Jun 02, 2012 15:27
Estaba el otro día pensando en todos los lectores de Alianza que me dicen cuántas ganas tienen de que Harry y Draco se líen por fin, y pensando también en mis propias emociones cuando estoy leyendo un drarry que me gusta, deseando el momento en el que Harry y Draco se lían por fin... No me considero una persona a la que le gusten especialmente las historias románticas y, como muchos, he leído más de mil veces -no es una exageración- esa escena deseada en el que se todo pasa. ¡Y cada vez es tan maravillosa como la primera vez! ¿No es curioso? Cualquiera diría que ya estaríamos hartos/as de verlo, o que habría perdido brillo, pero no, mientras sigues enganchada al Drarry el momento en el que nace la pareja siempre es recibido con la misma ilusión. Y te da igual el hecho de que en otras historias ya se hayan liado, lo que quieres es que se líen también en la que estás leyendo. Ay, mente humana, qué rara eres...
La encuesta sobre Juego de Tronos sigue abierta. Está claro que Jaqen y Brienne han sido los nuevos personajes mejor recibidos de la segunda temporada, lo cual creo que no es una sorpresa para nadie XD Tb veo que la mayoría de gente desea que Joffrey tenga un encontronazo con Hannibal Lecter XD Está muy bien pensado, porque entre bocado y bocado, el doctor Lecter puede tratarlo, que falta le hace. ¡Sois muy considerados! XD
Ayer vi Un dios salvaje, de Polanski y me gustó mucho, pero me dejó con una sensación rara porque miraba a esos adultos y os juro que no podía entender de dónde habían salido. No podía imaginármelos como niños, como chavales de veintitantos años. Era como si ya hubieran nacido así. Y comparada con gente así, me siento casi alienígena. Igual es porque tengo el síndrome de Peter Pan, pero en femenino, no sé.
El otro día echaron Historias de Filadelfia en el prime time de TVE. Esa es la parte buena de la crisis, por lo que parece, que vamos a recuperar películas del cine clásico. Ya comenté una vez que la mía fue la última generación que creció con esas películas en la tele, era normal tener ciclos de los Hermanos Marx, de Tarzán, de Paul Newman... Tenías tardes de melodrama donde veías películas de Douglas Sirk y compañía... Yo tenía diez o doce años y me conocía del derecho y del revés a todas las estrellas de cine desde los años 30 hasta los 70 (aunque es cierto que, obviamente, a mí ya me gustaba mucho el cine y leía sobre ello). Ahora, quitando las obligatorias de Semana Santa, eso ya no pasaba, pero mira, la cosa está cambiando. Dicho esto, Historias de Filadelfia sigue siendo brillante, pero qué mal ha envejecido... En una peli antigua una espera un poco de machismo, qué remedio, pero hay cosas y cosas, caray. Cada vez que el padre de ella le suelta que si le ha sido infiel a su madre es por culpa de ella, de la hija, me dan ganas de entrar a la pantalla y meterle dos hostias. Claro que lo fuerte es que cuando se rodó esa película, eso se veía como un comentario razonable y acertado.
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