Devil Survivor: Los siete pecados capitales - Protagonista
Fic más o menos terminado. Falta revisar, corregir, retocar, y seguramente añadir o cambiar párrafos enteros. Le echo el candado hasta que lo tenga listo.
Revisado. Igual toco algo más otro día.
Título: Los siete pecados capitales - Protagonista
Personajes/Parejas: Protagonista, Naoya, Yuzu, Atsuro. Ligero ProtagonistaxNaoya.
Los siete pecados capitales - Protagonista
Luxuria
¿Por qué te pasan estas cosas por la cabeza? No deberías estar pensando en esto. Es tu primo, casi tu hermano, has vivido con él desde que tienes memoria.
No deberías estar pensando en esto.
Cuando Naoya aparta la vista de la pantalla del portátil y su mirada se cruza con la tuya, sientes como si una descarga eléctrica te recorriese el cuerpo.
No, no deberías pensarlo.
Gula
Te vas a poner gordo. Maldita Yuzu con sus crepes y sus tartas y sus galletas y sus mochis de fresa.
Es la hora del descanso de clase y estás mordisqueando una barrita de pocky mientras Yuzu y Atsuro comentan la apertura de una nueva heladería cerca del instituto. Eres consciente de que deberías rechazar de vez en cuando las ofertas de Yuzu, pero te gusta estar con tus amigos, y...
-¿Entonces vendrás al salir de clase? ¿A que sí? -te pregunta Yuzu con una sonrisa de oreja a oreja.
-En el folleto pone que su especialidad son los banana split. Tiene muy buena pinta, mira -Atsuro te enseña la hoja que Yuzu le había dado un momento antes.
...debes admitir que tienen muy buen gusto haciendo recomendaciones.
Avaritia
Las constantes escapadas para comer también te duelen en el bolsillo. En tu casa nunca ha faltado el dinero, pero sois cuatro y tampoco os sobra demasiado. Por eso atesoras la paga que te dan tus padres cada semana, y cuando vas de compras...
-¡No puede ser! No llevo suficiente... -Atsuro mira con tristeza el cable por componentes, de oferta sólo por hoy, que quiere desde hace tiempo- ¿Oye, me puedes prestar lo que me falta? ¡Juro que te lo daré en cuanto pueda! -te suplica.
Quieres decirle que la semana que viene sale el juego que llevas meses esperando, que te apetecía un refresco de las máquinas de fuera de la tienda, que siempre que vais a Akihabara pasa lo mismo y que aún te debe lo de las últimas tres veces.
En lugar de eso, alcanzas tu monedero y le das lo que necesita, aunque con dolor.
Acedia
Cuando se levante la barricada alrededor de la línea Yamanote y vuelvas a casa, juras que no vas a moverte de la cama en un mes. Ni deberes, ni tareas de casa, ni salir a dar un paseo: nada. Vas a dormir, vas a hacer el vago, ver la tele y jugar a videojuegos tanto como te apetezca, y nadie te lo va a impedir porque has caminado, corrido y luchado por tu vida en cuatro días más que en los últimos cuatro años.
Bien pensado, no vas a jugar a videojuegos. No quieres volver a tocar una COMP en tu vida. Dormir es más que suficiente.
Ira
Esos idiotas de tu clase te ponen de mal humor.
Son la clase de niñatos que se creen adultos e importantes porque ya están en segundo curso. La clase de personas que se hacen pasar por mayores para colarse por las noches en los clubes, se pasan los fines de semana de fiesta, contestan a los profesores y molestan en clase. Los típicos que te gritan y se ríen de ti si te ven pasar por la acera de enfrente o que te arrinconan en algún callejón para pedirte que les dejes "cien yenes." Esos que aún comportándose así tienen la desfachatez de hablar mal de sus padres y quejarse de que su vida es dura. Te encantaría darle un puñetazo a cada uno.
Alguna vez se te ha pasado por la cabeza que estaría bien ser alguien importante. Ser capaz de girarte cuando te gritan desde la otra punta de la calle, mirarlos a la cara y hacer que huyan de miedo sólo con sonreírles. Pero qué más da... esas cosas sólo pasan en las películas. No hay nadie así en el mundo, y tú sólo eres un estudiante de instituto resentido.
Invidia
A veces te gustaría haber aprendido informática.
Para Naoya sólo existen las máquinas, o al menos es lo que a todo el mundo le parece. Es un genio. Es creativo, es capaz de hacer cosas increíbles sin esfuerzo aparente. Por eso todos los programadores que siguen las últimas novedades lo conocen. Tu primo es una celebridad.
Atsuro lo conoció a él antes que a ti, y cuando por fin se encontraron un día en tu casa empezaron a pasar mucho tiempo juntos. Atsuro se declaró a si mismo su aprendiz, y Naoya pareció conforme con ello. Ahora que ya no vivís juntos, lo ves mucho menos, y desde hace unos meses apenas tienes noticias de él...
Atsuro te llama para decirte que Naoya os ha pedido a los dos y Yuzu que os reunáis con él en Shibuya dentro unos pocos días. Le das las gracias a tu amigo, pero cuando cuelgas el teléfono no estás agradecido para nada. ¿Por qué Naoya no te ha llamado a ti?
A veces te gustaría estar compuesto de cables y chips. Quizás así existirías para él.
Superbia
Míralos ahora.
Seguido de cerca por un Garuda que te protege, la gente con la que te cruzas no te quita el ojo de encima, pero lo hacen con disimulo, como si temieran que te fueras a dar cuenta de que lo están haciendo.
Pues claro que te das cuenta. ¿Por quién te toman? Pero en realidad no te molesta; al contrario, te hace gracia.
¿Qué importa si te tienen miedo? Ahora eres su Dios.
Revisado. Igual toco algo más otro día.
Título: Los siete pecados capitales - Protagonista
Personajes/Parejas: Protagonista, Naoya, Yuzu, Atsuro. Ligero ProtagonistaxNaoya.
Los siete pecados capitales - Protagonista
Luxuria
¿Por qué te pasan estas cosas por la cabeza? No deberías estar pensando en esto. Es tu primo, casi tu hermano, has vivido con él desde que tienes memoria.
No deberías estar pensando en esto.
Cuando Naoya aparta la vista de la pantalla del portátil y su mirada se cruza con la tuya, sientes como si una descarga eléctrica te recorriese el cuerpo.
No, no deberías pensarlo.
Gula
Te vas a poner gordo. Maldita Yuzu con sus crepes y sus tartas y sus galletas y sus mochis de fresa.
Es la hora del descanso de clase y estás mordisqueando una barrita de pocky mientras Yuzu y Atsuro comentan la apertura de una nueva heladería cerca del instituto. Eres consciente de que deberías rechazar de vez en cuando las ofertas de Yuzu, pero te gusta estar con tus amigos, y...
-¿Entonces vendrás al salir de clase? ¿A que sí? -te pregunta Yuzu con una sonrisa de oreja a oreja.
-En el folleto pone que su especialidad son los banana split. Tiene muy buena pinta, mira -Atsuro te enseña la hoja que Yuzu le había dado un momento antes.
...debes admitir que tienen muy buen gusto haciendo recomendaciones.
Avaritia
Las constantes escapadas para comer también te duelen en el bolsillo. En tu casa nunca ha faltado el dinero, pero sois cuatro y tampoco os sobra demasiado. Por eso atesoras la paga que te dan tus padres cada semana, y cuando vas de compras...
-¡No puede ser! No llevo suficiente... -Atsuro mira con tristeza el cable por componentes, de oferta sólo por hoy, que quiere desde hace tiempo- ¿Oye, me puedes prestar lo que me falta? ¡Juro que te lo daré en cuanto pueda! -te suplica.
Quieres decirle que la semana que viene sale el juego que llevas meses esperando, que te apetecía un refresco de las máquinas de fuera de la tienda, que siempre que vais a Akihabara pasa lo mismo y que aún te debe lo de las últimas tres veces.
En lugar de eso, alcanzas tu monedero y le das lo que necesita, aunque con dolor.
Acedia
Cuando se levante la barricada alrededor de la línea Yamanote y vuelvas a casa, juras que no vas a moverte de la cama en un mes. Ni deberes, ni tareas de casa, ni salir a dar un paseo: nada. Vas a dormir, vas a hacer el vago, ver la tele y jugar a videojuegos tanto como te apetezca, y nadie te lo va a impedir porque has caminado, corrido y luchado por tu vida en cuatro días más que en los últimos cuatro años.
Bien pensado, no vas a jugar a videojuegos. No quieres volver a tocar una COMP en tu vida. Dormir es más que suficiente.
Ira
Esos idiotas de tu clase te ponen de mal humor.
Son la clase de niñatos que se creen adultos e importantes porque ya están en segundo curso. La clase de personas que se hacen pasar por mayores para colarse por las noches en los clubes, se pasan los fines de semana de fiesta, contestan a los profesores y molestan en clase. Los típicos que te gritan y se ríen de ti si te ven pasar por la acera de enfrente o que te arrinconan en algún callejón para pedirte que les dejes "cien yenes." Esos que aún comportándose así tienen la desfachatez de hablar mal de sus padres y quejarse de que su vida es dura. Te encantaría darle un puñetazo a cada uno.
Alguna vez se te ha pasado por la cabeza que estaría bien ser alguien importante. Ser capaz de girarte cuando te gritan desde la otra punta de la calle, mirarlos a la cara y hacer que huyan de miedo sólo con sonreírles. Pero qué más da... esas cosas sólo pasan en las películas. No hay nadie así en el mundo, y tú sólo eres un estudiante de instituto resentido.
Invidia
A veces te gustaría haber aprendido informática.
Para Naoya sólo existen las máquinas, o al menos es lo que a todo el mundo le parece. Es un genio. Es creativo, es capaz de hacer cosas increíbles sin esfuerzo aparente. Por eso todos los programadores que siguen las últimas novedades lo conocen. Tu primo es una celebridad.
Atsuro lo conoció a él antes que a ti, y cuando por fin se encontraron un día en tu casa empezaron a pasar mucho tiempo juntos. Atsuro se declaró a si mismo su aprendiz, y Naoya pareció conforme con ello. Ahora que ya no vivís juntos, lo ves mucho menos, y desde hace unos meses apenas tienes noticias de él...
Atsuro te llama para decirte que Naoya os ha pedido a los dos y Yuzu que os reunáis con él en Shibuya dentro unos pocos días. Le das las gracias a tu amigo, pero cuando cuelgas el teléfono no estás agradecido para nada. ¿Por qué Naoya no te ha llamado a ti?
A veces te gustaría estar compuesto de cables y chips. Quizás así existirías para él.
Superbia
Míralos ahora.
Seguido de cerca por un Garuda que te protege, la gente con la que te cruzas no te quita el ojo de encima, pero lo hacen con disimulo, como si temieran que te fueras a dar cuenta de que lo están haciendo.
Pues claro que te das cuenta. ¿Por quién te toman? Pero en realidad no te molesta; al contrario, te hace gracia.
¿Qué importa si te tienen miedo? Ahora eres su Dios.