Bueno, aparezco brevemente para colgar un cortito minific que he hecho con mi personaje de rol Gwen Halliwell. He seguido la historia que seguimos via el rol de Twitter :P
Es un pequeño regalito para mi
tyfiore. De paso también un poquito para las ladies del rol Lily, Marlene y Bianca. Gracias por acoger a mi Gwen y al descarado de Jem y, dicho sea de paso, haceros fans de esta pintoresca pareja. Espero que os guste a todas y que no os importe que os haya nombrado en la historia.
No la he releido. Ha salido tal cual de Word (5 páginas, por Helga). Así que ya me decís, ¿vale?
PS: La canción es
The Reason de Hoobastank. En esta ocasión su versión acústica.
Listen Me
Dobló el papel por quinta vez en lo que llevaba de mañana y se pasó la mano por los ojos, cansados. Se suponía que aquello debía ser fácil. Se suponía que la respuesta era sencilla y muy clara. Nada más lejos de la realidad.
Recibir esa carta en ese momento precisamente había resultado algo demasiado oportuno. Como si algo hubiese hecho que se cruzasen los astros y le atormentasen más e hicieran crecer aún más su confusión. Tras la conversación que había tenido con Lily -la cual no había sido nada agradable para ella- no paraba de darle vueltas al mismo tema todo el rato. Ty no se pronunciaba al respecto, aunque a Gwen no le sorprendía en absoluto, dado su declarado odio hacia el que fuera su amigo.
Y luego, estaba Jim…
Esa carta le daba realmente quebraderos de cabeza. Ni siquiera sabía por qué la había abierto. Ty le había dicho que no lo hiciera, que la ignorase como había hecho con todas las que vinieron antes que esa, sin embargo lo hizo. Había estado un mes en silencio, por lo que suponía que debía de ser importante.
Craso error.
Jim iba a ir a Londres esas Navidades y quería que quedaran. Quería verla, no sabía si para aclarar las cosas, pero quería verla. Probablemente se disculparía mil veces como había hecho siempre pero… ¿Quería verle?
Gwen se preguntó de nuevo si quería ver a Jim Sanders y no supo qué contestar.
La conversación de Lily le acudía una y otra vez a la cabeza. Afirmaba con mucha claridad que Jem sentía algo por ella, algo que ni él mismo se había dado cuenta, pero que tenía demasiado miedo a lo que sentía. Marlene y Bianca le daban la razón y cuando Gwen le preguntó directamente a su mejor amiga, Ty, ésta había sacado su vena amarga de odio hacia el Slytherin. Sabía la aversión que la rubia sentía por él, pero necesitaba su opinión al margen de lo que pensara ella de él. Para ella, ni uno ni otro se merecía nada de su parte. Ambos le habían hecho daño de maneras distintas, por lo que no merecían más trato del que ya les había dado.
Su amiga tenía razón en una cosa, ambos le habían hecho daño, pero del mismo modo ella había hecho daño a otra gente, aun sin pretenderlo. “El ser humano es un ser imperfecto” siempre le había dicho su padre. “Nacemos, vivimos, nos equivocamos. Unas veces aprendemos de los errores, otras volvemos a cometerlos”. Jem sí había demostrado un interés algo diferente, quizá a causa de ser más mayores, pero ¿qué sería en esa ocasión? ¿Habría aprendido de su error o iba a volver a cometerlo?
No había sabido qué pensar sobre qué hacer con la petición de Jim. En un principio iba a quedarse en Hogwarts, como Ty le había dicho. Pero la carta la había hecho dudar durante unos segundos y, tras la intensa y para nada amable conversación con Jem al preguntarle su opinión, tenía ganas de largarse de ese castillo donde podía cruzarse con él en cualquier momento. Quería alejarse de él después de todo lo que le había dicho y había insinuado. No le había sido para nada indiferente sus para nada amables palabras sobre su opinión sobre ella y lo poco que, al parecer, le importaba.
Aunque Bianca estaba en lo cierto: no debía tomar una decisión basándose en cómo se había sentido con respecto a Jeremy. Debía tomarla en base a lo que quería hacer con respecto a Jim. Quizá sí era buena idea verle y zanjar, de una vez por todas, todo lo que tuviese que ver con él. Quizá verse no iba a ser tan malo como ella esperaba.
¿Entonces qué se lo impedía?
La respuesta era sencilla: el miedo. Aún seguía sintiendo cosas muy fuertes por el que fuera Ravenclaw, si bien no estaba completamente devastada como lo estuvo en un principio, no era algo que pudiera superar de un mes a otro. No sabía si aún estaba enamorada de él, y quizá lo averiguaría si iba a Londres.
Pero había algo más que le impedía tomar esa decisión. De nuevo, la vocecilla apareció en su cabeza repitiéndole las palabras que le había dicho Lily sobre Jem. Y de nuevo las dudas aparecían.
Se mordió el labio y se levantó de la silla, empezando a dar vueltas por su habitación como si de un animal enjaulado se tratase. Ty debía estar en alguna parte con Chris, probablemente -desde que habían empezado a salir no se separaban- y la había dejado sola con sus dudas y su frustración.
Jem no podía sentir nada por ella. ¿Cómo iba a sentirlo? Era… completamente absurdo y sinsentido. Él mismo la había rechazado dos años atrás, alegando que en realidad sólo seguía siendo amiga suya para poder acostarse con ella, cosa que luego resultó ser una vil mentira que había usado el Slytherin para poder evitar enamorarse de ella porque sabía que, tarde o temprano, iba a acabar sucediendo. ¡La había mentido y la había hecho daño sólo por miedo a lo que pudiera sentir! Había mandado a la mierda toda una vida de amistad y lo que ella creía que algo más por el retrete, sólo por tener miedo a algo que ni siquiera sabía cómo podía salir, por no arriesgarse.
Y con todo lo que había dicho sobre ella al enterarse de la carta de Jim… había vuelto a hacerle pensar que realmente, lo que quería era acostarse con ella. Aunque el chico se contradecía tanto que la amargaba y a Gwen le daban ganas de zarandearo, abofetearlo y mandarlo a China sin traslador.
Frunció el ceño y le dio un golpe al dosel de su cama. ¡Por qué tenía que ser todo tan jodidamente complicado!
Tenía un día para decidirse. Al día siguiente salía el Expresso de Hogwarts. Pero por más vueltas que le daba, era imposible llegar a nada. Pero tenía que hacerlo…
Si iba a Londres, podía hablar con Jim y zanjar su relación de una vez por todas. Si se quedaba, podía mandarlo al cuerno vía lechuza, pero seguiría arrastrando esa sensación de lo que pudo haber hecho en persona, aunque fuese simplemente eso, acabar con todo.
¿Significaba eso que debía ir a Londres? Sí. Quizá era lo mejor.
Una sensación extraña se instaló en su estómago, mezcla de congoja e incertidumbre, pero estaba decidida. Se había acabado el divagar y el pensar en que podía hacer. Iba a hacerlo. Debía hacerlo.
Abrió el baúl y se dirigió a las puertas de su armario, abriéndolas de par en par y seleccionando rápidamente unas cuantas prendas de invierno. Tenía más ropa en casa, pero si iba a quedarse en Londres para hablar con Jim… Quizá pudiera contactar con su familia paterna para quedarse con ellos o coger un traslador luego a Liverpool…
Unos golpes en la ventana la sacaron de sus pensamientos. Una lechuza desconocida estaba posada sobre el alfeizar. Con curiosidad se acercó para abrirle. No esperaba nada de nadie. ¿Quizá era para Ty? Dejó entrar a la lechuza, que le tendió la pata donde había atado un sobre pequeño y se fue antes de que Gwen pudiera ofrecerle una golosina, dejándola sola de nuevo con su curiosidad.
En el sobre no ponía nada. Simplemente rezaba “Gwen” en una caligrafía desconocida para ella. Algo confusa, caminó hasta sentarse en su cama y abrió la carta que… no contenía nada.
-¿Qué broma es esta?
No había carta, no había nada aparentemente. Gwen rasgó el sobre y fue entonces cuando cayó de él un muy pequeño sobrecito cuadrado con una nota pegada que ponía “Agrándame”. Aquello cada vez la confundía más. ¿Qué tanto misterio?
Alargó el brazo hasta la mesita para coger la varita y, de un golpe, hizo volver a su tamaño normal aquel pequeño sobre cuadrado. La diferencia fue bastante sorprendente. Gwen pudo ver claramente lo que era un sobre donde se guardaban los vinilos con, aparentemente, uno dentro. Sin embargo, el sobre estaba en blanco. No había carátula. No había ningún tipo de indicación. Nada.
Se mordió el labio inferior, presa de la mayor de las curiosidades. Miró alrededor hasta parar su vista en el tocadiscos de Ty, regalo de su padre años atrás. No pasaba nada si lo escuchaba, ¿no?
Se levantó, sacando el delicado vinilo del sobre y, al llegar a la altura del gramófono, vio que en el centro estaba escrito un escueto “Listen Me”. Era algo obvio que iba a escucharlo, pero le pareció… tierno, quizá. No sabía por qué, fue un detalle que le hizo sonreír.
Depositó el disco en el aparato, encajándolo, y de un suave golpe de varita la aguja se movió hasta el inicio. Los segundos que tardó en empezar a sonar los primeros acordes se le hicieron eternos a Gwen, pero pronto el sonido de una guitarra y de unos acordes desconocidos inundó la habitación.
Y pronto una voz les acompañó.
I’m not a perfect person
there’s many things I wish I didn’t do
Una voz que conocía muy bien.
But I continue learning
I never meant to do those things to you
Demasiado… Demasiado bien.
El corazón se le aceleró y abrió los ojos, no creyendo oír lo que estaba oyendo. Era demasiado surrealista, demasiado increíble. Demasiado… ni sabía cómo describirlo.
I’ve found a reason for me
to change who I used to be
A reason to start over new
and the reason is you.
Era… era la voz de Jem. Era claramente su voz. La reconocería entre un millón de voces. Su tono grave, algo ronco… arrastraba las palabras de una manera que no le había oído nunca. Envolvía las estrofas y las cantaba como si la vida le fuera en ello, a pesar de no usar esa voz potente que poseía.
Y la letra… No conocía esa canción. Y no era del estilo que solía cantar él. ¿De dónde había salido?
I’m sorry that I hurt you
It’s something I must live with every day
And all the pain I put you through
I wish that I could take it all away
And be the one who catches all your tears
La letra. Esa letra. A cada palabra, a cada estrofa que escuchaba, un nudo de anticipación se le iba acumulando en la boca del estómago. Sentía que el corazón iba a salírsele del pecho de lo rápido que bombeaba. Se llevó una mano a la boca inconscientemente, tapándosela, remarcando su sorpresa.
No podía creerlo. No podía… esa canción desconocida estaba cargada de disculpa y arrepentimiento. Algo que, al parecer, quería transmitir Jem. Transmitirle a ella. ¡A ella! Con esa canción parecía querer disculparse por… por todo.
That I just want you to know
I’ve found a reason for me
To change who I used tu be
A reason to start over new
And the reason is you
Por ser como era. Por comportarse como siempre lo hacía. Por… por haberle hecho daño… Con esa canción Jem parecía querer decirle todo. Porque si al principio lo dudaba, el estribillo le dejó claro que esa canción era para ella.
I’ve found a reason to show
A side of me you didn’t know
A reason for all that I do
And the reason is you
La habitación se quedó en silencio ensordecedor cuando el gramófono dejó de sonar. Gwen escuchó los estridentes latidos de su corazón en los oídos y emitió un quejido, mitad risa, mitad sollozo. Se quedó ahí quieta, mirando fijamente el vinilo aún en el gramófono, con la desconocida caligrafía “Listen Me” mirándola bocabajo.
Aquello… aquello era increíble. No tenía una palabra para describirlo y muchas eran demasiado. Era, probablemente, lo más bonito que podía haber hecho alguien por ella nunca. Y lo había hecho Jeremy. Lo había hecho JEREMY.
Soltó una carcajada cargada de nerviosismo y emoción. Había debido de llorar mientras escuchaba la canción porque sentía húmedas las mejillas.
Jem le había compuesto una canción.
Quizá Lily, Bianca y Marlene no iban tan desencaminadas.
Y quizá debería cancelar ese viaje a Londres.
PS: Este minific contestaría a
este otro que escribió Lau no hace mucho, donde se ve a Jem componiendo la canción ^^