reto #02.- Fanfiction
Título: La primera escoba de Teddy
Reto: #02.- La infancia que no tuviste
Pairing: Harry, Andromeda y Teddy
Rating: G
Género: Hetero. Mas que nada, escena familiar
Disclaimer: Nada es mío. Todo es de JK, de la Warner y de quien sea que tenga los derechos
―¡Mira Padino, que alto! ―gritaba Ted desde su escoba de primeros vuelos.
―Sí que estas alto, sí ―le animaba Harry sentado en el césped del jardín de los Tonks―. Ten cuidado de no hacerte daño o tu abuela no me dejara venir más.
―Vale. No caigo ―decía movimiento afirmativamente la cabeza
Harry le veía disfrutar con su pequeña escoba, que no se levantaba más que medio metro del suelo, lo justo para que sus pies colgaran, y que iba tan despacio que si Harry andaba a su lado le adelantaría; pero aun así Teddy estaba radiante con su nuevo regalo.
―No deberías malcriarle tanto, Harry ―le comentó una recién llegada portando un vaso de limonada.
―No le malcrío, Andrómeda, sólo me gusta hacerle feliz ―dijo aceptando la bebida.
―Ya. Le malcrías. Como sigas comprándole tantas cosas necesitaremos una casa más grande.
―Sabes que podéis vivir en Grimauld Place.
―Tú solo deja de comprarle tantos regalos, ¿de acuerdo?
―No puedo prometerte nada. Quiero que Ted sea feliz y que tenga todo lo que un niño pueda desear
―Lo que tú no tuviste.
La mirada de Harry se ensombreció y Andrómeda supo que había dado en el clavo, que todo lo que Harry hacia era vivir la infancia que nunca tuvo a través de su ahijado.
―¿Me hace eso ser una mala persona?
―No. Te hace ser un padrino con mucho dinero y ninguna vida social que quiere a su ahijado más que a nada en el mundo.
Reto: #02.- La infancia que no tuviste
Pairing: Harry, Andromeda y Teddy
Rating: G
Género: Hetero. Mas que nada, escena familiar
Disclaimer: Nada es mío. Todo es de JK, de la Warner y de quien sea que tenga los derechos
―¡Mira Padino, que alto! ―gritaba Ted desde su escoba de primeros vuelos.
―Sí que estas alto, sí ―le animaba Harry sentado en el césped del jardín de los Tonks―. Ten cuidado de no hacerte daño o tu abuela no me dejara venir más.
―Vale. No caigo ―decía movimiento afirmativamente la cabeza
Harry le veía disfrutar con su pequeña escoba, que no se levantaba más que medio metro del suelo, lo justo para que sus pies colgaran, y que iba tan despacio que si Harry andaba a su lado le adelantaría; pero aun así Teddy estaba radiante con su nuevo regalo.
―No deberías malcriarle tanto, Harry ―le comentó una recién llegada portando un vaso de limonada.
―No le malcrío, Andrómeda, sólo me gusta hacerle feliz ―dijo aceptando la bebida.
―Ya. Le malcrías. Como sigas comprándole tantas cosas necesitaremos una casa más grande.
―Sabes que podéis vivir en Grimauld Place.
―Tú solo deja de comprarle tantos regalos, ¿de acuerdo?
―No puedo prometerte nada. Quiero que Ted sea feliz y que tenga todo lo que un niño pueda desear
―Lo que tú no tuviste.
La mirada de Harry se ensombreció y Andrómeda supo que había dado en el clavo, que todo lo que Harry hacia era vivir la infancia que nunca tuvo a través de su ahijado.
―¿Me hace eso ser una mala persona?
―No. Te hace ser un padrino con mucho dinero y ninguna vida social que quiere a su ahijado más que a nada en el mundo.