Cris- salude sin poder esconder mi asombro al verlo ahí -¿Qué haces aquí?- pregunte

-Buscando a Javier- me dijo - Para ver que no tenga alguna herida de cuidado-

-Por supuesto la pelea- le dije simplemente

-Debe ser difícil para ti tener a mi hermano de novio- me dijo mandándome una mirada significativa

-Javier tiene su carácter, eso debes de saberlo mejor que yo- le dije

-Si así es, lo se mejor que tú- me dijo - lo que no se es por que estas con mi hermano-

Aquella pregunta si que no me la esperaba, por lo que lo mire fijamente sin saber exactamente por que me lo estaba diciendo, ni por que me miraba de la manera en que lo hacia, era esa misma mirada que había visto esa misma mañana, y no sabia exactamente como comportarme, mucho menos ahora que estábamos solos.

-Supongo que por que lo quiero- conteste y me pareció que mi respuesta sonaba realmente sincera

Y supe que al menos también convincente al observar la manera en que asentía no muy convencido ante mis palabras

-¿Aun piensas ir a la fogata?- No entendí el cambio de tema pero lo agradecí, por que en esos momentos no quería pensar para nada en Javier. Y sin embargo incluso en esa pregunta tenia que estar inmiscuido Javier me di cuenta al momento de empezar a pensar en una respuesta para Cris.

-Siempre que Javier se encuentre bien y con ánimos para ir a la fogata- dije e incluso le sonreí

Aun que note que mi sonrisa titubeaba al observar la mirada que me dirigía. No sabia como tomar esa mirada, pero sobre todo no sabia como enfrentarme a ella, en ese momento por que en ese momento sentía algo en el estomago, algo cálido.

Lo observe fijamente

-Bueno me gustaría que fueras- me dijo simplemente -Si no puede ir Javier, yo te puedo llevar-

-Pensé que irías con Riko- le dije sin permitirme mostrar la emoción que en ese momento sentía, ante la simple posibilidad de que el prefiriera estar conmigo, ¡Conmigo! En ves de estar con Riko.

-Bueno si, pero ella es la jefa de porristas y ya sabes que tiene ciertas actividades que hacer-

No permití que la decepción calara hondo en mi, al contrario sonreí ampliamente mirándolo a los ojos, por que era verdad que no estaba eligiéndome a mi sobre Riko, pero estaba pensando en pasar tiempo conmigo, entre todas las chicas que estarían presentes y yo sabia que no le costaría nada, encontrar compañía en lo que Riko se desocupaba y podía atenderlo, por que yo sabia que realmente no le costaría nada, una sonrisa de esas resplandecientes y tendría a la que quisiera comiendo de su mano.

-Bueno ya veremos- le dije sonriendo

Cris abrió la boca para hablar y en ese momento apareció Fabiola. Jamás me había enfadado tanto por que Fabiola apareciera como en ese momento lo estaba, pero también era injusto que me enojara con ella.

-Cris- saludo mi amiga

-Fabiola- saludo el - bueno yo me retiro, aun tengo que buscar a Javier-

No quería que se fuera por supuesto, no quería, pero no era algo que estuviera en mis manos por lo que simplemente, lo despedí con un gesto, podría haberle dado el numero de aula en la que se encontraba la rata, pero por alguna razón no quise hacerlo.

-¿Y bien?- le pregunte a mi Amiga una vez que Cris se perdió de vista

-Voy a la fogata contigo- me dijo esta aun que no parecía para nada animada.

-Vaya, Fabiola por favor no tanta emoción-

-No puedo evitarlo Noriko, Bynes pasara a mi casa-

No pude evitar la mueca, la madre de Fabiola era un caso especial en eso de las salidas de su hija con chicos, no sabia exactamente que pasaba por la cabeza de la señora, pero en ese aspecto podía decirse que era bastante estricta, y no le iba a hacer gracia que un chico llegara a recoger a su hija.

-¿No le explicaste?- le dije

-Lo intente, pero fue inútil- me dijo moviendo la cabeza - solo hay una manera de que me libre de eso, del interrogatorio de mi madre y de sus suspicacias-

Levante una ceja ante sus palabras

-¿Cuál?- le pregunte, la madre de Fabiola me hacia bien, pero la mayor parte del tiempo me daba miedo

-Noriko, quédate en mi casa toda la tarde-
Yo podía decir que era una chica inteligente, por supuesto, también podía decir que mi vida estaba en mis manos y que yo hacia lo que quería, pero eso era simplemente palabrería, por que realmente no era tan inteligente y mi vida no estaba en mis manos.

Al menos no de la manera en que me gustaba creer, llame a mi madre antes de llamar a mi padre para informarle que iría a pasar la tarde en casa de Fabiola, y que en la noche saldría con esta y Javier a la fogata, luego de algunas recomendaciones y de algunas preguntas de rigor al final me dio el permiso. Aun así tuve la decencia de mandarle un mensaje de texto a Javier para informarle de todo eso, mas que nada por si mi padre llegaba antes a casa y lo encontraba ahí el supiera que contestar.

La madre de Fabiola no llegaba hasta media tarde así que mientras me dedique a intentar localizar a alguna persona que no me fuera a preguntar de la pelea que había protagonizado Javier y me pasara los deberes de las asignaturas de ese día sin mayor dificultad.

Al principio debo decir que no fue fácil encontrar aun persona que reuniera esas características, pero lo logre luego de varios intentos, al fin tenia los deberes y empecé a hacerlos, mientras Fabiola revisaba su correo y algunas cosas mas en su portátil.

Ha decir verdad esa tarde me estaba haciendo mucho bien, era una tarde para mi misma sin la presencia de la rata y por supuesto se agradecía enormemente, cuando la madre de Fabiola llega a su casa, nosotras ya teníamos lista toda la historia. Aun que no pareció muy convencida cuando dejo ir a Fabiola a la fogata. Yo sabia que la madre de mi pelirroja amiga, pensaba que yo era una mala influencia para su hija, no sabia por que pensaba aquello.

Pero tenia la sospecha de que todo era debido a Mariel y sus comentarios mal intencionados, aun que tampoco podía estar segura de eso por que, hasta ese momentos la madre de Fabiola no me había dicho nada directamente y si se lo había dicho a mi amiga. Yo no lo sabia.

-¿Así que ese Eric es tu amigo?- me pregunto mirándome fijamente tras las gafas una mirada que me recordaba bastante a Fabiola

-Si, así es, es mi amigo y vendrá con nosotros como un favor especial, después pasaremos por la novia de el, Angie-

Detestaba mentirle a la señora, pero Fabiola decía que eso era lo mejor, por que así su madre no se montaría historias donde ella estaba tras de Eric o alguna cosa igual de extravagante, al parecer había pasado algo así en la cuidad donde habían estado viviendo cuando se habían ido luego del divorcio.

Teniendo en cuenta que no había ido por ninguna de mis cosas a mi casa, me pareció que mi atuendo para esa noche era perfecto, Fabiola era una coleccionista de maquillaje aun cuando ella no los utilizaba, salvo el brillo y el rubor, así que ella me maquillo he incluso me ayudo con las tenazas para peinarme los chinos.

Y yo le agradecí enormemente el gesto, cuando me observe en el espejo de cuerpo entero que Fabiola tenia en su recamara me pareció que no me había para nada mal.

Eric llego a la hora pactada, mostrando una puntualidad envidiable, nos saludo cortésmente y me mando una mirada bastante significativa, yo simplemente negué con la cabeza para indicarle que no era necesario que me explicara nada, al menos no de momento y con la madre de Fabiola mirándonos.

Ambas subimos a la parte de atrás a la camioneta y nos despedimos de la señora con una sonrisa, Eric pareció intrigado por el hecho de que ninguna subiera en el asiento del copiloto con el, por lo que Fabiola explico escuetamente el por que.

Ha decir verdad no conocía el camino que Eric tomo al volante, de hecho no tenia idea de que existiera ese camino, pero existía y ahí estábamos nosotras rumbo a la que prometía ser la mejor fiesta del año.

-Ahí esta Somers- dijo Eric y a juzgar por su tono no le hacia gracia ver a Javier recargado de una camioneta y al parecer en espera de nuestra llegada, lo que no sabia Eric era que yo compartía el sentimiento.

-Bájame aquí Eric- le pedí a mi amigo

El se detuvo y baje de la camioneta y camine para acercarme a Javier.

-Vaya Anderson hasta que te dignas a aparecer- me dijo mirándome fijamente

Tal y como Eric, solo tenia algunos lugares mas rojos que otros, aun que estaba claro que para mañana serian manchas ya moradas y que seria algo feo realmente, pero ahora gracias a la oscuridad no se percibía en todo su esplendor.

-Mira Somers, creo que no estas en posición para dar ningún sermón, así que me podrías decir ¿Cuál será la historia esta ves?- le dije cruzando los brazos sobre mi pecho

-Somos la mejor pareja de la escuela- me dijo tomándome de la mano y conduciéndome al lugar de donde provenía la luz

Lance un suspiro ante aquellas palabras, esas mismas palabras me las había dicho José, unos días antes que termináramos. Me quede atónita cuando al fin llegamos al lugar, definitivamente yo no me esperaba todo eso.

Había árboles pero el lugar que habían elegido era un claro en medio de ellos, había una tarima donde al parecer tocaría un grupo en vivo, a juzgar por las bocinas, y la fogata tenia al menos un metro y medio de alto, la piñata en forma de la mascota de mi escuela, estaba ahí cerca de un árbol, al parecer la quemarían, lo cual era algo curioso teniendo en cuenta que había sido un empate entre las escuelas. Estaban ahí los jugadores de ambos equipos y por supuesto estaban ahí también las porristas.

A la primera que yo vi fue a Angie, me abrace a la rata y le sonreí a la chica, quien por cierto hizo una mueca bastante extraña, por supuesto estaba segura de que ella creía que nosotros terminaríamos, le sonreí ampliamente saludándola.

Definitivamente iba a disfrutar mucho de esta fiesta.

Notas de la autora

Ok, un nuevo capitulo terminado. Ando un poco escasa de tiempo así que las librare de las notas de la autora, recuerden que espero sus comentarios, se que este capitulo contiene mucha paja, pero era necesario de verdad.

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