Título: Pasión en Hogsmeade
Autora:
lyra_nudePersonaje: Harry y Draco
Rating: G
Género: Slash
Advertencias:
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. Nadie gana ningún beneficio económico con esta historia ni se infringen deliberadamente derechos de autor.
Pasión en Hogsmeade
El día treinta y uno de julio, en Hogsmeade se celebra el día del héroe nacional.
Harry por supuesto no está de acuerdo con eso. Pero no puede hacer nada.
Por eso, intenta permanecer oculto en su casa durante ese día. Porque sabe que todos los periodistas que hay en el mundo mágico estarán pendientes de sus pasos durante toda la jornada, y la verdad, preferiría enfrentarse a otro colacuerno húngaro en vez de a esa panda de buscadores de noticias rosas.
Pero este año, eso no ha sido posible. ¿La razón? Pues qué si no, la única cosa que lo mantiene despierto a las doce de la noche y corriendo hacía el único pub abierto en Hogsmeade. Solo esperaba que tuviesen batido de chocolate, si no, mataría a Ron por irse de viaje para expandir Sortilegios Weasley y dejar a su mujer embarazada de siete meses con él y sus estúpidos antojos.
Entró al lugar y se quitó la gorra que llevaba. La dejó sobre la barra y le pidió al camarero lo que Hermione quería con tantas ansias. Este le dijo que tardaría un poco, pero si era tan urgente se lo haría. Casi le besa. Porque si no volvía con el dichoso batido, más le valía dormir sobre un banco del parque.
Tenía los brazos sobre la barra y apoyaba la cabeza en estos, realmente estaba cansado. Menudo cumpleaños. Justo cuando cerraba los ojos sintió a alguien golpearle con suavidad la espalda.
-Si no querías salir conmigo solo tenías que decírmelo, Potter -soltó Draco apareciendo de repente en mitad del pub.
-No… no es lo que piensas, realmente…
-No hace falta ninguna excusa, es obvio que no te apetecía tener esa cita conmigo. Con un no habría bastado.
Sin más, el rubio salió de allí echando chispas. Harry corrió tras él y ambos quedaron a la luz de una de las farolas de la avenida.
-Espera, te prometo que es cierto. Es Hermione, ella está embarazada, debía cuidarla esta noche y…
-¿Y ella está aquí?
-Déjame acabar. Le dio antojo de beber batido de chocolate, y llevo una hora buscando un sitio por todo Hogsmeade que me lo haga.
-Menuda excusa más barata, Potter.
-Pero… te juro que es cierto, Draco. Además, si que quería salir contigo, pero me comprometí con ella.
-Te he invitado a salir dos veces, y ambas has tenido una excusa a la cual más increíble para rechazarme. No soy tonto, y tengo mi orgullo, ¿de acuerdo?
Draco se giró para irse, pero Harry lo agarró de la chaqueta, realmente no quería que se fuese de allí.
-Espera… de verdad que yo…
Sin saber muy bien que decirle o como, lo tomó y lo atrajo hacía él. Unió sus labios a los del rubio y poco a poco sintió como el beso era devuelto. Y no solo eso, también sintió como las manos de Draco se deslizaban por su espalda y se posaban en su cintura mientras las suyas propias se mantenían sobre su nuca.
-¿Esto te parece suficiente para que veas que si que estoy interesado?
Cuando a la mañana siguiente Hermione lo despertó, dio un gruñido de impotencia.
-Dime que no quieres algo fuera de temporada, o de otro país.
-No, Harry, pero me gustaría que me informaras sobre esto.
Cogió las gafas que tenía en la mesita junto a la cama y tomó lo que Hermione le ofrecía. Se quedó pasmado. En la portada del profeta, bajo el título “Pasión en Hogsmeade” aparecía una foto en movimiento de su beso con Draco, que bajo la luz de la farola casi parecía que había ido a más.
-¡Por el amor del cielo! -exclamó. Draco iba a asesinarlo.