4 de FEBRERO
El día es soleado y el aire frió. He perdido ya parte de la mañana en mis paseos improvisados después de dejar a Adri en el colegio. Me pierde hablar, debo de estar de muy mal humor para no pararme a conversar con todo ser viviente. Hoy ha sido Barbara, la argentina que me gestiona los libros del Circulo de Lectores. Me encanta discutir sobre las diferencias de nuestros castellanos, más si es con un café cargado en la panadería más estridente que podáis imaginar, amarilla y morada en su totalidad, con cascada de agua incluida y floripondios varios.
Luego la corseteria filosofando sobre la crisis, aunque el tema me chirríe, y finalmente Fernanda, una señora mayor, con aspecto de haber vivido mil años, que se hace cargo de hijo y nieto porque la madre falleció y esta más bien para que se hagan cargo de ella.
El desorden reina en la casa, me da igual, siempre es lo mismo, creo que ya es rutina, pero estaría mejor si no hubiera un niño al que dar ejemplo.
Besos.