Reto Especial - 2011: Fanfiction
Reto Especial: El regalo perfecto, para un mago no tan perfecto.
Título: Tu amante francés.
Personajes: Harry Potter, Draco Malfoy.
Rating: G, mmm pues hay algunas malas palabras xD
Género: Slash, Humor.
Disclaimer: Harry Potter y sus personajes le pertenecen a J. K. Rowling. Escribo esto sin fines de lucro, como un regalo para Harry en su día.
Tu amante francés.
Harry sabe que Draco trama algo, ha visitado Malfoy Manor con más frecuencia que nunca, todas las tardes le ha dado el mismo pretexto, tomar el té con Narcissa, que está bastante sola pues Lucius ha salido de viaje por negocios.
Vale, tiene bastante lógica, o al menos la tenía. Porque esa misma tarde ha visto a los Malfoy pasear por el callejón Diagon, sin Draco, que ha vuelto a Grimmauld Place hasta la noche.
Al día siguiente Harry coge su capa y sigue al rubio, no es que desconfíe de él, claro. No es que pueda llegar a pensar que le engaña con algún famoso jugador de quidditch que ha conocido en alguno de sus viajes de negocios, que tenga algún nombre extranjero algo estúpido como Bruno, que se reúnan a diario planeando salir del país y vivir en Francia. Eso no lo ha pensado, ni por un momento.
Si lleva la varita fuertemente sujeta es por mera precaución, instinto de auror. No que vaya a soltarle unos cuantos crucios a alguien, como por ejemplo, algún jugador de quidditch llamado Bruno.
Con pensamientos tan profundos, llega hasta Malfoy Manor, perfecto, no es ningún motel de segunda ni algún caro hotel cinco estrellas, como en los que se quedan algunos famosos jugadores de quidditch, seguro que hay algunos Brunos registrados en los hoteles de Londres.
Sigue a Malfoy hasta el sótano y lo que observa al entrar le deja pasmado. El frío en la habitación aumenta, siente aquel sentimiento de profunda tristeza y terror combinados. Draco ha liberado un dementor de lo que parece ser un extraño armario. ¿Qué demonios está pensando?
- Expecto patronum.
Harry nota que ha Draco le tiembla la mano, que cierra un momento los ojos buscando concentrarse. Ya se ha quitado la capa y con la varita en alto se dispone a conjurar su patronus.
Entonces lo ve, poco a poco un haz de luz comienza a salir de la varita, es como una espesa niebla que se hace más fuerte mientas encierra a la espeluznante criatura. El calor vuelve a inundar el húmedo sótano.
- En el nombre de Merlín, ¿qué es lo que te propones, Malfoy?, ¿acaso buscar morir? ¿te has vuelto loco? ¿cómo demonios has conseguido esa cosa?
El rubio voltea asustado, su novio le está dedicando una mirada mortal que no veía desde sus tiempos de rivalidad adolescente, ¿acaso le ha seguido?, mejor piensa en sacar alguna distracción rápido porque el pelinegro se acerca lentamente con la varita en mano y con al parecer, no muy buenas intenciones, está demasiado cabreado. Ok, hora de entregarle su regalo, incluso aunque falta un semana y que era una sorpresa.
- Feliz cumpleaños, Harry.
Esa frase descoloca bastante al pelinegro, que voltea hacia donde señala Draco, ahí, en la esquina de la habitación, se encuentra una cierva plateada, que se acerca y toca su pierna con el hocico, como invitándole a tocarla.
- Pero, ¿cómo?
- Le he pedido un favor a Granger, claro. Aunque he tardado bastante en agarrarle el truco, ya sabes, los dementores distraen bastante.
- ¿por qué?
El rubio se ha volteado rápidamente, pero Harry ha notado su intenso sonrojo, entonces escucha su voz un tanto afectada.
- En la fiesta del rarito ese de Scamander, mientras te has largado con tus amigotes comadrejas, estaba sentado leyendo el periódico cuando todos los críos entraron a escuchar una historia de la Lunática, y pues, estado ahí la he tenido que escuchar. Les contó una historia sin sentido sobre dos conejos plateados que hablan y llevan mensajes a cualquier lugar, pensaba que eran puras tonterías de esas que siempre cuenta. Pero entonces levanto la varita y salió un conejo plateado, le hizo hablar y correr por toda la sala. Al final les ha dicho que el conejo faltante era el de Scamander, ahí empezó con lo de las almas gemelas y demás cursilerías. Luego investigué un poco y pues, no lo sé, me ha quedado la duda, maldita sea, ¿y si es cierto lo que dice la Lunática?, y si…
Harry se acerca y gira al rubio hasta que sus frentes están juntas, le mira con intensidad, intentando transmitirle lo que significa para él ese gesto, esa muestra de amor tan profunda que el rubio le ha regalado. Entonces le besa, es un beso hambriento, desesperado, lo prolonga tanto como sus pulmones se lo permiten. Cuando al fin se separan le mira divertido, con una sonrisa maliciosa que Draco no sabe interpretar.
- Gracias, querida.
- ¿querida? ¿de qué rayos hablas?
- Expecto patronum
La figura de un gallardo ciervo aparece a mitad de la habitación, enseguida se desliza junto al pratronus del rubio y le hociquea, en un gesto que a Draco le parece un ligero beso. Está maravillado, rebozando de alegría, lo que dijo esa Lunática es cierto, Harry es su alma gemela.Todo es felicidad en la mente del rubio, hasta que comprende el último comentario que el pelinegro ha soltado.
- Potter de mierda, ¡Furunculus!
Esa noche Harry Potter duerme en San Mungo, la siguiente en el sillón de la planta baja de Grimmauld Place, y la siguiente noche, pues también. Es hasta el tercer día cuando Draco le deja hablar sin lanzarle algún opuggno.
- Me ha encantado tu regalo, es hermoso. Vamos Draco, sólo ha sido una broma, es porque he estado algo jodido, sabes, pensé que me engañabas con Bruno.
- ¿Bruno? ¿quién carajos es Bruno?
- Tu amante francés, un decererebrado jugador de quidditch.
- Otra vez con tus problemas mentales, Potter. Hasta cuando me vas a seguir inventando amantes extranjeros, y cada vez escoges nombres más idiotas. Si alguien es la mujer en ésta relación, seguro que eres tú con esos celos sin sentido. Mira que dudar de la hombría de un Malfoy, ya voy a mostrarte ahora lo que es un verdadero hombre, Potter.
Draco le empuja sobre la cama y le besa como si lo estuviera atacando, con fuerza, con rabia. Al día siguiente, Neville recibe una lechuza muy temprano en su oficina de San Mungo, es Harry que le pide que le envíe “esa” poción para “ya sabe que”, el chico ríe mientras toma un par de frascos de un estante y los envuelve para enviarlos con la misma lechuza. ¿Harry le ha inventado un nuevo amante a Malfoy?, supone que tendrá que avisarle a Ron que el jefe de aurores no irá hoy a trabajar, por orden médica, no es que se pueda combatir contra las artes oscuras si no se puede caminar con propiedad, aunque tampoco es que sea una enfermedad tener el culo destrozado.