Título: Un Potter sin escoba No es un Potter
Reto: #06 Dos escobas una historia
Autora: Krispysly
Rating: G
Género: Gen.
Disclaimer: Todo es de JK Rowling. Pero al menos yo no mato lechuzas, a Fred y a Dobby entre otros!
Un Potter sin escoba No es un Potter
Era tan majestuoso verlo en el aire, los giros, la forma en que su cuerpo y su escoba se alineaban a la perfección. Su cabello negro revoloteando por los aires, el brillo en los ojos al buscar la snich y esa sonrisa de triunfo, de arrogancia, de certeza.
Él sabía que atraparía esa snich, siempre lo hacía. Y nadie nunca lo dudaba. No era el triunfo de su casa lo que le hacía admirar al joven Potter en su escoba, era verlo volar. Moverse por los aires como si fuera un ave.
Algunas veces Minerva se preguntaba si Potter sería menos inquieto si pudiera volar todo el tiempo en vez de tener que estar metido en el castillo dando clases o estudiando. Si fuera por ella, lo dejaría volar todo el tiempo que quisiera. Era una belleza, como ver una danza perfecta. No había nada más hermoso en los aires que ver a su buscador James Potter volando.
En su mente un Potter sin escoba no era Potter. Esa era una certeza que tenía en su vida. Ver volar a James era tan mágico que algunas veces se distraía en mitad de los juegos por mirar a su amigo volar. Por las tardes cuando sólo era él y su amigo, surcando los aires Sirius se sentía incomodo, torpe volando al lado de James. Nadie en este mundo parecía tener la gracia que tenía su amigo en la escoba. Nunca se lo confesó por supuesto, James se gloriaría de eso para toda la vida. “Algo en lo que soy más agraciado que Sirius Black” diría y después propondría vivir montado en una escoba las 24 horas sólo para molestarlo. Pero si James llegará hacer eso, Sirius no se molestaría, más bien se quedaría embobado mirándolo.
Era algo difícil de explicar, la magia que hacia James por los aires. El arte, la danza... James allá arriba era inmortal, era eterno, como un cuadro pintado a la perfección y que no puedes dejar de ver.
Cuando Harry Potter llegó a Hogwarts y ella descubrió su talento recordó a James su buscador estrella. Recordó su cabello revoloteando por los aires, el brillo en sus ojos, su sonrisa de triunfo y lo extrañó más que nunca. Necesitaba volver a ver esa danza perfecta, necesitaba volver a ver a James en el aire. Y Harry no la decepcionó. La nimbus 2000 se acomodaba a Harry a la perfección y otra vez el Quidditch volvió a tener sentido, otra vez Minerva pudo contemplar embobada la hermosa danza que era ver un Potter en una escoba surcando los aires con gracia y maestría.
Ver como la escoba era hecha añicos por el Sauce Boxeador le causo dolor. Harry ya no volaría más y eso era como si James hubiera muerto nuevamente. Un Potter sin escoba no era Potter. Así que con ayuda de la mascota de la amiga de Harry le compró otra escoba, la mejor del mercado. Porque su ahijado se merecía lo mejor. Y una vez Harry volviera a volar Sirius estaría tranquilo porque allá arriba en los aires Harry sería inmortal, eterno, perfecto como lo fue su papá.
Fin.