El fin de semana pasado fui a visitar a mi familia --hace mucho que no lo hacía-- y entre que conversábamos mientras tomábamos un té y un pastel que mi madre preparó por mi visita, mi hermana me informó que si me interesaba, unas amigas suyas estaban buscando alguien que pudiese ayudarles con unas materias del colegio. Ella, mi hermana, me
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Agradecía, a pesar de todo, el haber llegado a aquella hora, para poder observar el amenecer pronto a ocurrir; y, el estar acompañado con Hiroshi, quien parecía saber lidiar con su carácter un poco descolocado por el sueño, sin rechistar ni molestarse.
Tan pronto estuvieron un poco más cerca la frescura en el ambiente aumentó considerablemente, llenando sus pulmones del olor del agua salada, la arena y la madrugada de una sola vez. Ante esto aumentó su paso, espabilado ahora casi por completo, dejando un camino de huellas tras de sí, junto a unas similares, rumbo a una plataforma de rocas oscuras a la que pronto se vio subiendo y sentándose.
Ya ahí alzó ambos brazos, por sobre su cabeza y un poco atrás en su espalda, estirándose y despertando por completo. Fue entonces que recordó lo que había empacado, y se quitó la mochila del hombro, abriéndola y tomando de entre las demás cosas un termo.
-¿Quieres café?- ofreció, quitando la tapa (a la vez taza) y sirviendo.
OOC: Jeje, ahora que me acuerdo Oishi sería más de los que prevendrían todo y empacarían la despensa de ser necesario x3 *tomando café* De acuerdo, se me está haciendo vicio~ jajaja
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Esto era, sin duda, algo distinto. En plena madrugada, sólo siendo acompañado por Oishi y alguna que otra ave que había madrugado como ellos.
Cuando hubo avanzado lo bastante como para estar a sólo unos dos pasos de tocar la arena mojada, bajó la vista encontrando pequeños agujeros en la arena. Eran bastantes. Quizás ya pronto los seres que habitaban allí dentro saldrían, y ahí estarían Oishi y él para presenciar aquello.
Buscó a Oishi con su mirada, y lo encontró sentado sobre las rocas. Se acercó a él al mismo tiempo que escuchaba su invitación.
- Sí, muchas gracias.- Le alcanzó y se sentó a su lado, cerrando los ojos y dejándose acariciar por el viento. Sentía el agua chocando contra su piel, sus pulmones impregnándose del aroma del mar y escuchando el sonido de las olas al chocar contra la superficie. Que gran idea había tenido Oishi al traer café, era el toque perfecto para apreciar la salida del sol. Muchas veces, las cosas más hermosas de ver no era muy difícil de acceder.
Abrió sus ojos y agregó.- Ne, Oishi... ¿Te diste cuenta de los hoyos de los cangrejos por los que pasamos? Si hubiésemos llegado una hora antes, quizás habríamos visto a varios aún andando por la arena.
OOC: aw, oks xDD tons... cómo continuaráh estoh ahora que ya no van a ir a buscar caféh? owo?? Por ciertoh, mengoh la demoraaah @__@Uu
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Ante la pregunta de su amigo asintió.
-No sé si hubiera podido levantarme una hora antes.- bromeó un poco, con voz suave. -Pero hubiera sido bueno verlos. Quizá salgan después ¿no crees?-
OOC: Es que también no sé si hubieran podido conseguirlo, con eso de que es bastante temprano y la playa debe estar lejos de todo tipo de tiendas y eso u__u Ah, se me ocurre que los metamos a la playa con todo y ropa :3 ¿tú qué dices?
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-Ah~ sí, tienes razón, lo siento. -Se disculpó Yagyuu. Acercó sus piernas dobladas hacia su pecho y posó su cabeza sobre sus rodillas. -En cuanto a los cangrejos, no te preocupes. Después de salir el sol, ellos también lo hacen. -El pelicastaño recordó la vez en la que fue de viaje a otra playa junto a su familia, hace muchos años atrás.
Ya había amanecido, no era tan temprano, como las diez de la mañana aproximadamente. Caminaban hacia la costa con intenciones de agarrarse los primeros puestos, los más cercanos al mar, puesto que a esa hora del día la playa estaba desierta.
Pero no fue así.
Estaba desierta, pero en lo que a humanos se refiere, porque en cuanto llegaron a la costa vieron una inmensidad de puntitos entre rojos y rosados de diversos tamaños moviéndose de un lado a otro. Estos puntitos eran cangrejos, y en cuanto la familia colocó un pie en ‘su territorio’, todos desaparecieron como por arte de magia.
Sólo quedaron los hoyos por donde ellos habían desaparecido.
Después de unos minutos algunos se asomaron, y de esos sólo unos pocos salieron de sus hoyos; pero sólo andaban alrededor de sus agujeros.
En cuanto percibían algún movimiento, se regresaban a su refugio.
Y ahora, después de recordar ese hecho, las ganas de ver esa cantidad de puntos cálidos y vivientes, moviéndose de un lado a otro había regresado. Y también quería mostrárselos a Oishi.
-Procura estar atento en cuanto salga el sol. No me gustaría que te los perdieras cuando éstos comiencen a salir.
Cerró sus ojos y suspiró con aún una sonrisa en su rostro. En ese lugar se sentía relajado, como si fuese otro mundo. Como si viviera un sueño.
OOC: yah~ xDD y para que tengah que ver con 'café', que el termo donde estaba el café... o el envase del café se resbala de las rocas, cae al mar y ahí es cuando ellos se meten al agua con ropah <3
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