Corría el año 1999, era verano, yo tenía 16 años. Hacía unos meses que me había aficionado a ver películas de artes marciales, sobre todo de Jackie Chan, que se había convertido rápidamente en uno de mis mayores ídolos. Mi hermano comenzó a comprarse algunas películas de Hong Kong, aunque a mí no me llamaban mucho. Al final, ya que a mi hermano parecían gustarle tanto, decidí darles una oportunidad. Mi primera película de Hong Kong, sin contar las de Jackie, las de Bruce Lee o las de Jet Li, fue Hard Boiled. Ahí descubrí a Tony el cual me encantó desde el primer momento y la película me gustó tanto que decidí seguir viéndolas. Había encontrado una de mis mayores aficiones.
No tardé mucho en ver la preciosa Una Historia China de Fantasmas, y, como en el caso anterior, me enamoré de inmediato de su protagonista, Leslie Cheung. Era guapísimo, cantaba de maravilla y estaba absolutamente adorable en esa película. Al día siguiente casi me puse a pegar botes de alegría al descubrir que en otra de las películas que había comprado mi hermano por aquel tiempo, La Novia del Cabello Blanco, Leslie también hacía el papel principal. La ví y Lesli volvió a encantarme. Se había convertido en uno de mis actores favoritos. Recuerdo aquellos tiempos porque eran realmente muy distintos a los de ahora. Por aquel entonces no teníamos internet y me acuerdo de lo contenta que me ponía cuando mi hermano volvía de la universidad con midis o fotos de Leslie y de Tony guardados en un disquette. O cuando me grababa las canciones de sus pelis en una cinta directamente desde la tele para poder escucharlas en el walkman. Ahora no, ahora basta con buscar un minuto y encontrar todas las fotos que quiera, o poner a bajar cualquier canción o vídeo o peli en la mula.
Los años pasaron; yo fui descubriendo cada vez más y más películas asiáticas y más y más actores, y había muchos que me gustaban, pero siempre eran los tres mismos los que seguían teniendo un hueco especial en mi corazón, Jackie, Tony, y Leslie. Tony siempre me gustó más, siempre me pareció mejor actor y siempre estuvo un escalón por encima... Pero a Leslie le quería, le quería muchísimo. A Better Tomorrow siempre fue una de mis películas favoritas. Como dijo John Woo, "Para mí Leslie siempre será Kit". Le quería, y pase lo que pase, esté donde esté, seguiré queriendole.
Hoy se cumplen dos años desde que Leslie nos dejó. Dos años en que su dulce voz y su sonrisa se extinguieron para siempre. Sus fans seguimos recordándole. Se le echa de menos. Pero de alguna forma, Leslie aún sigue vivo. Mientras sigamos recordándole, mientras sus canciones sigan bailando en el aire, mientras Leslie nos sonría desde la pantalla, él seguirá vivo dentro de nosotros, sus fans.
I love you, Gor Gor. Wo ai ni. Forever.